Valadilène María Salazar.
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Valadilène María Salazar.
- Nombre: Valadilène María Salazar.
- Edad:25 años.
- Especie: Humana (Talamasca).
- Clase Social: Clase media.
- Avatar: Danna García.
- Lugar de Origen: Sevilla, Andalucía, España.
- Poderes: -
- Descripción Física: Valadilène es una mujer femenina. Decora su cuerpo con ajustados corsés que marcan sus curvas pero que no dejan ver más de lo que se debe. Su piel es pálida cual blanco inmaculado, sus labios siempre están pintados de rojo y su pelo largo y ondulado presenta un tono carbón tan profundo como el de sus ojos, dos pozos sin fondo que a menudo resultan demasiado grandes en comparación a su rostro en conjunto. Es de estatura alta para ser una mujer midiendo 1'70, lo cual a menudo se ve eclipsado por los altos tacones o botas que calza Valadilène y que la hacen parecer más alta si cabe.
Su rostro a veces puede parecer demacrado. Ya no debido a su palidez, si no a la fatal salud de Valadilène. Padece tuberculosis, por lo cual frecuentemente ha de soportar ataques que la dejan al borde de la inconsciencia y, lo que es peor, de la muerte.
- Descripción Psicológica: Inteligente, calculadora y mordaz, Valadilène es una persona muy distante y perspicaz. Su sentido de la lealtad está tan arraigado en su sangre que, si cometes un acto malvado contra alguien que le importe, te perseguirá sin descanso hasta verte muerto en sus pies. Es una gran compañera pero la peor enemiga, y su mente frecuentemente es una vorágine de pensamientos y reflexiones que nunca llegan a ningún lado. Ganarte su confianza es algo prácticamente imposible, su desconfianza no conoce límites. Muy seria y calmada, nunca se enfada a no ser que hagas mella en su sentido de la justicia y la moralidad, teniendo unos ideales éticos fuertemente implantados en su mente.
Herir su orgullo es lo peor que se puede hacer, y prácticamente la única manera de que Valadilène se vuelva irascible y violenta.
- Orientación sexual: Heterosexual, es más, considera enfermo a todo aquel que sea homo o bisexual.
- Historia: La historia de Valadilène comienza en la Sevilla del siglo XIX, más concretamente en el año 1775. Una gran ciudad cuyo comercio era conocido por todo el mundo y las relaciones internacionales comenzaban a florecer a raíz de los avances tecnológicos y la cada vez más implantada ética liberal. Su madre fue una conocida mercader de ésta ciudad. María Salazar se llamaba, y poseía una pequeña botica en el centro de la ciudad. Valadilène creció sin problemas, pues los ahorros de María fueron destinados hacia su formación y educación, y así nuestra protagonista se ganó una infancia fuera de todo problema. Pero, por aquel entonces, los rumores de la existencia de seres sobrenaturales como vampiros, hijos del demonio, o licántropos, hombres marcados con la maldición de la luna, comenzaban a hacerse más fuertes y patentes en todo el mundo, y no pasaron desapercibidos para María, cuya superstición era bien conocida y no dudó ni un momento en creer que fueran reales, pese a que nunca había tenido trato con ninguno de ellos... Que ella supiera, claro.
Cuando Valadilène cumplía diecisiete años en 1784, llegó a la ciudad un hombre misterioso, bastante bien parecido y con notables bienes, como sus ropajes caros y elegantes daban a entender. Se llama Darian Blanchard, y era un aristócrata francés. Fue que Darian conoció entonces a María, y cayeron irremediablemente enamorados. Valadilène se mostró recelosa en un principio, mas luego le aceptó y se alegró de que por fin su madre encontrase a su amor verdadero. Pero las apariencias engañan, ¿no es así? Darian demostró ser algo más de lo que su apariencia mostraba. Pertenecía a la Talamasca, era un investigador... Un investigador de sucesos y criaturas paranormales por igual. Había viajado de Londres a Moscú, de Moscú a Roma, de Roma a Madrid... En definitiva, había recorrido Europa entera como su trabajo así lo requería, y tenía pruebas feacientes de que los rumores no eran rumores, eran noticias totalmente ciertas.
La sorpresa de Valadilène no se equiparó a la de María. Ella no dudó ni un solo instante en creerle, pero su hija no fue igual de liberal.
-¿Cómo podemos saber que no nos estáis mintiendo?-preguntó Valadilène a Darian, con el recelo pintando la oración. El receptor sonrió y se acercó hacia ella mientras dirigía la mano hacia la ventana, donde se entreveía el cielo azul de Sevilla.
-Os llevaré a una de las casas matriz de la Talamasca, allí podréis notificar con vuestros propios ojos que no miento, mi querida Valadilène.
Y así fue como Darian cumplió con su palabra y viajaron hasta la mismísima Londres sin necesidad de pararse a pensar en los gastos. Su madre no había dudado ni un momento en viajar con él, no por dudas, si no porque se sentía incapaz de estar separada de él. Y allí fue como Valadilène entendió que realmente sí existían las criaturas paranormales, admitió que sentía una curiosa atracción fuera de lo normal por documentarse sobre ello y, junto con su madre María, ingresó en la Talamasca como una investigadora más, a ojos de los demás, como una simple mujer de clase media. Actualmente, en 1801, su tapadera es una pequeña botica que mantiene como recuerdo a su madre, la cual reside en Francia con Darian, y a la que rara vez ve. Las hierbas medicinales que aquí vende las usa también para beneficio propio, y para parar su propia enfermedad.
- Temores: La curiosidad que siente por lo paranormal se compagina con su temor por encontrarse sola frente a una de esas criaturas, indefensa. También tiene claustrofobia, no puede estar en un espacio cerrado. Con respecto a su tuberculosis, tiene el temor constante de que pueda morir de un ataque.
- Casa: Londres.
- Edad:25 años.
- Especie: Humana (Talamasca).
- Clase Social: Clase media.
- Avatar: Danna García.
- Lugar de Origen: Sevilla, Andalucía, España.
- Poderes: -
- Descripción Física: Valadilène es una mujer femenina. Decora su cuerpo con ajustados corsés que marcan sus curvas pero que no dejan ver más de lo que se debe. Su piel es pálida cual blanco inmaculado, sus labios siempre están pintados de rojo y su pelo largo y ondulado presenta un tono carbón tan profundo como el de sus ojos, dos pozos sin fondo que a menudo resultan demasiado grandes en comparación a su rostro en conjunto. Es de estatura alta para ser una mujer midiendo 1'70, lo cual a menudo se ve eclipsado por los altos tacones o botas que calza Valadilène y que la hacen parecer más alta si cabe.
Su rostro a veces puede parecer demacrado. Ya no debido a su palidez, si no a la fatal salud de Valadilène. Padece tuberculosis, por lo cual frecuentemente ha de soportar ataques que la dejan al borde de la inconsciencia y, lo que es peor, de la muerte.
- Descripción Psicológica: Inteligente, calculadora y mordaz, Valadilène es una persona muy distante y perspicaz. Su sentido de la lealtad está tan arraigado en su sangre que, si cometes un acto malvado contra alguien que le importe, te perseguirá sin descanso hasta verte muerto en sus pies. Es una gran compañera pero la peor enemiga, y su mente frecuentemente es una vorágine de pensamientos y reflexiones que nunca llegan a ningún lado. Ganarte su confianza es algo prácticamente imposible, su desconfianza no conoce límites. Muy seria y calmada, nunca se enfada a no ser que hagas mella en su sentido de la justicia y la moralidad, teniendo unos ideales éticos fuertemente implantados en su mente.
Herir su orgullo es lo peor que se puede hacer, y prácticamente la única manera de que Valadilène se vuelva irascible y violenta.
- Orientación sexual: Heterosexual, es más, considera enfermo a todo aquel que sea homo o bisexual.
- Historia: La historia de Valadilène comienza en la Sevilla del siglo XIX, más concretamente en el año 1775. Una gran ciudad cuyo comercio era conocido por todo el mundo y las relaciones internacionales comenzaban a florecer a raíz de los avances tecnológicos y la cada vez más implantada ética liberal. Su madre fue una conocida mercader de ésta ciudad. María Salazar se llamaba, y poseía una pequeña botica en el centro de la ciudad. Valadilène creció sin problemas, pues los ahorros de María fueron destinados hacia su formación y educación, y así nuestra protagonista se ganó una infancia fuera de todo problema. Pero, por aquel entonces, los rumores de la existencia de seres sobrenaturales como vampiros, hijos del demonio, o licántropos, hombres marcados con la maldición de la luna, comenzaban a hacerse más fuertes y patentes en todo el mundo, y no pasaron desapercibidos para María, cuya superstición era bien conocida y no dudó ni un momento en creer que fueran reales, pese a que nunca había tenido trato con ninguno de ellos... Que ella supiera, claro.
Cuando Valadilène cumplía diecisiete años en 1784, llegó a la ciudad un hombre misterioso, bastante bien parecido y con notables bienes, como sus ropajes caros y elegantes daban a entender. Se llama Darian Blanchard, y era un aristócrata francés. Fue que Darian conoció entonces a María, y cayeron irremediablemente enamorados. Valadilène se mostró recelosa en un principio, mas luego le aceptó y se alegró de que por fin su madre encontrase a su amor verdadero. Pero las apariencias engañan, ¿no es así? Darian demostró ser algo más de lo que su apariencia mostraba. Pertenecía a la Talamasca, era un investigador... Un investigador de sucesos y criaturas paranormales por igual. Había viajado de Londres a Moscú, de Moscú a Roma, de Roma a Madrid... En definitiva, había recorrido Europa entera como su trabajo así lo requería, y tenía pruebas feacientes de que los rumores no eran rumores, eran noticias totalmente ciertas.
La sorpresa de Valadilène no se equiparó a la de María. Ella no dudó ni un solo instante en creerle, pero su hija no fue igual de liberal.
-¿Cómo podemos saber que no nos estáis mintiendo?-preguntó Valadilène a Darian, con el recelo pintando la oración. El receptor sonrió y se acercó hacia ella mientras dirigía la mano hacia la ventana, donde se entreveía el cielo azul de Sevilla.
-Os llevaré a una de las casas matriz de la Talamasca, allí podréis notificar con vuestros propios ojos que no miento, mi querida Valadilène.
Y así fue como Darian cumplió con su palabra y viajaron hasta la mismísima Londres sin necesidad de pararse a pensar en los gastos. Su madre no había dudado ni un momento en viajar con él, no por dudas, si no porque se sentía incapaz de estar separada de él. Y allí fue como Valadilène entendió que realmente sí existían las criaturas paranormales, admitió que sentía una curiosa atracción fuera de lo normal por documentarse sobre ello y, junto con su madre María, ingresó en la Talamasca como una investigadora más, a ojos de los demás, como una simple mujer de clase media. Actualmente, en 1801, su tapadera es una pequeña botica que mantiene como recuerdo a su madre, la cual reside en Francia con Darian, y a la que rara vez ve. Las hierbas medicinales que aquí vende las usa también para beneficio propio, y para parar su propia enfermedad.
- Temores: La curiosidad que siente por lo paranormal se compagina con su temor por encontrarse sola frente a una de esas criaturas, indefensa. También tiene claustrofobia, no puede estar en un espacio cerrado. Con respecto a su tuberculosis, tiene el temor constante de que pueda morir de un ataque.
- Casa: Londres.
Última edición por Valadilène el Jue Sep 23, 2010 1:16 am, editado 1 vez
Valadilène- Talamasca
- Mensajes : 7
Fecha de inscripción : 21/09/2010
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