como si pudiera volver a soñar - Emeraude Van den Heede y libre

Otro dia mas en esta ciudad, en esta vida, en este cuerpo y alma que solo sufria. Aún asi yo disfrutaba de cada momento de mi vida, si es que como vivia se le podia llamar vida y es que robar, estafar, burlar, correr y esconder no era algo a lo que el común de la gente le llamase vida, pero era la mia y ya lo habia aceptado o por lo menos la mayoria de los dias.
Éste no era uno de esos dias, ya era de atardecer, muchos carruajes se habían parado en la puerta principal del salón de baile, todos con una elegancia que jamás habia visto, esos vestidos vaporosos, los hombres comportándose tan correctamente con las mujeres, ayudandoles a bajar del carruaje y esas cosas, me encantaba ver todo eso y era perfecto para pedir dinero.
Habia tenido que salir corriendo después que uno de los guardias me había pillado pidiendo, no tenia idea que problema tenian en verme ahí si yo no le causaba mal a nadie. Doblé en un callejón escondiendome hasta el que el viejo ese se fuera para contar el dinero, habia juntado 10 monedas de oro, eso era mas de lo que juntaba en un mes, me quedé ahi, escondida, hasta que los carruajes dejaron de pasar y volví a mirar el lugar todo bellamente adornado, la gente de adentro parecia pasarlo muy bien y hasta comida habia.
Me puse de puntillas para mirar mejor

Un coronel de la guardia de nosabíaqué llevaba una hora entera entreteniéndola en una tediosa y pesada conversación. Emeraude volvía la vista a un lado, aburrida, acariciando con la yema del dedo el contorno de la copa de vino que tenía en la mano. Si al menos fuera un joven capaz de hacerle pasar una noche divertida podría soportarlo un poco más, pero no cuando se trataba de un anciano viudo y solitario.

Finalmente ella logró encontrar un momento para desaparecer disculpándose, diciendo que tenía que ir a la sala de descanso. Cruzó la pista rápidamente, buscando alejarse del ruido y el gentío. Estaba aburrida ya de todo eso, de los personajes descerebrados que se reunían allí.

Salió a los jardines, quedándose en la pasarela que había tras los ventanales, para apoyarse en la barandilla y quedarse observando la noche. Dio un suave sorbo al vino y lanzó un suspiro profundo. Se había olvidado de coger el abrigo. Le daba igual, no tenía frío, pero era mejor guardar las apariencias. De todos modos, de momento no tenía atención alguna de volver a entrar.

Descubrió a una jovencita cerca de uno de los ventanales, poniéndose de puntillas para mirar por la ventana. La había visto antes, a su llegada. Había dejado un par de monedas en sus manos, pero no le había prestado demasiada atención. Se quedó observándola intensamente, preguntándose si estaría buscando a alguien.

Seguí mirando por el ventanal, casi escalaba la pared pero algo se descolocó de su lugar y me fui con todo al suelo, me sobé el trasero hechando algunas maldiciones mientras me ponia de pie y guardaba la bolsa de monedas que me habia ganado ese dia en mi ropa interior, tenia que tener cuidado o me la podian robar y no dejaria que nadie lo hiciera, miré a ambos lados antes de guardarlo por supuesto uno nunca sabia.
Al final decidí sentarme afuera, escuchar la musica y las voces conversando me transportaba a una vida que yo no habia vivido ni viviria, cerré mis ojos imaginandome a mi en ese lugar, bien bañada con un lindo peinado y un hermoso vestido, hablando con la gente elegante sin que me miraran con asco, bailando con los muchachos que se me acercarian por estar limpia, riendo y comiendo educadamente. Era lindo imaginar todo eso mientras la tarde se posaba en la ciudad y el frio hacia amago de mi cuerpo aunque yo ya no sentia nada de eso creo que hasta me estaba adormilando un poco ya que sentia mi cuerpo liviano, me dejé llevar por esa placida sensación aun con los ojos cerrados

(Off: ¡Lo siento! No pude responder antes...)
De nuevo invitada a un baile. Esta vez había conseguido encontrar un interlocutor humano (ya tuve suficiente dosis de vampiro la última vez) interesante, cortés, entretenido e inteligente, un buen conversador con temas interesantes que tratar. Sin embargo, parece que le había caído demasiado bien, advertí sus intenciones de sacarme a bailar... Y rápidamente su prometida "apareció" llevándoselo a hablar con unos conocidos. Sólo han pasado unos segundos desde ese momento, pero él ya parece aburrido en la conversación que mantiene, al otro lado de la sala, con un noble de aspecto pomposo, y ella tampoco parece demasiado emocionada. Sonrío entre dientes mientras veo cómo ella me lanza una mirada poco amistosa, que parece culparme de dos cosas: haber tratado de quitarle a su prometido y haberla obligado a entablar una conversación que ninguno deseaba para evitarlo. "¿Celosa o inteligentemente prudente?" me pregunto, sin estar del todo segura de la respuesta. Ni siquiera sé si he llegado a coquetear con el joven, hasta ahora sólo era alguien con quien hablar.
Miro a mi alrededor. Hay demasiada gente, y no me interesa demasiado hablar con nadie, además de que empiezo a agobiarme. Decido salir a los jardines.
Paseo recorriendo las plantas con la vista, cuando mis ojos se topan con una adolescente, a la que antes había visto pidiendo en la puerta, que está sentada con los ojos cerrados y expresión soñadora. Me acerco a ella, advirtiendo la figura de una mujer un poco más allá... Su aura... No parece humana, aunque no está lo suficientemente cerca como para asegurarlo.
- Hola- saludo a la adolescente- ¿No hace demasiado frío como para que esteis aquí, tan poco abrigada?

(off: ntp)

Pegué un brinco al escuchar una voz muy cerca mio,abrí los ojos encontrándome con una mujer muy bien vestida, acerqué mis piernas para rodearlos con mis brazos

- si, hace frio señora pero aqui es el mejor lugar para conseguir dinero - no tenia porqué avergonzarme de ello, yo vivia de la caridad de otros, claro, cuando no robaba para comer. Llevé mi mano en forma automatica a su estomago, cerca de la parte donde tenia el dinero, desconfiaba de todo el mundo y eso la incluia a ella. No hice ningún amago de moverme hasta que vi al guardia que se acercaba donde yo estaba, ahí sí me paré de un salto sacudiendome la ropa y mirando a donde salir corriendo, hacia un rato que ese guardia me queria atrapar pero yo no lo iba a dejar, para eso corria muy rapido. Sabía que la mujer que tenia en frente habia visto al guardia, era notorio lo que buscaba

- Si, hace frio señora pero aqui es el mejor lugar para conseguir dinero - responde. Asiento, es cierto que aquí puede conseguir bastante dinero.
Lleva su mano a su estomago, como si quisiera proteger algo. Supongo que ahí llevará el dinero. De pronto oigo unos pasos detrás mío, pasos de guardia. La chica se levantó de un salto sacudiendose la ropa y mirando a su alrededor, como buscando por donde salir corriendo.
- Disculpad- digo, dándome la vuelta y mirándole a los ojos- está conmigo- le sonrío- Me gustaría seguir charlando con ella, ¿me haríais el favor de permitirle quedarse?
Él se deshace en disculpas y se marcha, algo turbado.
- Toma- pongo en su mano un puñado de monedas- cómprate un abrigo, lo necesitas. Para la comida usa lo demás que hayas ganado hoy.

Me quedé estatica al ver como esa señora detenia al guardia, antes que ella hablara pensé que me acusaria de algo, no seria la primera ves, y ahora sí tendria que salir corriendo lo mas rapido posible, me dolerian los pies aun mas, la nieve se esparcia por todo el suelo pero no pasó aquello, con mi cara de asombro escucho como ella le dice al guardia que se marche y me da mas monedas, no puedo mas que sonreir sonreir y sonreir
- ho señora gracias vos vos sois un angel, gracias - me voltié hacia la pared sacando la pequeña bolsa de dinero para depositar el que me habia dado ella ahí, ahora la bolsa se venia mas gorda, me la guardé ahi mismo antes de girarme aun con la enorme sonrisa en el rostro
- lo que desee haré señora vos mandeis que yo obedeceré - era lo menos que podia hacer por tan grata señora

Me mira, sonriendo... Sonriendo mucho.
- ho señora gracias vos vos sois un angel, gracias- "¿Un ángel? No lo creo" se da la vuelta. Oigo un ligero ruido de dinero y ella vuelve a mirarme, con una gran sonrisa- lo que desee haré señora vos mandeis que yo obedeceré.
- No tienes por qué hacer nada- respondo, sonriéndole levemente- simplemente trata de buscarte algún trabajo que te de más monedas que pedir, es lo mejor. O haz amigos ricos.

no supe como reaccionar a sus palabras, me estaba bromeando? como yo me podria hacer amigos de gente rica
- si su dinero es para ofenderme no lo quiero - la miré seria, estaba pensando que ella podia ser una persona agradable pero ofenderme de esa manera no era lo correcto o por lo menos yo no lo iba a tolerar

- Si su dinero es para ofenderme no lo quiero- me mira seria.
Alzo una ceja, divertida y extrañada a la vez.
- ¿Ofenderte? No entiendo de dónde sacas la idea de que esa es mi intención... ¿Acaso te ofende tener la oportunidad de pasar este frío invierno más abrigada?- digo, mirándola a los ojos- ¿O son los consejos lo que te disgusta?
Una chica extraña, con mucho orgullo para estar en la calle...
"Bueno, a las orgullosas no nos va mal en la vida" pienso "Y siempre está bien valorarse a una misma y no tolerar que los demás no lo hagan... Pero ofenderse por nada no es bueno, no cuando renuncias a algo que necesitas por ello"

(Off: estamos dejando fuera a Emeraude...)

Off: cerrado