Aburrida Taberna
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Aburrida Taberna
por Marius de Romanus Dom Sep 26, 2010 7:32 pm
La taberna era un zulo descuidado y maloliente, lleno de humo del tabaco de los clientes que bebían como cosacos y acosaban a las camareras que les traían más dulce néctar para su indomable borrachera.
Y yo me encontraba en medio de todo aquel panorama, ocupando una de las mesas centrales de la habitación con un vaso lleno de coñac que me habían servido hacia ya 20 minutos y que me entretenía agitándolo mientras mi mirada pasaba de una persona a otra.
Hoy en día las buenas conversaciones estaban infravaloradas y los temas que estaban de moda entre los ciudadanos no llamaban el interés necesario para dar mi opinión sobre el tema.
En pocas palabras: Estaba soberanamente aburrido.
A parte del coñac, me entretenía con la mujer que había al otro lado de la barra. Parecía que era la dueña del local y no me quitaba ojo de encima. La mujer intentaba que no me diera cuenta pero era una tarea difícil cuando tratabas con un ser que era capaz de ver desde la mente de otras personas.
A veces giraba el rostro rápidamente para divertirme con la reacción de ella al darse cuenta que la estaba mirando.
El vaso de coñac seguía en mi mano y la mujer de detrás de la barra seguía vigilándome constantemente… que noche más aburrida.
Y yo me encontraba en medio de todo aquel panorama, ocupando una de las mesas centrales de la habitación con un vaso lleno de coñac que me habían servido hacia ya 20 minutos y que me entretenía agitándolo mientras mi mirada pasaba de una persona a otra.
Hoy en día las buenas conversaciones estaban infravaloradas y los temas que estaban de moda entre los ciudadanos no llamaban el interés necesario para dar mi opinión sobre el tema.
En pocas palabras: Estaba soberanamente aburrido.
A parte del coñac, me entretenía con la mujer que había al otro lado de la barra. Parecía que era la dueña del local y no me quitaba ojo de encima. La mujer intentaba que no me diera cuenta pero era una tarea difícil cuando tratabas con un ser que era capaz de ver desde la mente de otras personas.
A veces giraba el rostro rápidamente para divertirme con la reacción de ella al darse cuenta que la estaba mirando.
El vaso de coñac seguía en mi mano y la mujer de detrás de la barra seguía vigilándome constantemente… que noche más aburrida.
Marius de Romanus- Admin - Clase Alta
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Re: Aburrida Taberna
por Katrina Volkova Dom Sep 26, 2010 7:57 pm
Fecha: 20 de Diciembre de 1801
Tiempo: noche despejada, frío seco, media luna.
Pertenencias que llevo: Una daga de plata, un revólver de 5 balas.
Ropa: Una gabardina negra encima de unos pantalones del mismo color y una camisa blanca. ¿Parezco un tío? T.T. Ya querría yo ropa mona, pero con lo que gano y la clase que soy... saco de patatas.
Estado: aburrimiento.
Lugar: Taberna.
________________________________________________________________________________
Off: espero no te importe, me aburría mucho.
Tiempo: noche despejada, frío seco, media luna.
Pertenencias que llevo: Una daga de plata, un revólver de 5 balas.
Ropa: Una gabardina negra encima de unos pantalones del mismo color y una camisa blanca. ¿Parezco un tío? T.T. Ya querría yo ropa mona, pero con lo que gano y la clase que soy... saco de patatas.
Estado: aburrimiento.
Lugar: Taberna.
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Aquel día había sido muy duro. Todo un día de investigación. Me resultaba lo más aburrido del mundo, yo era más… mercenaria. Donde estuviera una buena pelea… - suspiro. Me decidí ir a la taberna de Helen, quería averiguar si tenía algún trabajo para mí ya que lo que hoy había conseguido sonsacar a la gente no había sido demasiado. ¿Quién mataba a toda aquella gente que aparecía en los callejones? O bien eran asesinos o bien vampiros. Pero eso no podía saberlo. 1. Porque no me habían dejado ver los cadáveres y 2. Porque los vampiros hoy en día no dejan marcas. Los policías ni me habían respondido a cómo habían muerto, ya que si estaban desangradas ya tenía mi objetivo.
En cuanto me di cuenta ya estaba frente a la puerta de la taberna, respiré hondo y entré. De nuevo los típicos borrachos que se te quedan mirando con caras pervertidas. Al otro lado de la barra, escondido entre las botellas estaba Rowan, un cazador como yo. Aquel era un amigo increíble, como nunca había tenido, pero aquella noche tenía la mirada perdida. Observé que Helen estaba un poco incómoda. Me encogí de hombros y me acerqué a la barra.
-Buenas noches Helen, necesito un buen vaso de vodka, por favor.- Dije tirándome en uno de los taburetes.
Helen asintió sin decirme absolutamente nada, me pareció extraño, aún así me trajo el vaso de vodka. Me fije bien en el rostro de Helen que miró de reojo a un tipo 4 taburetes a mi derecha. Asentí cautelosamente y cogí el vaso de vodka. Me levanté del taburete y me dirigí hacia aquel hombre. Me senté en el taburete de al lado y le miré directamente.
-¿Qué, no se lo bebe? Es del mejor que puedes encontrar en toda la ciudad- dije señalando con la cabeza el vaso de coñac que tenía.
Di un tragó a mi vaso de vodka. Me quemó la garganta y agaché la cabeza. Era lo que necesitaba después de un día como el que había pasado.
-¿Qué hace por aquí? No parece un lugar de… su entorno. Parece un aristócrata culto y estúpido- di otro sorbo al vodka, uno tan largo que terminé con el vaso.
Esta vez giré mi rostro para mirarle a la cara. Me sorprendió lo guapo que me resultaba, y sí parecía un aristócrata culto y estúpido, como la mayoría. Sus ojos de un azul cielo me sobrecogieron, sus cabellos rubios eran brillantes y su boca… madre mía, perfecta. ¿Cómo podía alguien ser tan bello? Mordí débilmente mi labio inferior pero cuando me di cuenta de lo que hacía lo remedié girando la cabeza un tanto enrojecida. ¿Por qué me había pasado eso?
En cuanto me di cuenta ya estaba frente a la puerta de la taberna, respiré hondo y entré. De nuevo los típicos borrachos que se te quedan mirando con caras pervertidas. Al otro lado de la barra, escondido entre las botellas estaba Rowan, un cazador como yo. Aquel era un amigo increíble, como nunca había tenido, pero aquella noche tenía la mirada perdida. Observé que Helen estaba un poco incómoda. Me encogí de hombros y me acerqué a la barra.
-Buenas noches Helen, necesito un buen vaso de vodka, por favor.- Dije tirándome en uno de los taburetes.
Helen asintió sin decirme absolutamente nada, me pareció extraño, aún así me trajo el vaso de vodka. Me fije bien en el rostro de Helen que miró de reojo a un tipo 4 taburetes a mi derecha. Asentí cautelosamente y cogí el vaso de vodka. Me levanté del taburete y me dirigí hacia aquel hombre. Me senté en el taburete de al lado y le miré directamente.
-¿Qué, no se lo bebe? Es del mejor que puedes encontrar en toda la ciudad- dije señalando con la cabeza el vaso de coñac que tenía.
Di un tragó a mi vaso de vodka. Me quemó la garganta y agaché la cabeza. Era lo que necesitaba después de un día como el que había pasado.
-¿Qué hace por aquí? No parece un lugar de… su entorno. Parece un aristócrata culto y estúpido- di otro sorbo al vodka, uno tan largo que terminé con el vaso.
Esta vez giré mi rostro para mirarle a la cara. Me sorprendió lo guapo que me resultaba, y sí parecía un aristócrata culto y estúpido, como la mayoría. Sus ojos de un azul cielo me sobrecogieron, sus cabellos rubios eran brillantes y su boca… madre mía, perfecta. ¿Cómo podía alguien ser tan bello? Mordí débilmente mi labio inferior pero cuando me di cuenta de lo que hacía lo remedié girando la cabeza un tanto enrojecida. ¿Por qué me había pasado eso?
Off: espero no te importe, me aburría mucho.
Última edición por Katrina Volkova el Dom Sep 26, 2010 8:14 pm, editado 2 veces
Katrina Volkova- Cazador
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Re: Aburrida Taberna
por Marius de Romanus Dom Sep 26, 2010 8:47 pm
La puerta se abrió una vez más dejando que la atmósfera ponzoñosa de la taberna se purificara un poco con el gélido viento que venía de la calle.
No miré quien había entrado pues estaba entretenido intentando coger a la tabernera desprevenida para incomodarla una vez más.
Cada vez que sus ojos se dirigían al suelo para no toparse con los míos sonreía maliciosamente y volvía a agitar mi coñac divertido.
La bebida y aquella mujer atrevida comenzaban a perder mi interés. Ya estaba empezando a buscar entre los borrachos alguna víctima para poder pasar la noche: tal vez seguirla durante un rato, conversar con ella hasta que el tema no diera para más, jugar con su vida bebiendo a sorbos… se podían hacer tantas cosas con un humano.
Me entretuve un poco más mirando mi imagen reflejada en el sucio espejo que tenía delante, al otro lado de la barra. Estaba claro que con aquellas ropas destacaba en aquella taberna: Como casi todas las noches lucía una larga levita de color rojo con decoraciones en oro, un chaleco de color negro sobre una camisa de color blanca con el cuello abierto donde tenía atado un pañuelo de seda típico en la época. Los pantalones eran algo ajustados y mis piernas estaban cubiertas con unas largas botas que casi me llegaban a las rodillas. Mi cabellera rubia caía rebelde sobre mis hombros y mis ojos parecían brillar más que nunca.
Mi reflejo me devolvió una media sonrisa.
El taburete de mi derecha se movió y una muchacha vestida con ropas un tanto masculinas se sentó en el.
-¿Qué, no se lo bebe? Es del mejor que puedes encontrar en toda la ciudad- no dije absolutamente nada. Me costaba creer aquello, con solo mirar el lugar se ponía en duda que aquella taberna formara parte del mismo mundo que había en el exterior- ¿Qué hace por aquí? No parece un lugar de… su entorno. Parece un aristócrata culto y estúpido- alcé las cejas entre sorprendido y divertido. Más divertido que sorprendido pues en mis labios se dibujo una sonrisa.
-Parece que vuestra lengua se ha afilado por culpa del alcohol que bebeis en ese sucio vaso- dije dejando mi bebida encima de la mesa, recostándome en la silla y apoyando la pierna izquierda sobre la derecha- la amabilidad eslava deja mucho que desear, deberías de aprender un poco de buenos modales aunque eso supondría cuidar un poco vuestra imagen e higiene personal… tal vez no os guste demasiado el agua- dije tranquilo sin mellar mi sonrisa encantadora.
OFF: Alma, cuando quieras abres el post en otro lugar y asi no somos tres personas posteando ^^
No miré quien había entrado pues estaba entretenido intentando coger a la tabernera desprevenida para incomodarla una vez más.
Cada vez que sus ojos se dirigían al suelo para no toparse con los míos sonreía maliciosamente y volvía a agitar mi coñac divertido.
La bebida y aquella mujer atrevida comenzaban a perder mi interés. Ya estaba empezando a buscar entre los borrachos alguna víctima para poder pasar la noche: tal vez seguirla durante un rato, conversar con ella hasta que el tema no diera para más, jugar con su vida bebiendo a sorbos… se podían hacer tantas cosas con un humano.
Me entretuve un poco más mirando mi imagen reflejada en el sucio espejo que tenía delante, al otro lado de la barra. Estaba claro que con aquellas ropas destacaba en aquella taberna: Como casi todas las noches lucía una larga levita de color rojo con decoraciones en oro, un chaleco de color negro sobre una camisa de color blanca con el cuello abierto donde tenía atado un pañuelo de seda típico en la época. Los pantalones eran algo ajustados y mis piernas estaban cubiertas con unas largas botas que casi me llegaban a las rodillas. Mi cabellera rubia caía rebelde sobre mis hombros y mis ojos parecían brillar más que nunca.
Mi reflejo me devolvió una media sonrisa.
El taburete de mi derecha se movió y una muchacha vestida con ropas un tanto masculinas se sentó en el.
-¿Qué, no se lo bebe? Es del mejor que puedes encontrar en toda la ciudad- no dije absolutamente nada. Me costaba creer aquello, con solo mirar el lugar se ponía en duda que aquella taberna formara parte del mismo mundo que había en el exterior- ¿Qué hace por aquí? No parece un lugar de… su entorno. Parece un aristócrata culto y estúpido- alcé las cejas entre sorprendido y divertido. Más divertido que sorprendido pues en mis labios se dibujo una sonrisa.
-Parece que vuestra lengua se ha afilado por culpa del alcohol que bebeis en ese sucio vaso- dije dejando mi bebida encima de la mesa, recostándome en la silla y apoyando la pierna izquierda sobre la derecha- la amabilidad eslava deja mucho que desear, deberías de aprender un poco de buenos modales aunque eso supondría cuidar un poco vuestra imagen e higiene personal… tal vez no os guste demasiado el agua- dije tranquilo sin mellar mi sonrisa encantadora.
OFF: Alma, cuando quieras abres el post en otro lugar y asi no somos tres personas posteando ^^
Marius de Romanus- Admin - Clase Alta
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Re: Aburrida Taberna
por Katrina Volkova Dom Sep 26, 2010 9:11 pm
-Parece que vuestra lengua se ha afilado por culpa del alcohol que bebeis en ese sucio vaso. La amabilidad eslava deja mucho que desear, deberías de aprender un poco de buenos modales aunque eso supondría cuidar un poco vuestra imagen e higiene personal… tal vez no os guste demasiado el agua.
No le miré pero me cabreó de una forma que me entraban ganas de matarle. Mi ceño estaba fruncido y la mano con que cogía el vaso cobró una fuerza llevado por la ira que rompió el vaso. Yo ni me di cuenta, estaba todavía demasiado cabreada. Cuando mi vista despejó lo nublada que estaba me di cuenta que me había cortado y empezaba a escocerme por el vodka que tenía el vaso. Salté del taburete dándole la espalda.
-Me cago en la ostia- dije en voz baja.
Rowan se levantó rápidamente a socorrerme, me miró a mí y de seguida al tío ese. Frunció el ceño. Helen cogió alcohol y me lo echó en la mano, dije maldiciones; finalmente me envolvió la mano en una tela blanca y me lo ató alrededor. Eché la cabeza hacia atrás respirando continuamente.
-¿Qué coño ha pasado Katrina?- me preguntó Rowan cabreado.
Apreté la mandíbula llena de odio e ira, ese hijo de puta me lo iba a pagar. Me di la vuelta y fui hacia ese tío mientras que mi mano se metía en la gabardina y sacaba el revólver. Cuando ya estaba frente a él le cogí de la levita y coloqué el revólver apuntando a su cabeza.
-No ha sido muy cauto al venir a esta taberna, ha sido un grave error.
La gente se impacientó al verme con un arma en la mano, unos decían que disparase y otros simplemente reían. Rowan se acercó a mi por la espalda y puso una mano en mi hombro.
-Katrina, no estás siendo consecuente con tus actos. Estás cabreada, nada más.
No sabía por qué pero las palabras de Rowan siempre conseguían tranquilizarme. Le quité el arma de la cabeza a ese engreído aristócrata y la volví a guardar.
-Me voy de aquí- dije. Antes de dar un paso le di un puñetazo a ese estúpido. Sentía que todo el mundo me miraba y no me gustaba. Salí de allí, aquel puñetazo me había dolido demasiado, joder.
Salí de la taberna dando un portazo. ¿Qué coño se creía ese asqueroso ricachón de tres al cuarto? ¡Como si yo no quisiera vestir bien, con preciosos vestidos y demás! Cogí un mechón de mi pelo con una mano y lo olfateé. Estaba limpia, ¡qué gilipolleces estaba diciendo ese!. Caminé deprisa por las calles nocturnas de Moscú sin hacer caso a nada. Tenía ganas de disparar a algo pero no quería malgastar balas. Debía haber acabado con ese estúpido y creído, el mundo estaría mucho mejor, seguro.
No le miré pero me cabreó de una forma que me entraban ganas de matarle. Mi ceño estaba fruncido y la mano con que cogía el vaso cobró una fuerza llevado por la ira que rompió el vaso. Yo ni me di cuenta, estaba todavía demasiado cabreada. Cuando mi vista despejó lo nublada que estaba me di cuenta que me había cortado y empezaba a escocerme por el vodka que tenía el vaso. Salté del taburete dándole la espalda.
-Me cago en la ostia- dije en voz baja.
Rowan se levantó rápidamente a socorrerme, me miró a mí y de seguida al tío ese. Frunció el ceño. Helen cogió alcohol y me lo echó en la mano, dije maldiciones; finalmente me envolvió la mano en una tela blanca y me lo ató alrededor. Eché la cabeza hacia atrás respirando continuamente.
-¿Qué coño ha pasado Katrina?- me preguntó Rowan cabreado.
Apreté la mandíbula llena de odio e ira, ese hijo de puta me lo iba a pagar. Me di la vuelta y fui hacia ese tío mientras que mi mano se metía en la gabardina y sacaba el revólver. Cuando ya estaba frente a él le cogí de la levita y coloqué el revólver apuntando a su cabeza.
-No ha sido muy cauto al venir a esta taberna, ha sido un grave error.
La gente se impacientó al verme con un arma en la mano, unos decían que disparase y otros simplemente reían. Rowan se acercó a mi por la espalda y puso una mano en mi hombro.
-Katrina, no estás siendo consecuente con tus actos. Estás cabreada, nada más.
No sabía por qué pero las palabras de Rowan siempre conseguían tranquilizarme. Le quité el arma de la cabeza a ese engreído aristócrata y la volví a guardar.
-Me voy de aquí- dije. Antes de dar un paso le di un puñetazo a ese estúpido. Sentía que todo el mundo me miraba y no me gustaba. Salí de allí, aquel puñetazo me había dolido demasiado, joder.
Salí de la taberna dando un portazo. ¿Qué coño se creía ese asqueroso ricachón de tres al cuarto? ¡Como si yo no quisiera vestir bien, con preciosos vestidos y demás! Cogí un mechón de mi pelo con una mano y lo olfateé. Estaba limpia, ¡qué gilipolleces estaba diciendo ese!. Caminé deprisa por las calles nocturnas de Moscú sin hacer caso a nada. Tenía ganas de disparar a algo pero no quería malgastar balas. Debía haber acabado con ese estúpido y creído, el mundo estaría mucho mejor, seguro.
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Re: Aburrida Taberna
por Marius de Romanus Dom Sep 26, 2010 9:43 pm
¿Mi inocente comentario respecto a su físico e higiene la había molestado un poco? Por el vaso roto y los cristales desparramados por la mesa diría que sí, un poco.
Me vino a la nariz un dulce olor a sangre fresca. Me quedé mirando su mano herída, parecía que ella aún no se había dado cuenta de la herida pues tenía la vista fija en la mesa y apretaba las manos con fuerza.
Cuando pareció reaccionar, saltó del taburete y soltó un fuerte improperio al darse cuenta de la dolorosa herida. Tuve que taparme la boca con la mano para no herir mas sus sentimientos con mi sonrisa burlona.
Un hombre que parecía conocerla bastante bien se acerco corriendo a la muchacha preguntando por lo sucedido y la tabernera desinfecto la herida y la vendo.
No necesitaba leer su mente para saber lo que estaría pensando y que era lo que iba a suceder a continuación. Es más, me preparé para que cuando me cogiera no cayera de la silla ni me arrancara de cuajo mis finas ropas.
El cañón del arma apuntaba directo a mi cabeza y la mano de la joven cogía con fuerza mi levita.
-No ha sido muy cauto al venir a esta taberna, ha sido un grave error.
-Culpable- dije inocentemente.
Katrina, no estás siendo consecuente con tus actos. Estás cabreada, nada más.- el amigo de la pequeña Katrina intentaba calmar los humos del ambiente.
-Me voy de aquí- vaya, así que la gatita guardaba sus uñas haciendo caso a la voz de la conciencia. Pero antes de que me soltara sentí la leve caricia que el puño de Katrina había hecho a mi mejilla.
La vi salir por la puerta de la taberna y me sorprendí al darme cuenta que mi sonrisa divertida aun no había desaparecido. Me levanté del taburete y busque en los bolsillos de la levita. Saqué una bolsita llena de monedas de oro que deje sobre la barra.
-Tome, haber si esto ayuda para darle a la taberna un toque… vamos para que se parezca a una taberna de verdad- salí por la puerta a paso ligero y seguí el rastro de la sangre de la muchacha llamada Katrina.
La vi alejarse enfundada en su gabardina oscura andando sobre la nieve de la calle.
-¿A caso salís huyendo después de haberme amenazado con un arma de fuego? O de lo contrario mis palabras la han afectado tanto que salís corriendo para intentar hacer algo al respecto con su físico porque le he abierto los ojos.
Me vino a la nariz un dulce olor a sangre fresca. Me quedé mirando su mano herída, parecía que ella aún no se había dado cuenta de la herida pues tenía la vista fija en la mesa y apretaba las manos con fuerza.
Cuando pareció reaccionar, saltó del taburete y soltó un fuerte improperio al darse cuenta de la dolorosa herida. Tuve que taparme la boca con la mano para no herir mas sus sentimientos con mi sonrisa burlona.
Un hombre que parecía conocerla bastante bien se acerco corriendo a la muchacha preguntando por lo sucedido y la tabernera desinfecto la herida y la vendo.
No necesitaba leer su mente para saber lo que estaría pensando y que era lo que iba a suceder a continuación. Es más, me preparé para que cuando me cogiera no cayera de la silla ni me arrancara de cuajo mis finas ropas.
El cañón del arma apuntaba directo a mi cabeza y la mano de la joven cogía con fuerza mi levita.
-No ha sido muy cauto al venir a esta taberna, ha sido un grave error.
-Culpable- dije inocentemente.
Katrina, no estás siendo consecuente con tus actos. Estás cabreada, nada más.- el amigo de la pequeña Katrina intentaba calmar los humos del ambiente.
-Me voy de aquí- vaya, así que la gatita guardaba sus uñas haciendo caso a la voz de la conciencia. Pero antes de que me soltara sentí la leve caricia que el puño de Katrina había hecho a mi mejilla.
La vi salir por la puerta de la taberna y me sorprendí al darme cuenta que mi sonrisa divertida aun no había desaparecido. Me levanté del taburete y busque en los bolsillos de la levita. Saqué una bolsita llena de monedas de oro que deje sobre la barra.
-Tome, haber si esto ayuda para darle a la taberna un toque… vamos para que se parezca a una taberna de verdad- salí por la puerta a paso ligero y seguí el rastro de la sangre de la muchacha llamada Katrina.
La vi alejarse enfundada en su gabardina oscura andando sobre la nieve de la calle.
-¿A caso salís huyendo después de haberme amenazado con un arma de fuego? O de lo contrario mis palabras la han afectado tanto que salís corriendo para intentar hacer algo al respecto con su físico porque le he abierto los ojos.
Marius de Romanus- Admin - Clase Alta
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Re: Aburrida Taberna
por Katrina Volkova Dom Sep 26, 2010 9:56 pm
-¿A caso salís huyendo después de haberme amenazado con un arma de fuego? O de lo contrario mis palabras la han afectado tanto que salís corriendo para intentar hacer algo al respecto con su físico porque le he abierto los ojos.
Paré en seco. Puse una media sonrisa, era él. Me di la vuelta aún con la risa burlona y una ceja arqueada. Saqué mi revolver de nuevo y le apunté.
-No. Simplemente sabía que me seguirías. Los de vuestra calaña sois iguales, os sentís superiores a nosotros con grotescos e hirientes comentarios, ¿pero sabes qué? Todo fue un numerito. No me gusta la gente como tú, y te voy a matar- dije simplemente- Mi propia moral me prohíbe matar a inocentes, pero seguro que tú has matado por dinero o poder, todos lo hacéis. Reza tus últimas plegarias- dije mirando por la mirilla, apuntando a su cabeza.
Un estruendo llenó la silenciosa noche, había disparado. Cuando el humo se disipó de la salida de mi revólver lo bajé. Aún estaba caliente como para guardarlo. Comencé a caminar hacia el cuerpo que ahora estaba en el suelo. Ya al lado suyo mire abajo con una mirada de superioridad.
-Eso es lo que ocurre cuando te metes con Katrina Volkova, patético iluso, por fin encontraste la paz. Requiescat in pacem.
Me di la vuelta para volver a caminar por aquellas calles, el ruido había sido ensordecedor y la gente no tardaría en acudir a la escena del crimen.
Paré en seco. Puse una media sonrisa, era él. Me di la vuelta aún con la risa burlona y una ceja arqueada. Saqué mi revolver de nuevo y le apunté.
-No. Simplemente sabía que me seguirías. Los de vuestra calaña sois iguales, os sentís superiores a nosotros con grotescos e hirientes comentarios, ¿pero sabes qué? Todo fue un numerito. No me gusta la gente como tú, y te voy a matar- dije simplemente- Mi propia moral me prohíbe matar a inocentes, pero seguro que tú has matado por dinero o poder, todos lo hacéis. Reza tus últimas plegarias- dije mirando por la mirilla, apuntando a su cabeza.
Un estruendo llenó la silenciosa noche, había disparado. Cuando el humo se disipó de la salida de mi revólver lo bajé. Aún estaba caliente como para guardarlo. Comencé a caminar hacia el cuerpo que ahora estaba en el suelo. Ya al lado suyo mire abajo con una mirada de superioridad.
-Eso es lo que ocurre cuando te metes con Katrina Volkova, patético iluso, por fin encontraste la paz. Requiescat in pacem.
Me di la vuelta para volver a caminar por aquellas calles, el ruido había sido ensordecedor y la gente no tardaría en acudir a la escena del crimen.
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Re: Aburrida Taberna
por Marius de Romanus Dom Sep 26, 2010 10:32 pm
Sentí el escozor en la frente cuando la bala perforo mi piel. La sangre brotó de mi cabeza mientras mi cuerpo caía al suelo por la fuerza del impacto. La sangre se derramó por mis ojos y bajó corriendo por mis mejillas hasta teñir de rojo el blanco de la nieve.
La herida sanó a los segundos de haber caído al suelo he impulsándome con el don de las nubes me incorporé de inmediato. Me desabroché el pañuelo que tenía anudado al cuello y le limpié la cara lo mejor que pude.
Katrina me había dado la espalda y comenzaba a alejarse de mi creyendo que mi cuerpo estaría ahora mismo tendido en el frio suelo desangrándose irremediablemente. Preciada ingenuidad.
-Sí, he matado- dije riendo a pleno pulmón. Con una mano me eché la melena hacia atrás y caminé hacia Katrina que se había quedado completamente parada pero sin darse la vuelta- Tranquila, tu conciencia estará tranquila porque cada noche mato para vivir… cada noche de mi vida he matado y no me arrepiento- estuve encima de ella en cuestión de segundos. Rodeé su cintura con mis manos y acaricié su cuello con la punta de mi nariz- Adivina a que calaña pertenezco muchacha…- susurré- porque creo que te has equivocado con la que tenias en mente.
La herida sanó a los segundos de haber caído al suelo he impulsándome con el don de las nubes me incorporé de inmediato. Me desabroché el pañuelo que tenía anudado al cuello y le limpié la cara lo mejor que pude.
Katrina me había dado la espalda y comenzaba a alejarse de mi creyendo que mi cuerpo estaría ahora mismo tendido en el frio suelo desangrándose irremediablemente. Preciada ingenuidad.
-Sí, he matado- dije riendo a pleno pulmón. Con una mano me eché la melena hacia atrás y caminé hacia Katrina que se había quedado completamente parada pero sin darse la vuelta- Tranquila, tu conciencia estará tranquila porque cada noche mato para vivir… cada noche de mi vida he matado y no me arrepiento- estuve encima de ella en cuestión de segundos. Rodeé su cintura con mis manos y acaricié su cuello con la punta de mi nariz- Adivina a que calaña pertenezco muchacha…- susurré- porque creo que te has equivocado con la que tenias en mente.
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Re: Aburrida Taberna
por Katrina Volkova Lun Sep 27, 2010 8:17 am
-Sí, he matado- me paré en seco. ¿Cómo era posible que... Mierda, no era humano- Tranquila, tu conciencia estará tranquila porque cada noche mato para vivir… cada noche de mi vida he matado y no me arrepiento- sentí que ese indeseable ser me pasó los brazos por la cintura. Me dio un escalofrío cuando sentí que tocó mi cuello- Adivina a que calaña pertenezco muchacha… porque creo que te has equivocado con la que tenias en mente.
Respiré hondo, tenía que pensar lo que era, aunque ya tenía una pequeña idea sobre ello. Lo primero que hice fue quitarme sus brazos de encima y alejarme unos pasos. Me dieron escalofríos en todo el cuerpo. Le miré con cierta repulsión, estaba mucho más guapo con la bala en la cabeza y tirado en el suelo, os lo aseguro. Ya podía ser un licántropo, un vampiro o un cambiaformas, no lo sabía, o eso pensaba.
¿Por qué sentí escalofríos al sentir el contacto de su piel? Estaba frío como un muerto. Además, su piel era de una blancura imposible, bueno, si no contamos la de los aristócratas y la de todos los rusos. Sus ojos brillaban demasiado. Y, bueno, me tocó en el cuello...
-Vampiro- dije abriendo mucho los ojos.
No quería creérmelo, no quería. En mi vida me había enfrentado a un vampiro. Eran los seres sobrenaturales que más temía. Me podían matar con un solo pensamiento, y no quería ir al infierno antes de tiempo. Antes tenía que acabar con ese asqueroso nigromante.
-¿Qué tal si... olvidas lo que te hice y te vas tan campante? No querrás ensuciar tus manos... ¿Verdad?- dije con algo de nerviosismo dando otro paso hacia atrás.
Respiré hondo, tenía que pensar lo que era, aunque ya tenía una pequeña idea sobre ello. Lo primero que hice fue quitarme sus brazos de encima y alejarme unos pasos. Me dieron escalofríos en todo el cuerpo. Le miré con cierta repulsión, estaba mucho más guapo con la bala en la cabeza y tirado en el suelo, os lo aseguro. Ya podía ser un licántropo, un vampiro o un cambiaformas, no lo sabía, o eso pensaba.
¿Por qué sentí escalofríos al sentir el contacto de su piel? Estaba frío como un muerto. Además, su piel era de una blancura imposible, bueno, si no contamos la de los aristócratas y la de todos los rusos. Sus ojos brillaban demasiado. Y, bueno, me tocó en el cuello...
-Vampiro- dije abriendo mucho los ojos.
No quería creérmelo, no quería. En mi vida me había enfrentado a un vampiro. Eran los seres sobrenaturales que más temía. Me podían matar con un solo pensamiento, y no quería ir al infierno antes de tiempo. Antes tenía que acabar con ese asqueroso nigromante.
-¿Qué tal si... olvidas lo que te hice y te vas tan campante? No querrás ensuciar tus manos... ¿Verdad?- dije con algo de nerviosismo dando otro paso hacia atrás.
Katrina Volkova- Cazador
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Re: Aburrida Taberna
por Marius de Romanus Miér Sep 29, 2010 6:09 pm
La muchacha se revolvió en mis brazos en un intento de deshacerse de mi prisión. Aflojé el abrazo para que pudiera desasirse por sus propios miedos y la vi alejarse hasta que se dio media vuelta para mirarme con repulsión. Aquello me resultó muy interesante. La reacción que esperaba de alguien que hubiera disparado a una persona y esta se había levantado del suelo como si de una caricia se tratara era de temor y confusión, pero jamás hubiera esperado repulsión.
-Vampiro- dijo abriendo mucho los ojos. Por fin, ahí estaba el miedo que andaba buscando desde un principio.
-Premio para la pelirroja – dije volviendo a sacar el pañuelo para quitarme por completo los restos que quedaban de sangre.
-¿Qué tal si... olvidas lo que te hice y te vas tan campante? No querrás ensuciar tus manos... ¿Verdad?- pero que inocencia tan adorable había sacado la depredadora al verse perseguida por su presa.
Poco a poco la muchacha daba pequeños pasos hacia atrás intentando alejarse de mí. A la velocidad de un parpadeo me coloqué tras ella provocando que su espalda chocara contra mi pecho cortándole su vía de escape.
-¿Irme? Pero si acaba de anochecer y contigo me lo estoy pasando muy bien ¿tú no?- dije con un tono de voz cargado de inocencia-
¿porqué no volvemos a la taberna? Tus amigos estarán preocupados por ti, tu comportamiento de antes los habrá alarmado ¿no crees?
-Vampiro- dijo abriendo mucho los ojos. Por fin, ahí estaba el miedo que andaba buscando desde un principio.
-Premio para la pelirroja – dije volviendo a sacar el pañuelo para quitarme por completo los restos que quedaban de sangre.
-¿Qué tal si... olvidas lo que te hice y te vas tan campante? No querrás ensuciar tus manos... ¿Verdad?- pero que inocencia tan adorable había sacado la depredadora al verse perseguida por su presa.
Poco a poco la muchacha daba pequeños pasos hacia atrás intentando alejarse de mí. A la velocidad de un parpadeo me coloqué tras ella provocando que su espalda chocara contra mi pecho cortándole su vía de escape.
-¿Irme? Pero si acaba de anochecer y contigo me lo estoy pasando muy bien ¿tú no?- dije con un tono de voz cargado de inocencia-
¿porqué no volvemos a la taberna? Tus amigos estarán preocupados por ti, tu comportamiento de antes los habrá alarmado ¿no crees?
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Re: Aburrida Taberna
por Katrina Volkova Dom Oct 03, 2010 1:01 pm
No pude escapar. Mis pasos hacia atrás dieron con un chupasangres que se colocó detrás de mí. Comencé a ponerme nerviosa, había firmado mi sentencia de muerte.
-¿Irme? Pero si acaba de anochecer y contigo me lo estoy pasando muy bien ¿tú no?- dijo con una voz de falsa inocencia- ¿porqué no volvemos a la taberna? Tus amigos estarán preocupados por ti, tu comportamiento de antes los habrá alarmado ¿no crees?
¿Y éste, de qué iba? ¿Estaba jugando conmigo o qué? Di unos decididos pasos hacia delante girándome rápidamente para mirarle. Me coloqué para luchar, si era lo que tenía que hacer. Si al menos moría, sería con algo de dignidad y lucharía por mi vida.
-¿Para qué? ¿Para que les chupes toda la sangre? Antes prefiero morir yo que dejar morir a mis amigos por mi culpa. Ellos saben cómo es la vida de uno de los nuestros, no creo que les haya incomodado mi comportamiento.- ¡¡Sanguijuela!! ¿Por qué tenía tantas ganas de decírselo a grito pelao? Bueno, mejor sería no cabrearle.- Y créeme, me estoy divirtiéndo mucho contigo, peeeroo, tengo prisa.
Me di la vuelta y corrí y corrí, como alma que se lleva el diablo, pasando por callejones por los que no me había metido nunca. Pronto, el frío me hizo parar. Me dolía el pecho, todo ello por correr y respirar por la boca en vez por la nariz, ¡qué manía!
Me apoyé en una pared recuperándome, con una mano en el pecho y cara de agotamiento. Había corrido como una condenada. Cerré los ojos unos momentos y respiré hondo, ya estaba mejor.
Cuando abrí los ojos le ví ahí delante de mí, mirándome. Me entró flojera en las piernas y me caí de culo en la nieve. Con la espalda apoyada en la pared y las piernas encogidas le miré con lágrimas en los ojos. Me agarré la cabeza con las manos, apoyándola en mis piernas.
Déjame en paz. Mátame de una vez, no juegues más conmigo. Repetía una y otra vez en mi mente. No podía pronunciar palabra alguna y menos caer en lo más bajo: decir a alguien que acabe con tu vida.
Off: Me dices el código que usas para lo que hablas?
-¿Irme? Pero si acaba de anochecer y contigo me lo estoy pasando muy bien ¿tú no?- dijo con una voz de falsa inocencia- ¿porqué no volvemos a la taberna? Tus amigos estarán preocupados por ti, tu comportamiento de antes los habrá alarmado ¿no crees?
¿Y éste, de qué iba? ¿Estaba jugando conmigo o qué? Di unos decididos pasos hacia delante girándome rápidamente para mirarle. Me coloqué para luchar, si era lo que tenía que hacer. Si al menos moría, sería con algo de dignidad y lucharía por mi vida.
-¿Para qué? ¿Para que les chupes toda la sangre? Antes prefiero morir yo que dejar morir a mis amigos por mi culpa. Ellos saben cómo es la vida de uno de los nuestros, no creo que les haya incomodado mi comportamiento.- ¡¡Sanguijuela!! ¿Por qué tenía tantas ganas de decírselo a grito pelao? Bueno, mejor sería no cabrearle.- Y créeme, me estoy divirtiéndo mucho contigo, peeeroo, tengo prisa.
Me di la vuelta y corrí y corrí, como alma que se lleva el diablo, pasando por callejones por los que no me había metido nunca. Pronto, el frío me hizo parar. Me dolía el pecho, todo ello por correr y respirar por la boca en vez por la nariz, ¡qué manía!
Me apoyé en una pared recuperándome, con una mano en el pecho y cara de agotamiento. Había corrido como una condenada. Cerré los ojos unos momentos y respiré hondo, ya estaba mejor.
Cuando abrí los ojos le ví ahí delante de mí, mirándome. Me entró flojera en las piernas y me caí de culo en la nieve. Con la espalda apoyada en la pared y las piernas encogidas le miré con lágrimas en los ojos. Me agarré la cabeza con las manos, apoyándola en mis piernas.
Déjame en paz. Mátame de una vez, no juegues más conmigo. Repetía una y otra vez en mi mente. No podía pronunciar palabra alguna y menos caer en lo más bajo: decir a alguien que acabe con tu vida.
Off: Me dices el código que usas para lo que hablas?
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Re: Aburrida Taberna
por Marius de Romanus Jue Oct 07, 2010 12:54 pm
Sus pensamientos algo confusos para mi ¿Qué era esta chica? Acababa de ver como una víctima de su pistola acababa de levantarse del suelo como si de una caída tonta se tratase y aún así estaba dispuesta a defenderse con uñas y dientes si hacía falta.
-¿Para qué? ¿Para qué les chupes toda la sangre? Antes prefiero morir yo que dejar morir a mis amigos por mi culpa. Ellos saben cómo es la vida de uno de los nuestros, no creo que les haya incomodado mi comportamiento- Así que hay un “Nosotros” ¿A que se referirá con uno de los nuestros? - Y créeme, me estoy divirtiendo mucho contigo, peeeroo, tengo prisa.
Y echo a correr de forma desesperada alejándose de mi muy rápido. Me quedé con cara de poker ¿Esa era su idea de luchar, su forma de defenderse? Tenía que reconocer que, pese a todo su reacción era la más normal del mundo, me sentía un tanto decepcionado.
Me di la vuelta con la intención de alejarme de allí, de irme de Rusia y volver a Grecia donde tenía mi hogar… pero aún era demasiado pronto.
Volví a girarme orientándome en la dirección por la que la chica había puesto pies en polvorosa. Me elevé en los aires buscando los tejados de las casas para moverme en silencio saltando de casa en casa siguiendo su rastro.
Mientras mis pies se despegaban de uno de los tejados para acabar aterrizando en el que tenía más adelante me preguntaba qué es lo que estaba haciendo, que explicación racional había en seguir a una muchacha que estaba intentando huir de mi. Era la curiosidad, esa fue mi conclusión. Tenía curiosidad por saber algo que la propia Katrina había dicho, no con palabras ni pensamientos, sino con gestos y templanza. Tenía curiosidad por saber de dónde sacaba tanto valor y sangre fría.
Tarde poco tiempo en dar con ella. Seguía corriendo con rapidez y parecía que el cansancio aún no había hecho mella en ella.
Seguí oculto en los tejados siguiendo sus pasos esperando a que la propia Katrina me diera un poco más de información sobre su persona.
Off: Claro que si. [color=RoyalBlue]
-¿Para qué? ¿Para qué les chupes toda la sangre? Antes prefiero morir yo que dejar morir a mis amigos por mi culpa. Ellos saben cómo es la vida de uno de los nuestros, no creo que les haya incomodado mi comportamiento- Así que hay un “Nosotros” ¿A que se referirá con uno de los nuestros? - Y créeme, me estoy divirtiendo mucho contigo, peeeroo, tengo prisa.
Y echo a correr de forma desesperada alejándose de mi muy rápido. Me quedé con cara de poker ¿Esa era su idea de luchar, su forma de defenderse? Tenía que reconocer que, pese a todo su reacción era la más normal del mundo, me sentía un tanto decepcionado.
Me di la vuelta con la intención de alejarme de allí, de irme de Rusia y volver a Grecia donde tenía mi hogar… pero aún era demasiado pronto.
Volví a girarme orientándome en la dirección por la que la chica había puesto pies en polvorosa. Me elevé en los aires buscando los tejados de las casas para moverme en silencio saltando de casa en casa siguiendo su rastro.
Mientras mis pies se despegaban de uno de los tejados para acabar aterrizando en el que tenía más adelante me preguntaba qué es lo que estaba haciendo, que explicación racional había en seguir a una muchacha que estaba intentando huir de mi. Era la curiosidad, esa fue mi conclusión. Tenía curiosidad por saber algo que la propia Katrina había dicho, no con palabras ni pensamientos, sino con gestos y templanza. Tenía curiosidad por saber de dónde sacaba tanto valor y sangre fría.
Tarde poco tiempo en dar con ella. Seguía corriendo con rapidez y parecía que el cansancio aún no había hecho mella en ella.
Seguí oculto en los tejados siguiendo sus pasos esperando a que la propia Katrina me diera un poco más de información sobre su persona.
Off: Claro que si. [color=RoyalBlue]
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Re: Aburrida Taberna
por Katrina Volkova Vie Oct 08, 2010 7:55 pm
No me mataba, no me decía nada, no sentía absolutamente nada. ¿Qué ocurría? ¿Se había ido dejándome en paz? Por favor, que haya sido así.
Aparté las manos de mi cabeza y lentamente abrí los ojos y subí la cabeza. ¡No se había ido! ¡Seguía ahí! Pero estaba sin habla, me miraba y yo no comprendía.
Se me acabaron empapando los pantalones por la nieve, comencé a tiritar del frío, ¡maldita sea! Me levanté sin alejarme de la pared y sin perderle de vista. Me abracé con mis propios brazos y le miré con el ceño entrefruncido.
-¿Qué quieres? ¿Quién eres? ¿Por qué no acabas con mi vida?- dije con voz entrecortada.
Sequé mi cara del sudor y el agua de nieve con la manga de mi gabardina. Sentía la cara y las manos totalmente congeladas, a parte de que tenía el cuerpo entumecido del frío. Si quería que muriese congelada lo estaba consiguiendo.
Aparté las manos de mi cabeza y lentamente abrí los ojos y subí la cabeza. ¡No se había ido! ¡Seguía ahí! Pero estaba sin habla, me miraba y yo no comprendía.
Se me acabaron empapando los pantalones por la nieve, comencé a tiritar del frío, ¡maldita sea! Me levanté sin alejarme de la pared y sin perderle de vista. Me abracé con mis propios brazos y le miré con el ceño entrefruncido.
-¿Qué quieres? ¿Quién eres? ¿Por qué no acabas con mi vida?- dije con voz entrecortada.
Sequé mi cara del sudor y el agua de nieve con la manga de mi gabardina. Sentía la cara y las manos totalmente congeladas, a parte de que tenía el cuerpo entumecido del frío. Si quería que muriese congelada lo estaba consiguiendo.
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Re: Aburrida Taberna
por Marius de Romanus Vie Dic 31, 2010 4:23 pm
Mi cuerpo se deslizaba de tejado en tejado sin hacer el menor ruido. Mi silenciosa silueta se dibujaba a la luz de la luna como una oscura sombra que huía de la luz para fundirse en la noche.
Katrina siguió huyendo durante un rato antes de detenerse y darse cuenta que esta persecución no se trataba de la caza del gato al ratón.
Descendí del tejado para seguir caminando en suelo firme.
-¿Qué quieres? ¿Quién eres? ¿Por qué no acabas con mi vida?- preguntó Katrina sin dejar que las contestara una por una.
-Cuantas preguntas y que poco tiempo para contestarlas- dije con el mismo semblante tranquilo de siempre- Haber, de una en una. ¿Qué quiero? Ni si quiera yo lo sé con certeza ¿entretenerme? Puede ser, después de vivir durante tanto tiempo a uno le cuesta buscar el objeto de entretenimiento. ¿Quién soy? Ésa es fácil. Si lo deseáis podéis llamarme Marius, aunque no me molestaré si al principio os sentís más cómoda refiriéndoos a mí como monstruo o chupa sangres. ¿Por qué no acabo con tu vida? También fácil de responder. Si ahora me acercara y clavara mis colmillos en tu suave piel… ¿qué me quedaría después? Si, disfrutaría con la sensación al bajar tu sangre por mi garganta y cerraría los ojos para envolverme en un calor humano, parecido al que gozaba en vida, que duraría unas horas antes de volverme igual de frío que ahora… en conclusión- cuando volví a hacer el gesto de retirarme el pelo con una mano, sentí la sangre reseca pegada a mis cabellos… tenía que estar echo unos zorros por culpa de aquel disparo- si acabara ahora con su vida, mi querida Katrina, me abordaría un aburrimiento insoportable. ¿Os habéis quedado satisfecha? No he reparado en detalles y he sido tan cortés en contestar a todas sus preguntas que merezco una retribución ¿Qué tal si ha ahora pregunto yo? Comencemos por una fácil ¿Te apetece ir a un lugar más cálido?- El pelo no tendría solución hasta que no me diera un buen baño, así que desistí en mi intento de despegar la sangre reseca. Ahora, con mi talante tranquilo, tenía que conseguir que ambos nos resguardáramos del frío, dispuesto a seguirla hacia donde ella quisiera.
off: No hace falta jurar que he estado un “tiempecito” sin postear, ni a ti ni a nadie. El comienzo de las clases consiguió quitarme todo el interés por los post, quedándome solo por seguir con mis funciones de administrador. Pero leyendo todas vuestras historias habéis conseguido darme envidia y devolverme el interés que tiempo atrás había perdido. Si no os molesta mi deseo ahora es contestar los post que tiempo atrás habían quedado abandonados y continuar con historias que ahora añoro. Es hora de que Marius de Romanus vuelva de entre los muertos.
Katrina siguió huyendo durante un rato antes de detenerse y darse cuenta que esta persecución no se trataba de la caza del gato al ratón.
Descendí del tejado para seguir caminando en suelo firme.
-¿Qué quieres? ¿Quién eres? ¿Por qué no acabas con mi vida?- preguntó Katrina sin dejar que las contestara una por una.
-Cuantas preguntas y que poco tiempo para contestarlas- dije con el mismo semblante tranquilo de siempre- Haber, de una en una. ¿Qué quiero? Ni si quiera yo lo sé con certeza ¿entretenerme? Puede ser, después de vivir durante tanto tiempo a uno le cuesta buscar el objeto de entretenimiento. ¿Quién soy? Ésa es fácil. Si lo deseáis podéis llamarme Marius, aunque no me molestaré si al principio os sentís más cómoda refiriéndoos a mí como monstruo o chupa sangres. ¿Por qué no acabo con tu vida? También fácil de responder. Si ahora me acercara y clavara mis colmillos en tu suave piel… ¿qué me quedaría después? Si, disfrutaría con la sensación al bajar tu sangre por mi garganta y cerraría los ojos para envolverme en un calor humano, parecido al que gozaba en vida, que duraría unas horas antes de volverme igual de frío que ahora… en conclusión- cuando volví a hacer el gesto de retirarme el pelo con una mano, sentí la sangre reseca pegada a mis cabellos… tenía que estar echo unos zorros por culpa de aquel disparo- si acabara ahora con su vida, mi querida Katrina, me abordaría un aburrimiento insoportable. ¿Os habéis quedado satisfecha? No he reparado en detalles y he sido tan cortés en contestar a todas sus preguntas que merezco una retribución ¿Qué tal si ha ahora pregunto yo? Comencemos por una fácil ¿Te apetece ir a un lugar más cálido?- El pelo no tendría solución hasta que no me diera un buen baño, así que desistí en mi intento de despegar la sangre reseca. Ahora, con mi talante tranquilo, tenía que conseguir que ambos nos resguardáramos del frío, dispuesto a seguirla hacia donde ella quisiera.
off: No hace falta jurar que he estado un “tiempecito” sin postear, ni a ti ni a nadie. El comienzo de las clases consiguió quitarme todo el interés por los post, quedándome solo por seguir con mis funciones de administrador. Pero leyendo todas vuestras historias habéis conseguido darme envidia y devolverme el interés que tiempo atrás había perdido. Si no os molesta mi deseo ahora es contestar los post que tiempo atrás habían quedado abandonados y continuar con historias que ahora añoro. Es hora de que Marius de Romanus vuelva de entre los muertos.
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Re: Aburrida Taberna
por Katrina Volkova Lun Ene 17, 2011 10:31 pm
-Cuantas preguntas y que poco tiempo para contestarlas. Haber, de una en una. ¿Qué quiero? Ni si quiera yo lo sé con certeza ¿entretenerme? Puede ser, después de vivir durante tanto tiempo a uno le cuesta buscar el objeto de entretenimiento. ¿Quién soy? Ésa es fácil. Si lo deseáis podéis llamarme Marius, aunque no me molestaré si al principio os sentís más cómoda refiriéndoos a mí como monstruo o chupa sangres.- No tenía miedo… era yo quien lo tenía… Qué dilema… Ser una cazadora y ser cazado por tu presa… Patético- ¿Por qué no acabo con tu vida? También fácil de responder. Si ahora me acercara y clavara mis colmillos en tu suave piel… ¿qué me quedaría después? Si, disfrutaría con la sensación al bajar tu sangre por mi garganta y cerraría los ojos para envolverme en un calor humano, parecido al que gozaba en vida, que duraría unas horas antes de volverme igual de frío que ahora… en conclusión. Si acabara ahora con su vida, mi querida Katrina, me abordaría un aburrimiento insoportable. ¿Os habéis quedado satisfecha? No he reparado en detalles y he sido tan cortés en contestar a todas sus preguntas que merezco una retribución ¿Qué tal si ha ahora pregunto yo? Comencemos por una fácil ¿Te apetece ir a un lugar más cálido?- Me le quedé mirando anonadada, no podía creérmelo. ¿Un vampiro más o menos amable? Sí, claro, después de haberme insultado en toda la cara.
Marius… Mejor chupasangres, sí, ese apodo le quedaba mucho mejor. Aún así… Seguía sin entender el por qué no me mataba. Sus comentarios no fueron suficientes para mí afán de saber. Qué desdicha… Los vampiros eran los seres a los que más odiaba, a parte de los demonios y el nigromante dichoso. Eso de beber sangre… me parecía asqueroso, repulsivo. Pero bueno, yo no podría hacer nada para cambiar eso. Me levanté del suelo, manteniendo las distancias. Seguía sin confiar en él, los vampiros no eran de fiar. Te encandilaban con una mirada y unas bonitas palabras y luego te chupaban toda la sangre. ¡Katrina, ya! ¿No ves que te están entrando arcadas? Además del frío, comienzas a desvariar ahí arriba (mi mente). Caminé con algo de dificultad por la nieve, sabía de un establecimiento cerca de allí dónde podría entrar en calor, necesitaba el fuego de una chimenea o un arsenal de mantas. Lo que fuese. Unos minutos de caminata y llegamos al local. Se trataba de un hostal con taberna incluida, solo que aquel sitio era bastante respetable. La mayoría de la gente conversaba y no estaban borrachos como cubas. Según entré noté el calorcito del fuego de la chimenea. Me acerqué con rapidez hacia ella y me agaché, acercando mis manos al fuego y frotándolas para entrar en calor. Tenía todo el cuerpo entumecido. Qué agónico.
-Entonces, chup… Marius, ¿qué es lo que quieres de mí? No pienso ofrecerte mi sangre si es lo que quieres, estoy muy mala, ya te lo aviso, no te molestes en probarlo por ti mismo…- ¿colaría? Ni me importaba, quería saber qué quería aquel chupasangres.
Marius… Mejor chupasangres, sí, ese apodo le quedaba mucho mejor. Aún así… Seguía sin entender el por qué no me mataba. Sus comentarios no fueron suficientes para mí afán de saber. Qué desdicha… Los vampiros eran los seres a los que más odiaba, a parte de los demonios y el nigromante dichoso. Eso de beber sangre… me parecía asqueroso, repulsivo. Pero bueno, yo no podría hacer nada para cambiar eso. Me levanté del suelo, manteniendo las distancias. Seguía sin confiar en él, los vampiros no eran de fiar. Te encandilaban con una mirada y unas bonitas palabras y luego te chupaban toda la sangre. ¡Katrina, ya! ¿No ves que te están entrando arcadas? Además del frío, comienzas a desvariar ahí arriba (mi mente). Caminé con algo de dificultad por la nieve, sabía de un establecimiento cerca de allí dónde podría entrar en calor, necesitaba el fuego de una chimenea o un arsenal de mantas. Lo que fuese. Unos minutos de caminata y llegamos al local. Se trataba de un hostal con taberna incluida, solo que aquel sitio era bastante respetable. La mayoría de la gente conversaba y no estaban borrachos como cubas. Según entré noté el calorcito del fuego de la chimenea. Me acerqué con rapidez hacia ella y me agaché, acercando mis manos al fuego y frotándolas para entrar en calor. Tenía todo el cuerpo entumecido. Qué agónico.
-Entonces, chup… Marius, ¿qué es lo que quieres de mí? No pienso ofrecerte mi sangre si es lo que quieres, estoy muy mala, ya te lo aviso, no te molestes en probarlo por ti mismo…- ¿colaría? Ni me importaba, quería saber qué quería aquel chupasangres.
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