Por los callejones [libre]

Camino por callejones y callejuelas poco recomendables. Vengo del trabajo, y no me conviene que me vean, además, es el camino más corto hacia mi casa.
Como siempre, visto ropas masculinas, de color negro, más cómodas que los vestidos, pero a causa del frío me he puesto una capa con capucha, también negra, con la que oculto mi rostro. Los colores oscuros me permiten pasar desapercibida en la oscuridad de la noche.
No hago ningún ruido al caminar, por lo que pudo oir perfectamente los cantos y risas de los borrachos en los bares junto a los que paso y las ruedas de los carruajes haciendo ruido contra el empedrado de las calles anchas que evito. Sin embargo, no hay transeúntes. Es un barrio demasiado malo como para andar sólo por aquí. Aunque siempre hay gente a la que eso no le importa. Como yo.
Y como la persona cuyos pasos acabo de empezar a oir.
Continúo caminando, alerta y en tensión, ya que viene hacia mí. Deslizo un poco el cuchillo que llevo en la manga derecha, de forma que asoma la punta y podría sacarlo más rápidamente.

Veo cómo una mujer se acerca a mí tras doblar la esquina. Se detiene a unos tres metros, con las manos en los bolsillos. La miro de arriba abajo, valorándola. No lleva vestidos ni faldas, sino pantalones, como yo, y parece acostumbrada a luchar. Podría vencerla, pero no sería excesivamente fácil.
"Sigo con la costumbre de valorar a mis posibles adversarios como si yo fuera humana... Al fin y al cabo, lucho como si lo fuera, pocas veces llego a emplear mi fuerza, y menos a transformarme"
Sin embargo, un escalofrío recorre mi espalda. Lleva algo de plata encima. Yo también, pero me he acostumbrado a que esa daga envuelta en un pañuelo esté siempre en mi bota. Al fin y al cabo, siempre puedo tener que enfrentarme a un licántropo, y mi especialidad es luchar sin transformarme.
-Buenas noches- saluda.
- Buenas...- respondo. No me apetece hablar, pero largarme sin más suele causar preguntas y una charla más larga, así que si ella decide que quiere hablar, lo mejor será responder... Y llevar la conversación a una despedida.
Vuelvo a esconder la punta de mi puñal, aunque sigo preparada para sacarlo enseguida. ¿Cómo voy a fiarme de una mujer que lleva plata encima y que viste como un hombre? Yo llevo plata y visto así, y no me fiaría de mí misma. Al fin y al cabo, la utilidad de estas ropas es su comodidad... Y que me permiten moverme mejor en las peleas.

(Off: claro, es "LightSkyBlue")

Tuerce la sonrisa, mirándome de arriba abajo, como antes he hecho yo con ella. Permanezco indiferente, preguntándome si está valorándome o simplemente hay algo que le llama la atención.
-¿Qué hacéis tan sola por estas calles? Podría ser peligroso- sigo su mirada hasta mi mano... La mano en la que es ligeramente visible la daga. Vaya, es observadora- A no ser que llevéis un arma encima y sepáis usarla- me mira a los ojos.
Saca las manos de los bolsillos, mete una de ellas en la gabardina y saca una daga, haciendo que de una vuelta en el aire. Sí, sabe manejar el arma, pero florituras inútiles hacen perder el tiempo. Aunque claro, ahora no estamos en una pelea. Me fijo en que la empuña correctamente, y mentalmente asiento. Efectivamente, sabe manejarla. Termino de sacar la mía, no me gusta estar delante de alguien armado sin armas en la mano.
-Como yo. Las calles pueden ser muy peligrosas a estas horas de la noche, y más para nosotras. Y si salimos, quiere decir que sabemos lo que hacemos ¿verdad?- dice mirándome con interés.
- Tal vez nosotras seamos parte de los peligros de la calle, ambas llevamos armas encima... Y sabemos manejarlas. Así que sí, en nuestro caso parece que sabemos lo que hacemos. Y lo que hago "tan sola por estas calles" no es de tu incumbencia.

-Qué modales querida, incluso yo se que no se debe hablar así a un desconocido. Deberías dar clases de señoritas refinadas, te vendrían bien- dice con media sonrisa.- Y créeme, sí es de mi incumbencia, yo moro las calles para que todo esté en orden, trabajo para la policía de la ciudad querida, deberías mostrarme más respeto. No voy a llevarte a comisaría si es lo que crees porque me gusta tu forma de ser, si no... ya estarías siendo arrastrada.
La miro de arriba abajo. No es policía. Pero puede que trabaje para ellos, nunca se sabe... Tal vez Scotland Yard la haya contratado.
- ¿Ah, sí? En ese caso, me gustaría ver tu placa o identificación. No eres policía, pero según tú trabajas para ellos, así que tienes que llevar algún documento encima que lo demuestre, dándote poder para detener a la gente. Y sigue sin ser de tu incumbencia lo que haga mientras no sean actividades criminales, ser fría con los desconocidos no es un motivo de arresto, y no responder a tus preguntas tampoco. Si fueras policía lo sabrías, igual que no decidirías a quién arrestar o no por su forma de ser. Y sólo le muestro respeto a aquellos que se lo ganan.

Comienza a reírse.
-No, no soy policía. ¿Y? Libertad de expresión mujer! Aunque podrían matarme por ello. Sí, bueno, mientras me protejan a mi eso no me influye. No, no llevo ningún documento que demuestre que trabajo para la policía, pero ea! Espera... Sí tengo un documento que demuestra que trabajo para la Iglesia, y por tanto, también puedo hacerlo para la policía si me entra en gana.- Me enseña el documento, me acerco y compruebo que es auténtico. Retrocedo dos pasos- Y por tanto, si me debes algo de respeto- su rostro pasa a ser serio.
- ¿Libertad de expresión? Es ilegal hacerse pasar por una autoridad de la ley sin serlo. Aunque veo que sí trabajas para la iglesia... Y está bien, os trataré con respeto... Pero eso no incluye ni simpatía ni daros explicaciones innecesarias- respondo.
"Y si las cosas se ponen difíciles, no puedo matarla aquí, o estaré trazando una linéa en dirección a mi casa desde el ligar de mi último trabajo... Y la policía es capaz de notarlo"

-No pido tu simpatía, tampoco me interesa- dice encogiéndose de hombros. Me mira como si estuviera analizándome.- ¿De dónde vienes y qué haces por aquí? Tú ya sabes
que la Iglesia me envía pero yo de ti no se nada- arquea una ceja.
Valoro
la posibilidad de no responder. No, prefiero ahorrarme la pelea, no me
conviene un segundo asesinato. Pero, obviamente, tendré que evitar darle
los detalles sin mentir. Miento bien, pero ¿quién sabe? Hay gente que
detecta las mentiras de cualquier persona.
- Estoy volviendo a mi casa, si usara sólo calles transitadas y con menos
peligro que éstas tardaría demasiado, y los atracadores no son algo que
me preocupe. Y, respecto a vuestra otra pregunta- digo, tratándola de vos. Si quiere respeto, adelante...- vengo de trabajar, hay que ganarse la vida. Y como yo he respondido a más preguntas que vos, para estar en igualdad de condiciones... ¿Qué hace una mujer que trabaja para la iglesia, armada y vestida con ropas masculinas, paseando por callejones como éstos?
Curioso. Omitiendo que trabajaba para la iglesia, esa descripción cuadraba con la mía. Pero yo ya había explicado qué hacía aquí, ahora le tocaba a ella.
"Armada, lleva algo de plata encima, viste con ropa masculina, parece acostumbrada a pelear... Demasiado parecida a mí como para fiarme de ella."

(Off: si lo piensas, tienen bastantes cosas en común XD Hasta sus trabajos se parecen, ambas matan, la diferencia es el porqué...)

-Puede que te haya pedido respeto, pero por favor, trátame de tú. No soporto tanta formalidad.- mejor, hablar así me saca de quicio.
- Está bien.
-La Iglesia necesita gente capacitada para cualquier trabajo que se le mande. Por eso voy así vestida y armada. Los trabajos que me imputan son... como decirlo...
especiales- responde a mi pregunta mirándome sin expresión- Y por estos callejones suelo encontrar trabajo.
-¿Dónde trabajas para venir tan tarde?
- Depende de dónde me manden trabajar. Al igual que tú, trabajo para alguien, pero no para una entidad, sino para aquel que pueda pagarme- digo. Estoy dando demasiada información, pero tal vez sea la única forma de evitar más preguntas. La miro a los ojos, una mirada fría, como casi todas las mías- Ahora que sabemos más o menos lo mismo la una de la otra... ¿Por qué no evitamos las preguntas? Parecéis algo reacia a dar detalles sobre tus trabajos, así que creo que tampoco te molestaría no tener que dar explicaciones- digo, sin apartar la mirada.

Sonríe amistosamente, pero no me cuesta notar que no es amistad lo que oculta su sonrisa. Bah, me da exactamente igual... Ella también parece tener cosas que ocultar.
-Me parece bien, evitemos las preguntas- dice con un asentimiento.
Guarda su daga en la gabardina de nuevo, y deslizo la mía por mi manga, devolviéndola a su posició original. No tardaría ni un segundo en sacarla si fuera necesario.
-¿Te apetece pasear? Ups... nada de preguntas, cierto- se acerca a mí y me coge del brazo. Automáticamente todos mis músculos se tensan aún más, mientras la miro desconfiada. No estoy acostumbrada que me toquen, y menos gente armada de la que no me fío- Paseemos- dice con una risa tirando de mi- Que frío hace. ¿Qué? Si no puedo preguntar ¿qué más puedo hacer?
- Te considero lo suficientemente inteligente como para entender qué tipo de preguntas nos molestan a las dos. La próxima vez, antes de cogerme así, avisa- "casi te llevas una puñalada"- Y tienes razón, hace frío, pero ha habido inviernos peores. Éste es cálido comparado con el que hubo hace... 18 años.
Que incómodo es caminar así... Aunque supongo que es porque es una desconocida, no confío en ella y no estoy acostumbrada. Y tal vez tenga algo que ver la sensación de tener plata cerca de mi piel, además de la que me he acostumbrado a llevar.

-¿Hace 18 años? Yo hace 18 años era una cría, no me acuerdo de nada, bueno, de lo mínimo quizás, y yo no te veo mayor que yo. Debes de tener una memoria muy desarrollada- dice sorprendida- ¿En dónde fue frío el invierno hace 18 años? Por cierto, me llamo Katrina, ¿tú te llamas...?
- Maister... Maister Stealthson- doy el nombre que utilizo para los "negocios". Si descubre quién soy, mejor que no sepa mi nombre auténtico- Y ese invierno fue frío aquí, en Londres. También era una cría, solo tenía cuatro años. Y no es cuestión de tener la memoria desarrollada, sino de tener algo que recordar. Estuve a punto de morir de frío, pero tuve más suerte que la mayor parte de la gente que conocía, para ellos no fue un "casi".
No me gusta hablar de mi pasado, pero siempre es mejor eso a confirmar sospechas, ya que por su expresión le ha parecido muy extraño que lo recuerde.

(Off: No pasa nada, a mí me ocurre a veces XD)
Asiento ante sus palabras.
- Sí, es la fórmula que se utiliza para evitar momentos incómodos cuando no se comprende en absoluto. Y como bien dices, no me interesa, pero es curioso oirlo... Así que las dos estuvimos a punto de morir a causa del frío cuando teníamos cuatro años... Aunque en condiciones muy diferentes.

Imágenes de aquel invierno pasan por mi cabeza. Recuerdo perfectamente que tenía que ver el mundo a través de los copos de nieve que nunca parecían abandonar mis pestañas. Carámbanos de hielo cubrían todos los aleros de los techos, hasta el cielo parecía lleno de escarcha. Nuestro "refugio", aquella mansión abandonada, estaba lleno de nieve, cada noche teníamos que apartarla de la esquina en la que dormíamos. No había madera seca con la que encender un fuego, el frío me helaba los dedos y me costaba moverme. Luego empezaron las toses.
Recuerdo que estuve semanas sin poder levantarme, ya me daban por muerta. Recuerdo a Tom, echándome la bronca por rendirme... Aunque tal vez se la estaba echando a sí mismo, por no haber podido prevenir aqueñ invierno. Sus palabras llenas de rabia, su forma de decir que no podía rendirme y morir... Le hice caso. Conseguí vencer a la muerte.
Y, sin embargo, fue él quien murió. Al final del invierno su cadáver estaba a mis pies, y a los de su hermana. Igual que el pequeño Joska, la callada Anne o la alegre Yeguet... Igual que todo el mundo. Blanca murió dos años después, aunque siempre pensé que era ese invierno el que la había matado. Que yo sepa, sólo Viktor sigue vivo.
Sí, condiciones muy diferentes. La muerte rozó a Katrina con sus dedos. A mí me agarró el brazo, para después llevarse las almas de la mayoría de la gente a la que conocía. Y, posiblemente, yo seguía viva gracias a todo aquello. Me había enseñado a sobrevivir e ignorar la muerte. Puedo, incluso, pensar en todo aquello sin sentir nada.

"Sheila, ese invierno se ha quedado en tus ojos, sigue estando ahí" recuerdo las palabras de Viktor, cuando me lo encontré hace unos días.
"Vale, mi primera impresión ha sido erronea. Conservas el invierno... En tu alma"
Viktor siempre tuvo tendencia a hablar "raro", como decía yo cuando era pequeña.

- Como has dicho antes, es algo que nunca se olvida... Y tampoco se olvida lo que enseña. No creo que hayas vuelto a cometer el error que te llevó a quedar atrapada en esa trampa, ¿verdad?

-He cometido muchos errores en mi vida, en especial uno parecido a ese... -"El ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra" pensé. ¿Y qué pasa conmigo? Pienso como los humanos, para mí es como si siguiera siéndolo... Además, dejé de repetir mis errores antes de ser mordida- por supuesto, muchísimas veces. Y nunca aprenderé de ellos, lo sé, no tengo remedio. Aunque he sido más cuidadosa desde que un amigo murió por mi culpa- ¿Qué esperaba contándome esto? ¿Un "lo siento mucho"? ¿Un "lo comprendo"? Yo había matado a una "amiga", aunque no llegaba a quererla, no era amistad exactamente. Pero me llevaba bien con ella, y tenía una conversación interesante... Sin embargo, era la única forma de seguir viviendo. Mi supervivencia o la suya. Siempre he elegido la mía, y no me arrepiento de ello. Ella se arrepiente, porque no lo eligió... Simplemente, fue culpa suya. Así que no, esta vez no lo comprendo. Y tampoco pienso contarle lo de Marie. "Así que sus errores también matan... Definitivamente, no es una persona corriente" - Mi vida está llena de errores cometidos por mi estupidez, yo sola me los busqué, así que me merezco las consecuencias, supongo... ¿Tú sueles cometer errores importantes?...- dice mirándome con interés.
- Cometo errores... Pero en mi experiencia, repetir errores es la mejor forma de acabar muerto, así que no acostumbro a "tropezar dos veces con la misma piedra", como dicen, aunque hay veces que es inevitable. Y respecto a lo de errores "importantes"... Supongo que la importancia de un error depende de qué valore cada persona. He cometido errores más o menos graves, pero ninguno ha producido consecuencias importantes, al menos en los últimos años. Supongo que gracias a que acepto cuando me equivoco, y rápidamente trato de solucionarlo.
De pronto caigo en la cuenta. ¿Hace siete años se considera "en los últimos años"? Bueno, de todas formas, tampoco es un error del que vaya a hablar. "Sí, cometí un error importante, iba a cobrar a un cliente que se había negado a pagar, y no me aseguré de todos los detalles, no tuve en cuenta que no estaría solo. Ahora soy una licántropa"
Sí, vamos, no tengo otra cosa que contar Aunque tal vez sea más prudente comentarlo.
- En realidad, sí cometí un error importante. Pero hace siete años, no es demasiado reciente.

-Haces bien, yo, muy rara vez, trato de solucionarlo. Cuando me equivoco, me equivoco, y ya no hay vuelta atrás. Los errores que cometo son... para un mundo no muy normal- dice... No, no hay vuelta atrás, pero las consecuencias se pueden paliar. Ignorar el problema y no hacer nada es estúpido, en mi opinión- Me meto en problemas no muy típicos, simplemente, me gusta el escándalo.
La forma en que se ha correjido... Así que "un mundo no muy normal"... Curioso.
Y no tiene pinta de ir buscando el escándalo. Además, a la Iglesia no le gustaría contratar gente así... O eso creo.
Oculta algo. Es natural, todo el mundo lo hace. Pero hay quien oculta cosas interesantes.
-Que jovenzuela... ¿qué error cometiste para ser tan importante?
- Uno cuyas consecuencias aún perduran, igual que aquel que llevó a la muerte a un amigo tuyo. No has dado muchos detalles... Supongo que no te gusta recordarlo, y no es de mi incumbencia saber qué error cometiste. El error que cometí fue olvidar que cierta clase de hombres nunca van solos- pienso un segundo en lo que dijo antes de su pregunta- Así que problemas relacionados con el escándalo ocasionan la muerte a amigos. Efectivamente, eso debe ser un mundo no muy normal- digo, con sarcasmo.
Cuantas mentiras podrían cruzarse en una conversación como ésta, ahora que ha vuelto a hacer preguntas... Pero se detectan tan fácilmente que es mejor limitarse a ocultar detalles o callarse las respuestas.

Off: Siento mucho la tardanza, muchos exámenes y poco tiempo :S

(Off: ¡Dios mío! Leí tu mensaje y por algún motivo no pude contestar, después se me olvidó completamente... No pasa nada por la tardanza, y siento haber tardado yo también XD)
-Sí, no muy normal- me mira de reojo...- Mi mundo no es muy normal y nunca llegará a serlo.- parece hablar consigo misma... ¿No muy normal? Trabaja para la iglesia, va armada... No, no es muy normal. Y el hecho de que lleve plata encima... ¿Su "mundo" puede tener algo que ver con el que supuestamente es el mío? Nunca he considerado mi mundo a la licantropía. Un mordisco no debería cambiar la forma en la que veo mi vida. Pero, volviendo a lo que importa... ¿Es posible que Katrina tenga algo que ver con inmortales?- Pero de ese error aprendí,aprendí muchísimas cosas... aunque no juro que no vuelva a suceder, nunca se sabe lo que deparará el destino...
-El destino es la escusa de los débiles para no asumir sus propios actos- respondo. Destino. Esa palabra siempre consigue sacarme de quicio- Pero sí, nunca se sabe lo que puede pasar. Y de todos los errores se aprende, al menos, de todos los errores aprende la gente capaz de asumirlos- la miro a los ojos un momento. Oculta tantas cosas que no me extrañaría que supiera de los seres sobrenaturales. De pronto freno en seco- Estas calles están llenas de criminales. Hay un hombre tras esa esquina... Supongo que intenta ser silencioso.
Los suburbios de Londres... La revolución industrial ha obligado a tanta gente a vivir en condiciones infrahumanas que, para huir de esa vida, se gastan en alcohol el poco dinero que ganan, lo que significa más borrachos. Otros, prefieren buscar otro medio de conseguir dinero. Más criminales. Me incluyo en el segundo grupo.
La fórmula perfecta para que aumenten los casos de robos, asesinatos, atracos y demás crímenes por estos barrios.