Buscando el pasado - Libre -

por **Scarlett Satinae** Jue Oct 21, 2010 3:17 am

Era una noche de invierno cuando el cuidador de la biblioteca se encontraba medio dormido entre las antiguas obras de teatro esparcidas en su mesa de roble. Pensando que la soledad aquejaria otra noche más, la vision de una mujer de altura remarcada y facciones ídilicas captó su atencion. Tantas personas extrañas iban y venian en la noche que por instinto llevó su mano hasta un viejo pedazo de metal que utilizaba para acomodar las brasas de la antigua chimenea. La joven se acercó hacia aquel anciano cuyos cabellos no eran más que pelusillas blancas en su cabeza y admiró por unos instantes esos ojos cubiertos de sabiduria. Sonrió con elegancia, mostrando sus dientes blancos como las perlas, resaltando detrás del labial carmesí que adornaba sus labios. Sus ojos verdes cual esmeraldas se deslizaron por el brazo tembloroso del anciano reconociendo la accion defensiva de él y entonces extendio su mano hasta la del anciano para refrenar cualquier desconfianza - Soy la hija de Nicolai - dijo en un susurro remarcando el acento ruso en sus palabras, femeninas y envolventes cubiertas de misterio como una rosa llena de espinas pontiagudas.

El anciano se quedó sin habla al reconocer la misma mirada esmeralda que tenia aquel cazador Nicolai Romanoff, miembro de aquella organizacion desaparecida hacia pocos años. Con el temblor de su pulso, el anciano tomó la mano de la mujer entre las suyas, sintiendo la calidez de la vida que los vampiros no tenian. En silencio le dedicó una sonrisa emocionada e introdujo su mano en el bolsillo. Sacó una llave que tenia un sello grabado en el bronce de lo que parecia ser un triskel. Comenzo a caminar lentamente saliendo de la enorme cantidad de libros que le rodeaba y que aun debia acomodar y se dirigio hasta un estante de roble que parecia alejado del resto. Estaba cubierto por una cortina carmesi llena de polvo y un pesado y grueso cristal separaba los libros que se encontraban en esos estantes. La pelirroja siguió al anciano con un caminar pausado mientras sus cabellos se movian lentamente rozando su espalda cubierta por un tapado negro que ocultaba incluso sus niveos hombros.

El anciano introdujo la llave en la cerradura del estante y , provocando un sonido de metal oxidado, abrió la puerta de cristal, la cual estaba tan sucia que apenas se veia a traves de ella. Por lo visto, hacia años que nadie tocaba esos libros, ni siquiera para limpiarlos - Gracias - dijo la joven con calma sin despegar la vista de los grandes libros y cuadernos que se mostraban ante ella. Magia negra, investigaciones, casos y apuntes de los cazadores. La organizacion habia dejado un unico legado: sus estudios. Lo unico que valia la pena recuperar de esa parba de humanos malditos. El anciano se alejó y Scarlet se quedó de pie ante aquel estante, observando los viejos grimorios y diarios de los multiples cazadores que habian dejado documentado cada uno de sus antiguos casos. Sin mover un solo musculo en su cara, tomó un viejo libro de tapa de cuero negro empolvado por el paso del tiempo olvidado. En su tapa habia extraños simbolos y se alcanzaba a distinguir una marca.

Spoiler:

Scarlet llevo el pesado libro a la mesa más cercana alumbrada por un candelabro de bronce con tres velas. Abrió el libro notando las paginas amarillentas y la tinta negra que marcaba cada letra cursiva. En la primer hoja un nombre resaltaba en relieve como si estuviese sellado sobre la hoja, la cual rezaba : Diario de Nicolai Romanoff - Alquimista.

por **Remy LeBeau** Vie Oct 22, 2010 4:14 am

Cuando entre a la biblioteca el sol estaba en lo alto. En medio de mi cuaderno de apuntes, rodeado por libros viejos lleno de paginas añejas perdí la nocion del tiempo. No habia notado que me habia quedado solo en medio de tanta madera y papel, con la unica compañia de la soledad. El anciano bibliotecario apenas hacia ruido y eso me ayudó a perderme en medio de pensamientos y estudios. Mi maestro me habia dejado tantos libros que no tuve nunca la oportunidad de leer dado que cuando me excomulgaron de Talamasca, perdí el derecho a acceder a cualquier tipo de investigacion y obra que haya hecho la organizacion. Antes de levantar los ojos de los libros, los cuales estaban alumbrados por la luz de una vela lancé un fuerte bostezo. Ahi levanté la mirada y note que a mi alrededor no habia nadie. Llevé mi mano hasta el rostro para fregarme los ojos cuando vi al bibliotecario caminando hasta el fondo de la biblioteca acompañado por una persona. No podia distinguir nada de ella dado que un tapado le cubria. Me puse de pie, dispuesto a salir cuando volví la mirada detrás de mi y vi el rostro de aquella persona alumbrado por la luz de las velas. Pasé saliva y me quedé viendola desde la puerta. Una hermosa mujer de rostro pálido y labios rojos, como su cabello. no era comun y eso me llamó poderosamente la atencion.

Me giré dispuesto a ir a su mesa, cruzandome con el bibliotecario ya que él volvia. Trató de decirme algo pero levante la mano y la llevé a mis labios para callarlo - Sigue tu camino ,anciano - susurré. Estaba de pie junto a la mesa de la dama viendo aquel lugar que no habia notado antes que existia - Buenas noches, mi lady. Dado que no se con que excusa iniciar esta conversacion debo preguntarle que......- bajé la mirada al libro que leia y un sello llamó mi atencion. Un segundo de silencio. Recordaba ese sello, lo habia visto antes- Veo que le atraen las artes oscuras. No veia ese simbolo desde mis tiempos de crio - agregué abriendo mi libreta y mostrandole un simbolo lejanamente similar. El ouroburos- Como puede ver, creo que leiamos lo mismo - Rei para mis adentros. Habia encontrado un tema para iniciar una conversacion con la pelirroja.

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