Altaír Drachenblut.

Nombre: Altaír Drachenblut.
Edad: 28 años.
Especie: Humano/Cazador (Especializado en vampiros).
Clase Social: Clase Media.
Avatar: Jake Gyllenhaal.

Spoiler:

Lugar de Origen: Alejandría, Egipto.
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Poderes: Altair es un hombre mortal, pero aún así, es el fruto de una vida dedicada al entrenamiento físico y mental. Conoce las artes marciales del medio oriente, y es un experto con el uso de los sables y las cuchillas. Además, es un maestro del Parkour, o el arte del desplazamiento, una disciplina que le permite moverse lo más fluidamente posible, equiparando a los felinos, usando tan solo las habilidades del cuerpo humano. Puede superar fascilmente cualquier tipo de obstáculo, trepar por grandes paredes sin más uso que sus manos, y saltar entre los grandes techos de una casa a otra. Su cuerpo ha caído de hasta 6 metros de altura sin sufrir lesiones de gravedad, eso porque sabe caer sin forzar sus piernas y su cuerpo (similar a lo que hace un gato).

Descripción Física: Altaír es un hombre atractivo a la vista, y muy diferente al estereotipo del caballero Europeo. Es un hombre alto, pero sin llegar a exagerar. Torneado y musculoso, pero sin llegar a lo corpulento. Su rostro posee una belleza bondadosa, pero sin llegar a ser delicado. Su piel morena contrasta notoriamente con la extremadamente blanca de los Europeos, pero no por eso es menos atractivo. Posee una sonrisa generosa, que brinda halagüeña esperanza y confort para aquellos que esboza dicho gesto. Pero, cuando está a la cacería, sus ojos se vuelven fríos e inquisidores, una terrible y acechante mirada, que ha sido en muchas ocasiones lo último que miran los hijos de las tinieblas.

Descripción Psicológica: De carácter muy intelectual, se expresa siempre derrochando amabilidad y caballerosidad sin importar apariencias o estatus social. Sin embargo, siempre se mantiene muy observador sin importar la situación, analizando personas y situaciones con mucho cuidado. Evita inmiscuirse en situaciones ajenas o fuera de su interés. También trata de mantenerse fuera de todo vinculo personal o amoroso, debido a su estilo de vida tan peligroso. Es una persona muy espiritual, que está en una búsqueda constante de su misión en la vida y en si vinculo con su ser interior.
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Orientación sexual: Heterosexual.
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Historia.

"Sembrad la justicia y cosechad la lealtad, que estáis a tiempo de buscar al Señor."

-En la sinagoga de la judería de Colonia se respiraban los restos de ambiente de fiesta. Hoy había sido la circuncisión del primogénito del miembro más rico y respetable de todo el barrio y absolutamente todas las familias judías más importantes del Sacro Imperio habían sido invitadas. Había sido algo memorable y correrían rumores durante semanas sobre la generosidad, suntuosidad y devoción religiosa de los hijos de David asistentes...
Mas ahora por la noche todo era más tranquilo, con el patio en el que se había celebrado la fiesta siendo limpiado por los sirvientes, apenas el silencio era roto por el ronquido de muchos y el canto de algunos que se habían propasado con el vino... Todo el barrio descansaba a excepción de quien estaba apoyado en la puerta del templo, su cabello largo llegaba hasta su cintura y su figura guerrera recordaba a Sansón en todo su esplendor... Hablaba solo... En apariencia.
- Ha sido una bonita ceremonia -Una voz surgió de la nada-
- Sí, me he sentido muy orgulloso de poder ver la circuncisión de mi propio nieto -Unas gotas de sangre cayeron al suelo-.
- Supongo que te sientes aún más orgulloso de tu propio hijo, su primer vástago un varón... Y deja de llorar... -Perfectamente se podía ver ya al acompañante, si nadie se fijaba podría hacerse pasar por un tipo normal, a excepción de la la chispa de furiosa locura que brillaba con fuerza y pasión en sus pupilas... Lloraba lágrimas de sangre desconsoladamente-.
- Muy orgulloso, ha roto la maldición con tu ayuda y ahora ya soy el último de los malditos de la familia, me niego a transmitirle la locura como hizo mi padre conmigo o mi abuelo con éste y así desde antes de que nuestro pueblo fuera expulsado de nuestra tierra prometida... Gracias por todo... Jamás podremos pagártelo... Yaveh estará muy orgulloso de ti... Eres un digno descendiente de Sansón y de Samuel... -El hebreo sonrió.
- No será para tanto... No ha sido un acto de caridad... Sabes cuál es el precio... -El hombre sonrió ampliamente, se secó las lagrimas y se arrodilló.
- Yaveh, perdona a mi familia, hemos roto la maldición, acógenos en tu seno y castiga nuestra estupidez para que así podamos llegar a la tierra prometida que todavía tu pueblo no ha podido disfrutar en paz -El cazador colocó su mano en la frente del penitente... Un haz de fuego lo rodeó... Un gemido de dolor y agradecimiento salió de sus labios... Sólo cenizas... Al final sólo queda eso... Cenizas y Justicia... Por eso él era Juez...
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La sala estaba iluminada en el sol del medio día, y el calor del verano egipcio hacia sudar terriblemente a mi maestro. Aún así, vestíamos nuestras túnicas negras con capuchones del mismo color, y no éramos los únicos, todo el gremio se encontraba en ese momento con nosotros, lo único que nos distinguía era la ornamenta de nuestros sables y el color de sus fundas.

Las lágrimas brotaban incansablemente de los ojos de todos los reunidos, era una tarde terrible para todos los fariseos, estábamos de luto. Noel, el cazador más distingo del gremio, había muerto, y yo me sentía doblemente conmocionado por la noticia. De alguna manera Noel había sido para mí como un hermano mayor, cuido de mí cuando los Fariseos exigieron a mi padre, un cazador retirado, que su primogénito sirviera al temple de Yahwe.

Estuvimos más de una hora llorando su muerte, nuestro maestro no se movía en lo más mínimo, estaba parado, totalmente inmóvil frente a la tumba de nuestro hermano caído, y no era para menos, el que estaba mirando era también su hijo. –Yahwe te tenga en su gloria, hijo mío.- Le alcance a escuchar decir, pero no puedo decir que sus palabras fueran amables o de resignación. Su voz había sonado muy amarga, podía sentir su secreta soledad. Aún así, a pesar de su dolor, su presencia inspiraba consuelo y tranquilidad espiritual para el resto del gremio.

Noel y yo habíamos viajado unas semanas atrás para Jerusalén, nos habían llegado los reportes de que un vampiro muy poderoso estaba cobrando varias vidas en tierra santa. Comprenderás que para nosotros, semejante acto era totalmente imperdonable, era un oprobio directo contra Dios, y no podíamos ignorarlo. No recuerdo a consciencia cierta cuanto tiempo estuvimos en Jerusalen, pero debieron pasar varias semanas, nuestra presa era bastante brillante, y nos costó mucho trabajo poder rastrearle, sí hubiese ido solo jamás lo hubiera logrado.

Todo ocurrió una solitaria noche, entre recuerdos mortuorios que se me avivan en este momento, frente a su tumba de piedra grisácea. El polvo de la ciudad olía a viejo, y por la elevación de la luna sobre el infinito, deduzco que debía ser cerca de la media noche. Noel y yo caminábamos por las plazas de Jerusalén, cuando de repente, un terrible grito sonó estridente en el fondo de la calle. Corrimos rápidamente calles adentro, en dirección donde habíamos escuchado ese grito de dolor, lo que encontramos fue una escuálida figura entre las sombras, alimentándose de una joven muchacha que había tenido la mala suerte de caminar por las calles esa noche. Rápidamente desenfundamos nuestras armas, habíamos encontrado a nuestra escurridiza presa: Un fantasma de dientes resplandecientes, que portaba en su cintura una espada bastarda.
Vamos Altaír.- Me dijo Noel, mirando los ojos de la bestia que engendra el mal. Y sin tener opción alguna, me vi arrastrado a un duelo con aquella bestia sedienta de sangre. Luchábamos fieramente, en una danza de muerte, en una danza donde el filo de nuestros sables se cruzaba con furia contra la espada de aquel vampiro, pero la diferencia de habilidad era notable, y él maldito chupasangre se burla de nosotros mientras le lanzábamos golpes y cortes, que él eludía fácilmente. En uno de esos encontronazos logro desequilibrarme, tirándome al piso…juraba que en ese momento todo había terminado para mí. Lo último que observe antes de cerrar los ojos, fue su espada alzándose amenazadoramente, seguido de un sonido desgarrador, el mismo que produce el filo de una espada al cortar el hueso y la carne humana.
La humedad de la sangre baño mi cuerpo y mi rostro, pero no era mi sangre. Abrí los ojos, para horrorizarme y llenarme de tristeza. Noel se había atravesado en el último momento, recibiendo un golpe que debió ser para mí.- R-rápido Altáir.- Me exclamo con sus últimos rescoldos de vida. La espada del vampiro se había empotrado en el cuerpo de Noel, y no la podía destajar. Las lágrimas se desbordaron de mis ojos, pero no podía detenerme en ese momento. Tome el sable de Noel del piso, y con el, golpee al vampiro justo en el cuello.- ¡Demonio! – Le grite. El vampiro intento defenderse en ese momento, pero ya estaba muy herido, y yo no deje de golpearlo con el filo del sable, hasta que logre separar la cabeza de sus hombros.

Estaba ahí, en el paño de la noche. Me dirigí rápidamente al cuerpo de Noel, tomándolo entre mis brazos. El me miraba con cierto orgullo…y me sonreía, hasta que finalmente lanzo un último suspiro. Termine el trabajo con gran pesar, encendí una hoguera, y eche los restos del vampiro en ese fuego…hasta que solo quedaron las cenizas.

Esa es la misión de un cazador, Noel fue un héroe anónimo, que salvo cientos de almas de seres oscuros, un hombre que miro a los ojos de una bestia que engendra el mal ¿Dónde queda su supremo sacrificio por todas esas vidas? Incluyendo la mía. En saber que gracias a él, otros pueden dormir en paz una noche más.
El principio y el fin de la santa misión reside en la soledad. Nuestra misión es destruir a los hijos de Satanás
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Temores: Todo hombre tiene temores, todo hombre tiene miedos, pero un cazador puede sobreponerse a la duda y al temor, puede sacar fuerzas en el momento más gris, y enfrentar lo que derribaría a otros hombres. Su único y verdadero temor es arrastrar inocentes al peligro.
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Armamento:
•Traje de Juez. El traje de Juez tiene una doble función, no solo lo reviste con la túnica sagrada de los fariseos, sino que, gracias a su capucha, oculta la identidad de Altair (por si algún testigo mortal lo ve ejecutar alguna presa, no le podrá ver el rostro). Además su apariencia recuerda mucho a la de los monjes abad. El traje solo lo usa de noche, cuando es más difícil percibir las armas que lleva ocultas..

Spoiler:

•Dos sables árabes. Uno tiene detalles en plateados, y es el que ha usado toda la vida. El segundo sable tiene detalles en dorados, ese sable era originalmente de su amigo Noel.

Sable de Noel.

Spoiler:

Sable de Altair.

Spoiler:

•Porta en su traje 15 cuchillas pequeñas forjadas en plata, no son armas que sirvan eficaz mente en la lucha cuerpo a cuerpo, las usa como saetas, lanzándolas a sus presas.

•Usa un par de guantes con unos puñales retractiles que salen por debajo de la muñeca. Los usa para matar sigilosamente, apuñalando a sus presas. Estos puñales son lo suficientemente largos como para llegar al corazón de un vampiro, por el pecho o por el omoplato.

Spoiler:

•Lleva consigo unos frascos con gasolina, y un encendedor de mecha. Suele lanzar los frascos sobre los vampiros, empapándoles alguna parte del cuerpo con la gasolina, para después lanzarle el encendedor y así prenderlo en llamas.
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Casa: Es un cazador, y aunque se puede decir que tiene cierta holgura económica por sus padres, que eran comerciantes y lo heredaron en vida, tampoco es un dinero abundante. Suele hospedarse en lugares baratos y de mala muerte. Muy de vez en cuando llega a alquilar habitación en un buen hotel de la ciudad a la que viaje.

Fixa aceptada.
Pasatelo muy bien