La suerte [Libre]
2 participantes
Página 1 de 1.
La suerte [Libre]
Por fin había llegado a París, llevaba días viajando sin detenerme, seguía buscando a mi cobarde creador, si cobarde por no presentarse a mi, cobarde por alejarse sin conocerlo, sin saber por qué maldijo mi sangre. Empezaba a cansarme de buscarlo, empezaba a odiarlo más y más hasta el punto de no saber ya si lo buscaba para obtener respuesta o venganza y sinceramente lo segundo era ya más factible.
Estaba ya muy cerca de la ciudad pero me detuve en el bosque, en un claro cerca de algún brote de agua, ya que se escuchaba perfectamente el sonido del agua correr, aquel lugar despertó curiosidad en mi, la noche era joven y solo al despertarme me había alimentado de un sucio borracho a las afueras de Saint Denis, así que estaba con fuerzas cargadas y eufórica por llegar a París, la ciudad de los sueños y la riqueza, pero podía darme un respiro. Inspeccioné el lugar, las hojas caídas pintaban el suelo de un verde amarillento, algunas flores estaban brotando de los matorrales, al aroma a naturaleza impregnaba mi nariz bajando hasta mis pulmones y llenándolos de aire; llevaba el paso ligero y cuidadoso para no atraer a ningún animal salvaje, no me gustaba lidiar con criaturas indefensas. Llegué hasta un pequeño manantial, era claro y limpio, el agua brotaba de las rocas mas altas dando la impresión de ser una pequeña cascada, el sonido era música para mis oídos, viendo aquello con mis ojos vampíricos quise ser pintora y rasgar todo lo que veía en un lienzo, así perfecto y virginal tal y como estaba aquel lugar para recordarlo eternamente tal cual se encontraba.
Era una noche fresca, el otoño se hacía muy presente, pero sentía que me arrepentiría si no nadaba en aquellas aguas puras, dejé mi pequeño equipaje a pie de un grueso árbol y me despojé de mi gruesa capa de satén y terciopelo negro, mi apretado corsé de color rojo pasión, de mi pomposa falda del mismo color depositandolas en el suelo sobre mi maleta para que no se mancharan, me senté y me quité las bailarinas rosas, odiaba con todo mi ser los tacones y las botas y por ello es que siempre llevaba puesta las bailarinas las cuales eran cómodas y ligeras y mis pies ya estaban amoldados a ellas. De un salto me puse de pie y me despoje de la camisola de seda blanca, libre de telas estaba ya mi cuerpo, me acerqué al manantial y con el pie derecho probé el agua el cual estaba realmente fría, como mi cuerpo pensé o tal vez yo lo estaba más, "como en los viejos tiempos, cuando el sol calentaba en los veranos de Nápoles" pensé y de un brinco me tiré al agua, mi cuerpo se acomodó rápidamente a la temperatura del agua y me predispuse a nadar.
Libertad, era la palabra perfecta para lo que sentía, el agua me la devolvía y podía disfrutarla completamente en aquel lugar, después de tanto tiempo asimilaba el concepto de felicidad, al menos por un pequeño instante en ese sitio maravilloso.
Estaba ya muy cerca de la ciudad pero me detuve en el bosque, en un claro cerca de algún brote de agua, ya que se escuchaba perfectamente el sonido del agua correr, aquel lugar despertó curiosidad en mi, la noche era joven y solo al despertarme me había alimentado de un sucio borracho a las afueras de Saint Denis, así que estaba con fuerzas cargadas y eufórica por llegar a París, la ciudad de los sueños y la riqueza, pero podía darme un respiro. Inspeccioné el lugar, las hojas caídas pintaban el suelo de un verde amarillento, algunas flores estaban brotando de los matorrales, al aroma a naturaleza impregnaba mi nariz bajando hasta mis pulmones y llenándolos de aire; llevaba el paso ligero y cuidadoso para no atraer a ningún animal salvaje, no me gustaba lidiar con criaturas indefensas. Llegué hasta un pequeño manantial, era claro y limpio, el agua brotaba de las rocas mas altas dando la impresión de ser una pequeña cascada, el sonido era música para mis oídos, viendo aquello con mis ojos vampíricos quise ser pintora y rasgar todo lo que veía en un lienzo, así perfecto y virginal tal y como estaba aquel lugar para recordarlo eternamente tal cual se encontraba.
Era una noche fresca, el otoño se hacía muy presente, pero sentía que me arrepentiría si no nadaba en aquellas aguas puras, dejé mi pequeño equipaje a pie de un grueso árbol y me despojé de mi gruesa capa de satén y terciopelo negro, mi apretado corsé de color rojo pasión, de mi pomposa falda del mismo color depositandolas en el suelo sobre mi maleta para que no se mancharan, me senté y me quité las bailarinas rosas, odiaba con todo mi ser los tacones y las botas y por ello es que siempre llevaba puesta las bailarinas las cuales eran cómodas y ligeras y mis pies ya estaban amoldados a ellas. De un salto me puse de pie y me despoje de la camisola de seda blanca, libre de telas estaba ya mi cuerpo, me acerqué al manantial y con el pie derecho probé el agua el cual estaba realmente fría, como mi cuerpo pensé o tal vez yo lo estaba más, "como en los viejos tiempos, cuando el sol calentaba en los veranos de Nápoles" pensé y de un brinco me tiré al agua, mi cuerpo se acomodó rápidamente a la temperatura del agua y me predispuse a nadar.
Libertad, era la palabra perfecta para lo que sentía, el agua me la devolvía y podía disfrutarla completamente en aquel lugar, después de tanto tiempo asimilaba el concepto de felicidad, al menos por un pequeño instante en ese sitio maravilloso.
Lorette Gheraldini- Vampiro - Clase Media
- Mensajes : 566
Fecha de inscripción : 14/07/2010
Edad : 223
Localización : Nápoles
Re: La suerte [Libre]
"A veces pensaba que el llamado destino era verdadero. En ocasiones eran tantas las coincidencias, que verdaderamente me hacian pensar que un ente sobrenatural se encargaban de reunir vidas que jamás hubieras creído posible ver juntas. Eso me ocurrió a mí aquella noche de otoño. Una ligera niebla se habia posado por las calles de la ciudad. Oh, como amaba yo ese tipo de noches. Ese dia decidí apoderarme de una joven vida que paseaba inocentemente por las afueras de París. No puedo decir que su esfuerzo por sobrevivir habia sido excitante, simplemente se entregó a las circunstancias. Aquella mujer tenia una mirada muy atrayente, tanto que mientras bebía de ella no pude evitar verle; parecia gratificada ¿acaso deseaba morir? que importaba. Su sangre poco a poco fué tornandose más y más fria, sin embargo logré saciarme. Tome su frágil cuerpo, depositandolo junto a un pequeño jardin que alli yacía... era una humana que me hacía recordar a alguien de mí pasado.
Finalmente tras unos cuantos minutos, me aventuré en el bosque, intentando buscar un poco de tranquilidad. Limpié lentamente la comisura de mis labios, los cuales dejaban ver algunas gotas de sangre. Yo no era un bruto para comer, pero tenía derecho a perder la cordura de vez en cuando.
Cuando menos me di cuenta, había llegado a un manantial... Aunque como he dicho desde el principió, el destino suele existir. Debo admitir que desgraciadamente no estaba preparado para el encuentro con ésa persona, pero sentia curiosidad. Quería ver los estragos del tiempo, las lecciones del tiempo. Deseaba saber tantas cosas de ella. Me aproxime un poco, ocultandome tras el viejo tronco de un árbol. Podía percibir que la persona allí no guardaba buenas memorias... me sentí avergonzado.
Miré hacia el cielo, escuchando el movimiento del agua. Me moví con cierta indiscrecion de un lado a otro, puesto que en parte quería mi presencia fuera perceptible por primera vez."
Finalmente tras unos cuantos minutos, me aventuré en el bosque, intentando buscar un poco de tranquilidad. Limpié lentamente la comisura de mis labios, los cuales dejaban ver algunas gotas de sangre. Yo no era un bruto para comer, pero tenía derecho a perder la cordura de vez en cuando.
Cuando menos me di cuenta, había llegado a un manantial... Aunque como he dicho desde el principió, el destino suele existir. Debo admitir que desgraciadamente no estaba preparado para el encuentro con ésa persona, pero sentia curiosidad. Quería ver los estragos del tiempo, las lecciones del tiempo. Deseaba saber tantas cosas de ella. Me aproxime un poco, ocultandome tras el viejo tronco de un árbol. Podía percibir que la persona allí no guardaba buenas memorias... me sentí avergonzado.
Miré hacia el cielo, escuchando el movimiento del agua. Me moví con cierta indiscrecion de un lado a otro, puesto que en parte quería mi presencia fuera perceptible por primera vez."
Re: La suerte [Libre]
Me resultaba increíble el hecho de estar bajo el agua el tiempo que quisiera y no necesitar una pisca de aire, me encantaba ver esa naturaleza tan viva bajo las claras aguas de aquél manantial, la alegría me llenaba completamente y no podía parar de sonreír; me acerqué a la pequeña cascada e introducí en ella mi cabeza, sentía como el agua iba cayendo sobre mi y golpeaba levemente mi cabeza, no pude evitar reír en voz alta, aquello realmente me encantaba.
Llevaba ya un ratillo nadando en las aguas de la libertad como yo las llamaba, hasta que sentí la presencia de una criatura muy cerca de mi, no era humano, eso era perceptible desde el primer instante. Aquello me incomodó ciertamente y con una velocidad extraordinaria, una característica esencial en los vampiros, me acerqué a mis vestimentas y me vestí apresuradamente. Aun no tenía abrochado el corsé, ni me había puesto las bailarinas y aquella criatura estaba dando vueltas y vueltas, moviéndose tan deprisa que empezaba a asustarme.
-¿Quien eres y qué quieres?- pregunté con un perfecto acento francés a la nada y al instante, deseaba que se presentara, pues sabía que era otro como yo y para seros sincera nunca antes me había topado con otro ser igual a mi. Aquello me hacía sentir una cierta inquietud, más por ver quien era que por saber lo que quería de mi.
Llevaba ya un ratillo nadando en las aguas de la libertad como yo las llamaba, hasta que sentí la presencia de una criatura muy cerca de mi, no era humano, eso era perceptible desde el primer instante. Aquello me incomodó ciertamente y con una velocidad extraordinaria, una característica esencial en los vampiros, me acerqué a mis vestimentas y me vestí apresuradamente. Aun no tenía abrochado el corsé, ni me había puesto las bailarinas y aquella criatura estaba dando vueltas y vueltas, moviéndose tan deprisa que empezaba a asustarme.
-¿Quien eres y qué quieres?- pregunté con un perfecto acento francés a la nada y al instante, deseaba que se presentara, pues sabía que era otro como yo y para seros sincera nunca antes me había topado con otro ser igual a mi. Aquello me hacía sentir una cierta inquietud, más por ver quien era que por saber lo que quería de mi.
Lorette Gheraldini- Vampiro - Clase Media
- Mensajes : 566
Fecha de inscripción : 14/07/2010
Edad : 223
Localización : Nápoles
Re: La suerte [Libre]
Un ligero «jum» se escuchaba inocentemente atraves de un eco. Detuvo un segundo tras uno de los árboles, recargando su espalda sobre la maleza del mismo; una textura bastante incomoda a decir verdad. Un poco de viento comenzaba a llevarse poco a poco la niebla que alli estaba posaba entre la verdosa naturalidad del bosque. Simplemente se detuvo, con su mirada perdida en el lodoso suelo, el cual no le molestaba pisar.
- ¿Quién soy? - finalmente dijo en un tono frivolo- ¿qué quiero? - dió un paso hacia atrás, dejando ver la mitad de su cuerpo mientras veía desde su hombro a la joven - Preguntas interesantes, mon chérie. - no tenía la mínima intención de responder.
Tampoco gustaba guardar el "misterio" por mucho tiempo, lo detestaba. Hacerse el interesante de vez en cuando le era divertido, pero esa vez tenía curiosidad por ver a aquella conocida suya... claro que para ella ésto no significaria más que un incomodo encuentro con un desconocido.
De un momento a otro se movió con rápidez, apareciendo a un lado de la chica. Mantuvo sus manos tras la espalda, mirando con detenimiento a quien por hace rato deseaba revelarse.
Sonrió.
- Tu odio... tú odio me atrajo hasta aquí -dijo con suma serenidad- Un sentimiento muy humano debo decir. ¿Es que acaso eres de aquellos convertidos incapaces de renuncia a singulares emociones?
- ¿Quién soy? - finalmente dijo en un tono frivolo- ¿qué quiero? - dió un paso hacia atrás, dejando ver la mitad de su cuerpo mientras veía desde su hombro a la joven - Preguntas interesantes, mon chérie. - no tenía la mínima intención de responder.
Tampoco gustaba guardar el "misterio" por mucho tiempo, lo detestaba. Hacerse el interesante de vez en cuando le era divertido, pero esa vez tenía curiosidad por ver a aquella conocida suya... claro que para ella ésto no significaria más que un incomodo encuentro con un desconocido.
De un momento a otro se movió con rápidez, apareciendo a un lado de la chica. Mantuvo sus manos tras la espalda, mirando con detenimiento a quien por hace rato deseaba revelarse.
Sonrió.
- Tu odio... tú odio me atrajo hasta aquí -dijo con suma serenidad- Un sentimiento muy humano debo decir. ¿Es que acaso eres de aquellos convertidos incapaces de renuncia a singulares emociones?
Re: La suerte [Libre]
Se había detenido por un instante, respondió mis preguntas con otras preguntas, ¿se estaba burlando?. El vampiro en un abrir y cerrar de ojos se encontró a mi lado y pude ver con quién estaba yo tratando, era alto de cabellos ondulados y de color cobrizo, sus grandes y perfectos ojos cafés se posaban en mi.
- Tu odio... tú odio me atrajo hasta aquí. Un sentimiento muy humano debo decir. ¿Es que acaso eres de aquellos convertidos incapaces de renuncia a singulares emociones?- Volvió a decir posando una mano en mi espalda, ¿mi odio?, no entendía nada de lo que intentaba decirme, pero es que ¿acaso se burlaba de mi? - No entiendo lo que pretendéis decir con eso, yo no os odio si es eso lo que pensáis, ni siquiera os conozco, ¿como podría odiarlo? Dije extrañada ante lo que había dicho hace un momento, enarqué una ceja y me dí la vuelta para ponerme frente suya, él parecía un niño de rostro perfecto y casi femenino su belleza me abrumaba ligeramente y no podía apartar mi mirada de la suya. Había algo en él que me era familiar.
- Tu odio... tú odio me atrajo hasta aquí. Un sentimiento muy humano debo decir. ¿Es que acaso eres de aquellos convertidos incapaces de renuncia a singulares emociones?- Volvió a decir posando una mano en mi espalda, ¿mi odio?, no entendía nada de lo que intentaba decirme, pero es que ¿acaso se burlaba de mi? - No entiendo lo que pretendéis decir con eso, yo no os odio si es eso lo que pensáis, ni siquiera os conozco, ¿como podría odiarlo? Dije extrañada ante lo que había dicho hace un momento, enarqué una ceja y me dí la vuelta para ponerme frente suya, él parecía un niño de rostro perfecto y casi femenino su belleza me abrumaba ligeramente y no podía apartar mi mirada de la suya. Había algo en él que me era familiar.
Lorette Gheraldini- Vampiro - Clase Media
- Mensajes : 566
Fecha de inscripción : 14/07/2010
Edad : 223
Localización : Nápoles
Re: La suerte [Libre]
Armand no pudo evitar el reir con ésa timida pero educada risa que le solía caracterizar. ¿Porqué habia reido? lo dicho por la joven dama le hizo sentir cierto grado de ternura e inocencia, sin duda algo que el adoraba en contados seres. Desvió un segundo su mirada, dirigiendola al suelo para poder admirar a la chica de pies a cabeza, notando su semi desnudes.
- No, querida -le susurró al oido- no pretendí deciros eso -subió la mano que sostenia tras la espalda de ella, jugando por un instante con los cordones sueltos del corset. Dió un paso hacia atrás, retirando su mirada de ella y dirigiendola a la nada- Lo que tampoco pretendo es iniciar una convesacion con vos estando semi desnuda ante mí -dijo en un tono cómico de reprimienda, esperando a que su reciente acompañante vistiera- Claro que ha sido culpa mía eso y... -parecía que agregaría algo más, eso era notorio por el repentino callar de Armand.
Prosiguó.
- Vuestros sentimientos son fuertes y negativos, algo fácil de percibirse, pero la pregunta es... ¿a que se deben? -soltó un suspiro mientras volvia su vista hacia la mujer, reflexionando sobre su pregunta - Oh, deberais disculparme, pero no he podido evitar entrar en tema.
- No, querida -le susurró al oido- no pretendí deciros eso -subió la mano que sostenia tras la espalda de ella, jugando por un instante con los cordones sueltos del corset. Dió un paso hacia atrás, retirando su mirada de ella y dirigiendola a la nada- Lo que tampoco pretendo es iniciar una convesacion con vos estando semi desnuda ante mí -dijo en un tono cómico de reprimienda, esperando a que su reciente acompañante vistiera- Claro que ha sido culpa mía eso y... -parecía que agregaría algo más, eso era notorio por el repentino callar de Armand.
Prosiguó.
- Vuestros sentimientos son fuertes y negativos, algo fácil de percibirse, pero la pregunta es... ¿a que se deben? -soltó un suspiro mientras volvia su vista hacia la mujer, reflexionando sobre su pregunta - Oh, deberais disculparme, pero no he podido evitar entrar en tema.
Re: La suerte [Libre]
Sentía como su miraba bajaba y volvía a subir, me estaba observando muy detenidamente, eso me desconcertó un poco a decir verdad. Bajó lentamente su mano hasta jugar con los cordones de mi desabrochado corsé, me sonrojé. Se alejó un paso de mi y dijo: - Lo que tampoco pretendo es iniciar una convesacion con vos estando semi desnuda ante mí - con tono distante pero burlón. No le contesté, simplemente me limité a atar los cordones de mi corsé como mejor podía.
Vuestros sentimientos son fuertes y negativos, algo fácil de percibirse, pero la pregunta es... ¿a que se deben?. Oh, deberais disculparme, pero no he podido evitar entrar en tema - Volvió a decir mientras se giraba de nuevo hacia mi. Sinceramente sus palabras me desconcertaron, no entendía a que se debía pero tampoco me iba a matar en averiguarlo. -Disculparme caballero, pero mis sentimientos no son de vuestra incumbencia y dudo que le interesase las causas sabiendo que no os concierne - dije de la forma más educada pero un tanto distante hacia el joven muchacho mientras calzaba mis pies con las medias y con las bailarinas. Me puse de pie inmediatamente encontrándome con él cara a cara, sus ojos se clavaron en los míos y la profundidad de su mirada hizo que me quedara muda al instante, de mis labios no salían ninguna palabra o sonido, aun que lo pretendiera.
Vuestros sentimientos son fuertes y negativos, algo fácil de percibirse, pero la pregunta es... ¿a que se deben?. Oh, deberais disculparme, pero no he podido evitar entrar en tema - Volvió a decir mientras se giraba de nuevo hacia mi. Sinceramente sus palabras me desconcertaron, no entendía a que se debía pero tampoco me iba a matar en averiguarlo. -Disculparme caballero, pero mis sentimientos no son de vuestra incumbencia y dudo que le interesase las causas sabiendo que no os concierne - dije de la forma más educada pero un tanto distante hacia el joven muchacho mientras calzaba mis pies con las medias y con las bailarinas. Me puse de pie inmediatamente encontrándome con él cara a cara, sus ojos se clavaron en los míos y la profundidad de su mirada hizo que me quedara muda al instante, de mis labios no salían ninguna palabra o sonido, aun que lo pretendiera.
Lorette Gheraldini- Vampiro - Clase Media
- Mensajes : 566
Fecha de inscripción : 14/07/2010
Edad : 223
Localización : Nápoles
Re: La suerte [Libre]
- Disculparme caballero, pero mis sentimientos no son de vuestra incumbencia y dudo que le interesase las causas sabiendo que no os concierne.
Armand no pudo evitar reir discretamente por un momento. Lejos de molestarle la respuesta de Lorette, sintió un enorme placer al ver tan fuerte y firme caracter. Le miro unos instantes, perdiendose por igual en su mirada.
- Entonces habre de conoceros mejor, chéri, si vos me lo permite -tomo su mano y suavemente la acerco hasta sus labios, dandole un ligero beso de manera cortes. Miro a su alrededor mientras agregaba: - No ha de faltar mucho para que amanezca ¿tiene un sitio seguro donde permanecer? - los ojos de Armand se posaron nuevamente en los de Lorette, aguardando por su respuesta - Ó si ha de contar con un lugar, permirme acompañarle
Armand no pudo evitar reir discretamente por un momento. Lejos de molestarle la respuesta de Lorette, sintió un enorme placer al ver tan fuerte y firme caracter. Le miro unos instantes, perdiendose por igual en su mirada.
- Entonces habre de conoceros mejor, chéri, si vos me lo permite -tomo su mano y suavemente la acerco hasta sus labios, dandole un ligero beso de manera cortes. Miro a su alrededor mientras agregaba: - No ha de faltar mucho para que amanezca ¿tiene un sitio seguro donde permanecer? - los ojos de Armand se posaron nuevamente en los de Lorette, aguardando por su respuesta - Ó si ha de contar con un lugar, permirme acompañarle
Re: La suerte [Libre]
- Entonces habre de conoceros mejor, chéri, si vos me lo permite. No ha de faltar mucho para que amanezca ¿tiene un sitio seguro donde permanecer? - quedé atónita ante su propuesta, ¿le diría que sí tengo un lugar, mentiría?, me sentía insegura, aun que contar con la ayuda de otro vampiro siempre venía bien. Su silenciosa mente y sus profundos ojos me desconcertaban ciertamente, pero su inmaculado rostro infantil, casi mejor definido como andrógino me resultaba completamente embriagador, su belleza enmudecía mis palabras y ofuscaban mis pensamientos, pero su olor me resultaba familiar.
-Algún cementerio me servirá- dije sin poder apartar mi mirada, no podía negar que el misterio que envolvía a aquel ser me atraía profundamente, pero aún era consciente de mis actos y pensamientos, o al menos eso cría yo.
-Algún cementerio me servirá- dije sin poder apartar mi mirada, no podía negar que el misterio que envolvía a aquel ser me atraía profundamente, pero aún era consciente de mis actos y pensamientos, o al menos eso cría yo.
Lorette Gheraldini- Vampiro - Clase Media
- Mensajes : 566
Fecha de inscripción : 14/07/2010
Edad : 223
Localización : Nápoles
Re: La suerte [Libre]
-Algún cementerio me servirá.
Miró a Lorette con incertidumbre ¿un cementerio? no era precisamente lo que le gustaría ofrecerle a la recién llegada, más siendo alguien tan especial como ella... Aunque era algo habitual entre los no-muerto, sin duda debía protestar; podía ofrecerle algo mejor.
- ¿Estais segura que vuestra primera noche en París debe ser en un cementerio? -preguntó con timidez- Permitirme escoltarle entonces al más decente que he de conocer, madame. Pero he de advertir que no ha de existir alguno que me sea el más adecuado para la ocasión -subió la mirada un momento, en señal de su desaprovación- Aunque he de persuadirle en el camino para que cambie vuestra decisión.
Abrió paso a Lorette y mendiante una corta reverencia le señalo el camino a seguir.
- Después de vos... -por un segundo pensaba en pronunciar el nombre de su acompañante, pero sería un movimiento muy estúpido y apresurado.
---
Mientras seguían el paso, Armand se mantuvo en silencio. No pretendía llevarla muy lejos, el tiempo no rendia demasiado. Tampoco le era conveniente permanecer ausente de aquel lugar que tanto repudiaba.
- Apropósito, tendreis que disculpar mi comportamiento de hace un momento -no miro a Lorette, seguía centrado en el camino por delante- Ocasionalmente gusto de hacerme el interesante antes los jovenes -dijo mientras emulaba una sonrisa solo un segundo- Así que tendremos que iniciar con dialogo más... ¿formal? -dirijió su atención a la joven una vez más- ¿Cuál es vuestro nombre?
Miró a Lorette con incertidumbre ¿un cementerio? no era precisamente lo que le gustaría ofrecerle a la recién llegada, más siendo alguien tan especial como ella... Aunque era algo habitual entre los no-muerto, sin duda debía protestar; podía ofrecerle algo mejor.
- ¿Estais segura que vuestra primera noche en París debe ser en un cementerio? -preguntó con timidez- Permitirme escoltarle entonces al más decente que he de conocer, madame. Pero he de advertir que no ha de existir alguno que me sea el más adecuado para la ocasión -subió la mirada un momento, en señal de su desaprovación- Aunque he de persuadirle en el camino para que cambie vuestra decisión.
Abrió paso a Lorette y mendiante una corta reverencia le señalo el camino a seguir.
- Después de vos... -por un segundo pensaba en pronunciar el nombre de su acompañante, pero sería un movimiento muy estúpido y apresurado.
---
Mientras seguían el paso, Armand se mantuvo en silencio. No pretendía llevarla muy lejos, el tiempo no rendia demasiado. Tampoco le era conveniente permanecer ausente de aquel lugar que tanto repudiaba.
- Apropósito, tendreis que disculpar mi comportamiento de hace un momento -no miro a Lorette, seguía centrado en el camino por delante- Ocasionalmente gusto de hacerme el interesante antes los jovenes -dijo mientras emulaba una sonrisa solo un segundo- Así que tendremos que iniciar con dialogo más... ¿formal? -dirijió su atención a la joven una vez más- ¿Cuál es vuestro nombre?
Re: La suerte [Libre]
Los cementerios de París no eran un lugar adecuado, de eso ya estaba segura, había oído historias, sobretodo de uno en particular, pero hasta ahora era mi opción más válida.
El joven se dispuso a acompañarme hasta el lugar aquel, yo no dije nada al respecto. Se abrió paso y esperó a que siguiera sus pasos, con la mirada en el camino y el rostro serio se volvió a dirigir a mi.¡
- Apropósito, tendreis que disculpar mi comportamiento de hace un momento. Ocasionalmente gusto de hacerme el interesante antes los jóvenes. Así que tendremos que iniciar con dialogo más... ¿formal?. ¿Cuál es vuestro nombre?- preguntó con una media sonrisa en la cara, yo había clavado mi mirada en su rostro sereno.
-Lorette Gheraldini es mi nombre, señor, ¿y cual es el vuestro?- su rostro se tornó de una sonrisa divertida aun que al momento desapareció, no me había percatado del camino que estábamos siguiendo, puesto que no había apartado la mirada de su rostro, bajé la mirada ligeramente sonrojada, me sentía una chiquilla haciendo eso, era una manía que tenía de pequeña, no podía dejar de mirar a las personas que me parecían interesantes. Había delatado mi curiosidad por aquel muchacho.
El joven se dispuso a acompañarme hasta el lugar aquel, yo no dije nada al respecto. Se abrió paso y esperó a que siguiera sus pasos, con la mirada en el camino y el rostro serio se volvió a dirigir a mi.¡
- Apropósito, tendreis que disculpar mi comportamiento de hace un momento. Ocasionalmente gusto de hacerme el interesante antes los jóvenes. Así que tendremos que iniciar con dialogo más... ¿formal?. ¿Cuál es vuestro nombre?- preguntó con una media sonrisa en la cara, yo había clavado mi mirada en su rostro sereno.
-Lorette Gheraldini es mi nombre, señor, ¿y cual es el vuestro?- su rostro se tornó de una sonrisa divertida aun que al momento desapareció, no me había percatado del camino que estábamos siguiendo, puesto que no había apartado la mirada de su rostro, bajé la mirada ligeramente sonrojada, me sentía una chiquilla haciendo eso, era una manía que tenía de pequeña, no podía dejar de mirar a las personas que me parecían interesantes. Había delatado mi curiosidad por aquel muchacho.
Lorette Gheraldini- Vampiro - Clase Media
- Mensajes : 566
Fecha de inscripción : 14/07/2010
Edad : 223
Localización : Nápoles
Re: La suerte [Libre]
Cuando Lorette preguntó su nombre, Armand no pudo evitar desvíar la mirada hacía el frente del camino, mientras llevaba su mano derecha hasta la boca haciendo un ligero ademán con la misma, de forma que parecía iba a tocer. Tenía ganas de abrazar a Lorette, abrazarla tan fuerte de modo que ella comprendiera, en silencio, el dolor y arrepentimiento que el sentía por los motivo que el no se atrevía a decirle. Conocía muchos casos de abandono... de estar perdido enmedio de un mundo nuevo y desconocido. El principe travieso era ejemplo de ello.
Sin embargo, guardó la compostura (como siempre lo hacía), decidiendo finalmente, que nunca revelaría a su joven acompañante la verdad de quien era él. Al menos procuraría brindarle protección y compañia mientras pudiese... ¿quizás enseñarle sobre ésta nueva vida? imposible. Era sabido que Armand siempre habia sido un cínico, pero en este caso una actitud así no tenía cavidad. Además ¡que podría enseñarle a ella! tanto tiempo transcurrió que seguro Lorette ya habia aprendido por cuenta propia todo lo que debía. Incluyendo aquel conocimiento con el cual contaban tanto maestro como discipulo...
"¡Despierta, Armand!" - es lo que inmediatamente pensó, regresando a la realidad. Se había sumido tanto en sus pensamientos y anhelos... anhelos que nunca podría realizar, que olvidaba la pregunta de Lorette.
- Mi nombre es -titubeo, pero de un modo poco perceptible- Armand. Un placer conoceros, madame -dijo mediante una breve reverencia, mientras volvia su mirada a la joven vampireza.
Se matuvo callado por otro lapso más de tiempo.
- Apropósito... ¿que os ha traido hasta la vieja París? -una pregunta simple, pero aquel silencio le incomodaba enormemente.
Sin embargo, guardó la compostura (como siempre lo hacía), decidiendo finalmente, que nunca revelaría a su joven acompañante la verdad de quien era él. Al menos procuraría brindarle protección y compañia mientras pudiese... ¿quizás enseñarle sobre ésta nueva vida? imposible. Era sabido que Armand siempre habia sido un cínico, pero en este caso una actitud así no tenía cavidad. Además ¡que podría enseñarle a ella! tanto tiempo transcurrió que seguro Lorette ya habia aprendido por cuenta propia todo lo que debía. Incluyendo aquel conocimiento con el cual contaban tanto maestro como discipulo...
"¡Despierta, Armand!" - es lo que inmediatamente pensó, regresando a la realidad. Se había sumido tanto en sus pensamientos y anhelos... anhelos que nunca podría realizar, que olvidaba la pregunta de Lorette.
- Mi nombre es -titubeo, pero de un modo poco perceptible- Armand. Un placer conoceros, madame -dijo mediante una breve reverencia, mientras volvia su mirada a la joven vampireza.
Se matuvo callado por otro lapso más de tiempo.
- Apropósito... ¿que os ha traido hasta la vieja París? -una pregunta simple, pero aquel silencio le incomodaba enormemente.
Re: La suerte [Libre]
Parecía pesarle las palabras, o si quiera decir su nombre, mi mirada se tornó ajena a su rostro, estaba ensimismada, preguntándome porqué guardaba su mente de mi, no oía nada por parte de él y eso me no me agradaba.
- Mi nombre es Armand. Un placer conoceros, madame -dijo mediante una breve reverencia, mientras volvia su mirada hacia mi
Se matuvo callado por un rato más, odiaba el silencio a decir verdad, pero yo no era de fáciles palabras, al contrario, era una chica muy silenciosa en todo momento, sólo hablaba cuando debía hacerlo, siempre fue así para mi.
- Apropósito... ¿que os ha traido hasta la vieja París? - preguntó de nuevo, intentando romper el incómodo silencio.
- A decir verdad, no lo sé, al principio venía en búsqueda de un desconocido, pero ahora ya no lo tengo claro- dije mirando para el frente, y era verdad, no sabía ya que hacía buscando a aquel "creador" de mis pesadillas, ahora todo era un simple viaje para conocer mundo, o eso intentaba creer. Pero era de razón entender que nunca cesaría mi búsqueda.
- Mi nombre es Armand. Un placer conoceros, madame -dijo mediante una breve reverencia, mientras volvia su mirada hacia mi
Se matuvo callado por un rato más, odiaba el silencio a decir verdad, pero yo no era de fáciles palabras, al contrario, era una chica muy silenciosa en todo momento, sólo hablaba cuando debía hacerlo, siempre fue así para mi.
- Apropósito... ¿que os ha traido hasta la vieja París? - preguntó de nuevo, intentando romper el incómodo silencio.
- A decir verdad, no lo sé, al principio venía en búsqueda de un desconocido, pero ahora ya no lo tengo claro- dije mirando para el frente, y era verdad, no sabía ya que hacía buscando a aquel "creador" de mis pesadillas, ahora todo era un simple viaje para conocer mundo, o eso intentaba creer. Pero era de razón entender que nunca cesaría mi búsqueda.
Lorette Gheraldini- Vampiro - Clase Media
- Mensajes : 566
Fecha de inscripción : 14/07/2010
Edad : 223
Localización : Nápoles
Re: La suerte [Libre]
- A decir verdad, no lo sé, al principio venía en búsqueda de un desconocido, pero ahora ya no lo tengo claro.
- Con que un desconocido -musitó con aire de sorpresa.
En parte le pareció gracioso. Por otro lado le parecia un tema interesante por el cual indagar, aunque el sabía que le costaría trabajo obtener más información, era evidente lo reservada que era Lorette.
Un poco burlón, agrego:
- Espero tengais suerte en encontrar al susodicho desconocido y tendré que compadecer por el -lo último intentó decirlo lo más bajo posible- De vez en cuando espero me permita acompañaros en vuestro recorrido por ésta mítica ciudad.
Sin darse cuenta, el bosque fué quedando más y más atrás. El cielo lucía aún más claro que antes y sin lugar a dudas eso no era buena señal. Calculando el tiempo que le tomaba llegar al teatro, no era demasiado. A veces trazar los planes le era tan fácil y espontaneo. Unas cuantas calles más desde donde se ubicaba el cementerio y ¡bingo! allí estaría su nada deseable alquerreque disfrazado de un cultural teatro. De cualquier modo, aunque cualquiera de los idiotas que formaban parte del teatro lograban cruzarse con Lorette, no podrían averiguar nada sobre la relación entre ambos. Y pobre de aquel que se atreviera a entrar a la mente de Armand...
- Debo advertir que París está poblado por muchos, muchos más de nuestra misma especie de... no-muertos -luego dijo súbitamente- y que son unos cabrones. Por desgracia les conozco.
- Con que un desconocido -musitó con aire de sorpresa.
En parte le pareció gracioso. Por otro lado le parecia un tema interesante por el cual indagar, aunque el sabía que le costaría trabajo obtener más información, era evidente lo reservada que era Lorette.
Un poco burlón, agrego:
- Espero tengais suerte en encontrar al susodicho desconocido y tendré que compadecer por el -lo último intentó decirlo lo más bajo posible- De vez en cuando espero me permita acompañaros en vuestro recorrido por ésta mítica ciudad.
Sin darse cuenta, el bosque fué quedando más y más atrás. El cielo lucía aún más claro que antes y sin lugar a dudas eso no era buena señal. Calculando el tiempo que le tomaba llegar al teatro, no era demasiado. A veces trazar los planes le era tan fácil y espontaneo. Unas cuantas calles más desde donde se ubicaba el cementerio y ¡bingo! allí estaría su nada deseable alquerreque disfrazado de un cultural teatro. De cualquier modo, aunque cualquiera de los idiotas que formaban parte del teatro lograban cruzarse con Lorette, no podrían averiguar nada sobre la relación entre ambos. Y pobre de aquel que se atreviera a entrar a la mente de Armand...
- Debo advertir que París está poblado por muchos, muchos más de nuestra misma especie de... no-muertos -luego dijo súbitamente- y que son unos cabrones. Por desgracia les conozco.
Re: La suerte [Libre]
- Espero tengais suerte en encontrar al susodicho desconocido y tendré que compadecer por el, De vez en cuando espero me permita acompañaros en vuestro recorrido por ésta mítica ciudad- lo miré arqueando una ceja, no había entendido muy bien qué quería decir con que se tendría que compadecer por él...
-Será un placer recorrer esta ciudad con alguien que ya la conoce- añadí con una sonrisa, el joven se iba tornando más misterioso para mi pero su halo de misterio me atraía como imán.
- Debo advertir que París está poblado por muchos, muchos más de nuestra misma especie de... no-muertos, y que son unos cabrones. Por desgracia les conozco- mis ojos se abrieron como platos, no esperaba que dijera algo así, en mi paso por los viajes realizados aún no me había encontrado con nadie a quien temer y esperaba no sucediera eso en París.
-¿Y usted como se considera, monsieur?- pregunté juguetona y amigable al mismo tiempo, aun que en mi pregunta se podía distinguir fácilmente la curiosidad por aquel hombre, tan excéntrico y misterioso.
-Será un placer recorrer esta ciudad con alguien que ya la conoce- añadí con una sonrisa, el joven se iba tornando más misterioso para mi pero su halo de misterio me atraía como imán.
- Debo advertir que París está poblado por muchos, muchos más de nuestra misma especie de... no-muertos, y que son unos cabrones. Por desgracia les conozco- mis ojos se abrieron como platos, no esperaba que dijera algo así, en mi paso por los viajes realizados aún no me había encontrado con nadie a quien temer y esperaba no sucediera eso en París.
-¿Y usted como se considera, monsieur?- pregunté juguetona y amigable al mismo tiempo, aun que en mi pregunta se podía distinguir fácilmente la curiosidad por aquel hombre, tan excéntrico y misterioso.
Lorette Gheraldini- Vampiro - Clase Media
- Mensajes : 566
Fecha de inscripción : 14/07/2010
Edad : 223
Localización : Nápoles
Re: La suerte [Libre]
- ¿Y usted como se considera, monsieur?
Tras el modo y actitud amigables, no pudo resistir el mirar con cierta ternura a Lorette y esbozar una pequeña sonrisa.
- Me considero un desgraciado -sin lugar a dudas, lo directo nunca podría privarselo nadie. Luego explicó- Quiero decir, ante los ojos de desconocidos que se han atravesado en mí camino, esa es una de las palabras que usan para describirme y supongo que lo soy realmente. Claro que existen alguna excepciones con las cuales dejo de ser un diablo.
Su vista en ese momento estaba puesta sobre el camino, pero al instante miró de reojo a la joven Lorette. Quizás habia sido demasiada información, pero igualmente prefería decir algo sincero para variar.
- Pero no os preocupeis por el resto de los seres que ronden por aquí. Mientras no tengan motivos para tocaros, no tendréis que temer.
Los pasos de ambos podía escucharse mediante un seco y sonoro eco, sin duda el efecto que producía tan magnifica soledad de la madrugada. Ni un alma en medio del camino ó calles de junto. Solo una ligera niebla, un refrescante frio y el humedo suelo de piedra.
Tras el modo y actitud amigables, no pudo resistir el mirar con cierta ternura a Lorette y esbozar una pequeña sonrisa.
- Me considero un desgraciado -sin lugar a dudas, lo directo nunca podría privarselo nadie. Luego explicó- Quiero decir, ante los ojos de desconocidos que se han atravesado en mí camino, esa es una de las palabras que usan para describirme y supongo que lo soy realmente. Claro que existen alguna excepciones con las cuales dejo de ser un diablo.
Su vista en ese momento estaba puesta sobre el camino, pero al instante miró de reojo a la joven Lorette. Quizás habia sido demasiada información, pero igualmente prefería decir algo sincero para variar.
- Pero no os preocupeis por el resto de los seres que ronden por aquí. Mientras no tengan motivos para tocaros, no tendréis que temer.
Los pasos de ambos podía escucharse mediante un seco y sonoro eco, sin duda el efecto que producía tan magnifica soledad de la madrugada. Ni un alma en medio del camino ó calles de junto. Solo una ligera niebla, un refrescante frio y el humedo suelo de piedra.
Re: La suerte [Libre]
- Me considero un desgraciado. Quiero decir, ante los ojos de desconocidos que se han atravesado en mí camino, esa es una de las palabras que usan para describirme y supongo que lo soy realmente. Claro que existen alguna excepciones con las cuales dejo de ser un diablo- ladeé mi cabeza ligeramente, no había entendido a qué se refería, pero no quise preguntar el porqué lo llamaban así, no me tenía apariencia de ser realmente un diablo, es más me parecía un niño casi tierno. Me sonrojé.
- Pero no os preocupeis por el resto de los seres que ronden por aquí. Mientras no tengan motivos para tocaros, no tendréis que temer.
-Eso espero, no he venido en busca de bulla y menos de la dichosa y casi imperceptible muerte.- Contesté bromista pero con un deje de preocupación. La idea de vampiros desagradables no terminaba de sentarme bien, yo no era asidua para las luchas, simplemente sabía correr muy bien.
- Pero no os preocupeis por el resto de los seres que ronden por aquí. Mientras no tengan motivos para tocaros, no tendréis que temer.
-Eso espero, no he venido en busca de bulla y menos de la dichosa y casi imperceptible muerte.- Contesté bromista pero con un deje de preocupación. La idea de vampiros desagradables no terminaba de sentarme bien, yo no era asidua para las luchas, simplemente sabía correr muy bien.
Lorette Gheraldini- Vampiro - Clase Media
- Mensajes : 566
Fecha de inscripción : 14/07/2010
Edad : 223
Localización : Nápoles
Re: La suerte [Libre]
- Quedate tranquila, no pienses en ello. Podrías atraerlos y seguramente se aprovecharán de eso para fastidiarte la noche - su consejo fué acompañado con una palmadita en la espalda de Lorette.
Sin darse cuenta, ya empezaba a hablarle en un tono más confiable. Aunque claramente ese modo de hablar siempre había sido una pantalla para el, un modo encantador de atraer a sus oyentes y hacerlos caer poco a poco. ¡De un completo ángel a un maldito diablo! le era tan natural luego de tantos años. Con Lorette no hacía falta tanto teatro. No era necesario.
- Estamos cerca y lo mejor es darse prisa -dió un rapido avistamiento al cielo y bajó la mirada al instante - Me he vuelto tan suceptible -musito sin pensarlo, cerrando y apretando los ojos, como si tierra le hubiese entrado a los ojos. Tristemente era a causa de los venideros rayos del sol. "El cementerio, Tesoro, te necesito... debes socorrerme mientras el astro no se muestra por completo" pensó el como si hablase con alguien.
Apresuró el paso. Caminó un par de calles más, doblando en la esquina. Al final de la extensa calle se podía ver, atraves de la tenue niebla, una lújubre hectarea. Su entrada era de una aparente pesada puerta de madera, abierta de par a par.
- Mañana podre alojarte en un hotel; un buen hotel -dijo con seriedad. Ya no era sugerencia, parecía una obligación.- Una invitada no puede pasar su estancia en un sitio como éste.
Sin darse cuenta, ya empezaba a hablarle en un tono más confiable. Aunque claramente ese modo de hablar siempre había sido una pantalla para el, un modo encantador de atraer a sus oyentes y hacerlos caer poco a poco. ¡De un completo ángel a un maldito diablo! le era tan natural luego de tantos años. Con Lorette no hacía falta tanto teatro. No era necesario.
- Estamos cerca y lo mejor es darse prisa -dió un rapido avistamiento al cielo y bajó la mirada al instante - Me he vuelto tan suceptible -musito sin pensarlo, cerrando y apretando los ojos, como si tierra le hubiese entrado a los ojos. Tristemente era a causa de los venideros rayos del sol. "El cementerio, Tesoro, te necesito... debes socorrerme mientras el astro no se muestra por completo" pensó el como si hablase con alguien.
Apresuró el paso. Caminó un par de calles más, doblando en la esquina. Al final de la extensa calle se podía ver, atraves de la tenue niebla, una lújubre hectarea. Su entrada era de una aparente pesada puerta de madera, abierta de par a par.
- Mañana podre alojarte en un hotel; un buen hotel -dijo con seriedad. Ya no era sugerencia, parecía una obligación.- Una invitada no puede pasar su estancia en un sitio como éste.
Re: La suerte [Libre]
- Mañana podre alojarte en un hotel; un buen hotel. Una invitada no puede pasar su estancia en un sitio como éste- dijo con seriedad, casi como reprimenda. Me encogí de hombros, no estaba asidua a los lujos y no me molestaba tener que volver a hacerlo.
-No os preocupéis, podré cuidar de mi en este lugar- dije con palabras pesadas, notaba el cansancio ya en mi, me pesaba el cuerpo y los pasos se me hacían pesado, todo a causa del largo viaje y lo poco que me había alimentado.
Miré a mi acompañante, el cual tenía los ojos puesto en el camino. Sonreí levemente, se había tomado muchas molestias solo para acompañarme, aquello me recordaba a la amabilidad que muchas personas habían olvidado. Bajé la cabeza y tuve la osadía de asirme a su brazo, el cansancio me podía y esperaba que el hombre no se negara a que lo hiciera, al fin y al cabo solo quedaban pasos para llegar al campo santo.
-No os preocupéis, podré cuidar de mi en este lugar- dije con palabras pesadas, notaba el cansancio ya en mi, me pesaba el cuerpo y los pasos se me hacían pesado, todo a causa del largo viaje y lo poco que me había alimentado.
Miré a mi acompañante, el cual tenía los ojos puesto en el camino. Sonreí levemente, se había tomado muchas molestias solo para acompañarme, aquello me recordaba a la amabilidad que muchas personas habían olvidado. Bajé la cabeza y tuve la osadía de asirme a su brazo, el cansancio me podía y esperaba que el hombre no se negara a que lo hiciera, al fin y al cabo solo quedaban pasos para llegar al campo santo.
Lorette Gheraldini- Vampiro - Clase Media
- Mensajes : 566
Fecha de inscripción : 14/07/2010
Edad : 223
Localización : Nápoles
Re: La suerte [Libre]
- No os preocupéis, podré cuidar de mi en este lugar.
Armand asintió al momento esbozando una sonrisa. Le agradaba esa confianza en sí que proyectaba Lorette, aunque éste ánimo se veía opacado por el evidente cansancio de ella.
- Ya falta poco - dijo al instante como palabras de aliento. Sin embargo, lo que no se esperaba era que Lorette tomara su brazo para poder continuar. Ésto lo había tomado por sorpresa y acertó a responder por mera incercia, haciendo más firme su brazo para que ella pudiese sostenerse mejor. Miró su rostro por un segundo, mirando hacia la ya cercana entrada del cementerio. Una luz podía verse acercarse desde aquel lugar, seguramente sería el sujeto que custodiaba durante la noche. Poco a poco se dejó ver. Era un hombre ya mayor, bastante avejentado. Hacía ademanes con sus manos, en señal de que ambos forasteros se fueran. Era ignorado.
- ¡Eh! - gritaba en modo de advertencia mientras Lorette y Armand se acercaba- ¿Es que no sabeis la hora que es? ¡Largos! ¡no quiero profanadores de tumbas, ni brujos ni nada! me teneis loco con eso.
Nuevamente pasaron de largo, ésta vez a un paso de cruzar la gran puerta de madera.
- ¡¿Pero es que no entendeis lo que os estoy diciendo?! -gritaba frenético aquel anciano, interviniendo en el paso de los dos jovenes.
Armand y Lorette se detuvieron e ignorando al viejo una vez más, preguntó a Lorette:
- ¿Te apetece un rápido desayuno ó...? -hizo una pausa, fijando su vista en el entrometido- ¿simplemente nos deshacemos de el?
Aguardó por la respuesta de Lorette.
Armand asintió al momento esbozando una sonrisa. Le agradaba esa confianza en sí que proyectaba Lorette, aunque éste ánimo se veía opacado por el evidente cansancio de ella.
- Ya falta poco - dijo al instante como palabras de aliento. Sin embargo, lo que no se esperaba era que Lorette tomara su brazo para poder continuar. Ésto lo había tomado por sorpresa y acertó a responder por mera incercia, haciendo más firme su brazo para que ella pudiese sostenerse mejor. Miró su rostro por un segundo, mirando hacia la ya cercana entrada del cementerio. Una luz podía verse acercarse desde aquel lugar, seguramente sería el sujeto que custodiaba durante la noche. Poco a poco se dejó ver. Era un hombre ya mayor, bastante avejentado. Hacía ademanes con sus manos, en señal de que ambos forasteros se fueran. Era ignorado.
- ¡Eh! - gritaba en modo de advertencia mientras Lorette y Armand se acercaba- ¿Es que no sabeis la hora que es? ¡Largos! ¡no quiero profanadores de tumbas, ni brujos ni nada! me teneis loco con eso.
Nuevamente pasaron de largo, ésta vez a un paso de cruzar la gran puerta de madera.
- ¡¿Pero es que no entendeis lo que os estoy diciendo?! -gritaba frenético aquel anciano, interviniendo en el paso de los dos jovenes.
Armand y Lorette se detuvieron e ignorando al viejo una vez más, preguntó a Lorette:
- ¿Te apetece un rápido desayuno ó...? -hizo una pausa, fijando su vista en el entrometido- ¿simplemente nos deshacemos de el?
Aguardó por la respuesta de Lorette.
Re: La suerte [Libre]
- ¿Te apetece un rápido desayuno ó...? ¿simplemente nos deshacemos de el?- preguntó tras una breve pausa, lo miré curiosa y me sorprendió mi propio pensamiento, tenía hambre y en estos momentos hasta una rata me serviría.
-¿Qué quieres decir con deshacernos de él?, yo preferiría tomarlo de desayuno como dices...- paré de repente bajando la cabeza, me daba pena dar muerte a un pobre inocente que pasaba su vida entre muertos, pero por primera vez me daba igual de quien "alimentarme", mis ojeras se marcaban y mi cansancio delataba mi falta de sangre.
Me sonrojé por mi propio pensamiento, supuse que él lo escucharía y tal vez le pareciera gracioso, al fin y al cabo parecía un vampiro que no pensaba dos veces de quien alimentarse, como la mayoría supuse y volví mis ojos a aquel anciano, esperando que el primer paso lo diera Armand puesto que a mi me daba una ligera vergüenza.
-¿Qué quieres decir con deshacernos de él?, yo preferiría tomarlo de desayuno como dices...- paré de repente bajando la cabeza, me daba pena dar muerte a un pobre inocente que pasaba su vida entre muertos, pero por primera vez me daba igual de quien "alimentarme", mis ojeras se marcaban y mi cansancio delataba mi falta de sangre.
Me sonrojé por mi propio pensamiento, supuse que él lo escucharía y tal vez le pareciera gracioso, al fin y al cabo parecía un vampiro que no pensaba dos veces de quien alimentarse, como la mayoría supuse y volví mis ojos a aquel anciano, esperando que el primer paso lo diera Armand puesto que a mi me daba una ligera vergüenza.
Lorette Gheraldini- Vampiro - Clase Media
- Mensajes : 566
Fecha de inscripción : 14/07/2010
Edad : 223
Localización : Nápoles
DISCULPA EL RETRASO
Al aguardar por la respuesta de Lorette, continuó fijando su vista en el viejo, que sin lugar a dudas se habia alarmado tras escuchar la pregunta y sin embargo, no se movía un centimetro - Bien -musitó Armand, estirando repentinamente su brazo libre hasta el cuello del sujeto.
- ¡¿Qué haces?! -fueron las palabras instantaneas de aquel que fue apresado por un simple movimiento, pero la fuerza ejercida por Armand no cedía ni un poco, ante los intentos desesperados del anciano por soltarse. Con una vista tan vacía como siempre, el joven de rizos color cobre se encontró directamente con los de su victima. En unos breves instantes, el vigia iba tornandose más tranquilo... hasta quedar completamente ausente de todo uso de razón y movimiento. Al instante -y aun sosteniendolo del cuello- acercó el cuerpo inerte hasta el rostro de Lorette, apartando su mano poco a poco.
- Es mejor darse prisa -indicó, dando un rapido avistamiento del lugar. Frio, tranquilo. Que escenario más exquisito.
- ¡¿Qué haces?! -fueron las palabras instantaneas de aquel que fue apresado por un simple movimiento, pero la fuerza ejercida por Armand no cedía ni un poco, ante los intentos desesperados del anciano por soltarse. Con una vista tan vacía como siempre, el joven de rizos color cobre se encontró directamente con los de su victima. En unos breves instantes, el vigia iba tornandose más tranquilo... hasta quedar completamente ausente de todo uso de razón y movimiento. Al instante -y aun sosteniendolo del cuello- acercó el cuerpo inerte hasta el rostro de Lorette, apartando su mano poco a poco.
- Es mejor darse prisa -indicó, dando un rapido avistamiento del lugar. Frio, tranquilo. Que escenario más exquisito.
Re: La suerte [Libre]
Armand estiró su brazo, asiendo el cuello del anciano, qué con el pánico en el cuerpo intentó zafarse inútilmente. La presión que ejercía Armand sobre el cuello del anciano provocaba que éste se vaya tornando más tranquilo, en cuanto a respiración, latido y movimientos. Cuando el hombre quedó en un estado de sopor total, Armand me lo acercó al rostro.
Cogí al hombre por la cabeza y sacié con él mi sed, dejando que el delicioso líquido carmesí fluyera por mi garganta y dotara de fuerza a mi cuerpo. Dejé las últimas gotas de sangre, odiaba sentir la muerte en sí, pues ya estaba suficientemente ligada a ella como para saborearla de aquella manera. Deposité el cuerpo inerte del anciano en el suelo, con cuidado y delicadeza, me llevé la mano a los labios, en busca de alguna mancha de sangre, pues odiaba que pendieran hilos de éste líquido de mis virginales labios. Alcé la mirada en busca de la del joven que me acompañaba, pero rápidamente la volví hacia el lugar y una ola de escalofríos subió desde mis brazos hasta mi cuello, erizando los bellos de mi nuca, contemplé el frío lugar, la oscuridad lo colmaba todo, como un abismo el cual se tragaba todo a su paso, dejándonos en la completa soledad. El olor a muerte, ese olor que yo lo conocía muy bien impregnaba todo a nuestro alrededor, fruncí el ceño y agité levemente la cabeza, pues este sería mi lugar de descanso por esta noche, el lugar perfecto para una no-muerta.
-Gracias por vuestra amabilidad, pero puedo continuar sola a partir de aquí...- dije bajando la cabeza y mirando los brillantes ojos sin vida del anciano. -...Armand- concluí mirando de nuevo al joven, pues el pronunciar su nombre me recordaba a... a nadie, ¿a quien más me recordaría si ni siquiera sé lo que soy?. Alejé de nuevo esos pensamientos de mi mente, esperando que el joven me dejara allí, con la soledad y con la muerte.
Cogí al hombre por la cabeza y sacié con él mi sed, dejando que el delicioso líquido carmesí fluyera por mi garganta y dotara de fuerza a mi cuerpo. Dejé las últimas gotas de sangre, odiaba sentir la muerte en sí, pues ya estaba suficientemente ligada a ella como para saborearla de aquella manera. Deposité el cuerpo inerte del anciano en el suelo, con cuidado y delicadeza, me llevé la mano a los labios, en busca de alguna mancha de sangre, pues odiaba que pendieran hilos de éste líquido de mis virginales labios. Alcé la mirada en busca de la del joven que me acompañaba, pero rápidamente la volví hacia el lugar y una ola de escalofríos subió desde mis brazos hasta mi cuello, erizando los bellos de mi nuca, contemplé el frío lugar, la oscuridad lo colmaba todo, como un abismo el cual se tragaba todo a su paso, dejándonos en la completa soledad. El olor a muerte, ese olor que yo lo conocía muy bien impregnaba todo a nuestro alrededor, fruncí el ceño y agité levemente la cabeza, pues este sería mi lugar de descanso por esta noche, el lugar perfecto para una no-muerta.
-Gracias por vuestra amabilidad, pero puedo continuar sola a partir de aquí...- dije bajando la cabeza y mirando los brillantes ojos sin vida del anciano. -...Armand- concluí mirando de nuevo al joven, pues el pronunciar su nombre me recordaba a... a nadie, ¿a quien más me recordaría si ni siquiera sé lo que soy?. Alejé de nuevo esos pensamientos de mi mente, esperando que el joven me dejara allí, con la soledad y con la muerte.
Lorette Gheraldini- Vampiro - Clase Media
- Mensajes : 566
Fecha de inscripción : 14/07/2010
Edad : 223
Localización : Nápoles
Temas similares
» Embriagada [Libre]
» En el claro [libre]
» Té y notas [libre]
» Perdida... [Libre]
» {Libre} Gimme More ...
» En el claro [libre]
» Té y notas [libre]
» Perdida... [Libre]
» {Libre} Gimme More ...
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Jue Ene 29, 2015 12:29 am por Lirio azul
» Casting para Claudia
Jue Ene 29, 2015 12:29 am por Lirio azul
» Théâtre des Vampires
Miér Ago 27, 2014 6:07 pm por Tristán Evans
» Luccia Venturi
Miér Jul 30, 2014 6:29 pm por Tristán Evans
» Buenas tardes
Miér Nov 27, 2013 1:51 am por Luccia Venturi
» Los antiguos
Miér Jun 12, 2013 11:54 pm por erick roal
» Dudas
Vie Mayo 31, 2013 10:13 am por Armand
» Lydia Deetz
Mar Mayo 28, 2013 1:48 am por Capt. leon
» Juego de la Verdad.
Jue Abr 11, 2013 5:37 pm por Sayra Luk Richter