Buscando huesos [Libre]

-¡Oh, mierda!- Digo levantándome del hueco de la tumba en el que me acabo de caer. Solo encuentro simples huesos que no me interesan para nada.
Pero... ¿Qué hago aquí? Facil, se me ha acabado la "munición" los huesos humanos son importantes para muchas pociones.
Pero no me sirve con huesos normales, me gustan los huesos especiales, los que han tenido problemas cuando el humano al que pertenecían vivía. Pero hoy... intento superarme, estoy buscando huesos con osteoporosis. Son muy interesantes y estoy casi segura de que pueden hacer avanzar mi investigación.
Me sacudo mi vestido negro y me doy cuenta de que está un poco rasgado.
Murmuro palabras ininteligibles en húngaro, una maldición que no hace nada pero que está muy bien para desfogarse y para asustar un poco.
Me coloco el pelo y salgo de la tumba, tapo el hueco y sigo caminando. Esto se supone que está castigado por Dios (y la ley) pero... ¿a quien le importa?

- ¡AHAHAHA! - Grité, despues de encontrar los huesos que buscaba y meterlos en mi bolsa, reí para mi misma entre dientes, con un tono de satisfacción personal.
Me retiré el pelo de la cara, el cual estaba bastante sucio despues de revolcarme, embadurnarme y por ultimo bañarme en barro. Pero así era el trabajo de campo, aunque no fuera mi favorito.
Consulté mi lista mental de "cosas a hacer" y me encontré con que solo quedaba "pagar al cobrador de impuestos".
-Pfff... - Me dije a mi misma, con un gesto de desesperación, pero...-Después de estar ejerciendo la brujería prácticamente toda la vida y someterme a todo tipo de brebajes extraños mi oido y mis sentidos se han agudizado, querida, el Diablo sabe más por viejo que por Diablo, pero yo no soy vieja ni el Diablo, así que se puede decir que una bruja sabe más que un humano normal, podeis salir de donde quiera que esteis, yo estaré encantada de charlar con vos si eso es lo que deseais.

[Off: aclaro dudas, sí, Daphne dice cosas que no tienen sentido muchas veces xD]

La muchacha era de buenos dineros, como parecía ser, y además esa blancura y esa belleza no parecían humanas...
En cuanto mencionó que sabía más por bruja que por vieja o por Diablo, y despues de que ella me saludara, hice una reverencia exagerada, imitando a esos pomposos nobles.
- Opino igual que vos, la noche no es amiga de todos, lástima que sea compañera y amante mía... debí ser convertida en vampira, parece ser... una vampira como vos, ¿acerté vuestra condición?- Sonreí con un tono divertido- Perdonadme si me equivoco, no soy una experta en inmortales ni mucho menos. Asímismo, si lo fuerais y no tuviera el honor de saberlo, lo entiendo perfectamente

Reí entre dientes y tapándome la boca para disimular.
-Creedme, si os tuviera temor ya estaríais maldita para toda vuetra eterna vida, querida- Murmuré unas palabras en húngaro, y de pronto la suciedad en mi vestido y cuerpo cayó, dejándome limpia al instante. Despues sonreí con un tono autosuficiente- Como podeis ver es una gran ventaja ser bruja, sobre todo con los problemas tales como dolores menstruales, babosos insoportables... permitidme ponerloa en la misma categoría, ya que prácticamente son igual de molestos. Puedo incluso contaros que me han pedido más de una vez cura para las hemorroides.
Hice una pausa, dándome cuenta de que empiezo a andarme por las ramas y a hablar como alguien de clase baja.... oh, soy de clase baja.
-Disculpad tanto mi forma de hablar como los temas que trato, supongo que me desvío fácilmente del tema, aunque no hayamos tratado ningun tema concreto.

Tras mi comentario ella solo rió entre dientes. -Creedme, si os tuviera temor ya estaríais maldita para toda vuetra eterna vida, querida- dijo ella y me dio que pensar, de repente murmuró unas palabras en un desconocido idioma para mi y la suciedad cayó al suelo como si resbalara de ella, realmente sorprendente pensé.

Mientras ella hablaba yo la examinaba de arriba a abajo, era una mujer alta, de largos cabellos oscuros y ojos azules, realmente guapa. Sus comentarios me hacían sonreír bastante así que puse atención en ella
hasta que paro de hablar y pensó por unos instantes, yo abrí la boca para contestarle pero de nuevo dijo --Disculpad tanto mi forma de hablar como los temas que trato, supongo que me desvío fácilmente del tema, aunque no hayamos tratado ningun tema concreto- yo solo sonreí una vez más y dije:
-No tenéis de qué disculparos bella signorina, supongo que nuestra conversación es típica en los cementerios- volví a sonreír mientras miraba a mi alrededor - y no os preocupéis que no pretendo haceros daño, maldita en mi eternidad estoy y no es que pretenda estarlo dos veces.

Solté una carcajada, que no parecía propia de alguien de clase baja como yo.
-Lo siento, pero es que me ha resultado tan graciosa vuestra frase: "y no os preocupeis que no pretendo hacerlos daño". De lo que no debeis preocuparos es de que me preocupe, porque os aseguro que eso no pasaría ni aunque quisiera.
Y ruego que no penseis que me río de vos, por favor, ni me tomeis por ruda, por mucho que lo sea.
Hice otra reverencia exagerada de las mías, agité un poco la bolsa, de la cual salió el sonido de los huesos chocando.
-Me gustaría charlar con voz más a fondo sobre vuestra condicón de vampira, si no es molestia.

La muchacha volvió a reír descaradamente, y a mi se me escapó un pequeño resoplido de entre dientes, realmente me agradaba aquella mujer, las cosas que decía y el lugar donde nos encontrábamos hacían que tuviera respeto y gracia de aquella signorina.

Volvió a disculparse por la carcajada que había soltado y realizó de nuevo una reverencia exagerada, hizo que se me escapase otra risilla por lo bajo, la reverencia había hecho que el saco de huesos se agitase y provocara el sonido de los mismos al chocar, eso le quitaba la credibilidad de su burlesca reverencia.

-Me gustaría charlar con voz más a fondo sobre vuestra condicón de vampira, si no es molestia.- dijo esta vez clavando su mirada en la mía.
-No me importaría responder a vuestras dudas, pero como ya os habréis dado cuenta, no soy de aquí y no puedo invitaros a una taza de té caliente en mi morada, por que aun no he encontrado donde asentarme, es por ello que estoy aquí.- dije sonriendo a la muchacha, y era verdad, estaba en busca de un lugar tranquilo donde pasar el día y qué mejor que un cementerio para un muerto, o más bien no-muerto.

Pensé un rato.
-Os invitaría a algo, pero como podeis ver el dinero es mi enemigo eterno y parece que huye de mi constantemente, ya que una vez que tengo, aunque sea dos monedas, se me escapa de entre los dedos y van a parar a numerosas tiendas esotéricas prohibidas por Dios. Parecen que tienen vida propia, os lo aseguro. Asímismo si desearais podríais quedaros cuanto gusteis en mi muy humilde casa, pero siendo vos una dama de gran porte dudo que querais dormir en una cama de paja.
Entonces, me desabroché el lazo negro que llevaba en mi muñeca y me lo puse en el pelo, haciéndome una coleta.

Reí, otra vez.
-He convivido con las más peligrosas criaturas, he experimentado la muerte de mi madre prácticamente en manos de mi padre, he visto como quemaban a mis únicos amigos y por mis venas corre la más asquerosa sangre que os podais imaginar, ya que despues de tantos brebajes y venenos preparados, los materiales se adhieren a la piel y pasan a mi sistema circulatorio. No creo que vuestro instinto la siga. Asímismo soy de sueño muy ligero, no debeis preocuparos, si oyera el mínimo ruido sabiendo que estais vos me despertaría.

Observé la gracia en sus ojos, aquella mujer me hacía sentir bien y sería divertido pasar más tiempo con ella, su charla era divertida y tal vez podía aprender de ella el significado de lo paranormal, reí para mi misma al pensar eso, ¿acaso no me llegaba ya con el echo de ser vampiro?.
-Siendo así, acepto vuestra invitación- dije amablemente haciendo un ademan con la mano señalando a su persona.- -pero dejarme ir a por mis cosas, será un segundo.- y en un abrir y cerrar de ojos estuve frente suya de nuevo ya con mi maleta en mano y mi capa amarrada a mi.
-Cuando queráis mi noble señora, estoy a su completo servicio.- una pequeña sonrisa se dibujó en mi cara, una sonrisa casi malévola, me sorprendí a mi misma al hacerlo y rápidamente me tape la boca con una mano, no pretendía hacerlo pero salió de mi sin más.

Me asombró, por enésima vez, la rapidez inhumana de los vampiros, sonreí volviéndome, indicándole que me siguiera. Sin que ella me viera, ya que estaba de espaldas a la vampira, esbocé una sonrisa que casi parecía maquiavélica. Una vampira en mi casa.... perfecto...
Parecía que mi gran sueño tenía un 1% de posibilidades de cumplirse, tenía una invitada vampira y mi hermana conocía a una licántropa.
Sí, mi gran sueño.... clavé mis ojos a un lado de mi camino, pensando y meditando que debería hacer.

OFF: CERRADO