Kaya; misteriosa y poeta cortesana.

{.Kaya Scodelario.}

-Nombre: Kaya; Kaya Scodelario. Para otros, Nym.

- Edad: Diecinueve primaveras.

- Especie: Humana.

- Clase Social: Baja.

- Avatar: Kaya Scodelario (no comments.)

- Lugar de Origen:
Venecia "Cien profundas soledades forman juntas la ciudad de Venecia -ésa es su magia."

- Poderes:
Como humana, Kaya no posee poderes, más sino habilidades. Estas son el manejo de las palabras. Las deja fluír, las guarda, las aprecia -aunque solo en ocasiones especiales-, y el silencio. Su mirada penetra, y con su respiración silenciosa puede manipular a cualquier hombre llevado por su aroma.

Misteriosa, silenciosa, seria. Kaya llama más la atención por sus curvas y no por su voz o su ausente extraversión. No admira a las personas, porque siente que la vida es angustiante y corta como para pasársela intentando imitar a los demás, aunque, a la vez muy curiosa. Le gusta filosofar. Le atrae el arte. Nunca puede saberse qué es en lo que está pensando. Sus ojos, gigantes y azules, solo demuestran sus sentimientos más profundos a quien lo merezca. Habla muy poco, solo lo necesario. No sueña, 'los sueños nublan la realidad.' Es, en general, solitaria. Si discute, siempre gana, pero no por su temperamento histérico -que no existe-, sino más bien por su uso de lógica y tranquilidad. Es inteligente y también zorra; con orgullo.

Kaya nació en el seno de una no familia. Su madre la abandonó en las calles de Venecia pocos días después de nacer. Se cuenta que una bruja la crió, por lo que ese mundo no le es desconocido. Vivió muchas aventuras de pequeña, sabe muchas cosas. Algunas le han espantado, otras divertido, y otras enseñado mucho acerca de la vida. A los diez años, un hombre que se hizo llamar su padre, quien llevaba un gran parecido con ella, fue a buscarla a la casa de Carlisle -la bruja-. Juntos se fueron al oeste del continente; Londres. Allí, Kaya vivió siempre en barrios pobres y de gran oscuridad. Su padre, poeta nato, recitaba versos en las esquinas de los cafés, y ella pasaba el sombrero o vivía en libertad, observando las palomas. Su padre fue un gran hombre, la inspiró en el arte y de él heredó sus dotes literarios. No tenían dinero suficiente para pagar alquileres, por lo que generalmente vivían en casa de amigos de su padre o en bares donde les dejaban pasar la noche. Conoció muchos lugares gracias a su progenitor, quien la instruía en la vida con gran moral y ética. Éste murió cuando Kaya estaba a punto de cumplir dieciséis años; fue durante un tiroteo en un barrio paupérrimo. Kaya logró escapar junto a un libro de poesías y nada más. A partir de aquel día pasa sus noches en burdeles, puesto que no conseguía trabajo en ningún otro lugar. Gracias a su delicada belleza, obtuvo muchos clientes, y juntó una pequeña cantidad de dinero, que poco después y gracias a sucesos inesperados, gastó en bebidas de origenes raros, a las cuales se hizo poco a poco dependiente. Al experimentar la soledad durante tanto tiempo, ya casi no habla, más solo lo necesario. Cuando no tiene más nada que hacer, simplemente relee los poemas de su padre, filosofa sobre su vida, sobre quién es y a dónde va. Piensa en su primer gran amor la mayor parte del tiempo; Alphonso, quien conoció a los catorce años y quien la abandonó tiempo después de la muerte de su padre. Él era un gran músico y había compuesto varias canciones para ella, pero al caer Kaya en los burdeles, él decidió dejarle. Es aún el día de hoy donde busca reencontrarse con él, pero le teme, teme que vuelva a abandonarla.