Charlotte E.

No posee poderes sobrenaturales, solo se vale de sus habilidades físicas (resultado de varios entrenamientos que realizo para incrementar su fuerza física) y de todos los conocimientos acerca de los distintos seres sobrenaturales (pero especializándose en vampiros).

Es una joven no muy alta y delgada, parece algo débil pero claramente no todo es lo que parece. Tiene el cabello de color castaño claro. Sus ojos son de color miel igual que lo eran los de su madre.

Desde que perdió a su familia, se volvió más introvertida y en una persona más fría; trata de no dejarse llevar por sus sentimientos, los oculta todo lo que puede y siempre racionaliza todo (lo más que se puede debido al mundo en el que vive). Piensa dos veces cada acción que va a realizar porque no le gusta cometer errores. La persona que llegue a ganarse su cariño (aunque ella no este dispuesta a hacerlo) se ganara una persona muy confiable y leal.

Creció dentro de una familia de clase media. Su padre era abogado y siempre le proporcionaba todo lo que su madre, su hermano menor y ella necesitaban. Todo cambio una madrugada, estando a punto de amanecer, cuando en su casa irrumpieron un par de vampiros jóvenes. Su padre pensando que se trataba de algún tipo de ladrones, los enfrento pero rápidamente termino contra la pared y cayendo inconsciente. Al principio todo parecía muy irreal, era algo ilógico que un par de personas tuvieran semejante fuerza y fueran a la vez tan pálidos que parecieran enfermos. Su madre la encerró en su habitación junto a su hermanito mientras ella iba a ver como estaba su padre e intentaba hacer algo (aunque no pudiera lograr mucho). Char escuchó desde la habitación los gritos de su madre y luego el cese de estos. No aguantaba más de la preocupación pero se quedó tranquilizando a su hermanito, que estaba llorando desconsoladamente porque sabía que a sus padres algo le había pasado. De pronto, se escucharon pasos acercándose a la puerta y como con un ruido seco la puerta se abrió sin problemas. Ella no sabía que hacer, esto era algo que nunca hubiese imaginado que pudiera pasar; aparte no tenía idea de quienes eran esas personas ni que eran ni lo que querían. Uno de los "desconocidos" le arrebató a su hermano de los brazos y el otro intento agarrarla a ella. La desesperación la invadió cuando vio con horror como el hombre aquel terminaba con la vida de su pequeño hermano, intento escapar pero el vampiro que tenía que encargarse de ella la tiro contra el ventanal de su habitación. Mientras yacía en el piso, todos los sucesos de los últimos minutos llenaron su mente y se incorporó con dificultad, sujetándose de la cortina para poder levantarse. Sintió un dolor punzante en uno de sus costados, provocando que tirara demasiado de la cortina y esta cediera, develando así el sol que se alzaba en su ventana. Observo con sorpresa lo que la luz del sol le hacía a los hombres esos. Una vez que pudo mantenerse en pie, paso por al lado de los dos montículos de cenizas mirándolos con mucho más que sorpresa. Fue hasta el cuerpo de su hermano, constatando de que no respiraba; derramando lágrimas fue hasta la sala de estar donde había visto por última vez a su padre... ahí estaba él sin vida al igual que su hermano, y su madre también, pero ella se encontraba con vida pero muy mal herida.
Luego de que pasará un mes de ese hecho que marcó drásticamente su vida, su pobre madre murió de tristeza. Esa había sido lo que la decidió a partir de ese día, a convertirse en una cazadora de estos seres para que ninguna persona pasé por eso que pasó ella.