Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
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Lorette Gheraldini
Alma Dupont
Temperance Kiddo
Leonardo Rousseau
Erzsebeth Harsányi
Meredith
Emeraude Van den Heede
Amanda Bathori
Naiara S Wolfstrong
Kory Bouguereau
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Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
En orden:
Kory Bouguereau
Amanda
[?]Emeraude Van den Heede
Erzsebeth Harsányi
Leonardo Rousseau
[?]Temperance Kiddo
Alma Dupont
[?]Lorette Gheraldini
[?]Luca Andreini
Catalina León
Kassandra
Kory Bouguereau
Amanda
[?]Emeraude Van den Heede
Erzsebeth Harsányi
Leonardo Rousseau
[?]Temperance Kiddo
Alma Dupont
[?]Lorette Gheraldini
[?]Luca Andreini
Catalina León
Kassandra
Para alguna modificación hazlo saber AQUÍ
(Y si por algún motivo alguien tarda demasiado tomará turno el siguiente.)
Llevaba rondándome la cabeza el tema de la Fiesta de Navidad día sí y día también, no supe si ir o no hasta la noche anterior, que cogí el primer barco que me llevaría hacia Francia, dejé como siempre a Roger cuidando de Lancaster, algún día me gustaría que me acompañase en uno de mis viajes, bueno…otra vez será.
La invitación de la fiesta no era lo más importante, muchos de los que asistían a ese tipo de fiestas se colaban, era curioso porque te podías cruzar con un carpintero, o una costurera que nada malo ocurría.
Desde la Revolución Francesa la situación se había calmado considerablemente, el Palacio de Versalles había sido tomado por el pueblo, eso sí es cierto, de todas maneras se seguían celebrando las fiestas allí, pero debo decir que no volvería a ser el mismo Palacio que en tiempos de Luis XIV, quizá por lo que antes he mencionado, ahora los altos burgueses se codeaban con los mandatarios, se congregaban personalidades de la alta aristocracia, caballeros con título, marqueses, condes, hasta lo más bajo de la sociedad francesa y del extranjero. No estoy diciendo que sea malo, hay una gran diversidad y eso nunca es malo.
Una vez que fue proclamado Napoleón como Emperador Francés, las inestabilidades sociales se fueron solventado poco a poco, quizá esa noche el Señor Bonaparte se dignaba a hacer acto de presencia, sería un gusto, personalmente.
La fiesta empezaba a las 21:00, todo el camino hasta el Palacio estaba decorado con todo lujo de detalles, tanto esculturas neoclásicas, como por bellísimas flores.
¡Los jardines! No habría palabras para describir cómo estaban esa noche, la nieve le daba un aspecto de ensueño.
Me había puesto lo más reluciente y espectacular que pude para no desentonar entre tanta pomposidad, el vestido que me había puesto era el que me había regalado Leonardo, era burdeos y negro, una delicia.
Al llegar a la fachada principal me bajé del carruaje con la ayuda del cochero. –Muchas gracias.- sonreí a todo el mundo y comencé a subir los escalones con cuidado de no resbalarme con la leve capa de hielo que se había formado.
La invitación de la fiesta no era lo más importante, muchos de los que asistían a ese tipo de fiestas se colaban, era curioso porque te podías cruzar con un carpintero, o una costurera que nada malo ocurría.
Desde la Revolución Francesa la situación se había calmado considerablemente, el Palacio de Versalles había sido tomado por el pueblo, eso sí es cierto, de todas maneras se seguían celebrando las fiestas allí, pero debo decir que no volvería a ser el mismo Palacio que en tiempos de Luis XIV, quizá por lo que antes he mencionado, ahora los altos burgueses se codeaban con los mandatarios, se congregaban personalidades de la alta aristocracia, caballeros con título, marqueses, condes, hasta lo más bajo de la sociedad francesa y del extranjero. No estoy diciendo que sea malo, hay una gran diversidad y eso nunca es malo.
Una vez que fue proclamado Napoleón como Emperador Francés, las inestabilidades sociales se fueron solventado poco a poco, quizá esa noche el Señor Bonaparte se dignaba a hacer acto de presencia, sería un gusto, personalmente.
La fiesta empezaba a las 21:00, todo el camino hasta el Palacio estaba decorado con todo lujo de detalles, tanto esculturas neoclásicas, como por bellísimas flores.
¡Los jardines! No habría palabras para describir cómo estaban esa noche, la nieve le daba un aspecto de ensueño.
Me había puesto lo más reluciente y espectacular que pude para no desentonar entre tanta pomposidad, el vestido que me había puesto era el que me había regalado Leonardo, era burdeos y negro, una delicia.
Al llegar a la fachada principal me bajé del carruaje con la ayuda del cochero. –Muchas gracias.- sonreí a todo el mundo y comencé a subir los escalones con cuidado de no resbalarme con la leve capa de hielo que se había formado.
Última edición por Kory Bouguereau el Mar Ene 04, 2011 3:11 am, editado 11 veces
Kory Bouguereau- Vampiro - Clase Alta
- Mensajes : 493
Fecha de inscripción : 24/04/2010
Edad : 138
Localización : Castillo Lancaster (Inglaterra)
Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
Navidad, mi tercera época favorita, después de mi cumpleaños y año nuevo. Pero no era excusa para estar ahí ¿Qué hacía tan lejos de casa? Nada más que pasar el rato. “solo una hora, y de regreso a casa” me convencí, nuevamente.
Camine con cuidado, abrigada lo más posible y sin mirar al frente. Una cosa a la vez. El aroma de las personas era sin lugar a dudas embriagante, perfumes caros y de maces. Me atreví a mirar al frente, avergonzándome de inmediato. Todos bien vestidos, llenos de riqueza. Nada que ver con una lobita perdida, vestida simplemente con un ligero vestidito color verde.
Pero estaba decidida a tener un momento agradable, aun si debía soportar las miradas de reproche de las mujeres, y las miradas poco agradables de los varones.
Apenas la seguridad entro en mi, mí caminar se volvió seguro, como antes. Pasaría una festividad agradable, lo quisiese el destino o no.
Camine con cuidado, abrigada lo más posible y sin mirar al frente. Una cosa a la vez. El aroma de las personas era sin lugar a dudas embriagante, perfumes caros y de maces. Me atreví a mirar al frente, avergonzándome de inmediato. Todos bien vestidos, llenos de riqueza. Nada que ver con una lobita perdida, vestida simplemente con un ligero vestidito color verde.
Pero estaba decidida a tener un momento agradable, aun si debía soportar las miradas de reproche de las mujeres, y las miradas poco agradables de los varones.
Apenas la seguridad entro en mi, mí caminar se volvió seguro, como antes. Pasaría una festividad agradable, lo quisiese el destino o no.
Naiara S Wolfstrong- Licántropo- Clase Media
- Mensajes : 349
Fecha de inscripción : 14/07/2010
Edad : 30
Localización : En algun lugar de mi mente, recordando porque debo odiarme...
Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
De entre las diversas actividades de mi vida la que mas anciaba era la Navidad aun no sabia porque, supongo que el movimiento en las calles la alegria de cada persona trae consigo corazones alegres y llena el mio que ya no late tambien de alegria, y aunque para cada uno de ellos es un año diferente para mi es el mismo no dejo de ser la misma sin cambios fisicos aun recuerdo que la Iglesia añadió posteriormente en la Edad Media el nacimiento y los villancicos a sus costumbres. En esta época, los banquetes eran el punto culminante de las celebraciones. Todo esto tuvo un abrupto final en Gran Bretaña cuando, en 1552, los puritanos prohibieron la Navidad. Aunque la Navidad volvió a Inglaterra en 1660 con Carlos II, los rituales desaparecieron .
Actualmente, la Navidad es tiempo de gran actividad comercial e intercambio de regalos, reuniones y comidas familiares siempre creo que eso es lo que mas me motiva de estas fechas .
ME ACERQUE A SALUDAR A KORI Y NAIARA - FELICES FIESTAS- LES DIJE SONRIENTE
Actualmente, la Navidad es tiempo de gran actividad comercial e intercambio de regalos, reuniones y comidas familiares siempre creo que eso es lo que mas me motiva de estas fechas .
ME ACERQUE A SALUDAR A KORI Y NAIARA - FELICES FIESTAS- LES DIJE SONRIENTE
Amanda Bathori- Vampiro - Clase Alta
- Mensajes : 399
Fecha de inscripción : 04/09/2010
Edad : 37
Localización : Inglaterra
Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
¡Ah, la Navidad! Una época hermosa y feliz. En la casa del marqués siempre se hacían grandes celebraciones y por ello Emeraude había hecho lo imposible por lograr una invitación. Había alquilado un coche para tenerlo a su disposición toda la noche y se había preparado lo mejor que podía. Había recogido sus cabellos en un moño elegante, dejando algunos cabellos sueltos que caían graciosamente sobre sus hombros, y había acudido a la mejor modista de París para que le preparase un magnífico vestido color rojo.
Muy caballerosamente, el cochero le abrió la portezuela del carruaje y la ayudó a descender las escalerillas, dejándola a la puerta del palacio. Aquella noche todo tenía un aroma dulce y agradable, magnífico. Entregó a un croiado su invitación en la puerta y dejó su capa en manos de otro. Aquel mundo de lujo le encantaba, la tenía fascinada y enamorada desde que con sólo seis años pudo acceder, con un magnífico golpe de suerte, a él.
Observó con una sonrisa amplia a los invitados, todos congregados en el salón dispuestos a pasar una noche magnífica. Esperaba poder integrarse mejor en aquella sociedad que la había acogido con los brazos abiertos a su llegada.
Reconoció a Amanda, cerca de un par de mujeres. Era una de las pocas personas que había llegado a conocer allí. Se acercó a ella, igualmente sonriente. No era una situación como la de su primer encuentro, aquella noche de cacería, pero indudablemente le agradaba haberla vuelto a ver.
-Buenas noches, Amanda -la saludó con cortesía y una suave inclinación de cabeza-. Felices fiestas.
Muy caballerosamente, el cochero le abrió la portezuela del carruaje y la ayudó a descender las escalerillas, dejándola a la puerta del palacio. Aquella noche todo tenía un aroma dulce y agradable, magnífico. Entregó a un croiado su invitación en la puerta y dejó su capa en manos de otro. Aquel mundo de lujo le encantaba, la tenía fascinada y enamorada desde que con sólo seis años pudo acceder, con un magnífico golpe de suerte, a él.
Observó con una sonrisa amplia a los invitados, todos congregados en el salón dispuestos a pasar una noche magnífica. Esperaba poder integrarse mejor en aquella sociedad que la había acogido con los brazos abiertos a su llegada.
Reconoció a Amanda, cerca de un par de mujeres. Era una de las pocas personas que había llegado a conocer allí. Se acercó a ella, igualmente sonriente. No era una situación como la de su primer encuentro, aquella noche de cacería, pero indudablemente le agradaba haberla vuelto a ver.
-Buenas noches, Amanda -la saludó con cortesía y una suave inclinación de cabeza-. Felices fiestas.
Emeraude Van den Heede- Vampiro - Clase Alta
- Mensajes : 79
Fecha de inscripción : 08/09/2010
Edad : 34
Localización : En tus fantasíasn más humedas
Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
Odiaba la Navidad desde que tenía memoria. Lo único que disfrutaba de ella eran los regalos y las fiestas a las que nos invitaban.
Habíamos recibido la invitación hacía unas semanas, pero mi padre no podía venir; asuntos de trabajo, como siempre. Aún así, disfrutaba más de la fiesta si iba sola.
Cogí el último barco que me llevaría hasta Francia. Usando mi don, conseguí uno de los mejores lugares en el barco, y pude ir con plena comodidad.
Cuando llegué, la fiesta ya estaba empezando. Mostré una de mis mejores sonrisas y bajé del coche que me había llevado al lugar. Me había puesto un largo vestido blanco. Las ballenas se me clavaban y apenas podía respirar; estaba deseando que la fiesta acabase para poder quitármelo sin problema alguno.
-¡Feliz Navidad! -dije con una felicidad falsa a las cuatro damas que se encontraban allí.
((Off: no sé si podré conectarme a diario, si queréis podéis saltar mi turno. Yo contestaré en cuanto me sea posible ^.^))
Habíamos recibido la invitación hacía unas semanas, pero mi padre no podía venir; asuntos de trabajo, como siempre. Aún así, disfrutaba más de la fiesta si iba sola.
Cogí el último barco que me llevaría hasta Francia. Usando mi don, conseguí uno de los mejores lugares en el barco, y pude ir con plena comodidad.
Cuando llegué, la fiesta ya estaba empezando. Mostré una de mis mejores sonrisas y bajé del coche que me había llevado al lugar. Me había puesto un largo vestido blanco. Las ballenas se me clavaban y apenas podía respirar; estaba deseando que la fiesta acabase para poder quitármelo sin problema alguno.
-¡Feliz Navidad! -dije con una felicidad falsa a las cuatro damas que se encontraban allí.
((Off: no sé si podré conectarme a diario, si queréis podéis saltar mi turno. Yo contestaré en cuanto me sea posible ^.^))
Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
La fiesta de Navidad en el palacio de Versalles... Todo un acontecimiento. Ni siquiera estoy muy segura de por qué he decidido venir, pero finalmente me encuentro subiendo los escalones de la entrada, con el pelo ligeramente recogido, de forma que cae sobre mis hombros y mi espalda sin taparme la cara, algunas joyas, y uno de mis vestidos favoritos: morado, con bordados y encajes en la falda, un escote que deja al descubierto mis hombros y un precioso corpiño negro realzando mi cintura. Sin embargo, gracias a un sencillo bebedizo no sentiré frío esta noche, lo que me ahorra cargar con una capa durante la fiesta.
"Bueno, puede ser divertido... Quien sabe, aquí puede haber gente interesante"Con este pensamiento miro a mi alrededor, observando cómo la gente ataviada con sus mejores galas entra en el palacio... Cuando de pronto una figura llama mi atención. Me acerco a la mujer y la reconozco rápidamente.
- Vaya vaya, Lady Bouguereau, parece cierto que el mundo es un pañuelo...- la saludo- aunque hay tanta gente aquí que sería extraño no conocer a alguien. Feliz Navidad.
"Bueno, puede ser divertido... Quien sabe, aquí puede haber gente interesante"Con este pensamiento miro a mi alrededor, observando cómo la gente ataviada con sus mejores galas entra en el palacio... Cuando de pronto una figura llama mi atención. Me acerco a la mujer y la reconozco rápidamente.
- Vaya vaya, Lady Bouguereau, parece cierto que el mundo es un pañuelo...- la saludo- aunque hay tanta gente aquí que sería extraño no conocer a alguien. Feliz Navidad.
Erzsebeth Harsányi- Bruja - Clase Media
- Mensajes : 806
Fecha de inscripción : 10/07/2010
Edad : 41
Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
En agradecimiento por el regalo que le hice a la señorita Bougereau recibí una invitación por su parte a una fiesta de navidad en París, la más famosa en Francia, ya había recibido unas cuantas pero decidí ir como invitado de Kory. Mi esposa está muy ilusionada en ir a esa fiesta pero una mala comida que probo “accidentalmente” se quedo con un malestar. No me apetecía ir con ella a la fiesta de navidad, quería estar solo como casi siempre.
La noche anterior me embarque para pasar el día en París, alimentarme y después acudir a la fiesta.
Me puse un traje elegante que deje escoger a Mina porque. Llegue a la fiesta dejando unos pocos minutos de cortesía, subí las escaleras del palacio admirando su arquitectura y sus formas. Entré y vi un par de caras conocidas. La sala estaba enormemente iluminada y decorada con detalles navideños y la nieve que había estado cayendo por el día ayudo mucho a crear el ambiente.
Me acerque a saludar, Kory y Erszabeth se encontraban con otras jóvenes. “cuantos vampiros y brujas se encuentran hoy en día en París” pensé con una sonrisa torcida.
-Buenas noches señoritas –Salude educadamente a las presentes – Veo que acerté con el vestido señorita Bougereau, esta preciosa esta noche- Dije mientras daba un beso en su mano en forma de saludo, realmente lo pensaba, desde la última vez que la vi había deseado volver a encontrarme con ella – Lady Harsanyi no esperaba volver a verla tan pronto, lucís hermosa – Mire a sus acompañantes con una sonrisa – Creo que aun no tengo el placer de conoceros, mi nombre es Leonardo Rousseau – Hice una reverencia- Felices fiestas señoritas.
La noche anterior me embarque para pasar el día en París, alimentarme y después acudir a la fiesta.
Me puse un traje elegante que deje escoger a Mina porque. Llegue a la fiesta dejando unos pocos minutos de cortesía, subí las escaleras del palacio admirando su arquitectura y sus formas. Entré y vi un par de caras conocidas. La sala estaba enormemente iluminada y decorada con detalles navideños y la nieve que había estado cayendo por el día ayudo mucho a crear el ambiente.
Me acerque a saludar, Kory y Erszabeth se encontraban con otras jóvenes. “cuantos vampiros y brujas se encuentran hoy en día en París” pensé con una sonrisa torcida.
-Buenas noches señoritas –Salude educadamente a las presentes – Veo que acerté con el vestido señorita Bougereau, esta preciosa esta noche- Dije mientras daba un beso en su mano en forma de saludo, realmente lo pensaba, desde la última vez que la vi había deseado volver a encontrarme con ella – Lady Harsanyi no esperaba volver a verla tan pronto, lucís hermosa – Mire a sus acompañantes con una sonrisa – Creo que aun no tengo el placer de conoceros, mi nombre es Leonardo Rousseau – Hice una reverencia- Felices fiestas señoritas.
Leonardo Rousseau- Vampiro - Clase Alta
- Mensajes : 872
Fecha de inscripción : 29/05/2010
Edad : 483
Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
¿Como demonios me había dejado engatusar por Lorette para asistir a una fiesta de sociedad? ¡Yo odiaba la compañía de cualquier persona! Hasta me costaba estar con Lorette demasiado tiempo como para estar en medio de un montón de personas que no conocía... maldita cría.
-¡No, Lorette, no pretendas que sonría porque no pienso sonreír!.- protesté molesto sacudiendo mis ropas y deshaciendo el fuerte nudo que había hecho en la bufanda que me había puesto. -No soy tu muñeco, ¡niña!.- dije a regañadientes sabiendo lo mucho que le molestaba que la llamara así.
Suspiré mirándola con los ojos entrecerrados y me crucé de brazos mientras esperaba a que terminase de arreglar su vestido. Mujeres. O más bien, Lorette. Porque aquella niña era un verdadero caso, ¿se creía que era su muñeco particular? Maldita la hora en la que la salvé y comencé a tratarla como mi hermana... maldita.
-¡No, Lorette, no pretendas que sonría porque no pienso sonreír!.- protesté molesto sacudiendo mis ropas y deshaciendo el fuerte nudo que había hecho en la bufanda que me había puesto. -No soy tu muñeco, ¡niña!.- dije a regañadientes sabiendo lo mucho que le molestaba que la llamara así.
Suspiré mirándola con los ojos entrecerrados y me crucé de brazos mientras esperaba a que terminase de arreglar su vestido. Mujeres. O más bien, Lorette. Porque aquella niña era un verdadero caso, ¿se creía que era su muñeco particular? Maldita la hora en la que la salvé y comencé a tratarla como mi hermana... maldita.
Invitado- Invitado
Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
Dio las gracias a la doncella que se hallaba en la sala de descanso cuando acabó de coserle el dobladillo del bajo del vestido. Era la primera vez que entraba en Versalles, y no quería aparecer con el mejor vestido que tenía roto por un traspiés que había dado en las escaleras, pisándolo y rasgándolo. Era una suerte que allí estuvieran preparados para todo. Pero así eran los franceses, todo tenía que ser perfecto y divino.
Se recogió las faldas del amplio vestido color lavanda y bajó los escalones que daban al salón de baile, maravillada. Sí, desde luego apartar un poco su estudio para divertirse era algo gratificante. No podía negar que, a pesar de su vida inculcada al estudio, la sociabilidad y la opulencia podían llegar a ser deslumbrantes para ella. A pesar de su concidición, no siempre había tenido la oportunidad de sumergirse en aquella opulencia.
El problema era que todavía no conocía a nadie, y entablar relaciones no era su fuerte. Pero haría de tripas corazón y lo intentaría. Dibujó una sonrisa amplia en su boca y se dirigió al grupo que tenía más cerca, compuesto por algunas mujeres y un caballero. Inclinó la cabeza con suma cortesía al acercarse a ellos.
-¡Felices fiestas! -les dijo alegremente-. Permitid que me presente. Soy lady Temperance.
Se recogió las faldas del amplio vestido color lavanda y bajó los escalones que daban al salón de baile, maravillada. Sí, desde luego apartar un poco su estudio para divertirse era algo gratificante. No podía negar que, a pesar de su vida inculcada al estudio, la sociabilidad y la opulencia podían llegar a ser deslumbrantes para ella. A pesar de su concidición, no siempre había tenido la oportunidad de sumergirse en aquella opulencia.
El problema era que todavía no conocía a nadie, y entablar relaciones no era su fuerte. Pero haría de tripas corazón y lo intentaría. Dibujó una sonrisa amplia en su boca y se dirigió al grupo que tenía más cerca, compuesto por algunas mujeres y un caballero. Inclinó la cabeza con suma cortesía al acercarse a ellos.
-¡Felices fiestas! -les dijo alegremente-. Permitid que me presente. Soy lady Temperance.
Temperance Kiddo- Talamasca
- Mensajes : 43
Fecha de inscripción : 21/09/2010
Edad : 37
Localización : Allá donde la oscuridad me lleve
Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
Me parecía ridículo volver a Francia, después de tanto tiempo. Pero adoraba las fiestas en Versailles. Eran un magnífico deleite para mí. Tanta falsedad tras esas caras felices, porque ¿A quién le gusta la navidad? Aún así nada quita los grandes salones, la comida a rebosar en las mesas y los deslumbrantes vestidos que calza la nobleza en estas fiestas.
Me arreglé a conciencia y me dispuse en marcha para acudir a la fiesta.
Tras llegar, contemple aquella maravilla llena de luces y color. Los perfumes se entre mezclaban en la sala. La gente conversaba entre miradas de complicidad. No conocía a nadie. Pero siempre se me dio bien entablar largas conversaciones. Quizás encontrara gente interesante. Así que me acerqué a un pequeño grupo de damas a excepción de un caballero. Vi como se saludaban con gran cortesía.
- Felices fiestas - exclamé con una gran sonrisa. Aquella frase era la última moda en Versailles. También las buenas formas - Disculpen la intromisión, pero no he podido evitar acercarme - dije acompañada de una gran reverencia.
Me arreglé a conciencia y me dispuse en marcha para acudir a la fiesta.
Tras llegar, contemple aquella maravilla llena de luces y color. Los perfumes se entre mezclaban en la sala. La gente conversaba entre miradas de complicidad. No conocía a nadie. Pero siempre se me dio bien entablar largas conversaciones. Quizás encontrara gente interesante. Así que me acerqué a un pequeño grupo de damas a excepción de un caballero. Vi como se saludaban con gran cortesía.
- Felices fiestas - exclamé con una gran sonrisa. Aquella frase era la última moda en Versailles. También las buenas formas - Disculpen la intromisión, pero no he podido evitar acercarme - dije acompañada de una gran reverencia.
Alma Dupont- Humano - Clase Alta
- Mensajes : 454
Fecha de inscripción : 02/09/2010
Edad : 36
Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
¡Una fiesta de navidad!, esas fiestas me encantaban cuando aún estaba con mis padres... ahora que ellos no están y yo soy una criatura de la noche, no sé si sería correcto festejarla... ¡Pero qué demonios!, estaba ansiosa por volver a sentir el calor del fuego, el olor a dulces y la nieve tan fría que provocaba que nadie saliera de casa, todos en familia; pero yo no tenía familia, yo no tenía a nadie, nadie más que el cascarrabias de Eric, que sabía que odiaría que lo llevara a alguna de esas fiestas que se festejaban para algunas personas en los salones de bailes, pero ese día no quería pasarla sola en casa, añorando algo que no volveré a tener, ese día no quería tener ganas de llorar.
No sé como lo hice, pero pude convencer a Eric de que me acompañase a una fiesta en el Palacio de Versalles, habíamos viajado hasta Francia por cambiar de lugar y poco tiempo después de nuestra llegada a mis oídos llegó la noticia de una fiesta de navidad en aquél lujoso Palacio, y las ganas de divertirme como cuando era una chiquilla pudieron más que el mal humor de Eric para decir que no me acompañaba.
-¡No, Lorette, no pretendas que sonría porque no pienso sonreír!.- protestaba él molesto sacudiéndose y deshaciendo el fuerte nudo que le había hecho en la bufanda que le había comprado, una bufanda navideña, una para él y otra para mi, yo reí divertida y tiré de su brazo. -No soy tu muñeco, ¡niña!.- volvió a gruñir y yo arrugué la nariz, ¡cuanto odiaba que me llamase así!, pero esa noche nada me iba a molestar, yo solo quería pasar desapercibida y festejar la estúpida Navidad.
- Deja de gruñir e intenta ser normal... aun que eso es difícil, así que simplemente déjate llevar.- Bromeé mientras me asía a su brazo con fuerza para que no se le ocurriera escapar.
Entramos al gran salón y mi sorpresa fue grande al sentir la presencia de más vampiros en aquél lugar, ¿acaso todos añoraban festejar la navidad?, o sería alguno de mis estúpidos pensamientos al creer que más seres como yo podían tener sentimientos; lo dudaba, después de mi mal encuentro con algunos de ellos dudaba el creer que podíamos llegar a tener buenos sentimientos.
-Feliz Navidad a Todos...- dije al llegar al salón y encontrarnos con algunas personas y entre ellos vampiros, que escucharían perfectamente mis palabras. Hinqué el codo en un costado de Eric para que saludara, pero se limitó a bufar y poner los ojos en blancos, reí divertida para mi, mientras observaba tímida a la gente que nos rodeaba, aguardando en una esquina donde menos alumbraban las numerosas lámparas de cera.
No sé como lo hice, pero pude convencer a Eric de que me acompañase a una fiesta en el Palacio de Versalles, habíamos viajado hasta Francia por cambiar de lugar y poco tiempo después de nuestra llegada a mis oídos llegó la noticia de una fiesta de navidad en aquél lujoso Palacio, y las ganas de divertirme como cuando era una chiquilla pudieron más que el mal humor de Eric para decir que no me acompañaba.
-¡No, Lorette, no pretendas que sonría porque no pienso sonreír!.- protestaba él molesto sacudiéndose y deshaciendo el fuerte nudo que le había hecho en la bufanda que le había comprado, una bufanda navideña, una para él y otra para mi, yo reí divertida y tiré de su brazo. -No soy tu muñeco, ¡niña!.- volvió a gruñir y yo arrugué la nariz, ¡cuanto odiaba que me llamase así!, pero esa noche nada me iba a molestar, yo solo quería pasar desapercibida y festejar la estúpida Navidad.
- Deja de gruñir e intenta ser normal... aun que eso es difícil, así que simplemente déjate llevar.- Bromeé mientras me asía a su brazo con fuerza para que no se le ocurriera escapar.
Entramos al gran salón y mi sorpresa fue grande al sentir la presencia de más vampiros en aquél lugar, ¿acaso todos añoraban festejar la navidad?, o sería alguno de mis estúpidos pensamientos al creer que más seres como yo podían tener sentimientos; lo dudaba, después de mi mal encuentro con algunos de ellos dudaba el creer que podíamos llegar a tener buenos sentimientos.
-Feliz Navidad a Todos...- dije al llegar al salón y encontrarnos con algunas personas y entre ellos vampiros, que escucharían perfectamente mis palabras. Hinqué el codo en un costado de Eric para que saludara, pero se limitó a bufar y poner los ojos en blancos, reí divertida para mi, mientras observaba tímida a la gente que nos rodeaba, aguardando en una esquina donde menos alumbraban las numerosas lámparas de cera.
Lorette Gheraldini- Vampiro - Clase Media
- Mensajes : 566
Fecha de inscripción : 14/07/2010
Edad : 223
Localización : Nápoles
Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
No sé por qué me importaba tanto. Tal vez, porque en mi vida de humano nunca pude disfrutar de estas cosas, y ahora se me abría un mundo de oportunidades. Añoranza. Libertad. Tantas cosas, tantos sentimientos que no sabía que podía llegar a tener...
Recibí una invitación. Admito que al principio me sorprendió bastante que alguien como yo, un artista, un pianista, lograra tener acceso a una fiesta como la de Versailles sin tener que ser parte de la servidumbre o la orquesta. Pero mi buen amigo, un renombrado maestro de orquestas, me había cedido su invitación. Su hija menor había enfermado gravemente, y él creía que lo mejor era que yo fuera. Confiaba en mí, y era una forma de admiración también hacia mi talento con el piano.
Una vez que llegó el momento, viajé a Francia, dejando mi galería a cargo de un buen amigo humano. Una vez en el país europeo, me preparé como mejor pude, alimentándome de un joven aristócrata y apropiándome de sus ropas. Estaba listo. Parecía un joven de clase alta, mis cabellos tomados con un lazo, mis botas lustradas, las ropas, relucientes. Pero no era aparentar, pues mi mirada siempre humilde, mis acciones, dejaban en evidencia orgullosamente que no pertenecía a ningún círculo de altivez y nobleza.
Y así me presenté en el palacio, admirando su hermosa arquitectura y porte, embelesado con la belleza que el hombre era capaz de crear, aunque ellos no lo sintieran de la misma forma que yo. Presenté la invitación y me mezclé entre los humanos, sintiendo también, varias presencias vampíricas, y también las siempre salvajes presencias de los lycanes. De todo había en esta fiesta, y yo, un poco incómodo por ser mi primer baile al que asistía como invitado, y también, por no conocer a nadie. Hasta que vislumbré un grupo cercano de señoritas, varias especies, y un caballero. Reconocí a algunas personas y me decidí a acercarme a ellos.
-Buona notte, felices fiestas señoritas, caballero… -les saludé, con una tímida sonrisa, reconociendo a Leonardo en el grupo- Disculpen que las interrumpa, mi nombre es Luca Andreini… -me presenté, haciendo una cortés reverencia, esperando ser aceptado en aquel grupo.
Recibí una invitación. Admito que al principio me sorprendió bastante que alguien como yo, un artista, un pianista, lograra tener acceso a una fiesta como la de Versailles sin tener que ser parte de la servidumbre o la orquesta. Pero mi buen amigo, un renombrado maestro de orquestas, me había cedido su invitación. Su hija menor había enfermado gravemente, y él creía que lo mejor era que yo fuera. Confiaba en mí, y era una forma de admiración también hacia mi talento con el piano.
Una vez que llegó el momento, viajé a Francia, dejando mi galería a cargo de un buen amigo humano. Una vez en el país europeo, me preparé como mejor pude, alimentándome de un joven aristócrata y apropiándome de sus ropas. Estaba listo. Parecía un joven de clase alta, mis cabellos tomados con un lazo, mis botas lustradas, las ropas, relucientes. Pero no era aparentar, pues mi mirada siempre humilde, mis acciones, dejaban en evidencia orgullosamente que no pertenecía a ningún círculo de altivez y nobleza.
Y así me presenté en el palacio, admirando su hermosa arquitectura y porte, embelesado con la belleza que el hombre era capaz de crear, aunque ellos no lo sintieran de la misma forma que yo. Presenté la invitación y me mezclé entre los humanos, sintiendo también, varias presencias vampíricas, y también las siempre salvajes presencias de los lycanes. De todo había en esta fiesta, y yo, un poco incómodo por ser mi primer baile al que asistía como invitado, y también, por no conocer a nadie. Hasta que vislumbré un grupo cercano de señoritas, varias especies, y un caballero. Reconocí a algunas personas y me decidí a acercarme a ellos.
-Buona notte, felices fiestas señoritas, caballero… -les saludé, con una tímida sonrisa, reconociendo a Leonardo en el grupo- Disculpen que las interrumpa, mi nombre es Luca Andreini… -me presenté, haciendo una cortés reverencia, esperando ser aceptado en aquel grupo.
Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
Caminé tranquilamente entre los invitados, intentando evitar las miradas que tenían como pretensión intimidarme ¿a mí? “Ya…” pensé sonriendo con cierta superioridad.
Había de todo rondando por el Palacio, y cuando digo todo es todo, de la más baja ralea hasta personalidades primordiales (como ya dije), pero nada de eso me interesaba, solo mis ojos se dejaban llevar por la grandiosidad que me rodeaba. ¡Cuánto daría por quedarme allí a solas!
Me quedaba enteramente embelesada mirando los frescos que decoraban el techo, las lámparas que colgaban, las esculturas bañadas en oro, el perfecto parqué, y ¡cómo olvidarme de los bellísimos espejos!, todo era esplendor, era un real placer estar en aquella galería.
Puede que al estar tan centrada en no perderme absolutamente nada pasaron desapercibidos para mí algunos entes, así que todo me sobrevino por sorpresa.
Intenté ser lo más correcta posible, había muchísima gente, era asfixiante.
Varios vampiros se acercaron a desear felices fiestas, yo no salía de mi asombro ¡cuánta comunicación! Asentí a todos con una sonrisa amable, al pasar mis ojos por la muchedumbre me percaté de presencias conocidas. -¡Ah! Erzsebeth…que curioso.- Recordé la manera en la que abandoné la biblioteca del Museo aquel día, y como ella ¡no había accedido a acompañarme!, e inevitablemente volvió a molestarme, por lo tanto la fulminé con la mirada cuando ella se distrajo.
Me sacó de mi estado de tensión el hecho de ver a ¡Leonardo! Le escuché con gusto y cierta modestia:
– No es para tanto Leonardo, me alegro de que hayáis venido.- comenté con una sincera sonrisa cuando besó mi mano, siempre tan educado. Parecía que también conocía a la brujita.
Muchas más personas comenzaron a presentarse, jovencitas muy respetables (o eso parecían a simple vista), procuré no entrometerme en sus cabezas, quizá más tarde ¿por qué no?
Dos vampiros se adentraron en la sala, me hizo gracia el hecho de que llevasen bufanda, se me escapó una ligera risa, eran tan distintos el uno del otro. Luego se acercó otro joven vampiro que me resultó interesante.
Aún con todo me estaba agobiando, no solía rodearme de tanta gente. Madre mía.
-Kory Bouguereau.- musité sonriendo, por si alguien aún no sabía quién era yo. La situación era exasperante, me aparté un poco del grupo haciendo una leve inclinación, y me aparté donde las grandes ventanas ¿era posible que me faltase el aire? Increíble.
Había de todo rondando por el Palacio, y cuando digo todo es todo, de la más baja ralea hasta personalidades primordiales (como ya dije), pero nada de eso me interesaba, solo mis ojos se dejaban llevar por la grandiosidad que me rodeaba. ¡Cuánto daría por quedarme allí a solas!
Me quedaba enteramente embelesada mirando los frescos que decoraban el techo, las lámparas que colgaban, las esculturas bañadas en oro, el perfecto parqué, y ¡cómo olvidarme de los bellísimos espejos!, todo era esplendor, era un real placer estar en aquella galería.
Puede que al estar tan centrada en no perderme absolutamente nada pasaron desapercibidos para mí algunos entes, así que todo me sobrevino por sorpresa.
Intenté ser lo más correcta posible, había muchísima gente, era asfixiante.
Varios vampiros se acercaron a desear felices fiestas, yo no salía de mi asombro ¡cuánta comunicación! Asentí a todos con una sonrisa amable, al pasar mis ojos por la muchedumbre me percaté de presencias conocidas. -¡Ah! Erzsebeth…que curioso.- Recordé la manera en la que abandoné la biblioteca del Museo aquel día, y como ella ¡no había accedido a acompañarme!, e inevitablemente volvió a molestarme, por lo tanto la fulminé con la mirada cuando ella se distrajo.
Me sacó de mi estado de tensión el hecho de ver a ¡Leonardo! Le escuché con gusto y cierta modestia:
– No es para tanto Leonardo, me alegro de que hayáis venido.- comenté con una sincera sonrisa cuando besó mi mano, siempre tan educado. Parecía que también conocía a la brujita.
Muchas más personas comenzaron a presentarse, jovencitas muy respetables (o eso parecían a simple vista), procuré no entrometerme en sus cabezas, quizá más tarde ¿por qué no?
Dos vampiros se adentraron en la sala, me hizo gracia el hecho de que llevasen bufanda, se me escapó una ligera risa, eran tan distintos el uno del otro. Luego se acercó otro joven vampiro que me resultó interesante.
Aún con todo me estaba agobiando, no solía rodearme de tanta gente. Madre mía.
-Kory Bouguereau.- musité sonriendo, por si alguien aún no sabía quién era yo. La situación era exasperante, me aparté un poco del grupo haciendo una leve inclinación, y me aparté donde las grandes ventanas ¿era posible que me faltase el aire? Increíble.
[Off: Se ha agobiado tanto como yo xDDD]
Kory Bouguereau- Vampiro - Clase Alta
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Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
Era increíble poder ver el salón atestado de personas, de distintas razas, países, costumbres, hasta diferentes clases sociales, podría percibir el olor de algunos humanos pero sabía que me encontraba tranquila mi idea era socializar, y de eso no tenía la menor duda que lo hacía bien.
La decoración era exageradamente elegante, coincidía con la celebraciones a realizarse el oro siempre era el complemento perfecto, con el tapiz y las lámparas colgantes a base de velas dando una luz perfecta y sin exageración, estaba segura que todos sentían deleite de estar en el salón viendo la perfecta creación y creatividad de el hombre para poder dejar que otros aprecien tremenda maravilla.
Deje de contemplar el salón y me dedique a observar desde mi sitio a cada uno de los invitados, no conocía aun a todos pero sabía que tendría que darles un saludo muy cordial y mi agradecimiento por la invitación a Kory que se encontraba como siempre bellísima y elegante con su mirada penetrante de la que un caballero no podría escapar, Naira la dama de mirada tierna que más recuerdo por su ayuda desde que llegue, Esmeraude la reconocí al instante y respondí su saludo con un beso en la mejilla, habíamos salido juntas de caza, Meredith que me hacia reírme muchas veces y me agradaba por su mirada fría y de autoridad, Erzsebeth era una bruja de clase media pero físicamente no aparentaba el ser de dicha clase, uno de los pocos caballeros de el salón Leonardo, con su mirada asesina compartida con la de un niño, Temperance sexy y elegante cualquiera creería que es una vampira, Alma otra humana de mirada coqueta y sin preocupación a verse rodeada de vampiros y brujos, se le veía muy divertida, Lorette de mirada tierna y tajante, Luca con quien había tenido en honor de cruzar algunas que otras palabras .
-Felices fiestas a todos y mucho gusto soy Amanda Bathori - dije sonriendo, esperaba que esta navidad sea en mi vida inolvidable no había tenido el honor de pasar una buena desde que tengo uso de razón como vampira y aunque me sentía un poco incomoda sonreía a todos para no mostrar mis malos recuerdos de esta fecha
La decoración era exageradamente elegante, coincidía con la celebraciones a realizarse el oro siempre era el complemento perfecto, con el tapiz y las lámparas colgantes a base de velas dando una luz perfecta y sin exageración, estaba segura que todos sentían deleite de estar en el salón viendo la perfecta creación y creatividad de el hombre para poder dejar que otros aprecien tremenda maravilla.
Deje de contemplar el salón y me dedique a observar desde mi sitio a cada uno de los invitados, no conocía aun a todos pero sabía que tendría que darles un saludo muy cordial y mi agradecimiento por la invitación a Kory que se encontraba como siempre bellísima y elegante con su mirada penetrante de la que un caballero no podría escapar, Naira la dama de mirada tierna que más recuerdo por su ayuda desde que llegue, Esmeraude la reconocí al instante y respondí su saludo con un beso en la mejilla, habíamos salido juntas de caza, Meredith que me hacia reírme muchas veces y me agradaba por su mirada fría y de autoridad, Erzsebeth era una bruja de clase media pero físicamente no aparentaba el ser de dicha clase, uno de los pocos caballeros de el salón Leonardo, con su mirada asesina compartida con la de un niño, Temperance sexy y elegante cualquiera creería que es una vampira, Alma otra humana de mirada coqueta y sin preocupación a verse rodeada de vampiros y brujos, se le veía muy divertida, Lorette de mirada tierna y tajante, Luca con quien había tenido en honor de cruzar algunas que otras palabras .
-Felices fiestas a todos y mucho gusto soy Amanda Bathori - dije sonriendo, esperaba que esta navidad sea en mi vida inolvidable no había tenido el honor de pasar una buena desde que tengo uso de razón como vampira y aunque me sentía un poco incomoda sonreía a todos para no mostrar mis malos recuerdos de esta fecha
Amanda Bathori- Vampiro - Clase Alta
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Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
(Off: Me salto a Emeraude porque lleva unos cuantos días sin pasarse y hace diez días que esperamos su respuesta. Y a Meredith... Bueno, ella está completamente ausente XD)
-¡Ah! Erzsebeth…que curioso- responde Kory.
Veo acercarse a Leonardo... ¡Dios mío! El mundo es un pañuelo. Lo fulmino con la mirada, pero en esa distracción noto como alguien me hace lo mismo a mi. Parece que Kory no está muy contenta con el final que tuvo nuestra última conversación...
-Buenas noches señoritas –Saluda – Veo que acerté con el vestido señorita Bougereau, esta preciosa esta noche- Dice mientras da un beso en su mano... Vaya, se conocen– Lady Harsanyi no esperaba volver a verla tan pronto, lucís hermosa –"Más te vale portarte bien, me debes unos cuantos tragos de MI sangre" pienso. Es irónico, el vampiro me cae bien, pero a mi orgullo no le sentó nada bien el final de nuestro encuentro– Creo que aun no tengo el placer de conoceros, mi nombre es Leonardo Rousseau – Hace una reverencia presentándose ante las demás- Felices fiestas señoritas.
- No es para tanto Leonardo, me alegro de que hayáis venido.- comenta Kory con una sincera sonrisa.
- Hola, Lord Rousseau... Tampoco yo creía que os volvería a ver tan pronto- me vuelvo hacia Kory- Siento si le molestó algo en mi actitud del otro día, Lady Bougereau, pero aquí tenéis un perfecto ejemplo de por qué lo hice- había pasado tan poco tiempo que todavía había unas leves marcas en mi cuello, aunque tapadas por mi pelo.
Una mujer de pelo castaño se nos acerca con una amplia sonrisa.
-¡Felices fiestas! -dice alegremente-. Permitid que me presente. Soy lady Temperance.
Me dispongo a responder y presentarme, pero se acerca más gente.
-Felices fiestas – exclama una joven rubia con una gran sonrisa- -Disculpen la intromisión, pero no he podido evitar acercarme - dice acompañada de una gran reverencia.
-Buona notte, felices fiestas señoritas, caballero… -saluda un hombre, con una tímida sonrisa- Disculpen que las interrumpa, mi nombre es Luca Andreini…-se presenta, haciendo una cortés reverencia. Otro vampiro más.
-Kory Bouguereau.- musita Kory presentándose. Se aparta un poco del grupo haciendo una leve inclinación, parece agobiada... Y no me extraña. Nunca me han gustado las multitudes, y hay tanta gente en el grupo que comprendo a la perfección cómo se siente. Sin embargo, no debería apartarme ahora de la conversación.
– Yo soy Erzsebeth Harsányi, encantada- digo, sonriendo a aquellos a los que no conozco.
-Felices fiestas a todos y mucho gusto soy Amanda Bathori – dice alguien. Me doy la vuelta. Es una vampiresa.
- ¿Habéis dicho Bathory? Me pregunto si sois familia de la célebre condesa cuyo nombre comparto- digo, aunque estoy casi segura de que lo es. Interesante, acabo de conocer a una familiar de esa vampiresa que murió en el lugar donde yo nací.
-¡Ah! Erzsebeth…que curioso- responde Kory.
Veo acercarse a Leonardo... ¡Dios mío! El mundo es un pañuelo. Lo fulmino con la mirada, pero en esa distracción noto como alguien me hace lo mismo a mi. Parece que Kory no está muy contenta con el final que tuvo nuestra última conversación...
-Buenas noches señoritas –Saluda – Veo que acerté con el vestido señorita Bougereau, esta preciosa esta noche- Dice mientras da un beso en su mano... Vaya, se conocen– Lady Harsanyi no esperaba volver a verla tan pronto, lucís hermosa –"Más te vale portarte bien, me debes unos cuantos tragos de MI sangre" pienso. Es irónico, el vampiro me cae bien, pero a mi orgullo no le sentó nada bien el final de nuestro encuentro– Creo que aun no tengo el placer de conoceros, mi nombre es Leonardo Rousseau – Hace una reverencia presentándose ante las demás- Felices fiestas señoritas.
- No es para tanto Leonardo, me alegro de que hayáis venido.- comenta Kory con una sincera sonrisa.
- Hola, Lord Rousseau... Tampoco yo creía que os volvería a ver tan pronto- me vuelvo hacia Kory- Siento si le molestó algo en mi actitud del otro día, Lady Bougereau, pero aquí tenéis un perfecto ejemplo de por qué lo hice- había pasado tan poco tiempo que todavía había unas leves marcas en mi cuello, aunque tapadas por mi pelo.
Una mujer de pelo castaño se nos acerca con una amplia sonrisa.
-¡Felices fiestas! -dice alegremente-. Permitid que me presente. Soy lady Temperance.
Me dispongo a responder y presentarme, pero se acerca más gente.
-Felices fiestas – exclama una joven rubia con una gran sonrisa- -Disculpen la intromisión, pero no he podido evitar acercarme - dice acompañada de una gran reverencia.
-Buona notte, felices fiestas señoritas, caballero… -saluda un hombre, con una tímida sonrisa- Disculpen que las interrumpa, mi nombre es Luca Andreini…-se presenta, haciendo una cortés reverencia. Otro vampiro más.
-Kory Bouguereau.- musita Kory presentándose. Se aparta un poco del grupo haciendo una leve inclinación, parece agobiada... Y no me extraña. Nunca me han gustado las multitudes, y hay tanta gente en el grupo que comprendo a la perfección cómo se siente. Sin embargo, no debería apartarme ahora de la conversación.
– Yo soy Erzsebeth Harsányi, encantada- digo, sonriendo a aquellos a los que no conozco.
-Felices fiestas a todos y mucho gusto soy Amanda Bathori – dice alguien. Me doy la vuelta. Es una vampiresa.
- ¿Habéis dicho Bathory? Me pregunto si sois familia de la célebre condesa cuyo nombre comparto- digo, aunque estoy casi segura de que lo es. Interesante, acabo de conocer a una familiar de esa vampiresa que murió en el lugar donde yo nací.
Erzsebeth Harsányi- Bruja - Clase Media
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Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
[b]Tras presentarme veo que siguen llegando invitados, aquello estaba realmente concurrido…vi algunas otras caras conocidas, como la de la encantadora Alma Dupont con la que pase un entretenida noche. También a Luca y …”oh no” pensé al verla, aquella chiquilla se las había arreglado para estropear siempre mi cena–Que demonio hace Lorette aquí…-Dije en voz baja.
-Buenas noches señorita Dupont, preciosa como siempre, un placer volver a verle Monsieur Andreini. Un placer conocerla señorita Bathori–Salude cortes mente y me disculpe. Me aleje un poco de la multitud, ver a Lorette me dejo con la expresión hecha un cuadro…”No puedo permitir que me estropee a cena de navidad…”pensé, yo tenía planeado darme un buen festín aquella noche, aunque aquel no era mi verdadero propósito…yo había ido con otras intenciones a aquella fiesta, pero en ese momento lo perdí de vista. Mire por todo el salón de baile, cada vez más lleno, cada vez más asfixiante… sabia que eso sería así por eso no me gustaban mucho aquellas fiestas. Decidí que lo mejor era salir un poco de allí y volver a reorganizar todo, habían presencias con las que no contaba y a las que desde luego debía prestar atención. Salí al jardín con una copa en la mano que tome de un camarero.
-Buenas noches señorita Dupont, preciosa como siempre, un placer volver a verle Monsieur Andreini. Un placer conocerla señorita Bathori–Salude cortes mente y me disculpe. Me aleje un poco de la multitud, ver a Lorette me dejo con la expresión hecha un cuadro…”No puedo permitir que me estropee a cena de navidad…”pensé, yo tenía planeado darme un buen festín aquella noche, aunque aquel no era mi verdadero propósito…yo había ido con otras intenciones a aquella fiesta, pero en ese momento lo perdí de vista. Mire por todo el salón de baile, cada vez más lleno, cada vez más asfixiante… sabia que eso sería así por eso no me gustaban mucho aquellas fiestas. Decidí que lo mejor era salir un poco de allí y volver a reorganizar todo, habían presencias con las que no contaba y a las que desde luego debía prestar atención. Salí al jardín con una copa en la mano que tome de un camarero.
Leonardo Rousseau- Vampiro - Clase Alta
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Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
Sonreía a su alrededor como una chiquilla estúpida, sin saber muy bien cómo actuar, cómo no sentirse fuera de lugar. No era su mundo. No tenía nada que ver con su amor por el saber y sus horas interminables de estudio e investigación. Pero una fiesta navideña no iba a turbar lo suficiente su mundo como para que fuera capaz de renunciar a sus preciados conocimientos.
Observó admirada la afabilidad con la que todo el mundo llegaba, saludaba y se presentaba. Estaba resultando una velada animada y llena de personalidades. Al fin varios iguales con los que poder discutir algún tema interesante. Qué pena que la poca sociabilidad de Temperance no le permitiera iniciar uno de ellos.
-Es un placer conocerles a todos -añadió con una suave inclinación de cabeza-. ¿Creen que disfrutaremos de una velada memorable?
Observó admirada la afabilidad con la que todo el mundo llegaba, saludaba y se presentaba. Estaba resultando una velada animada y llena de personalidades. Al fin varios iguales con los que poder discutir algún tema interesante. Qué pena que la poca sociabilidad de Temperance no le permitiera iniciar uno de ellos.
-Es un placer conocerles a todos -añadió con una suave inclinación de cabeza-. ¿Creen que disfrutaremos de una velada memorable?
Temperance Kiddo- Talamasca
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Edad : 37
Localización : Allá donde la oscuridad me lleve
Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
La cantidad de cosas que se puede hacer en una fiesta...
Conocer a gente nueva, por ejemplo. Algo estimulante para el deleite de mis sentidos. Simplemente, entablar conversación con personas inteligentes, de la alta sociedad, genera en mí, un placer idílico. La plebe, los individuos de los bajos fondos, por el contrario, carecían de mi interés. Por otro lado, lo más atractivo de las reuniones, es que se pueden observar con mayor detalle, los modelos de conducta; quien aparta la mirada, quien realiza un comentario amable, acompañado de sonrisas, que esconden algo más profundo; contrario a lo que se dice...
-Kory Bouguereau.- se presentó una de las damas, antes de apartarse del grupo. Muy educada y consecuente a lo externo. Pero, internamente, ahogada por la multitud.
Otra de las damas, se presentó como la señorita Harsányi y mostró interés, por la supuesta Amanda Bathori. La palabra "condesa", se repitió en mi cabeza una y otra vez. Desde luego, yo estaba en la fiesta adecuada. Me mordí el labio, pensativa, mientras seguía observando lo que sucedía a mi alrededor. Y allí estaba. El Titán. El David de Buonarroti. El San Jorge de Donatello. Una vez, me permití la licencia de ser su princesa en apuros. Leonardo... casi se me hacía la boca agua con sólo pronunciar su nombre. También parecía conocer a algunas de las señoritas presentes.
Los comportamientos suelen ser bastante predecibles, sobre todo en una fiesta. Y me daba la sensación de que, escondían secretos que me moría por saber. Si es que en el fondo, soy una cotilla. No sabía si mis sospechas eran ciertas. Apenas llevaba unos minutos en la sala. Pero me gustaba imaginar historias. De algún modo, me servían como entretenimiento, si la noche caía en el pozo oscuro del aburrimiento.
- Buenas noches señorita Dupont, preciosa como siempre, un placer volver a verle Monsieur Andreini. Un placer conocerla señorita Bathori– despegué los labios, como si fuese a decirle algo y observé su figura, maravillada. La elegancia, era su traje de chaqué personal. Y, además, era la única persona allí, que conocía.
- Buenas noches, Monsieur Rousseau - dibujé una sonrisa sutil en los labios - Tan demoledor como siempre -Intenté que mis palabras no sonaran demasiado sugerentes, para el resto de los invitados. Pero él me comprendería, a la perfección.
Siguieron apareciendo personas, miraras a donde miraras. A todos les obsequié con una de mis reverencias.
-Es un placer conocerles a todos -añadió, una de las damas - ¿Creen que disfrutaremos de una velada memorable? -Giré el rostro, para coger una de las copas y bebí delicadamente, mirando a la señorita. A lo que contesté:
- Desde luego - sonreí divertida - El Pineau des Charentes, es una de las muchas cosas que prometen una noche inolvidable, madame - y nada como el el pâté Lorrain para acompañar. Que delicia... la combinación de mosto y coñac, fascinó de inmediato a mi paladar. Después, tomaría un dulce Oporto. Empecé a comer por los ojos, mirando a mi alrededor, muerta de hambre tras el viaje -Si me disculpan, iré a ver, que tenemos esta noche - dije con una sonrisa, señalando con la mirada a una de las mesas, cargada de exuberantes alimentos. Después, volví a inclinarme, haciéndoles otra reverencia. Y me desligué, en busca de comida.
Conocer a gente nueva, por ejemplo. Algo estimulante para el deleite de mis sentidos. Simplemente, entablar conversación con personas inteligentes, de la alta sociedad, genera en mí, un placer idílico. La plebe, los individuos de los bajos fondos, por el contrario, carecían de mi interés. Por otro lado, lo más atractivo de las reuniones, es que se pueden observar con mayor detalle, los modelos de conducta; quien aparta la mirada, quien realiza un comentario amable, acompañado de sonrisas, que esconden algo más profundo; contrario a lo que se dice...
-Kory Bouguereau.- se presentó una de las damas, antes de apartarse del grupo. Muy educada y consecuente a lo externo. Pero, internamente, ahogada por la multitud.
Otra de las damas, se presentó como la señorita Harsányi y mostró interés, por la supuesta Amanda Bathori. La palabra "condesa", se repitió en mi cabeza una y otra vez. Desde luego, yo estaba en la fiesta adecuada. Me mordí el labio, pensativa, mientras seguía observando lo que sucedía a mi alrededor. Y allí estaba. El Titán. El David de Buonarroti. El San Jorge de Donatello. Una vez, me permití la licencia de ser su princesa en apuros. Leonardo... casi se me hacía la boca agua con sólo pronunciar su nombre. También parecía conocer a algunas de las señoritas presentes.
Los comportamientos suelen ser bastante predecibles, sobre todo en una fiesta. Y me daba la sensación de que, escondían secretos que me moría por saber. Si es que en el fondo, soy una cotilla. No sabía si mis sospechas eran ciertas. Apenas llevaba unos minutos en la sala. Pero me gustaba imaginar historias. De algún modo, me servían como entretenimiento, si la noche caía en el pozo oscuro del aburrimiento.
- Buenas noches señorita Dupont, preciosa como siempre, un placer volver a verle Monsieur Andreini. Un placer conocerla señorita Bathori– despegué los labios, como si fuese a decirle algo y observé su figura, maravillada. La elegancia, era su traje de chaqué personal. Y, además, era la única persona allí, que conocía.
- Buenas noches, Monsieur Rousseau - dibujé una sonrisa sutil en los labios - Tan demoledor como siempre -Intenté que mis palabras no sonaran demasiado sugerentes, para el resto de los invitados. Pero él me comprendería, a la perfección.
Siguieron apareciendo personas, miraras a donde miraras. A todos les obsequié con una de mis reverencias.
-Es un placer conocerles a todos -añadió, una de las damas - ¿Creen que disfrutaremos de una velada memorable? -Giré el rostro, para coger una de las copas y bebí delicadamente, mirando a la señorita. A lo que contesté:
- Desde luego - sonreí divertida - El Pineau des Charentes, es una de las muchas cosas que prometen una noche inolvidable, madame - y nada como el el pâté Lorrain para acompañar. Que delicia... la combinación de mosto y coñac, fascinó de inmediato a mi paladar. Después, tomaría un dulce Oporto. Empecé a comer por los ojos, mirando a mi alrededor, muerta de hambre tras el viaje -Si me disculpan, iré a ver, que tenemos esta noche - dije con una sonrisa, señalando con la mirada a una de las mesas, cargada de exuberantes alimentos. Después, volví a inclinarme, haciéndoles otra reverencia. Y me desligué, en busca de comida.
Alma Dupont- Humano - Clase Alta
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Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
De pronto estaba tan rodeado de gente, que me sentí verdaderamente incómodo y casi mareado. Era como si me faltara el oxígeno, aunque eso era obviamente imposible, partiendo del hecho de que ni siquiera lo necesitaba. A todas las personas que se nos unían les saludaba con una sonrisa cortés que no dejaba, por supuesto, dejar ver mis colmillos, seguidas siempre de un leve rubor en mis mejillas que de seguro para un vampiro sería fácil de percibir.
Una de las señoritas, luego de presentarse como Kory Bouguereau, se alejó de nuestro grupo, aunque aún así seguíamos siendo muchas personas, de todas las razas y clases sociales. Noté que Leonardo también se alejó, y aunque yo estuve tentado de hacer lo mismo, me quedé allí, sonriéndole tímida y cortesmente a todas las damas. Tuve la impresión de que yo era el único que no conocía a casi nadie, y me sentía demasiado cohibido y ahogado como para entablar alguna conversación, era como si no me salieran las palabras. En verdad, no estaba ni de cerca a esta versión de la historia y roles, no podía acostumbrarme mucho a estar allí sonriendo como si nada pasara.
Yo no era para eso, los sabía. Mi lugar estaba más entre las teclas de un piano que entre la sociedad del siglo XIX. Luego de liberar algunos suspiros, por fin fui capaz de hablar con un tono de voz natural.
-Es un placer conocerles a todas ustedes, señoritas -dije con una cortés aunque algo tensa sonrisa, sintiendo aún esa sensación de mareo que me producían los lugares muy cerrados o concurridos. Volví a respirar hondo, decidido a unirme a la conversación de las damas. Una de ellas hizo una pregunta, a la cual la señorita Alma, con quien había tenido el placer de hablar algunas veces, respondió antes de retirarse en busca de algo para beber o comer. Yo también decidí responder a aquella pregunta.
-Yo también lo creo, lady Temperance, puesto que nuestras intenciones están puestas en ello -le dije con una mirada pensativa, pues en realidad no estaba seguro. Ésa no era mi área y aunque mi intención era pasar una memorable noche, ya no estaba tan seguro como antes y me sentía más vulnerable. Demasiada gente eso era lo que me producía, un terrible sentimiento de vulnerabilidad.
Una de las señoritas, luego de presentarse como Kory Bouguereau, se alejó de nuestro grupo, aunque aún así seguíamos siendo muchas personas, de todas las razas y clases sociales. Noté que Leonardo también se alejó, y aunque yo estuve tentado de hacer lo mismo, me quedé allí, sonriéndole tímida y cortesmente a todas las damas. Tuve la impresión de que yo era el único que no conocía a casi nadie, y me sentía demasiado cohibido y ahogado como para entablar alguna conversación, era como si no me salieran las palabras. En verdad, no estaba ni de cerca a esta versión de la historia y roles, no podía acostumbrarme mucho a estar allí sonriendo como si nada pasara.
Yo no era para eso, los sabía. Mi lugar estaba más entre las teclas de un piano que entre la sociedad del siglo XIX. Luego de liberar algunos suspiros, por fin fui capaz de hablar con un tono de voz natural.
-Es un placer conocerles a todas ustedes, señoritas -dije con una cortés aunque algo tensa sonrisa, sintiendo aún esa sensación de mareo que me producían los lugares muy cerrados o concurridos. Volví a respirar hondo, decidido a unirme a la conversación de las damas. Una de ellas hizo una pregunta, a la cual la señorita Alma, con quien había tenido el placer de hablar algunas veces, respondió antes de retirarse en busca de algo para beber o comer. Yo también decidí responder a aquella pregunta.
-Yo también lo creo, lady Temperance, puesto que nuestras intenciones están puestas en ello -le dije con una mirada pensativa, pues en realidad no estaba seguro. Ésa no era mi área y aunque mi intención era pasar una memorable noche, ya no estaba tan seguro como antes y me sentía más vulnerable. Demasiada gente eso era lo que me producía, un terrible sentimiento de vulnerabilidad.
Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
La noche estaba ya algo avanzada, tenia muchas cosas en la mente y necesitaba salir a despejarme, estaba con unas ganas incontenibles de regresar a América, extrañaba a mi gente, mi país, la comida que aun que no me supiera igual era completamente distinta que aquí. Recibí la invitación a una gran y hermosa fiesta de navidad, una de mis fechas predilectas, muchas veces me había quedado en casa orando o había ido a misa, sin embargo esta noche rompería con mi propia tradición y me atrevería a salir de la mansión de Selena. Se estaba muy sola en una fecha como esta y un lugar tan grande.
Al entrar, el lugar estaba decorado con elegancia, personas distinguidas mostraban sus mejores pasos de baile, mientras los mejores músicos amenizaban la reunión, en las mesas largas se percibían los deliciosos aromas de aquel banquete, entré rápidamente intentando pasar desapercibida, hacia frio y llevaba un grueso abrigo, mas un joven se ofreció a guardar el abrigo mientras yo departía en la fiesta con los demás invitados. Mi mirada se posó sobre los presentes pues a muchos les llamaba la atención que una mujer con mis facciones y mi color de piel se moviera con tanta soltura en un ambiente como ese. Pese a que habían pasado años no me habituaba a resaltar entre las demás mujeres solo por lucir “Diferente” aunado con que yo misma era distinta. Sentí un cumulo de emociones y energías, había varios de los míos presentes sin embargo me era difícil distinguir sus auras, tomé una copa de una mesa y me acerque al hermoso y enorme árbol que se erguía frente a mi, era bellísimo nunca había visto algo igual, me quedé contemplándolo por un largo rato…
Al entrar, el lugar estaba decorado con elegancia, personas distinguidas mostraban sus mejores pasos de baile, mientras los mejores músicos amenizaban la reunión, en las mesas largas se percibían los deliciosos aromas de aquel banquete, entré rápidamente intentando pasar desapercibida, hacia frio y llevaba un grueso abrigo, mas un joven se ofreció a guardar el abrigo mientras yo departía en la fiesta con los demás invitados. Mi mirada se posó sobre los presentes pues a muchos les llamaba la atención que una mujer con mis facciones y mi color de piel se moviera con tanta soltura en un ambiente como ese. Pese a que habían pasado años no me habituaba a resaltar entre las demás mujeres solo por lucir “Diferente” aunado con que yo misma era distinta. Sentí un cumulo de emociones y energías, había varios de los míos presentes sin embargo me era difícil distinguir sus auras, tomé una copa de una mesa y me acerque al hermoso y enorme árbol que se erguía frente a mi, era bellísimo nunca había visto algo igual, me quedé contemplándolo por un largo rato…
Catalina León- Vampiro - Clase Alta
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Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
Me había llegado una carta de una fiesta de navidad , sonreí contenta , pues tenía ganas de ir a dar una vuelta y despejar mi mente y más en navidad la epoca del año que más me gutsba grandes bailes vestidos , grandes celebraciones , la niieve caer y ver una manto blanco sobre mis pies , todo era perfecto en navidad ya que la gente se juntaba se cdivertia y demás
.Me levanté para leer la carta otra vez y subí a rriba para ducharme con agua caliente pues necesitaba relajarme un poco , depués e relajarme me sequé un poco el pelo y me vestí con un fabuloso vestido rojo y su corse a juego ,pues llevaba tiempo esperando un momento asi para poder estranarlo juntos con unos zapatos que eran de un tono negro , a decir verdad eran muy bonitos y elegantes , pues los había comprado en una gran tienda algo cara para mi gusto , pero por un día no pasaba nada o eso pensaba ya que no era una derrochona de dinero
.Después de vestirme y hacerme un recojido bonito en el pelo dejando dos tirabiuzones a los lados decidí pintarme un poco para ir un poquito más guapa y al poco tiempo cojí mi chaqueta me la puse y me fuí camino dela fiesta , nada más entrar en los grandes salones dejé que un chico coijiese mi abrigo y lo guardara en el guardara ropa , mientras yo me abría camino entre la gente que me miraban , noté muchas miradas como se posaban en mi y como a la vez me ponía nerviosa , por lo que caminé con cuidado y seguridad y me quedé mirando a la gente intentando ver si conocía a alguien en la fiesta , pero era imposible pues no conocía a adie y parecía que todos hablaban co todos , por lo que me quedé algo más alejada y me dispuse a mirar la ventana algo distraida , mientras esperaba encontrarme a aguien conocido
.Me levanté para leer la carta otra vez y subí a rriba para ducharme con agua caliente pues necesitaba relajarme un poco , depués e relajarme me sequé un poco el pelo y me vestí con un fabuloso vestido rojo y su corse a juego ,pues llevaba tiempo esperando un momento asi para poder estranarlo juntos con unos zapatos que eran de un tono negro , a decir verdad eran muy bonitos y elegantes , pues los había comprado en una gran tienda algo cara para mi gusto , pero por un día no pasaba nada o eso pensaba ya que no era una derrochona de dinero
.Después de vestirme y hacerme un recojido bonito en el pelo dejando dos tirabiuzones a los lados decidí pintarme un poco para ir un poquito más guapa y al poco tiempo cojí mi chaqueta me la puse y me fuí camino dela fiesta , nada más entrar en los grandes salones dejé que un chico coijiese mi abrigo y lo guardara en el guardara ropa , mientras yo me abría camino entre la gente que me miraban , noté muchas miradas como se posaban en mi y como a la vez me ponía nerviosa , por lo que caminé con cuidado y seguridad y me quedé mirando a la gente intentando ver si conocía a alguien en la fiesta , pero era imposible pues no conocía a adie y parecía que todos hablaban co todos , por lo que me quedé algo más alejada y me dispuse a mirar la ventana algo distraida , mientras esperaba encontrarme a aguien conocido
Kassandra- Bruja - Clase Media
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Fecha de inscripción : 30/09/2010
Edad : 31
Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
Sería la primera navidad que pasara sola, curiosamente la idea no me agradaba. Sabía que lo de mi hermano era temporal; él seguro había reportado a su mujer desaparecida, encontrarían o no el cadáver y no podrían incriminarlo. En todo caso si lo hacían, nuestro apellido era poderoso, bastaría con pedir uno de los tantos favores que le debían. Lo que me preocupaba era otra cosa; su estado mental después de eso. No me causaba gracia que quisiera estar lejos de mí, seguro en el fondo me culpaba y no me diría pero estaba conciente de que yo lo notaría en su mirada.
Los días corrían y no me decidía a nada; no me gustaba tener que viajar tan pronto cuando apenas había llegado a Londres, pero una gran corazonada me decía que mi lugar en ese momento debía de ser Francia. Todavía indecisa, tomé el último barco que llegaría a tiempo al país del amor.
Cuando tocamos tierra yo ya estaba arreglada para verlo; temía que se sintiera tan solo como yo. Llegué a la vivienda que teníamos, no se comparaba con la mansión alemana y jamás llegaría a superar a la inglesa. Un sirviente vestido muy galante me abrió la puerta con cara de susto, como si se le hubiera aparecido el diablo.
-No diga nada; meta mi equipaje por favor – deseaba darle yo misma la sorpresa; me encaminé casi trotando al estudio, por la hora todavía no estaría en el comedor y dudaba que se hubiera ido a la cama. Cuando entré no estaba pero había papeles sobre el escritorio que dejaron ver que no me había equivocado y mi hermano pasó por allí.
Me acerqué divertida a observar lo que había hecho; como estaba abierto era de suponer que no tenía documentos importantes a la mano de los criados. Efectivamente se trataba de varias invitaciones a fiestas, cada año recibíamos demasiadas pero nunca nos presentábamos a ninguna, el aniversario luctuoso de nuestro padre era por esas fechas y no nos apetecía celebrar. Cenábamos juntos únicamente.
-¡Augu!, querido ¿dónde te has metido? – grité al tiempo que iba a salir a buscarlo en otras habitaciones, sin embargo el sirviente se acercó discretamente dejando algo en el escritorio pensado que no me había percatado. Tan preocupado por ello que aún no metía mis cosas a la casa.
-Lo siento madame, su hermano no está en Francia; se ha ido de viaje – Lo miré como si no pudiera creer lo que había dicho y molesta arrebaté lo que acababa de dejar sobre los otros papeles.
-¿A dónde demonios salió? – Pregunté mientras notaba que lo que acababa de tomar era una invitación a una fiesta en el Palacio de Versalles, el nombre de Augustus estaba raspado y casi no se veía, me pareció raro. Quizá en un principio le molestó y lo talló con una navaja, mas ahora había cambiado de opinión. Me hirvió la sangre - ¡Una juerga!, ¿Cómo se le ocurre, se ha vuelto loco?
-Se equivoca, no es lo que piensa – Empezó a defenderlo el criado con la cara desfigurada por los nervios; acto seguido trató de detenerme cuando caminé hacia la entrada – El señor ha salido con equipaje sin avisar su destino Mademoiselle.
-¡No me toque!, de eso nada; ni se moleste en tratar de encubrirlo – Me lo quité de encima furiosa y aproveché que el carruaje en que llegué aún estaba allí. Lo hice llevarme al Palacio; pensaba sacarlo arrastrando si era necesario. ¿Celebraba la muerte de su esposa?, estaba enfermo.
En el camino medité las cosas, no armaría un espectáculo; me lo llevaría de la forma más sutil. Inventaría un conocido muerto o cualquier cosa si había más personas junto a él. Subí las escaleras hecha una furia; no asistir en navidad no significaba que no conociera el Palacio; como el odiar las fiestas no significaba tampoco que nunca me hubieran obligado a asistir a varias.
“Buenas noches, felices fiestas” era la frase predilecta de la mayoría de los presentes; les sonreía con el mismo gesto tonto que ellos y continuaba mi camino. Dí varias vueltas por los pasillos buscando al ingrato de Augustus pero no aparecía por ningún lado. En este tipo de veladas terminaba presentándose uno mismo a pesar de que fuera mala educación; era una de las pocas oportunidades que tenían las clases bajas para sentirse iguales a los aristócratas al hablar con ellos.
Me detuve a descansar un momento; mi vestido no era tan sobresaliente como el de muchas pero daba a notar que no era una pordiosera como el de otras tantas. De pronto reconocí a una de mis sirvientas, coqueteaba con un caballero, por el porte era un soldado. Eso me hizo repasar todo de nuevo… “el criado estaba vestido con la ropa de mi hermano, por eso se veía galante. Idiota...” pensé, probablemente el que iría a la reunión sería el inútil ese; y, aunque no se necesitara mostrar la invitación, quizá la llevaría para presumir y por eso le había quitado el nombre. Sólo los que no estaban acostumbrados a los lujos, se jactaban de ellos a la primera oportunidad.
No me ganaba nada con especulaciones y no me le acercaría a esa tonta a preguntar dando la impresión de hacer amistad con esa clase de gente. Me acerqué a un grupo de personas que estaban a una distancia considerable de ella y le sonreí cínicamente sin que lo notaran los otros. Me encantó como le cambió el color a la muy ladina, me debería una por no avergonzarla delante de su “pretendiente”-. ¿Creen que disfrutaremos de una velada memorable? – pude escuchar que interrogó una dama a sus acompañantes.
-Desde luego. El Pineau des Charentes, es una de las muchas cosas que prometen una noche inolvidable, madame – Le respondió una bella rubia que enseguida se disculpo y se fue a otra parte.
-Yo también lo creo, lady Temperance, puesto que nuestras intenciones están puestas en ello – Contestó otro joven con facciones tan finas que podría pasar por mujer fácilmente.
Notaron que me paraba junto a ellos; huir ya no era una opción y no estaba completamente segura de que Augustus no estuviera allí, si era verdad que salió fuera del país, pasaría navidad sola de todas formas. “Debí haber traído a mi nana. Curiosamente ahora soy yo la que está rompiendo el voto de no asistir a celebraciones en navidad”. Aparenté que todavía no había hablado con ellos porque esperaba educadamente mi turno.
-¡Bonsoir!, Joyeux Noël et Bonne Année – Dije apresuradamente siguiendo la tradición; no quería escuchar la palabra fiesta otra vez. Hice la reverencia obligada en esos casos en que son tantos los presentes que no se debe saludar a uno por uno – Natasha Von Hannover.
No había necesidad de hablar más por el momento.
Los días corrían y no me decidía a nada; no me gustaba tener que viajar tan pronto cuando apenas había llegado a Londres, pero una gran corazonada me decía que mi lugar en ese momento debía de ser Francia. Todavía indecisa, tomé el último barco que llegaría a tiempo al país del amor.
Cuando tocamos tierra yo ya estaba arreglada para verlo; temía que se sintiera tan solo como yo. Llegué a la vivienda que teníamos, no se comparaba con la mansión alemana y jamás llegaría a superar a la inglesa. Un sirviente vestido muy galante me abrió la puerta con cara de susto, como si se le hubiera aparecido el diablo.
-No diga nada; meta mi equipaje por favor – deseaba darle yo misma la sorpresa; me encaminé casi trotando al estudio, por la hora todavía no estaría en el comedor y dudaba que se hubiera ido a la cama. Cuando entré no estaba pero había papeles sobre el escritorio que dejaron ver que no me había equivocado y mi hermano pasó por allí.
Me acerqué divertida a observar lo que había hecho; como estaba abierto era de suponer que no tenía documentos importantes a la mano de los criados. Efectivamente se trataba de varias invitaciones a fiestas, cada año recibíamos demasiadas pero nunca nos presentábamos a ninguna, el aniversario luctuoso de nuestro padre era por esas fechas y no nos apetecía celebrar. Cenábamos juntos únicamente.
-¡Augu!, querido ¿dónde te has metido? – grité al tiempo que iba a salir a buscarlo en otras habitaciones, sin embargo el sirviente se acercó discretamente dejando algo en el escritorio pensado que no me había percatado. Tan preocupado por ello que aún no metía mis cosas a la casa.
-Lo siento madame, su hermano no está en Francia; se ha ido de viaje – Lo miré como si no pudiera creer lo que había dicho y molesta arrebaté lo que acababa de dejar sobre los otros papeles.
-¿A dónde demonios salió? – Pregunté mientras notaba que lo que acababa de tomar era una invitación a una fiesta en el Palacio de Versalles, el nombre de Augustus estaba raspado y casi no se veía, me pareció raro. Quizá en un principio le molestó y lo talló con una navaja, mas ahora había cambiado de opinión. Me hirvió la sangre - ¡Una juerga!, ¿Cómo se le ocurre, se ha vuelto loco?
-Se equivoca, no es lo que piensa – Empezó a defenderlo el criado con la cara desfigurada por los nervios; acto seguido trató de detenerme cuando caminé hacia la entrada – El señor ha salido con equipaje sin avisar su destino Mademoiselle.
-¡No me toque!, de eso nada; ni se moleste en tratar de encubrirlo – Me lo quité de encima furiosa y aproveché que el carruaje en que llegué aún estaba allí. Lo hice llevarme al Palacio; pensaba sacarlo arrastrando si era necesario. ¿Celebraba la muerte de su esposa?, estaba enfermo.
En el camino medité las cosas, no armaría un espectáculo; me lo llevaría de la forma más sutil. Inventaría un conocido muerto o cualquier cosa si había más personas junto a él. Subí las escaleras hecha una furia; no asistir en navidad no significaba que no conociera el Palacio; como el odiar las fiestas no significaba tampoco que nunca me hubieran obligado a asistir a varias.
“Buenas noches, felices fiestas” era la frase predilecta de la mayoría de los presentes; les sonreía con el mismo gesto tonto que ellos y continuaba mi camino. Dí varias vueltas por los pasillos buscando al ingrato de Augustus pero no aparecía por ningún lado. En este tipo de veladas terminaba presentándose uno mismo a pesar de que fuera mala educación; era una de las pocas oportunidades que tenían las clases bajas para sentirse iguales a los aristócratas al hablar con ellos.
Me detuve a descansar un momento; mi vestido no era tan sobresaliente como el de muchas pero daba a notar que no era una pordiosera como el de otras tantas. De pronto reconocí a una de mis sirvientas, coqueteaba con un caballero, por el porte era un soldado. Eso me hizo repasar todo de nuevo… “el criado estaba vestido con la ropa de mi hermano, por eso se veía galante. Idiota...” pensé, probablemente el que iría a la reunión sería el inútil ese; y, aunque no se necesitara mostrar la invitación, quizá la llevaría para presumir y por eso le había quitado el nombre. Sólo los que no estaban acostumbrados a los lujos, se jactaban de ellos a la primera oportunidad.
No me ganaba nada con especulaciones y no me le acercaría a esa tonta a preguntar dando la impresión de hacer amistad con esa clase de gente. Me acerqué a un grupo de personas que estaban a una distancia considerable de ella y le sonreí cínicamente sin que lo notaran los otros. Me encantó como le cambió el color a la muy ladina, me debería una por no avergonzarla delante de su “pretendiente”-. ¿Creen que disfrutaremos de una velada memorable? – pude escuchar que interrogó una dama a sus acompañantes.
-Desde luego. El Pineau des Charentes, es una de las muchas cosas que prometen una noche inolvidable, madame – Le respondió una bella rubia que enseguida se disculpo y se fue a otra parte.
-Yo también lo creo, lady Temperance, puesto que nuestras intenciones están puestas en ello – Contestó otro joven con facciones tan finas que podría pasar por mujer fácilmente.
Notaron que me paraba junto a ellos; huir ya no era una opción y no estaba completamente segura de que Augustus no estuviera allí, si era verdad que salió fuera del país, pasaría navidad sola de todas formas. “Debí haber traído a mi nana. Curiosamente ahora soy yo la que está rompiendo el voto de no asistir a celebraciones en navidad”. Aparenté que todavía no había hablado con ellos porque esperaba educadamente mi turno.
-¡Bonsoir!, Joyeux Noël et Bonne Année – Dije apresuradamente siguiendo la tradición; no quería escuchar la palabra fiesta otra vez. Hice la reverencia obligada en esos casos en que son tantos los presentes que no se debe saludar a uno por uno – Natasha Von Hannover.
No había necesidad de hablar más por el momento.
Off: Perdón por lo largo pero no estaba en la primera ronda y además necesitaba justificar para meterlo al diario después.
Natasha Von Hannover- Humano - Clase Alta
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Fecha de inscripción : 06/10/2010
Edad : 37
Localización : Inglaterra
Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
Salí un poco por los jardines para apaciguar mi encrucijada interior. Me sentó bien pasear por allí a solas, nevaba ininterrumpidamente a cada paso que daba, aquello era precioso, glorioso. Mi cuerpo fue cubriéndose de pequeños copos, que si te fijabas bien lograbas vislumbrar en ellos pequeñas estrellas heladas.
Recorrí sin descanso los simétricos caminos cruzando las flores marchitas y las fuentes congeladas, el suelo estaba peligrosamente resbaladizo. Cuando comencé a sentir mi cuerpo más frío de lo normal volví a palacio. Mi cabello había quedado empapado, al igual que los bajos de mi vestido, no me importó, al llegar a la calidez de las estancias solo pude escuchar el chapoteo de mis tacones contra el parqué, por un momento me engañé a mí misma recordando las fiestas que realizaba cuando era mortal. Uno de los criados se giró para mirarme, extrañado por mi aspecto, yo simplemente sonreí ¿qué le iba a decir?
Fui directa a la chimenea con intención de calentarme un poco, los camareros me rondaban, pero nada de lo que pudieran ofrecerme era suficiente para mí, quizá al termino de la noche tomase esa cena que tanto esperaba, uno de mis paisanos se entregaría a mí con los ojos cerrados, como siempre. Cuando estuve lo suficientemente seca me giré, comencé a analizar a los asistentes, muchos se habían dispersado, otros conversaban entre ellos, la música no cesó en ningún momento, villancicos, como era costumbre.
Y ahora que me fijaba más...la decoración navideña rebosaba en cada rincón: el acebo, bandas de colores, brillantes cintas y bolas colgaban de las paredes, todo parecía llevarte al inmenso pino que presidia la sala, me acerqué a éste sonriendo a la estrella dorada que lo remataba.
Bajo el árbol había docenas de cajas de distintos tamaños y colores ¿regalos? ¿Quién se habría molestado?
Al mirar a mi derecha reconocí a un ser como yo [Catalina], habría pasado desapercibida para mí sino fuera porque estaba más atenta de lo normal.
-Perdone- sonreí amistosamente al decirlo.- ¿cree que esos regalos son para nosotros?- Reí sin poder evitarlo, para romper el hielo no había estado mal. –No tiene pinta ¿verdad? – Siempre era reacia a entablar conversaciones, pero siendo navidad…haría un esfuerzo. – Soy la señorita Bouguereau, mucho gusto y feliz Navidad.- sonreí volviendo la cabeza al árbol y su estupenda y cara decoración.
Recorrí sin descanso los simétricos caminos cruzando las flores marchitas y las fuentes congeladas, el suelo estaba peligrosamente resbaladizo. Cuando comencé a sentir mi cuerpo más frío de lo normal volví a palacio. Mi cabello había quedado empapado, al igual que los bajos de mi vestido, no me importó, al llegar a la calidez de las estancias solo pude escuchar el chapoteo de mis tacones contra el parqué, por un momento me engañé a mí misma recordando las fiestas que realizaba cuando era mortal. Uno de los criados se giró para mirarme, extrañado por mi aspecto, yo simplemente sonreí ¿qué le iba a decir?
Fui directa a la chimenea con intención de calentarme un poco, los camareros me rondaban, pero nada de lo que pudieran ofrecerme era suficiente para mí, quizá al termino de la noche tomase esa cena que tanto esperaba, uno de mis paisanos se entregaría a mí con los ojos cerrados, como siempre. Cuando estuve lo suficientemente seca me giré, comencé a analizar a los asistentes, muchos se habían dispersado, otros conversaban entre ellos, la música no cesó en ningún momento, villancicos, como era costumbre.
Y ahora que me fijaba más...la decoración navideña rebosaba en cada rincón: el acebo, bandas de colores, brillantes cintas y bolas colgaban de las paredes, todo parecía llevarte al inmenso pino que presidia la sala, me acerqué a éste sonriendo a la estrella dorada que lo remataba.
Bajo el árbol había docenas de cajas de distintos tamaños y colores ¿regalos? ¿Quién se habría molestado?
Al mirar a mi derecha reconocí a un ser como yo [Catalina], habría pasado desapercibida para mí sino fuera porque estaba más atenta de lo normal.
-Perdone- sonreí amistosamente al decirlo.- ¿cree que esos regalos son para nosotros?- Reí sin poder evitarlo, para romper el hielo no había estado mal. –No tiene pinta ¿verdad? – Siempre era reacia a entablar conversaciones, pero siendo navidad…haría un esfuerzo. – Soy la señorita Bouguereau, mucho gusto y feliz Navidad.- sonreí volviendo la cabeza al árbol y su estupenda y cara decoración.
Kory Bouguereau- Vampiro - Clase Alta
- Mensajes : 493
Fecha de inscripción : 24/04/2010
Edad : 138
Localización : Castillo Lancaster (Inglaterra)
Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
Escuchaba con claridad como algunos corazones latían al ritmo de la música, con un pum pum podía distinguir a los humanos de los vampiros, percibía Podía oír la respiración de la multitud, el aire moviéndose a través de pulmones controlarse tremendamente Oía el flujo y reflujo de la sangre en las venas, llamando, una suave seductora, tentado mis sentidos hasta que su anhelo era una obsesión tan oscura e implacable como la sombra que atravesaba su alma, pero por los años que llevaba como vampira sabía que no atacaría podía controlarme, agradecía la confusión de cuerpos a mi alrededor, preferí prestar mi atención en otras cosas pudo notar que la música rugía y bramaba, llenando el enorme local, una melodía extraña y atrayente pero a la vez relajante,
La necesidad se arrastraba atravesando su cuerpo y latía con ritmo en su mente.
Murmuraban. Cientos de conversaciones. Secretos. Palabras entre líneas. Las cosas que se susurran en el lugar bajo el amparo de la música, oía cada palabra claramente mientras permanecía parada al lado de la mesa de bufett bebiendo una copa de champagne, me concentre mas al percibir un olor conocido buscando con la mirada note que estaba ahí Natasha, acelere mis pasos para cercarme a saludarla, hasta que escuche una voz suave hablando entre risas bajas presentándose como la señorita Bouguereau, contestanto a su saludos le sonrei amablemente – bienvenida y feliz Navidad señorita – dije y mire a los invitados con amabilidad
La necesidad se arrastraba atravesando su cuerpo y latía con ritmo en su mente.
Murmuraban. Cientos de conversaciones. Secretos. Palabras entre líneas. Las cosas que se susurran en el lugar bajo el amparo de la música, oía cada palabra claramente mientras permanecía parada al lado de la mesa de bufett bebiendo una copa de champagne, me concentre mas al percibir un olor conocido buscando con la mirada note que estaba ahí Natasha, acelere mis pasos para cercarme a saludarla, hasta que escuche una voz suave hablando entre risas bajas presentándose como la señorita Bouguereau, contestanto a su saludos le sonrei amablemente – bienvenida y feliz Navidad señorita – dije y mire a los invitados con amabilidad
Amanda Bathori- Vampiro - Clase Alta
- Mensajes : 399
Fecha de inscripción : 04/09/2010
Edad : 37
Localización : Inglaterra
Re: Fiesta de Navidad en el Château de Versailles
Aquí hay demasiada gente. Y aún más confusiones: la gente se presenta varias veces, olvida quién los ha saludado, se interrumpe...
Bueno, "Bathory" no me ha respondido, así que me quedaré sin saber si es, ciertamente, una descendiente de la condesa. Me disculpo y me separo del grupo, como ya han hecho antes mis conocidos. Me acerco a uno de los ventanales y miro al exterior, imaginando el silencio que debe haber fuera, entre la nieve.
Me gustan los lujos y este tipo de fiestas, pero no me entusiasman las multitudes... Falta de costumbre, tal vez.
Me doy la vuelta recorriendo los asistentes con la vista y prestando especial atención a sus almas. Sólo veo a una bruja, y el resto parecen humanos. Ni un licántropo. Sin embargo, hay seis o siete vampiros, y conozco a dos de ellos, aunque Leonardo ha salido antes a los jardines.
Bueno, espero encontrar a alguien interesante con quien entablar una conversación entretenida. Me gustaría que el viaje hubiera merecido la pena.
Bueno, "Bathory" no me ha respondido, así que me quedaré sin saber si es, ciertamente, una descendiente de la condesa. Me disculpo y me separo del grupo, como ya han hecho antes mis conocidos. Me acerco a uno de los ventanales y miro al exterior, imaginando el silencio que debe haber fuera, entre la nieve.
Me gustan los lujos y este tipo de fiestas, pero no me entusiasman las multitudes... Falta de costumbre, tal vez.
Me doy la vuelta recorriendo los asistentes con la vista y prestando especial atención a sus almas. Sólo veo a una bruja, y el resto parecen humanos. Ni un licántropo. Sin embargo, hay seis o siete vampiros, y conozco a dos de ellos, aunque Leonardo ha salido antes a los jardines.
Bueno, espero encontrar a alguien interesante con quien entablar una conversación entretenida. Me gustaría que el viaje hubiera merecido la pena.
Erzsebeth Harsányi- Bruja - Clase Media
- Mensajes : 806
Fecha de inscripción : 10/07/2010
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