Regreso a la vida social [Libre]
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Regreso a la vida social [Libre]
¡Ah, la gran ilera de carruajes que se extendía frente al palacio que esa noche daba el baile propio de la temporada invernal! Había pasado un par de años sin acudir a las reuniones de sociedad, inmersa en sus estudios sobre los seres sobrenaturales y sus intensas investigaciones que le ocupaban noche y día. Se recostó en el asiento del coche de alquiler que había tomado para acudir al baile y se asomó levemente para ver la entrada del palacio, donde un criado te habría la puerta y el otro tomaba tu invitación antes de dejarte pasar.
Londres en invierno era algo magnífico, pero agotador, y Temperance pensó que un poco de baile y charla no podía sentarle mal. Dormiría mejor y despegaría los ojos del libro antes de que se le secaran. Se había cansado de tantos números, letras, historias, leyendas y grabados que se habían apoderado durante los años de toda su vida. Aquella noche iba a ser libre otra vez. Se puso su vestido rojo más caro y hermoso y se marchó a pasar una ncohe divertida.
El primer criado le abrió la puerta y le tendió la mano para ayudarla a bajar. El otro tomó su invitación y después hizo una reverencia señalándole las escaleras. Cuando entró dentro dijo su nombre y su título a otro criado y éste la anunció ante la gente concurrida del salón. Bajó a internarse de nuevo entre la gente, como en los viejos tiempos, para que su padre empezara a enorgullecerse un poco de ella. Por suerte se encontraba al otro lado del charco y ya no podía molestarla.
Tomó una copa de vino entre los dedos y suspiró antes de darle un sorbo. Le faltaba práctica, pero tenía que intentarlo.
Londres en invierno era algo magnífico, pero agotador, y Temperance pensó que un poco de baile y charla no podía sentarle mal. Dormiría mejor y despegaría los ojos del libro antes de que se le secaran. Se había cansado de tantos números, letras, historias, leyendas y grabados que se habían apoderado durante los años de toda su vida. Aquella noche iba a ser libre otra vez. Se puso su vestido rojo más caro y hermoso y se marchó a pasar una ncohe divertida.
El primer criado le abrió la puerta y le tendió la mano para ayudarla a bajar. El otro tomó su invitación y después hizo una reverencia señalándole las escaleras. Cuando entró dentro dijo su nombre y su título a otro criado y éste la anunció ante la gente concurrida del salón. Bajó a internarse de nuevo entre la gente, como en los viejos tiempos, para que su padre empezara a enorgullecerse un poco de ella. Por suerte se encontraba al otro lado del charco y ya no podía molestarla.
Tomó una copa de vino entre los dedos y suspiró antes de darle un sorbo. Le faltaba práctica, pero tenía que intentarlo.
Temperance Kiddo- Talamasca
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Fecha de inscripción : 21/09/2010
Edad : 37
Localización : Allá donde la oscuridad me lleve
Re: Regreso a la vida social [Libre]
¡Magnifico! Había sido invitado a uno de los palacios de Londres como invitado especial, después de mi noche en el Convent Garden todos los encargados querían tenerme entre sus filas de músicos, y como no yo en un lugar privilegiado. ¿Y yo qué iba a hacer sino aceptar? Quería la fama y la admiración por encima de todo.
Aquella noche estaba estrenando un traje negro impoluto, podría pasar por un galante Lord, pero eso me traía sin cuidado, esos títulos me provocaban una indiferencia tal que casi asustaba. Ya estaba cerca de la fiesta, lo supe por los excrementos de caballo que se iban amontonando, eso era asqueroso, pero creo que ya uno se acostumbra a pequeños inconvenientes como ese. Al llegar a la entrada les enseñé la invitación y me dejaron pasar, les pedí que no me anunciaran, cómo aborrecía esas parafernalias innecesarias. Bajé las escaleras y me interné entre los invitados, tan bien ataviados y perfumados, eso era obvio. Llegué donde los músicos y dejé el maletín que guardaba mi saxo. Antes de tocar nada quería tomarme algo, ver si quizá había un rostro conocido, cualquier cosa.
Mientras caminaba algunas parejas me saludaron, era normal, yo ya me estaba haciendo famoso. Tomé una de las copas que allí ofrecían, un vino caro lo supe nada más ver su vivo color. No tenía pensado emborracharme, eso ya lo aclaro de antemano.
-¿Con qué nos deleitara esta noche?- preguntó una mujer envuelta en joyas. Yo la sonreí intentando ser educado.
-Madame ¿es que quiere algo en especial?- Sí, detrás de esa pregunta había una insinuación muy clara que ella no lo notó, y casi que mejor.
-Confío en que haga justicia a todos los comentarios que he escuchado sobre usted.- Contestó aquella mujer con cierto escepticismo. A mí me hizo gracia, pero no me eché a reír delante de ella por la falta de
respeto que habría significado.
-No defraudaré a nadie.- murmuré haciendo un galante movimiento de mano, y desparecí de allí, no me gustaba hablar de ese tema con gente tan estirada.
Mirando los rostros de las personas que habían asistido se podría decir que abundaban las criaturas monstruosas que las bellezas divinas ¡una pena! Pero ya estaba acostumbrado, por eso siempre que encontraba a alguna dama que se destacara no dudaba en entrar en acción, con intenciones claras, pasar una buena noche y al día siguiente si te he visto no me acuerdo, así era mi vida, la vida de un artista del nuevo siglo viviendo el día a día, sin miedo a nada.
Aquella noche estaba estrenando un traje negro impoluto, podría pasar por un galante Lord, pero eso me traía sin cuidado, esos títulos me provocaban una indiferencia tal que casi asustaba. Ya estaba cerca de la fiesta, lo supe por los excrementos de caballo que se iban amontonando, eso era asqueroso, pero creo que ya uno se acostumbra a pequeños inconvenientes como ese. Al llegar a la entrada les enseñé la invitación y me dejaron pasar, les pedí que no me anunciaran, cómo aborrecía esas parafernalias innecesarias. Bajé las escaleras y me interné entre los invitados, tan bien ataviados y perfumados, eso era obvio. Llegué donde los músicos y dejé el maletín que guardaba mi saxo. Antes de tocar nada quería tomarme algo, ver si quizá había un rostro conocido, cualquier cosa.
Mientras caminaba algunas parejas me saludaron, era normal, yo ya me estaba haciendo famoso. Tomé una de las copas que allí ofrecían, un vino caro lo supe nada más ver su vivo color. No tenía pensado emborracharme, eso ya lo aclaro de antemano.
-¿Con qué nos deleitara esta noche?- preguntó una mujer envuelta en joyas. Yo la sonreí intentando ser educado.
-Madame ¿es que quiere algo en especial?- Sí, detrás de esa pregunta había una insinuación muy clara que ella no lo notó, y casi que mejor.
-Confío en que haga justicia a todos los comentarios que he escuchado sobre usted.- Contestó aquella mujer con cierto escepticismo. A mí me hizo gracia, pero no me eché a reír delante de ella por la falta de
respeto que habría significado.
-No defraudaré a nadie.- murmuré haciendo un galante movimiento de mano, y desparecí de allí, no me gustaba hablar de ese tema con gente tan estirada.
Mirando los rostros de las personas que habían asistido se podría decir que abundaban las criaturas monstruosas que las bellezas divinas ¡una pena! Pero ya estaba acostumbrado, por eso siempre que encontraba a alguna dama que se destacara no dudaba en entrar en acción, con intenciones claras, pasar una buena noche y al día siguiente si te he visto no me acuerdo, así era mi vida, la vida de un artista del nuevo siglo viviendo el día a día, sin miedo a nada.
Tristán Evans- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 17/09/2010
Edad : 41
Localización : La Clave de Sol
Re: Regreso a la vida social [Libre]
La entrada de un hombre desconocido para sus ojos llamó la atención de Temperance hacia las escaleras que llevaban al salón de baile. Dio un sorbo ligero a la copa viendo cómo se movía entre la multitud, siendo saludado por unos y otros necesitados de llamar su atención. Podría ser un hombre importante, un aristócrata o algo así, porque no recordaba haberlo visto por la corte. Al menos estaba segura de que lo recordaría si hubiera estado por allí.
Se acercó a un hombre de edad. Probablemente su experiencia sería mayor en cuanto a los miembros allí congregados que la suya.
-Disculpe, milord, ¿sabe quién es ese caballero? -le preguntó, señalando al hombre con el mentón.
-Desde luego, milady. Se llama Tristán Evans. Es un músico que últimamente se está haciendo muy popular.
-Gracias, milord.
Tristán Evans. Recordaba haber oído su nombre. Parecía que últimamente había deslumbrado a la alta nobleza, y quizá por ese motivo había aparecido en la fiesta. Había escuchado que era realmente bueno, y le gustaría que de veras así fuera. Ahora entendía a qué se debía aquella cortesía de los asistentes. En Londres los músicos conseguían medrar muy fácilmente si el rey los escuchaba y les gustaba.
Aunque Temperance prefería sus adorados libros, siempre había sentido una curiosa atracción por la música. En el internado le habían enseñado a tocar algunos instrumentos, pero nunca había logrado ser demasiado buena. Una pena, el piano la apasionaba.
Se deslizó entre la multitud para intentar alcanzarle. Le resultaría muy grato conocerle. Cuando llegó junto a él se situó delante para llamar su atención y le dirigió una sonrisa.
-El señor Evans, ¿verdad? He oído hablar de usted, y de su talento. Es un placer conocerle. -Inclinó un poco la cabeza-. Permita que me presente. Soy lady Temperance.
Se acercó a un hombre de edad. Probablemente su experiencia sería mayor en cuanto a los miembros allí congregados que la suya.
-Disculpe, milord, ¿sabe quién es ese caballero? -le preguntó, señalando al hombre con el mentón.
-Desde luego, milady. Se llama Tristán Evans. Es un músico que últimamente se está haciendo muy popular.
-Gracias, milord.
Tristán Evans. Recordaba haber oído su nombre. Parecía que últimamente había deslumbrado a la alta nobleza, y quizá por ese motivo había aparecido en la fiesta. Había escuchado que era realmente bueno, y le gustaría que de veras así fuera. Ahora entendía a qué se debía aquella cortesía de los asistentes. En Londres los músicos conseguían medrar muy fácilmente si el rey los escuchaba y les gustaba.
Aunque Temperance prefería sus adorados libros, siempre había sentido una curiosa atracción por la música. En el internado le habían enseñado a tocar algunos instrumentos, pero nunca había logrado ser demasiado buena. Una pena, el piano la apasionaba.
Se deslizó entre la multitud para intentar alcanzarle. Le resultaría muy grato conocerle. Cuando llegó junto a él se situó delante para llamar su atención y le dirigió una sonrisa.
-El señor Evans, ¿verdad? He oído hablar de usted, y de su talento. Es un placer conocerle. -Inclinó un poco la cabeza-. Permita que me presente. Soy lady Temperance.
Temperance Kiddo- Talamasca
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Fecha de inscripción : 21/09/2010
Edad : 37
Localización : Allá donde la oscuridad me lleve
Re: Regreso a la vida social [Libre]
Estaba charlando con otro músico sobre el cambio que debía sufrir la partitura... cuando una joven se situó delante de mí, supuse que sería una admiradora, una de tantas ¿no?, le di un golpe a mi acompañante para que me dejase a solas con ella.
-El señor Evans, ¿verdad? He oído hablar de usted, y de su talento. Es un placer conocerle. –Cómo me gustaba que mi popularidad fuera aumentando, hasta ese momento no le dediqué una sonrisa de ¿gratitud? - Permita que me presente. Soy lady Temperance.- Su cabello caía sobre su pecho cual cascada ¿que por qué lo supe? Fácil, tengo la habilidad de fijarme en esos pequeños detalles de las mujeres. Menuda señorita que se había detenido en mi camino, qué coquetería.
-Temperance.- Murmuré llevándome la copa de vino a los labios sin apartar los ojos de ella. Una sonrisa tenue se dejó vislumbrar atreves de la cristalina copa que sostenía entre mis dedos.
- Qué suerte la mía el haberme ahorrado el hecho de presentarme.- y era cierto, de mi boca no habría salido mi nombre a no ser que me sometieran al tercer grado.
-Me alegro de que hayáis oído hablar de mí, solo espero que para bien.- aunque ¿qué más daría? Hay comentarios muy dispares respecto a mi persona, unos me alaban otros me dejan por el mismo suelo, solo diré que hay mucha envidia.
Simplemente quise ser amable por una vez, o por lo menos de momento, no sería bueno estar hecho una furia en un fiesta como esta.
Me quedé mirándola un momento ¿querría un autógrafo? Según la forma con la que se dirigió a mí no noté segundas intenciones, una pena, pero esa noche no insistiría en llevarme a la cama a la primera que pasase por mis narices.
-¿Queréis algo más…un autógrafo o algo por el estilo?- me reí un poco. – ¿O quizá os gustaría concederme este baile?- Sí, esa pregunta habría sido la correcta sin tener que parecer un autentico engreído, que por supuesto lo era.
-El señor Evans, ¿verdad? He oído hablar de usted, y de su talento. Es un placer conocerle. –Cómo me gustaba que mi popularidad fuera aumentando, hasta ese momento no le dediqué una sonrisa de ¿gratitud? - Permita que me presente. Soy lady Temperance.- Su cabello caía sobre su pecho cual cascada ¿que por qué lo supe? Fácil, tengo la habilidad de fijarme en esos pequeños detalles de las mujeres. Menuda señorita que se había detenido en mi camino, qué coquetería.
-Temperance.- Murmuré llevándome la copa de vino a los labios sin apartar los ojos de ella. Una sonrisa tenue se dejó vislumbrar atreves de la cristalina copa que sostenía entre mis dedos.
- Qué suerte la mía el haberme ahorrado el hecho de presentarme.- y era cierto, de mi boca no habría salido mi nombre a no ser que me sometieran al tercer grado.
-Me alegro de que hayáis oído hablar de mí, solo espero que para bien.- aunque ¿qué más daría? Hay comentarios muy dispares respecto a mi persona, unos me alaban otros me dejan por el mismo suelo, solo diré que hay mucha envidia.
Simplemente quise ser amable por una vez, o por lo menos de momento, no sería bueno estar hecho una furia en un fiesta como esta.
Me quedé mirándola un momento ¿querría un autógrafo? Según la forma con la que se dirigió a mí no noté segundas intenciones, una pena, pero esa noche no insistiría en llevarme a la cama a la primera que pasase por mis narices.
-¿Queréis algo más…un autógrafo o algo por el estilo?- me reí un poco. – ¿O quizá os gustaría concederme este baile?- Sí, esa pregunta habría sido la correcta sin tener que parecer un autentico engreído, que por supuesto lo era.
Tristán Evans- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 17/09/2010
Edad : 41
Localización : La Clave de Sol
Re: Regreso a la vida social [Libre]
Sonrió de medio lado. No tenía aspecto de ser un gran y poderoso caballero. Mejor, estaba cansada de la corte y todos aquellos educados y estirados caballeros. Tristán le parecía ingenioso, incluso tenía un cierto ego a su alrededor que llamaba asombrosamente su atención. Bebió de su copa, observándolo con detenimiento. Quizá estaba oxidada en el arte de relacionarse, pero le gustaría que no hubiera ningún problema por confraternizar con él.
-No creo que sea posible haber oído nada malo de un genio musical como usted.
Lo cierto era que Temperance había oído poco sobre Tristán Evans, pero desde luego todas las cosas que había escuchado habían sido excelentes críticas hacia él.
Rió divertida ante la propuesta de un autógrafo, y su sonrisa se ensanchó más ante la invitación a bailar.
-No se preocupe, no soy ninguna histérica en busca de su atención. Pero la idea de un baile me resulta grata. Aunque debo prevenirle antes de que llevo mucho tiempo sin bailar. Lo siento si resulto un poco torpe.
-No creo que sea posible haber oído nada malo de un genio musical como usted.
Lo cierto era que Temperance había oído poco sobre Tristán Evans, pero desde luego todas las cosas que había escuchado habían sido excelentes críticas hacia él.
Rió divertida ante la propuesta de un autógrafo, y su sonrisa se ensanchó más ante la invitación a bailar.
-No se preocupe, no soy ninguna histérica en busca de su atención. Pero la idea de un baile me resulta grata. Aunque debo prevenirle antes de que llevo mucho tiempo sin bailar. Lo siento si resulto un poco torpe.
Temperance Kiddo- Talamasca
- Mensajes : 43
Fecha de inscripción : 21/09/2010
Edad : 37
Localización : Allá donde la oscuridad me lleve
Re: Regreso a la vida social [Libre]
-No creo que sea posible haber oído nada malo de un genio musical como usted.- Solté una ligera risa incrédulo. No me creía que todo lo que se dijera de mí fuera bueno, pero realmente me agradaba que ella me regalase los oídos aún sin haberme escuchado tocar. Mi atención irrevocablemente ya había caído sobre ella.
-El arte de la danza se asemeja al montar en bicicleta, nunca se olvida.- me reí levemente ante mi comentario, tomé su copa junto a la mía para que no estorbasen, y sonreí tomándola de las manos con suavidad.-Pero de verdad espero que no me pise, por experiencia diré que no es la mejor de las caricias.- La acerqué a mí un poco con rostro bromista para comenzar a dar los primeros pasos.
-Y no se preocupe si hay que desengrasar vuestro mecanismo, me encargaré de ello.- bromeé dando una vuelta. Como siempre y en cada uno de mis comentarios había segundas, pero se podría decir que por una vez había más de broma que de picardía. Siempre me habían dicho que no era malo a la hora de bailar, si es que ¡llevo el ritmo en las venas! Pensé.
-El truco es creer que lo puedes hacer, solo al hacerlo harás creer al resto lo que se te antoje.- Y así era, eso te valía para cualquier asunto en la vida.
Los comensales comenzaron a hacernos un hueco en el gran baile que se estaba originando. Disfruté el momento…no puedo dar un por qué.
-El arte de la danza se asemeja al montar en bicicleta, nunca se olvida.- me reí levemente ante mi comentario, tomé su copa junto a la mía para que no estorbasen, y sonreí tomándola de las manos con suavidad.-Pero de verdad espero que no me pise, por experiencia diré que no es la mejor de las caricias.- La acerqué a mí un poco con rostro bromista para comenzar a dar los primeros pasos.
-Y no se preocupe si hay que desengrasar vuestro mecanismo, me encargaré de ello.- bromeé dando una vuelta. Como siempre y en cada uno de mis comentarios había segundas, pero se podría decir que por una vez había más de broma que de picardía. Siempre me habían dicho que no era malo a la hora de bailar, si es que ¡llevo el ritmo en las venas! Pensé.
-El truco es creer que lo puedes hacer, solo al hacerlo harás creer al resto lo que se te antoje.- Y así era, eso te valía para cualquier asunto en la vida.
Los comensales comenzaron a hacernos un hueco en el gran baile que se estaba originando. Disfruté el momento…no puedo dar un por qué.
Tristán Evans- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 17/09/2010
Edad : 41
Localización : La Clave de Sol
Re: Regreso a la vida social [Libre]
Con una sonrisa espléndida se dejó llevar hacia Tristán. Un primer baile con un músico que por seguro era más que magnífico. No podía haberle elegido el destino pareja mejor. Con los primeros pasos se dio cuenta de que llevaba razón, y que nunca se olvidaba. Se movía ágil y liviana siguiendo los pasos de él. El baile nunca había sido su entretenimiento más querido, pero ahora que habían pasado unos años podía llamarlo... gratificante.
Rió sin pudor y con vivacidad dando la primera vuelta con él. No quiso ser grosera, ni tampoco parecer excéntrica ante los ojos de Tristán, por ello no pronunció en voz alta lo que pensaba, y es que de verdad necesitaba que alguien desengrasara su mecanismo. Había estado falta de movilidad durante mucho tiempo.
-No sólo debe ser el gran músico del que he oído hablar, sino que también parece un profesor excelente. -Giró con él, sin poder evitar seguir sonriendo-. Me pregunto qué tipo de cosas sería capaz de enseñarme.
La mirada de Temperance chispeó tras su comentario, volviendo a dar una vuelta en la mitad de la pista de baile.
Rió sin pudor y con vivacidad dando la primera vuelta con él. No quiso ser grosera, ni tampoco parecer excéntrica ante los ojos de Tristán, por ello no pronunció en voz alta lo que pensaba, y es que de verdad necesitaba que alguien desengrasara su mecanismo. Había estado falta de movilidad durante mucho tiempo.
-No sólo debe ser el gran músico del que he oído hablar, sino que también parece un profesor excelente. -Giró con él, sin poder evitar seguir sonriendo-. Me pregunto qué tipo de cosas sería capaz de enseñarme.
La mirada de Temperance chispeó tras su comentario, volviendo a dar una vuelta en la mitad de la pista de baile.
Temperance Kiddo- Talamasca
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Fecha de inscripción : 21/09/2010
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Re: Regreso a la vida social [Libre]
Su risa me dejó sorprendido no me esperaba que se tomase así mi insinuación. Seguí danzando alegremente de un lado a otro junto a ella como si nada.
“¿Profesor?” me pregunté mientras dimos una vuelta, ¿estaría de broma?
-Me pregunto qué tipo de cosas sería capaz de enseñarme.- ¡Uy! La miré asombrado de nuevo, ¿cómo quería que me tomara aquello? ¡Alguien como yo! Solo se escuchaban murmullos a nuestro alrededor puesto que no les prestaba atención.
-Bueno…madame. No creo que sea el conveniente para enseñaros nada.- me acerqué a ella como así exigía aquel baile, y continué hablando.- puesto que la veo bastaste capacitada para esto.- ¡me
hice el tonto! ¡buah! ¿Yo, haciéndome el cortito? Ver para creer.
- En cambio…- sonreí haciéndome el interesante, aunque no hacía falta que me lo hiciera.- si estáis dispuesta a dejar que os enseñe cualquier cosa…- di la vuelta sobre ella levantando su mano sin apartar los ojos.-encantado.- enarqué una de mis cejas con una fresca sonrisa.
“¿Profesor?” me pregunté mientras dimos una vuelta, ¿estaría de broma?
-Me pregunto qué tipo de cosas sería capaz de enseñarme.- ¡Uy! La miré asombrado de nuevo, ¿cómo quería que me tomara aquello? ¡Alguien como yo! Solo se escuchaban murmullos a nuestro alrededor puesto que no les prestaba atención.
-Bueno…madame. No creo que sea el conveniente para enseñaros nada.- me acerqué a ella como así exigía aquel baile, y continué hablando.- puesto que la veo bastaste capacitada para esto.- ¡me
hice el tonto! ¡buah! ¿Yo, haciéndome el cortito? Ver para creer.
- En cambio…- sonreí haciéndome el interesante, aunque no hacía falta que me lo hiciera.- si estáis dispuesta a dejar que os enseñe cualquier cosa…- di la vuelta sobre ella levantando su mano sin apartar los ojos.-encantado.- enarqué una de mis cejas con una fresca sonrisa.
Tristán Evans- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 17/09/2010
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Localización : La Clave de Sol
Re: Regreso a la vida social [Libre]
Sonrió de medio lado, sin apartar las pupilas de su pareja, muy interesada por su comentario. Enseñarle cualquier cosa. ¿Y qué ilustraba exactamente cualquier cosa? Una sonrisa llena de segundas intenciones se dibujó en los labios de Temperance mientras Tristán la hacía girar. Así era, cualquier cosa.
-Por supuesto que estoy dispuesta -contestó ella, no sin cierta coquetería en cada una de sus palabras, levantando levemente los párpados para volver la mirada a su rostro-. Nunca viene mal aprender algo nuevo e interesante... Y estoy casi segura de que usted tendría mucho que enseñarme, señor Evans.
Mentiría si dijera que no se sentía cómoda con la situación. Estaba más que encantada. Y también mentiría si dijera que en sus palabras no había una segunda connotación enmascarada de tal forma que ningún curioso pudiera comprender más de lo que debía.
-Por supuesto que estoy dispuesta -contestó ella, no sin cierta coquetería en cada una de sus palabras, levantando levemente los párpados para volver la mirada a su rostro-. Nunca viene mal aprender algo nuevo e interesante... Y estoy casi segura de que usted tendría mucho que enseñarme, señor Evans.
Mentiría si dijera que no se sentía cómoda con la situación. Estaba más que encantada. Y también mentiría si dijera que en sus palabras no había una segunda connotación enmascarada de tal forma que ningún curioso pudiera comprender más de lo que debía.
Temperance Kiddo- Talamasca
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Fecha de inscripción : 21/09/2010
Edad : 37
Localización : Allá donde la oscuridad me lleve
Re: Regreso a la vida social [Libre]
Pero ¡bueno! No me podía creer la disposición que estaba viendo por parte de ella, realmente genial, pero no sabía qué pensar. Dispuesta ¿eh? Interesante. Me mordí el labio cuando terminó de hablar, qué manera tan elegante de insinuarse, no estaba acostumbrado.
- No os falta razón, madame.- reí sonoramente haciéndola de nuevo girar ya que la melodía había acelerado. –Con gusto os instruiría… solo hasta donde quisierais aprender, claro.- me tapé los labios con una mano para reprimir la carcajada.
– Me alegra que estéis tan dispuesta.- me acerqué a ella tomándola ligeramente de las caderas.
–No todo el mundo tiene tanta predisposición.- ¡Dios! Ya me estaba entrando la vena calenturienta. Flirtear era lo que más me gustaba hacer aparte de tocar…algún instrumento quiero decir.
– Sinceramente me gusta que mis alumnas salgan satisfechas de mis clases.- ¡Sí! Me encanta hasta el extremo. Volvimos a retomar el baile.
–Espero tener los conocimientos suficientes para que así sea, lady Temperance.- Me divertía muchísimo, modesto ¿yo?
–Quizá al final de la noche podríamos... ampliar conocimientos ¿no le parece?- cuestioné con una fingida voz elocuente.
- No os falta razón, madame.- reí sonoramente haciéndola de nuevo girar ya que la melodía había acelerado. –Con gusto os instruiría… solo hasta donde quisierais aprender, claro.- me tapé los labios con una mano para reprimir la carcajada.
– Me alegra que estéis tan dispuesta.- me acerqué a ella tomándola ligeramente de las caderas.
–No todo el mundo tiene tanta predisposición.- ¡Dios! Ya me estaba entrando la vena calenturienta. Flirtear era lo que más me gustaba hacer aparte de tocar…algún instrumento quiero decir.
– Sinceramente me gusta que mis alumnas salgan satisfechas de mis clases.- ¡Sí! Me encanta hasta el extremo. Volvimos a retomar el baile.
–Espero tener los conocimientos suficientes para que así sea, lady Temperance.- Me divertía muchísimo, modesto ¿yo?
–Quizá al final de la noche podríamos... ampliar conocimientos ¿no le parece?- cuestioné con una fingida voz elocuente.
Tristán Evans- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 17/09/2010
Edad : 41
Localización : La Clave de Sol
Re: Regreso a la vida social [Libre]
No pudo evitar sonreír al saber que habían entrado en un juego peligroso. Y le encantaba saber que habían entrado en ese juego. No hacía falta ser demasiado lista para encontrar las segundas intenciones en las palabras de Tristán, y por suerte ella lo era lo suficiente como para tomárselas agradablemente. No se sintió incómoda cuando posó sus manos en sus caderas. Al contrario, se sentía un poco más... cómoda. Sentía cómo su temperatura corporal empezaba aumentar gradualmente. Ah, cómo había añorado esas sensaciones.
-Siempre me ha gustado mucho aprender cosas nuevas. Ya sabe lo que dicen: Nunca te irás a la cama sin aprender una cosa más.
Estaba segura de que se quedaría más que satisfecha con los conocimientos que él le pudiera proporcionar. Soltó una risa suave ante su último comentario.
-Siempre he sido una mujer a la que le gusta aprender cosas nuevas. Estaría muy complacida si pudiera ampliar mis conocimientos con usted -añadió, bajando un poco los párpados, sonriendo de medio lado, con cierta insinuación en cada palabra.
-Siempre me ha gustado mucho aprender cosas nuevas. Ya sabe lo que dicen: Nunca te irás a la cama sin aprender una cosa más.
Estaba segura de que se quedaría más que satisfecha con los conocimientos que él le pudiera proporcionar. Soltó una risa suave ante su último comentario.
-Siempre he sido una mujer a la que le gusta aprender cosas nuevas. Estaría muy complacida si pudiera ampliar mis conocimientos con usted -añadió, bajando un poco los párpados, sonriendo de medio lado, con cierta insinuación en cada palabra.
Temperance Kiddo- Talamasca
- Mensajes : 43
Fecha de inscripción : 21/09/2010
Edad : 37
Localización : Allá donde la oscuridad me lleve
Re: Regreso a la vida social [Libre]
Últimamente no hacía más que encontrarme pretendientes, y eso me llenaba de orgullo y satisfacción.
-Siempre me ha gustado mucho aprender cosas nuevas. Ya sabe lo que dicen: Nunca te irás a la cama sin aprender una cosa más.- “Y nunca mejor dicho”, pensé sonriendo. Cuantísimo me halaga escuchar sus palabras.
Un día de estos acabaría asesinado en cualquier sitio por confiar a pies puntillas en las mujeres, y menos mal que yo intentaba poner el punto sobre lasíes, en estos tiempos que corren no es bueno dejarse llevar tanto como yo lo hacía, sí imprudente, mucho, lo sé.
-Entonces… queda todo dicho.- murmuré inclinándome cuando finalizó la canción. Mi compañero me hizo señas porque ya era nuestro turno. –Tengo que cumplir.- sonreí abiertamente acariciando su mano y guiñándola un ojo, para después separarme de ella. Parecía que tenía la noche arreglada. ¡Qué gusto!
-¡Vale! Tristán encárgate de todo.- me comentó el encargado de aquello.
-¿Cuándo no?- pregunté enarcando una ceja. Me senté en un pequeño taburete e hice una señal al pianista para que comenzase, las primeras notas eran la clave.
Había tiempo para todo, dejé a Lady Temperance a un lado para centrarme en lo que en ese momento tenía en mis manos, mi adorado saxo, como nunca me canso en repetir. Dentro de unos momentos acompañaría al resto en una vorágine de melodiosos sonidos. Y ahí estaba…preparado para ello. No estaba más nervioso que la pasada noche, es más…estaba súper relajado.
-Siempre me ha gustado mucho aprender cosas nuevas. Ya sabe lo que dicen: Nunca te irás a la cama sin aprender una cosa más.- “Y nunca mejor dicho”, pensé sonriendo. Cuantísimo me halaga escuchar sus palabras.
Un día de estos acabaría asesinado en cualquier sitio por confiar a pies puntillas en las mujeres, y menos mal que yo intentaba poner el punto sobre lasíes, en estos tiempos que corren no es bueno dejarse llevar tanto como yo lo hacía, sí imprudente, mucho, lo sé.
-Entonces… queda todo dicho.- murmuré inclinándome cuando finalizó la canción. Mi compañero me hizo señas porque ya era nuestro turno. –Tengo que cumplir.- sonreí abiertamente acariciando su mano y guiñándola un ojo, para después separarme de ella. Parecía que tenía la noche arreglada. ¡Qué gusto!
-¡Vale! Tristán encárgate de todo.- me comentó el encargado de aquello.
-¿Cuándo no?- pregunté enarcando una ceja. Me senté en un pequeño taburete e hice una señal al pianista para que comenzase, las primeras notas eran la clave.
Había tiempo para todo, dejé a Lady Temperance a un lado para centrarme en lo que en ese momento tenía en mis manos, mi adorado saxo, como nunca me canso en repetir. Dentro de unos momentos acompañaría al resto en una vorágine de melodiosos sonidos. Y ahí estaba…preparado para ello. No estaba más nervioso que la pasada noche, es más…estaba súper relajado.
Tristán Evans- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 17/09/2010
Edad : 41
Localización : La Clave de Sol
Re: Regreso a la vida social [Libre]
Inclinó con levedad la cabeza para dejar a Tristán ir a cumplir con sus obligaciones, dedicándole una sugerente sonrisa en correspondencia a su caricia y a su guiño. Se hizo a un lado para presenciar a la orquesta, retirándose de la pista de baile, dejando a las demás parejas continuar.
Se quedó con la boca levemente entreabierta cuando escuchó a Tristán entonar las primeras notas con el saxofón. Era la primera vez, y no le avergonzaba reconocerlo, que veía aquel instrumento. Sí, en ilustraciones de libros de música y demás, pero jamás en vivo. Nunca había tenido esa maravillosa oportunidad, poder esccuchar en primera fila un sonido tan llamativo a la par que hermoso.
Seguía con la mirada el movimiento de los dedos de Tristán pulsando las teclas del saxofón. Desde luego sabía hacer verdadera magoa con esas manos.
Se quedó con la boca levemente entreabierta cuando escuchó a Tristán entonar las primeras notas con el saxofón. Era la primera vez, y no le avergonzaba reconocerlo, que veía aquel instrumento. Sí, en ilustraciones de libros de música y demás, pero jamás en vivo. Nunca había tenido esa maravillosa oportunidad, poder esccuchar en primera fila un sonido tan llamativo a la par que hermoso.
Seguía con la mirada el movimiento de los dedos de Tristán pulsando las teclas del saxofón. Desde luego sabía hacer verdadera magoa con esas manos.
Temperance Kiddo- Talamasca
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Fecha de inscripción : 21/09/2010
Edad : 37
Localización : Allá donde la oscuridad me lleve
Re: Regreso a la vida social [Libre]
Seguí el protocolo de siempre, hoy no deseaba destacar sobre el resto (tampoco pude), aunque indudablemente llevase un letrero apuntándome como la comidilla de la noche, ya estaba acostumbrando. Toqué y toqué, dejándome los pulmones y el alma en el escenario, no era algo improvisado, ni nada mío ¡ni más faltaba!
Mientras tocaba pude ver como la señorita que sería mi diversión de la noche me miraba con ¿admiración? ¡Ya está! Así de fácil. ¿Qué tendremos los músicos que allí por dónde vamos arrasamos?
Un ego tan grande que no cabe en estas cuatro paredes…doy fe.
Desde el principio tenemos que creer cien por cien en nosotros y en nuestras posibilidades, una lección que la vida me enseñó tiempo atrás, y que guardaba bajo llave. ¿Quién podría resquebrajar mi orgullo? Sigo pensando que no hay nada que tenga tanto poder como para acometer semejante proeza.
Bueno…estoy divagando por temas que no son el caso, retrocedamos pues: Estaba sobre el pequeño escenario tocando con mis compañeros aquella melodía preconcebida, estéril para mí. No debía salirme de lo establecido, esa noche fue así, no pude negarme a ello ya que necesitaba el dinero. Estuvimos como veinte minutos allí arriba, hasta que dimos por finalizada la canción.
Los invitados comenzaron a aplaudir como es costumbre, yo me giré para guardar mi saxo en su maletín, alguno de mis compañeros se encargaría de guardarlo.
Di un brinco saltando del escenario, y me moví con agilidad pasando entre los convocados a la fiesta, llegué por fin hasta Temperance. La cogí de la mano con una sonrisa y la incité a que me siguiera, la gente no podía vernos, quería estar a solas con ella. Cruzamos los largos pasillos como dos chiquillos a punto de hacer una trastada, hasta que la retuve en una esquina, de lejos se podía escuchar el bullicio de la fiesta, no estábamos muy “protegidos”, pero en fin…
-¿Os ha gustado?- pregunté fijándome en el sube y baja de su pecho debido a la maratón anterior.
–En cualquier caso…lo mejor de la noche viene ahora.- murmuré sin dejarla responder pues ya había unido mis labios a los suyos, como insensato y atrevido que era. La besé con profusión, igualmente cerrando los ojos. ¿Cuál sería su respuesta a esto? En un momento dado sonreí mientras jugaba con su lengua “como nos pillen…adiós trabajo…”
Mientras tocaba pude ver como la señorita que sería mi diversión de la noche me miraba con ¿admiración? ¡Ya está! Así de fácil. ¿Qué tendremos los músicos que allí por dónde vamos arrasamos?
Un ego tan grande que no cabe en estas cuatro paredes…doy fe.
Desde el principio tenemos que creer cien por cien en nosotros y en nuestras posibilidades, una lección que la vida me enseñó tiempo atrás, y que guardaba bajo llave. ¿Quién podría resquebrajar mi orgullo? Sigo pensando que no hay nada que tenga tanto poder como para acometer semejante proeza.
Bueno…estoy divagando por temas que no son el caso, retrocedamos pues: Estaba sobre el pequeño escenario tocando con mis compañeros aquella melodía preconcebida, estéril para mí. No debía salirme de lo establecido, esa noche fue así, no pude negarme a ello ya que necesitaba el dinero. Estuvimos como veinte minutos allí arriba, hasta que dimos por finalizada la canción.
Los invitados comenzaron a aplaudir como es costumbre, yo me giré para guardar mi saxo en su maletín, alguno de mis compañeros se encargaría de guardarlo.
Di un brinco saltando del escenario, y me moví con agilidad pasando entre los convocados a la fiesta, llegué por fin hasta Temperance. La cogí de la mano con una sonrisa y la incité a que me siguiera, la gente no podía vernos, quería estar a solas con ella. Cruzamos los largos pasillos como dos chiquillos a punto de hacer una trastada, hasta que la retuve en una esquina, de lejos se podía escuchar el bullicio de la fiesta, no estábamos muy “protegidos”, pero en fin…
-¿Os ha gustado?- pregunté fijándome en el sube y baja de su pecho debido a la maratón anterior.
–En cualquier caso…lo mejor de la noche viene ahora.- murmuré sin dejarla responder pues ya había unido mis labios a los suyos, como insensato y atrevido que era. La besé con profusión, igualmente cerrando los ojos. ¿Cuál sería su respuesta a esto? En un momento dado sonreí mientras jugaba con su lengua “como nos pillen…adiós trabajo…”
Tristán Evans- Mensajes : 355
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