Noche sin humo (LIBRE)

Separé el cigarrillo de la boca y lo apagué en la cabeza del cadáver que miraba estupefacto a la nada.
Se trataba de una prostituta asiática que había contratado para saciar mis apetitos.

-Qué poco aguante… querida- Me remangué la camisa y arreglé el cuello. Cogí la chaqueta del traje que descansaba en el respaldo de una silla y me dispuse a salir de la habitación- Quédate con el cambio- lancé un par de monedas al cuerpo ensangrentado y salí de aquella habitación de paredes blancas que había sido pintada de rojo con la sangre de la prostituta.
Bajé las escaleras colocándome la chaqueta y llegué a la barra donde me esperaba un baso de whisky que cogí sin preguntar. Vacié el contenido de un trago y dejé el vaso sobre la madera. Luego di unos fuertes manotazos- Jefe, mi vaso está vacío- el camarero me miró y luego volvió a rellenar el recipiente con el mismo contenido- A su salud donjuán- dije sonriendo y volví a vaciar el vaso de un trago. Deje otras cuantas monedas en la barra y me mezclé entre la multitud del prostíbulo. Llegué a la puerta y nada más abrir inspiré el aire de una atmosfera libre de humo y olores nauseabundos… lo último no estaba del todo claro, la calle estaba impregnada del olor a alcantarillas y la putrefacción de algunos cadáveres de mendigos que morían de hambre o de frío. Saqué un nuevo cigarrillo y busqué por mis bolsillos hasta dar con la caja de cerillas. Cuando la encontré, me llevé una gran decepción al ver que no quedaba ni un fósforo. Chasqué la lengua y arrugué el cartón, dejándolo caer al suelo. No me quité el cigarrillo de la boca y me quedé mirando el cielo- Bonita noche… y yo más solo que la una y sin fósforos… no todo lo bonito es perfecto.

La noche serena… tibia… las doce y todo sereno… había decidido salir de casa por un rato… estaba cansada de leer y después de aquel encuentro en el lago tenia ganas de salir a pasarlo bien… disfrutaba de las caminatas nocturnas… el barrio en el que me adentraba no era el mejor… estaba lleno de callejones oscuros donde toda clase de cosas pasaban… me sentía como en un pequeño pedacito de mi hogar… aun que sin fastidiosos seres alados que anden jodiendo por ahí… a lo lejos distinguí una figura bastante conocida… era mi amado quijote infernal… ese caballero de triste figura al cual adoraba… sonreí con esa malicia que solo yo podía hacer que se viera inofensiva… podía sentirlo.

Apresuré un poco mis pasos… debo recalcar que el movimiento de caderas que mi envase tenia era simplemente una invitación a pecar… estos secretos del erotismo de los Hindús hacen que los cuerpos de las mujeres de formen casi al punto de perfección… mas de un tipo asqueroso y vil me piropeaba o lanzaba improperios… uno de ellos incluso llegó a seguirme… pero… creo que la teoría de la combustión instantánea es muy real… solo bastó que volteara a verlo y el pobre tipo se incendió… sus alaridos se escuchaban en todos lados… resonaban en los gruesos muros de piedra… pobre infeliz… un alma más para engrosar las filas... vi a mi objetivo a unos metros… escuché apenas que algo había cuchicheado… no cabia duda que de tanto juntarse con viles mortales hasta lo loco se le estaba contagiando... al estar lo suficientemente cerca… llegué por detrás de el… a estas alturas ya sabría quien era… lo abracé con fuerza pegando lo más posible mi cuerpo al suyo pasando mis manos en una fuerte sensual caricia por su pecho.

-Yo puedo encender tu fuego…- en ese preciso instante el cigarrillo de mi hermano se encendió… la braza roja empezaba a devorar el tabaco… justo lo que yo quería hacer con mi hermano… devorarlo de la mejor forma posible… tenia un olor extraño… sus ropas y el además del evidente alcohol y tabaco mezclado con algunos fluidos corporales que no eran difíciles de percibir… tenia ese olor a oxido… -Hueles a sangre… ¿te divertiste mucho sin mi?.-… si soy celosa y odio que se divierta sin mi.

-Yo puedo encender tu fuego…- nada más terminar aquella frase, mi cigarrillo prendió y aspiré para tragar el humo de la primera calada. Luego éste salió de mi boca dejando en el ambiente un fuerte olor a tabaco.

-Gracias… hermana- dije pasando una de mis manos por sus caderas. Aquellas caderas que movía de forma sensual con cada paso que daba- Voy a llegar a pensar que vas a seguirme hasta que caiga en tus redes de una vez por todas.

-Hueles a sangre… ¿te divertiste mucho sin mi?- ¿Notaba un ligero toque de reproche y celos? Oh querida Ruby, llegas a ser posesiva.

-Mucho no es la palabra correcta, más bien me divertí a secas. Una humana no es capaz de aguantar mis caprichos. Dan nauseas su debilidad- El sensual cuerpo de Ruby seguía pegado al mío. Podía notar en mi espalda los bultos de sus pezones, erectos por el frío al llevar esos vestidos ligeros que tanto le gustaban- La verdad es que me han dejado un poco insatisfecho, el servicio de hoy día ya no es el que era.

"-Mucho no es la palabra correcta, más bien me divertí a secas. Una humana no es capaz de aguantar mis caprichos. Dan nauseas su debilidad- "... tomé la mano que pasó por mis caderas y la dejé sostenida con la mía en ese lugar... sus manos son fuertes y varoniles... -Hasta que te das cuenta de ello hermanito...- susurré en su oído... -No sé como puedes soportar tanto tiempo entre ellos.- me acerqué a su cuello pasando mis labios por la nuca... "-La verdad es que me han dejado un poco insatisfecho, el servicio de hoy día ya no es el que era.-" me pasé por su espalda dando lentos pasos... con su mano entrelazada con la mía... -Mefistófeles... ya con toda tu experiencia deberías saber que los humanos desde hace mucho no nos satisfacen... de ninguna forma...- levanté la ceja derecha sonriéndole malévola... -Deberías probar cosas... nuevas... hay cientos de inmortales deliciosos rondando por ahí...- al fin me posé al frente de el... ciertamente el frio iniciaba a hacerse evidente en mi cuerpo.

Puse mis antebrazos sobre sus hombros parándome de puntitas... las hindúes no son mujeres altas y en el caso de mi envase no era la excepción... mordí mi labio inferior como era mi costumbre ante los hombres a los que deseaba... -O mejor aún... deberías volver a consumir lo que el infierno produce... ¿o es que tanto tiempo entre los morales, los vampiros y los licanos te han hecho dejar de antojarte de un gran banquete?.- me le quedé viendo a los ojos.

-Hasta que te das cuenta de ello hermanito...- me contestó susurrándome en el oído. Su juego de seducción era su preferido, y con ella era capaz de derretir a cualquier hombre que se propusiera, yo no era una excepción. -Mefistófeles... ya con toda tu experiencia deberías saber que los humanos desde hace mucho no nos satisfacen... de ninguna forma. Deberías probar cosas... nuevas... hay cientos de inmortales deliciosos rondando por ahí...- dijo colocándose al fin delante de mi.

-¿Hablas desde la voz de la experiencia hermana? Debo suponer que durante todo este tiempo no te has quedado con los brazos cruzados ¿verdad?- dije fanfarrón. Luego Ruby pasó sus brazos por mis hombros. Yo pasé los míos por su cintura y la atraje a mi

- O mejor aún... deberías volver a consumir lo que el infierno produce... ¿o es que tanto tiempo entre los morales, los vampiros y los licanos te han hecho dejar de antojarte de un gran banquete?- sonreí de forma pícara y me acerqué peligrosamente a sus labios hasta rozarlos- ¿Me estás proponiendo algo, germana? Ten cuidado, no vaya a ser que acepte tu proposición.

"- ¿Me estás proponiendo algo, hermana? Ten cuidado, no vaya a ser que acepte tu proposición-"... di un largo suspiro con cierta decepción y puse una carita de ironía que apenas y yo me la creía -¿Yo?... vamos Mefis... ¿me crees capaz de eso a MUA a mi tu adorable y tierna hermanita menor?... ¡POR DIOS!...- en ese momento me di cuenta de que yo también estaba agarrando unas mañitas mortales que que asco... -Perdón... tu me entiendes...- solté una sonora carcajada... una vez que me calmé puse ojitos de perrito abandonado en el bosque... -¿Es que ya no te gusto?- abracé por el cuello a Mefis como cordialmente lo llamo.

-¿Acaso es que te gustan mas las humanas o las vampiras que yo?.- debía preguntarlo... el sabia que si me respondía que si podía terminar con los dos ojos morados... un par de dientes rotos... un brazo y varias costillas fracturadas... sin contar que tendría quemaduras en un 99.9% de su hermosa anatomía... -¿O es que acaso sus carnes son mejores que las mías?..- me pegué a el lo más que pude para que pudiera sentir el voluminoso cuerpo de mi envase... -¿O saben ellas el antiguo y milenario arte del.. Kamasutra?...- ok ok... acepto que ese aprendizaje de mi recipiente era lo mejor que me había podido pasar en este asqueroso mundo.

-¿Yo?... vamos Mefis... ¿me crees capaz de eso a MUA a mi tu adorable y tierna hermanita menor?... ¡POR DIOS! Perdón... tu me entiendes… ¿Es que ya no te gusto?- Divertida como ella sola y picarla un poco era aún más divertido-¿Acaso es que te gustan mas las humanas o las vampiras que yo?¿ O es que acaso sus carnes son mejores que las mías? ¿O saben ellas el antiguo y milenario arte del.. Kamasutra?- Parecía que estaba jugando todas sus cartas. Su cuerpo estaba pegado totalmente a mí. Podía sentir su aliento cerca de mi boca y las ganas de comérmela, no literalmente, aumentaban.

-Sabes que disfruto haciéndome de rogar… y más contigo- Mis manos bajaron hasta su perfecto trasero. Era increíble al tacto- te vuelves muy sexy cuando comienzas a rogarme.
Cogí una de sus manos y me la llevé a los labios, la besé delicadamente y luego la dejé en mi pecho. Comencé a bajarla poco a poco hasta llegar a mi entrepierna y ahí se la deje- ¿Entonces quieres esto, hermanita? Podría dártelo si me lo pides…- me acerqué a su oreja y la mordí juguetonamente- me muero de ganas por dártelo.

"-Sabes que disfruto haciéndome de rogar… y más contigo- "... Mi amable hermanito nunca jamás cambiaria... arrogante y ególatra como el solo... Azazeal tenia su encanto... pero Mefistófeles en el arte de la seducción era el mejor... -¿Ah si?.-... pregunta inocente la mía... bajó sus manecitas inquietas por mi cuerpo hasta llegar a mi trasero... Kendra alias mi envase solía hacer ejercicio y tenia músculos firmes y fuertes como una roca... "- te vuelves muy sexy cuando comienzas a rogarme.-"... sonrió lascivo... me encantaba... de no ser por que estábamos en plena calle.

Cogió mi mano besándola delicadamente... esos modales que había aprendido en la tierra comenzaban a gustarme... mordí mi labio inferior... le tenia unas ganas tremendas... ya antes nos habíamos dado varios revolcones épicos hasta para el infierno... creo que ni padre y madre nos aguantaban el trote... mas seria la primera vez que usásemos estos cuerpecitos... interesante lo que estaría por suceder... pasando por su pecho Mefis guió mi hermosa y delicada manita hasta su entrepierna... de inmediato la puse en el bulto que comenzaba a notarse bajo el pantalón... me reí con malicia deseándolo con todas mis fuerzas... "- ¿Entonces quieres esto, hermanita? Podría dártelo si me lo pides…-"... esas apalabras me pusieron la piel de gallina... desde que hice mi aparición en la tierra había tenido ganas de ser poseída no literalmente por el... quería ver hasta donde era capaz de llegar ese cuerpecito suyo... se veía en bastante buena condición física... mordió juguetón mi oreja... maldita sea ha dado con uno de mis puntos débiles... bueno de mi envase... sentí un rico cosquilleo... -sabes que podrías tenerme de rodillas cuando quieras... amo rogarte... lo quiero todo... dentro de mi ahora ¿que quieres que haga para que me lo dés?...-.

-Sabes que podrías tenerme de rodillas cuando quieras... amo rogarte... lo quiero todo... dentro de mi ahora ¿que quieres que haga para que me lo dés?...- Volví a llevar el cigarrillo a mis labios y aspiré su humo con tranquilidad. Me encantaba hacerme de rogar. Solté el humo con la misma tranquilidad que antes y lancé el cigarrillo al suelo.

-Con eso ya es suficiente hermanita…- Mis manos volvieron hasta su trasero y la alcé para que sus piernas rodearan mi cintura. De esa forma la llevé hasta un callejón cercano y apoyé su espalda en la pared- Tengo ganas de ver de lo que eres capaz de hacer con ese cuerpo Ruby- dije mientras me comía sus labios a besos. Bajé la parte superior de su vestido para dejar al descubierto dos turgentes pechos que se alzaban vigorosos y llenos de vida. Una de mis manos fueron a parar a uno de sus pechos y pellizcaron su pezón- Tienes un gran ojo para los envases, si señor.

"-Con eso ya es suficiente hermanita…-"... su voz... el olor a tabaco... colonia para caballero... whiskey... y sobre todo a sangre... una combinación capaz de hacer caer a sus pies a cualquier demonio... en especial a mi... sus manos agarraron con fuerza mis trasero... apretó con fuerza haciéndome rodearlo con las piernas... así me llevó al callejón... delicioso lugar... frio... húmedo... a media luz... me puso contra la pared con tal fuerza que me hizo exhalar un poco de aire... lo vi a los ojos... mis ojos esmeralda destellaban de lujuria por el... “Tengo ganas de ver de lo que eres capaz de hacer con ese cuerpo Ruby- "... que preguntas son esas... -¿Por que no lo investigas por ti mismo?...- lo reté... cuando bajó la parte de arriba de mis ropas dejando a aire libre mis pechos... de inmediato aprisionó uno de mis pezones con sus dedos... me hizo gemir.

"- Tienes un gran ojo para los envases, si señor.-"... claro... no iba a agarrar cualquier mujeruja... me merezco un palacio y este es uno perfecto... aferré mis manos a sus hombros rodeándolo con fuerza con ambas piernas... me acerqué a su oído... -Viólame... hazme gritar e implorar por benevolencia… cógeme como no lo has hecho con ninguna mortal o inmortal… hazme sangrar... que mis gemidos sean escuchados en el mismo infierno... Espero que tanto tiempo entre viles mortales no te hayan vuelto debilucho… seria una lastima que el mejor follador del infierno no pudiera darle su merecido a su pequeña e indefensa hermanita…- lo retaba… mi voz debía encender su orgullo y desatar la violencia que tenia dentro… quería sentirlo como el demonio que era.

-Viólame... hazme gritar e implorar por benevolencia… cógeme como no lo has hecho con ninguna mortal o inmortal… hazme sangrar... que mis gemidos sean escuchados en el mismo infierno... Espero que tanto tiempo entre viles mortales no te hayan vuelto debilucho… seria una lastima que el mejor follador del infierno no pudiera darle su merecido a su pequeña e indefensa hermanita…- Comencé a reír por sus palabras y con una mano atrapé su cara. Apreté con fuerza los mofletes.

]b]-¿Quieres que te de fuerte hermana? Voy a follarte en esta misma calle y no voy a dejarte tregua… pero antes…[/b]- la bajé para que pusiera los pies en el suelo y con fuerza la obligué a arrodillarse.
Me bajé los pantalones con rapidez y cogí mi miembro con una mano. Perfilé sus jugosos labios con el glande de mi pene.- Límpiame los fluidos de la prostituta con tu boca, no quiero que nada impuro te penetre- dije pasando la otra mano por su cabeza y estirando de su pelo para acercar su boca más a mi pene.

“-¿Quieres que te de fuerte hermana? Voy a follarte en esta misma calle y no voy a dejarte tregua… pero antes…-“… bastó que me hablara así para empezar a excitarme… empecé a sentirme húmeda y un pequeño cosquilleo me recorría… de forma por lo más tosca me bajó hasta dejarme de rodillas frente a el… y mas tardé en abrir los ojos cuando el se había bajado ya por completo los pantalones… me sentía halagada… lo había visto antes pero… este envase tenia muy buen instrumento… violentamente me tomó del cabello… guió mi cabeza para que mis labios quedaran cerca de su miembro… "- Límpiame los fluidos de la prostituta con tu boca, no quiero que nada impuro te penetre- " volteé a verlo a los ojos… y obedecí.

Tomé con ambas manos la base del miembro y empecé a lamerlo lentamente… todo de de la base hasta la punta con la parte central de mi lengua húmeda y cálida… lo dejé completamente mojado con mi saliva dándome cuenta que con cada pasada de la lengua iba tomando rigidez… se tornaba grande y brioso tanto como su poseedor… lo introduje en mi boca casi hasta la base… y teniéndolo dentro empecé a mover la lengua apretando los labios para hacer una deliciosa presión… con una de mis manos jugueteaba con sus testículos masajeándolos… empecé a mover la cabeza para meterlo y sacarlo de mi boca… a estas alturas y agarrándome fuerte el cabello jalándolo… el me guiaba al ritmo que quería… ponía mayor presión con la lengua en el frenillo una zona que sabia era altamente sensible en todos los hombres… aun no succionaría… quería dejarlo sufrir… lo volteaba a ver en intervalos… la expresión de placer que tenia me excitaba aún más.

Ruby obedeció a mi petición.
Su lengua humedeció todo mi miembro. Con cada lametón, mi miembro se tornaba más y más rígido. Por fin se lo introdujo en la boca. Sus labios hacían presión allá por donde pasaban con el movimiento de cabeza que yo guiaba con mis manos.
Una de sus manos no se quería quedar quieta, masajeaba mis testículos excitándome.
Cerré los ojos para sentir mejor aquellas sensaciones. Mi boca se entreabría dejando escapar suspiros de placer que Ruby conseguía robarme ¿Y cómo no iba a conseguirlo? Su vida giraba entorno al sexo.
Cada vez la incitaba a ir más deprisa para darme más placer. Mis manos la apretaban más fuerte contra mi pene y mis caderas comenzaron a moverse.

-¿Te gusta verdad Ruby?- dije con una media sonrisa y sin parar de mover las caderas- Te gusta tener el miembro de tu hermano en la boca ¿verdad?- me excitaba ver como hacía su trabajo allá abajo.
Comenzaba a nublarme y a perder el control de toda mi cabeza
-Sigue así Ruby…- gemí.

“¿Te gusta verdad Ruby?-“… sus jadeos apenas lo dejaban pronunciar palabra… volteé a verlo… estaba sonriendo como todo un demonio que era… empezaba a mover la cadera de adelante a atrás… era como si estuviera penetrando mi boca… no dije nada… me habían enseñado que era de mala educación hablar con al boca llena… dentro de mi el alma de mi envase la verdadera Kendra… lloraba y se moría del asco… gritaba y sus chillidos resonaban en mi cabeza… “¡Cállate maldita bestia!”… le reprendí… y luego seguí con lo mío… “-Te gusta tener el miembro de tu hermano en la boca ¿verdad?-“… bajé la mirada sonriendo o como podía sonreír… cerré los ojos y continúe succionando… metiendo y sacando su miembro completamente erecto de mi boca… lo saqué hasta la punta… ahí me entretuve… cogiendo la punta entre mis labios… moviéndome con giros rápidos.. besándolo y tirando hacia atrás la piel… hice que su glande se deslizara en mi boca por completo… y seguía luego presionándolo con los labios… haciendo presión.

Lo saqué ahora si por completo y le miré… -¿Esto te lo han dado otras?.-… los celos… y la posesión… tenia que decirme que no… que yo era la única y al menos parecer sincero… estaba muy cerca de una zona muy delicada y no le gustaría que lo dejara a medias…

No paraba de jadear y suspirar de placer.
Ruby había comenzado a succionar con fuerza y cada pasada de sus labios por el tronco de mi miembro era una exquisitez que me hacía temblar de arriba a bajo.
Si seguía así acabaría corriéndome en cuestión de minutos.
Pero paró.

-¿Esto te lo han dado otras?- por respeto y por miedo a las consecuencias no rompí a carcajadas. Ruby podía llegar a ser demasiado posesiva. Ella era de todos y nosotros no podíamos ser de nadie. Injusticia para algunos, divertido para otros.
Acaricié su mejilla con una de mis manos y le sonreí.

-Nadie me lo da mejor que tu- le conteste pasando de su mejilla a sus labios, esos labios que hacía un momento me estaban dando un placer exquisito.

“-Nadie me lo da mejor que tu-“ era todo lo que quería escuchar… sabia que me mentía digo para eso es que era Mefistófeles peor bueno… siempre me daba gusto en casi todo… formé un circulo perfecto con los labios… de nuevo el vaivén succionando por todo el instrumento… lo besaba al mismo tiempo que mi lengua “aleteaba” por todos lados terminando en el extremo… golpeteaba apenas la parte más sensible de su anatomía todo con la lengua… y nuevamente lo metía en mi boca succionándolo con fuerza… los movimientos de su cadera hacían que entrara hasta lo más profundo de mi garganta.

Deseaba hacerlo terminar… para esos momentos los dos estábamos a mil.

-Oh… tienes una boca perfecta hermana…- dije agarrando de nuevo su pelo con más fuerza.
Su técnica era perfecta, tanto en física como visualmente. Cada poro de su piel era puro erotismo que te atraía a hacer cualquier cosa con ella.
Sentía el cosquilleo previo al éxtasis, Ruby estaba haciendo un trabajo perfecto.
Moví mis caderas más rápido que antes- ¿Lo quieres hermana?- jadeé- ¿Quieres que termine en tu boca?- nuestros cuerpos estaban más que calientes. El hacerlo entre nosotros y además de estar en la calle, daba más morbo al asunto y excitaba más nuestras personas.
La mente se me nublaba y estaba a punto de perder el control y correrme.

“-Oh… tienes una boca perfecta hermana…-“ la fuerza con la que halaba mi cabello era más con cada movimiento que el hacia… su cadera se mecia con frenesí… volteé arriba a verlo… tenia los ojos cerrados y una mueca de gozo… si la misma que le veía hacer en muchas ocasiones en el infierno… “- ¿Lo quieres hermana?¿Quieres que termine en tu boca?-“… las palabras de su boca apenas salían… eran mas jadeos que nada… sonreí por dentro mientras la inútil de Kendra se moría del miedo y el asco dentro de mi… un par de personas pasaron enfrente del callejón en el que estábamos… se nos quedaban mirando… bobos… que se vayan a ver al teatro y a divertirse al burdel… seguí afanosamente con mi trabajo… succionaba y jugueteaba con la lengua al mismo tiempo… metiendo más su miembro en mi boca llegando hasta la garganta.

Telepáticamente me comuniqué con el… madre siempre me decía que no se hablaba con la boca llena… -¿Te gusta maldito?... soy mucho mejor que cualquiera de las mujerzuelas con las que te has revolcado… te hacia falta probar una mujer de verdad… ¿ o no.. hermanito?-… no detuve ni por un segundo mis movimientos… las caderas de Mefisto se movían con mas fuerza y rapidez… lo sentía palpitar y temblar en mi..

Mientras me sentía morir por culpa de la boca de mi querida hermana, podía ver como la actividad fuera del callejón seguía su curso.
Las atentas miradas de los transeúntes se quedaban fijas en nosotros. Que se mueran del asco si así lo deseaban, yo ya lo hacía del placer.
Mi hermana estaba haciendo un trabajo increíble, en cuestión de segundos acabaría terminando.

-¿Te gusta maldito?... soy mucho mejor que cualquiera de las mujerzuelas con las que te has revolcado… te hacia falta probar una mujer de verdad… ¿ o no.. hermanito?- la voz de Ruby resonó en mi cabeza pero yo no estaba para contestar. La actividad de Ruby en mi miembro estaba dando sus frutos. Saqué mi miembro de su boca y me masturbé rápidamente hasta que me corrí. El semen salió de mi pene salpicando la cara de Ruby. Gemí del placer mientras seguía masturbándome más despacio hasta conseguir parar por completo.
Jadeaba intentando recobrar la compostura. Pese a la corrida, mi miembro seguía completamente erecto y rozaba los labios carnosos de mi hermana.

Al fin había terminado… sonreí con malicia al verlo… era una desgraciado pero era mi hermanito amado… aquellas sensaciones solo yo lo hacia sentirlas… o eso quería pensar por que habían pasado ya tantas mujeres de muchas razas… lo que hace una por sentirse especial… me roció con sus fluidos… lo miré satisfecha… aun que no del todo… me hacia falta terminar yo… Mefisto gemía y respiraba acelerado… con “ternura” limpié su miembro con los labios… no me sorprendía que aun siguiera con ganas… era un demonio como yo… aun que la de la mala reputación siempre era la pobre Ruby… quien sabe por que.

-Ahora cumple con lo que dijiste que me harías… ¿O es que ya no puedes?.- lo reté levtantandome y viendolo a los ojos…

Ruby limpió mi miembro con su boca mientras yo me la comía con los ojos. Tenía ganas de seguir con lo nuestro.

-Ahora cumple con lo que dijiste que me harías… ¿O es que ya no puedes?- me retó mientras le levantaba. Tenía el vestido medio arrancado. Sus pechos estaban desnudos y sus pezones erectos por el frío y la excitación.
Mis manos pasaron por sus piernas, subiendo hasta llegar a sus glúteos. Su vestido se subía al mismo tiempo yo subía mis manos.
Haciendo fuerza, Ruby volvió a saltar para rodear sus piernas entorno mi cintura y apoyar su espalda contra la pared.
En un suspiro, mi miembro penetró su deliciosa vagina haciendo que suspirara de placer.

-Vas a ver las estrellas, hermanita- y comencé con fuertes sacudidas deseando robar todos los gemidos de placer que pudiera.