Abby Odette Levine

Nombre: Abby Odette Levine.

Edad: aparenta 13 años; realmente tiene 65.

Especie: vampiro.

Clase Social: baja.

Avatar: Chloë Moretz.

Lugar de Origen: nació en Londres, pero fue convertida en Francia.

Poderes: ninguno aparte de los que vienen ya por defecto en los vampiros.

Descripción Física: dada su corta edad física en la que se estancó, Odette no sobrepasa mucho más del metro y medio, posee un aspecto inocente, tierno y tímido aún perteneciendo a la raza del peor depredador que acecha a los humanos. Pálida, de pelo áureo ondulado con la raya en el lado izquierdo y ojos de un color esmeralda apagado, dándole a veces un aspecto demacrado en sus peores momentos de flaqueo. Nariz respingona. Sus labios son carnosos y ocultan, como todo vampiro, sus incisivos, que se han convertido es su arma más letal y, por lo tanto, el utensilio que le da la vida cuando ataca a los humanos.

Descripción Psicológica: variante, pero no por ello está loca. Es un tanto desconfiada dado su pasado, tanto con los vampiros como con los humanos, aunque para ella estos últimos le inspiren una cuanta indiferencia; eso sí, cuando tiene un amigo, le es leal hasta la muerte, le servirá e irá con él hasta el fin del mundo si hace falta. A veces puede ser un tanto sádica, pero solo por sus impulsos, por su hemodependencia vampírica, por así llamarlo. Tímida y reservada. Es muy complicado conocerla del todo, quizás incluso no se conozca ni ella misma. Respetuosa con todo el mundo, además de que es bastante más madura de lo que su condición física le permite aparentar.

Orientación sexual: heterosexual.

Historia: nació cobijada por la lluvia de la antigua ciudad decadente de Londres, en 1737. No fue protagonista de una vida como las que los niños nobles vivían, fue la protagonista de una vida solitaria, mísera y dramática, criada en una casa de acogida, con muchos otros niños huérfanos o abandonados. Al correr la misma suerte que el resto de niños que allí habían pudo establecer buenos y estrechos lazos amistosos en su corta vida como humana.
Una encapotada mañana de 1749, mientras la pequeña e inocente Odette jugaba con sus amigos, se metieron en un buque de mercancía británico, ajenos de que aquel barco zarpaba en el mismo momento en que los niños jugaron a un escondite entre las cajas.
Desembarcaron en Francia mucho tiempo después, ahora informados de que su pequeña travesura les había transportado a un país en el que no entendían nada de lo que se decía, pero que realmente eso les daba igual, ellos solo se fijaron en la cantidad de hombres trajeados y armados que recorrían de manera formal las calles de aquel desconocido París.
Vivieron en la intemperie durante medio año, seis meses en los que hallaron un nuevo juego que consistía en esconderse, salvar sus vidas de los disparos letales de los enemigos y sus aliados. Se trataba de la ahora llamada Guerra de los siete años, en la que se enfrentaron los ejércitos españoles y franceses en una cruenta lucha que buscaba el mismo desenlace que todas las batallas: más poder.
Una bala acertó a Odette en el estómago, de forma que no pudo continuar huyendo con sus amigos, no podía suplicarles que la ayudasen a seguir corriendo, solo podía mirar cómo sus compañeros corrían como alma que lleva el diablo por salvar sus cortas vidas, aún les quedaba mucho por vivir. Así, la pequeña niña rubia se dejó llevar por la muerte, que finalmente le llevó de vuelta a la vida al estar inconsciente y probar después un líquido algo pastoso, de sabor metálico y algo caliente. No supo lo que pasó hasta que se encontró a sus nuevos parientes: vampiros, que le explicaron lo que había sucedido, dónde se encontraba y en qué consistía su nueva vida. La utilizaron para aniquilar soldados franceses, como una ayuda extra a las fuerzas británicas y españolas, ella claro, no lo sabía, estaba siendo utilizada pero ella lo ignoraba completamente, solo sabía que necesitaba esa sangre humana para continuar con "vida" y eso era lo que le bastaba.
Finalmente acabó con las vidas de tres niños inocentes, como capricho de sus veteranos creadores. Esos niños resultaron ser sus amigos, no supo de quiénes se trataban hasta que no vio los cadáveres completamente desangrados y sin vida en el suelo. Odette lloró, lloró como nunca lo había hecho y se asustó aún más cuando descubrió que sus lágrimas ya no eran cristalinas, sino que eran de un color carmesí inquietante. Gritó, se encaró con sus creadores y éstos la abandonaron, como sus padres habían hecho nada más nacer.
Sola, Odette se encontraba completamente sola, así que ahora vaga por el mundo tratando de encontrar algún sentido a aquella vacía eternidad.

Temores: que unos vampiros de la calaña de los que la raptaron vuelvan a secuestrarla y encontrarse de nuevo con los que acabaron con su vida mortal.

Casa: París, Francia.

Fixa aceptada.
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Gracias ^^