En el salón de juegos [Vittoria Williams]

Estoy en el salón de juegos del orfanato, la habitación más amplia que hay aquí, sentada en una esquina, en silencio. Mis compañeros ríen y juegan, lejos de mí, pero se les nota incómodos...
- ¡Tú! ¿Por qué no te vas y nos dejas jugar?
- No molesto- murmuro, entrecerrando los ojos, al ver que un niño me señalaba.
Los demás niños miran al que me ha hablado con admiración por su valentía, dirigiéndome miradas de reojo, temerosas.
- Sí molestas.
- Charlie, déjala... ¿No sabes que Jimmy dice que mató a una cuidadora del orfanato en el que estaba antes?
- Sólo es una niña rarita, que estorba a todo el mundo- vuelve a mirarme- ¿Vas a irte, o tenemos que echarte?
- El salón es de todos.
- Y todos queremos que te vayas.
Le miro con rabia.
- No podéis echarme... ¡No vais a echarme!
Veo cómo me mira asustado... El terror que siente la gente al verme aumenta cuando me enfado.
Pero el niño es valiente, y afronta sus miedos...
- Si no te vas, te cogeremos entre todos y te encerraremos en el armario, para que dejes de molestarnos... ¿O nos matarás, como dicen que hiciste con tu cuidadora?
Le miro a los ojos. “No apartes la mirada” pienso, y me obedece. “No me vas a echar”
- Bueno... Quédate.
“Súbete a la ventana” Él, lentamente, se acerca a ella. Apoya un pie en el alfeizar. Luego el otro.
- Charlie, ¿qué haces? ¡Baja de ahí!
“Salta” Él miró hacia abajo...
- ¡¡¡No!!!- gritó, dio un paso hacia atrás y cayó en el suelo de la habitación.
Todos los niños me miraban aterrorizados.
- Qué... Qué me ha hecho- Charlie me miraba con el miedo pintado en los ojos.
- Me quedaré aquí.
Asintieron con miedo, y volvieron a alejarse de mi esquina.
“Nunca me hacen caso cuando les pido cosas difíciles...”

Una chica mayor entra en la habitación.
–A ver, ¿qué ha pasado aquí?
Nadie responde, pero se oyen cuchicheos.
–Creo haber preguntado que paso…
–Ella casi bota a Charlie por la ventana. –comenta una niña, tal vez la que antes le dijo a Charlie que bajara de la ventana. La ignoro, con la mirada perdida en la pared que tengo enfrente.
La chica mayor se acerca a mí con cuidado.
–¿Que sucedió? – me pregunta, con miedo... Aunque luego su voz se hace más firme–Ella dijo que casi botaste al tal Charlie por la ventana.
Asiento.
- Quería que saltara, se estaba metiendo conmigo- respondo, sin remordimientos. Pero no quiero que me castiguen encerrándome, así que...- Pero yo no he dicho ni hecho nada...- miro a los niños de la habitación con la cabeza ladeada y esa mirada ausente que tengo a veces, como si estuviera muy lejos. Ellos retroceden, asustados- ¿Me habéis visto hablar o empujarlo? Ha subido al alfeizar él solo.
Algunos niños asienten, dándome la razón, otros no se atreven a moverse... Son aquellos con los que alguna vez he probado lo mismo que con Charlie.
- Pero...- murmura uno, aunque enseguida lo callo con la mirada.
No quiero que me castiguen. Siempre me castigan encerrándome.

–Niños, será mejor que se comporten. No quiero tener que encerrarlos luego, detesto eso- comienza a irse.
"Encerrarnos..." pienso, asustada. Tendré que portarme bien.
–Pero sí Charlie quiso saltar por que ella lo miro…- dijo un niño, de forma que ella se detuvo.
–La
gente no tiene poderes especiales niño. Eso solo pasa en los libros que usas para calentarte en las
noches.
Vuelve a mirarme.
–Acompáñame.
- No...- digo, con desconfianza- ¿Vas a castigarme? ¿Quieres encerrarme?
- Ojalá te encierre y no vuelvas a salir- oigo que murmura un chico. Lo miro. Es Charlie- Y señorita, ella sí tiene poderes. Es un demonio, ha intentado tirarme por la ventana.
- Cállate.-Él me obedece y se calla, pero sigue mirándome con rabia desde la esquina en la que está- Iré contigo, pero no me encierres- le digo a la chica.

–Tranquila.–dice de forma agradable. –No planeo encerrarte.
Se da la vuelta y mira a los otros niños.
–Deberíais dejar de ser tan crueles, o a los que encerrare, será a ustedes. - mira a Charlie con rabia–Y yo también te tiraría por la ventana mocoso, ¿crees que eres agradable? Pues no lo eres.
Sale del cuarto, y me dispongo a seguirla. Oigo a Charlie murmurar detrás mío.
- No seré agradable... Seré un huérfano, y me habré portado de forma cruel... Pero al menos nuca he matado a nadie.
No me doy la vuelta. Tiene razón. Además, él tiene amigos. A lo mejor se lleva bien con ellos por algo. "Pero lo odio... Los odio a todos"
Fuera está Vittoria, esperándome.
- Los niños somos crueles- digo, respondiendo a su comentario de que deberían dejar de serlo- Al menos, la mayoría. ¿A dónde vamos?

Abre los ojos, sonriéndome.
-Iremos a ver si te consigo algo de comer. –Responde, antes de tomar mi mano para guiarla... Su piel parece caliente comparada con la mía-En el cuarto tengo algo de comer para ambas.
Me aleja del cuarto de juegos...
- ¿Por qué quieres darme de comer?

-¿Y hace cuanto que estas aquí? Soy Vittoria, por cierto. Creo que no te lo dije.
- No, no lo dijiste. Yo soy Caitlyn Meigan. Vine hace...- lo pienso. No es mucho tiempo, ¿verdad? No, pero tampoco es demasiado poco, ya que conocí a la cuidadora buena, me tiraron al agua... Han pasado bastantes cosas- creo que un mes. Más o menos. ¿Por qué?