Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
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Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
Esa mañana al fin había tomado una decisión. Desde que ocurrió aquel encuentro casual con el aparentemente experimentado músico Tristán en la cafetería, llevaba dándole vueltas al hecho de si debería aceptar o no su proposición de darle clases de piano. Desde luego, el piano era algo que me interesaba, aunque nunca había pensado en él más allá de una exquisita y reconfortante afición. Pero algunas de las últimas cosas acaecidas me habían hecho desear pasar el mayor tiempo posible fuera de casa, por lo que la idea de salir para que alguien me diese lecciones de piano era altamente atrayente. Al final no lo pensé más y, tras buscar en mi bolso la nota dónde me había anotado las señas de su hotel me fui a visitar a Tristán.
Llegué al hotel con ciertos nervios. Quizá él se había pensado mejor las cosas y ahora no quería ser mi maestro... Sacudí la cabeza levemente para apartar de mí ese pensamiento y me acerqué a la recepición. Pregunté por él al hombre que allí trabajaba y, cuando me dijo que se encontraba en su habitación pedí que le avisaran de que la señorita Jonhson quería verle. Esperaba que me recordase pese al hecho de que había transcurrido una semana desde nuestro primer y único encuentro. Vi como el recepcionista llamaba a un botones y mientras esperaba fui a sentarme a uno de los aparentemente cómodos sillones que había junto a la recepción.
Llegué al hotel con ciertos nervios. Quizá él se había pensado mejor las cosas y ahora no quería ser mi maestro... Sacudí la cabeza levemente para apartar de mí ese pensamiento y me acerqué a la recepición. Pregunté por él al hombre que allí trabajaba y, cuando me dijo que se encontraba en su habitación pedí que le avisaran de que la señorita Jonhson quería verle. Esperaba que me recordase pese al hecho de que había transcurrido una semana desde nuestro primer y único encuentro. Vi como el recepcionista llamaba a un botones y mientras esperaba fui a sentarme a uno de los aparentemente cómodos sillones que había junto a la recepción.
Vanessa Jonhson- Humano - Clase Alta
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Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
Estaba duchándome cuando escuché que llamaban a la puerta, “qué oportuno, di que sí.” pensé mientras tomaba una de las toallas que allí había con cuidado de no desequilibrarme, me la anudé a la cintura, y salí del baño dejando mis huellas por el parqué hasta llegar a la puerta.
Abrí la puerta despacio.
-¿A quién debo el pla…?- No concluí la pregunta al ver a un botones mirándome con cierto desconcierto. -¿Qué quieres?- pregunté con brusquedad.
-Alguien…solicita veros.- Se notaba que intentaba ser lo más correcto en esa situación, aunque sus ojos delataban lo que pensaba.
–La señorita Jonhson.- Apoyé una de mis manos en la pared para sostenerme.
-Ya.- Dije cerrando la puerta de golpe. No tenía ni idea de lo que me estaba hablando, no recordaba a nadie con ese nombre, de nuevo fui al baño a secarme más concienzudamente.
Después fui al vestidor para ponerme algo cómodo, saqué la pitillera de uno de los cajones de la cómoda y me lo metí en el bolsillo del pantalón. También me coloqué delante del espejo para peinarme un poco pasando el peine con pericia por mis húmedos cabellos.
Me había puesto un jersey blanco que contrarrestaba con mis pantalones marrones. Por último me puse una de mis cazadoras y salí del cuarto sin saber con quién me iba a encontrar.
En el vestíbulo el recepcionista me señaló uno de los sofás, me acerqué a éstos con paso seguro, me quedé de pie al quedar en frente de un rostro conocido.
-Vaya…no os habéis olvidado.- sonreí torcidamente instándola a levantarse.
–Os invitaría a subir a mi habitación, pero no está muy presentable. ¿Nos vamos entonces?
Abrí la puerta despacio.
-¿A quién debo el pla…?- No concluí la pregunta al ver a un botones mirándome con cierto desconcierto. -¿Qué quieres?- pregunté con brusquedad.
-Alguien…solicita veros.- Se notaba que intentaba ser lo más correcto en esa situación, aunque sus ojos delataban lo que pensaba.
–La señorita Jonhson.- Apoyé una de mis manos en la pared para sostenerme.
-Ya.- Dije cerrando la puerta de golpe. No tenía ni idea de lo que me estaba hablando, no recordaba a nadie con ese nombre, de nuevo fui al baño a secarme más concienzudamente.
Después fui al vestidor para ponerme algo cómodo, saqué la pitillera de uno de los cajones de la cómoda y me lo metí en el bolsillo del pantalón. También me coloqué delante del espejo para peinarme un poco pasando el peine con pericia por mis húmedos cabellos.
Me había puesto un jersey blanco que contrarrestaba con mis pantalones marrones. Por último me puse una de mis cazadoras y salí del cuarto sin saber con quién me iba a encontrar.
En el vestíbulo el recepcionista me señaló uno de los sofás, me acerqué a éstos con paso seguro, me quedé de pie al quedar en frente de un rostro conocido.
-Vaya…no os habéis olvidado.- sonreí torcidamente instándola a levantarse.
–Os invitaría a subir a mi habitación, pero no está muy presentable. ¿Nos vamos entonces?
Tristán Evans- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 17/09/2010
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Localización : La Clave de Sol
Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
Nunca había recibido lecciones de piano de nadie que no fuese mi madre y, desde luego esas lecciones habían sido de todo menos formales. Mi madre nunca había sido dura cuando hacía las cosas mal, ni me había reñido, ni apremiado demasiado para que hiciese algo, por lo que estaba segura de que al principio las cosas no me resultarían fáciles. Además, la primera impresión que había tenido de Tristán me hacía sentir que no era especialmente paciente. Bueno, tendría que verlo en acción antes de opinar con certeza.
Tuve que esperar cerca de diez minutos antes de que Tristán apareciese. Le vi acercarse con paso decidido vistiendo un pantalón marrón, jersey blanco y cazadora. Pareció algo sorprendido al verme y sonriendo con gesto torcido me habló.
-Vaya…no os habéis olvidado. Os invitaría a subir a mi habitación, pero no está muy presentable. ¿Nos vamos entonces?
Me puse de pie para saludarle con una ligera inclinación de cabeza.
- Por supuesto que no me he olvidado. Es sólo que he estado pensando demasiado antes de decidirme a aceptar. -sonreí ligeramente.- Claro, vamos. Pero... ¿a dónde? -le pregunté mientras me abrochaba los botones de mi abrigo antes de salir a la calle.
Tuve que esperar cerca de diez minutos antes de que Tristán apareciese. Le vi acercarse con paso decidido vistiendo un pantalón marrón, jersey blanco y cazadora. Pareció algo sorprendido al verme y sonriendo con gesto torcido me habló.
-Vaya…no os habéis olvidado. Os invitaría a subir a mi habitación, pero no está muy presentable. ¿Nos vamos entonces?
Me puse de pie para saludarle con una ligera inclinación de cabeza.
- Por supuesto que no me he olvidado. Es sólo que he estado pensando demasiado antes de decidirme a aceptar. -sonreí ligeramente.- Claro, vamos. Pero... ¿a dónde? -le pregunté mientras me abrochaba los botones de mi abrigo antes de salir a la calle.
Vanessa Jonhson- Humano - Clase Alta
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Fecha de inscripción : 01/09/2010
Edad : 34
Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
¿Por qué se lo habría pensado tanto? ¡Ni que fuera un ogro! -Claro, vamos. Pero... ¿a dónde?
-Yo sé dónde.- La corté levantando la mano. Pensé un poco el hecho de ofrecerle mi brazo para salir de allí “¿lo hago o no lo hago…lo hago o no lo hago?” terminé por ofrecérselo, sabía que los de su estatus hacían ese tipo de gestos. Y buena ella en su día me dio la dirección de la audición de la orquesta que tan exitoso había salido.
-Podemos ir caminando, no viene mal hacer algo de ejercicio de vez en cuando.- dije guiándola para salir del hotel. –Ya nos ha dejado el fastidiado invierno, ahora se respira algo distinto ¿no cree?- pregunté más para mí que para ella, respiré profundamente comenzando la caminata hacia el conservatorio. Lo cierto es que no había avisado de mi llegada, puesto que se me había olvidado todo esto de la señorita pianista. –Verá cómo nos reciben con los brazos abiertos.- Sonreí con astucia a una dama que caminaba tranquilamente por la calle ¡no pude evitarlo!
A los veinte minutos caminando llegamos a la fachada del Royal College of Music.
-No ha cambiado nada.- murmuré mientras subíamos las escaleras. Justo en la entrada una mujer se interpuso en mi camino.
-¡Señor Evans! ¿A dónde va?- preguntó ciertamente molesta. Yo no supe qué decir. Señalé a la señorita Jonhson con una mano. –Esta escuela no está para que traigáis a vuestros ligues.- reí con ganas volviendo la cabeza a un lado, la última vez que había ido me había acostado con una estudiante bajo el piano de cola, y me habían pillado con las manos en la masa.
-¡No! ¡Mujer!- exclamé quitándole importancia.- No volverá a pasar.- No me lo creí ni yo, pero es lo que hay. –Vengo a dar clases de piano, serán unas horas, no haré nada fuera de lugar.- Sonreí como mejor pude.
-Yo sé dónde.- La corté levantando la mano. Pensé un poco el hecho de ofrecerle mi brazo para salir de allí “¿lo hago o no lo hago…lo hago o no lo hago?” terminé por ofrecérselo, sabía que los de su estatus hacían ese tipo de gestos. Y buena ella en su día me dio la dirección de la audición de la orquesta que tan exitoso había salido.
-Podemos ir caminando, no viene mal hacer algo de ejercicio de vez en cuando.- dije guiándola para salir del hotel. –Ya nos ha dejado el fastidiado invierno, ahora se respira algo distinto ¿no cree?- pregunté más para mí que para ella, respiré profundamente comenzando la caminata hacia el conservatorio. Lo cierto es que no había avisado de mi llegada, puesto que se me había olvidado todo esto de la señorita pianista. –Verá cómo nos reciben con los brazos abiertos.- Sonreí con astucia a una dama que caminaba tranquilamente por la calle ¡no pude evitarlo!
A los veinte minutos caminando llegamos a la fachada del Royal College of Music.
-No ha cambiado nada.- murmuré mientras subíamos las escaleras. Justo en la entrada una mujer se interpuso en mi camino.
-¡Señor Evans! ¿A dónde va?- preguntó ciertamente molesta. Yo no supe qué decir. Señalé a la señorita Jonhson con una mano. –Esta escuela no está para que traigáis a vuestros ligues.- reí con ganas volviendo la cabeza a un lado, la última vez que había ido me había acostado con una estudiante bajo el piano de cola, y me habían pillado con las manos en la masa.
-¡No! ¡Mujer!- exclamé quitándole importancia.- No volverá a pasar.- No me lo creí ni yo, pero es lo que hay. –Vengo a dar clases de piano, serán unas horas, no haré nada fuera de lugar.- Sonreí como mejor pude.
Tristán Evans- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 17/09/2010
Edad : 41
Localización : La Clave de Sol
Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
Tras un ligero gesto de duda me ofreció el brazo para que me agarrase y yo lo acepté agarrando su brazo con una sonrisa. Propuso caminar mientras salíamos del hotel y acepté encantada.
- Me parece bien, siempre me ha gustado caminar. - aspiré el aroma de la recien llegada primavera y asentí ligeramente como dándole la razón por lo que acababa de decir. Mientras caminábamos fui pensando en lo rápido que había sido al proponer irnos. Realmente parecía desear ofrecerme esas clases, cosa que realmente me ilusionaba. Ahora más que nunca, tenía ganas de que eso saliese bien.
Por fin, tras un paseo de unos veinte minutos llegamos a las puertas del Roya College of Music.
- Vaya... Es un lugar de lo más impresionante. -murmuré al verlo segundos antes de dirigirnos a su interior. Nada más traspasar la entrada una mujer nos salió al paso. Al parecer conocía a mi acompañante y le interrogó sobre su visita. Cuando me señaló, la respuesta de la mujer me dejó boquiabierta. "¿Pero qué se ha creído esta mujer?" pensé sintiéndome ciertamente ofendida. Que Tristán se riese no me hizo mucha gracia tampoco. Estaba a punto de abrir la boca para defenderme cuando él respondió.
-¡No! ¡Mujer! No volverá a pasar. Vengo a dar clases de piano, serán unas horas, no haré nada fuera de lugar. -dijo restándole importancia al comentario que había hecho ella y sonriendo.
"Ten por seguro que no se repetirá, al menos conmigo. No pienso rebajarme de tal manera." -pensé mientras con gesto serio apartaba la mirada de esa mujer.
- ¿Vamos a dar esas clases? -pregunté a mi acompañante de forma que la mujer no pudiera oirnos.- Porque no he venido para escuchar comentarios ofensivos por parte de los empleados. -dije con gesto serio y tono de ligero enfado.
- Me parece bien, siempre me ha gustado caminar. - aspiré el aroma de la recien llegada primavera y asentí ligeramente como dándole la razón por lo que acababa de decir. Mientras caminábamos fui pensando en lo rápido que había sido al proponer irnos. Realmente parecía desear ofrecerme esas clases, cosa que realmente me ilusionaba. Ahora más que nunca, tenía ganas de que eso saliese bien.
Por fin, tras un paseo de unos veinte minutos llegamos a las puertas del Roya College of Music.
- Vaya... Es un lugar de lo más impresionante. -murmuré al verlo segundos antes de dirigirnos a su interior. Nada más traspasar la entrada una mujer nos salió al paso. Al parecer conocía a mi acompañante y le interrogó sobre su visita. Cuando me señaló, la respuesta de la mujer me dejó boquiabierta. "¿Pero qué se ha creído esta mujer?" pensé sintiéndome ciertamente ofendida. Que Tristán se riese no me hizo mucha gracia tampoco. Estaba a punto de abrir la boca para defenderme cuando él respondió.
-¡No! ¡Mujer! No volverá a pasar. Vengo a dar clases de piano, serán unas horas, no haré nada fuera de lugar. -dijo restándole importancia al comentario que había hecho ella y sonriendo.
"Ten por seguro que no se repetirá, al menos conmigo. No pienso rebajarme de tal manera." -pensé mientras con gesto serio apartaba la mirada de esa mujer.
- ¿Vamos a dar esas clases? -pregunté a mi acompañante de forma que la mujer no pudiera oirnos.- Porque no he venido para escuchar comentarios ofensivos por parte de los empleados. -dije con gesto serio y tono de ligero enfado.
Vanessa Jonhson- Humano - Clase Alta
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Edad : 34
Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
Parecía que a la joven aquella indiscreción por parte de Oliwia no le había sentado precisamente bien, “mujeres…” ¡Si tan poco era para tanto! Seguro que era algún tipo de resentimiento por su parte, anda que no tuve ocasiones para hacerle un favor, ¿y qué le hago si siempre encontraba a alguien mejor?
- ¿Vamos a dar esas clases? –Giré la cabeza para mirarla, parecíamos confidentes o algo por el estilo, vaya.- Porque no he venido para escuchar comentarios ofensivos por parte de los empleados. – “¡Ya está!” pensé derrotado.
–Sí, vámonos. No se lo tomes en cuenta…- le expliqué mirando hacia una colérica Oliwia.
-¿No ve que le hace falta un hombre?- Reí con burla arqueando las cejas, se me soltaron algunas lágrimas cuando comencé a caminar junto a ella por los pasillos.
–Vamos a ver si hay algún aula libre.- Me asomé un poco por las rendijas de las puertas para ver si había alguien, subimos las escaleras de madera que daban a más aulas.
De las distintas puertas que dejabamos atrás se escuchaban distintas melodías, ninguna igual.
Se cruzó con nosotros un compañero al cual saludé con la mano, cuando quedó a mis espaldas giré mi cabeza para mirarle, éste me hizo una seña como diciendo “¿Qué? ¿Otra vez a la carga?”, sonreí ampliamente sin poder creerme que la gente tuviese esa idea de mí, le ignoré por completo.
Al pasar por tres puertas encontré la idónea.
-¡Esta, esta!- Exclamé internándonos en aquella instancia tan acogedora. Corrí las cortinas para que entrara un poco más de luz, necesitaba que entrara la musa de la música, Euterpe ¡claro!
Me senté en un taburete cerca del piano y le hice una señal para que se sentase en su sitio.
–Quiero ver con qué estoy trabajando.- La quería evaluar previamente para saber cuan duro tenía que ser impartiendo las clases. –Tocad lo que queráis.
- ¿Vamos a dar esas clases? –Giré la cabeza para mirarla, parecíamos confidentes o algo por el estilo, vaya.- Porque no he venido para escuchar comentarios ofensivos por parte de los empleados. – “¡Ya está!” pensé derrotado.
–Sí, vámonos. No se lo tomes en cuenta…- le expliqué mirando hacia una colérica Oliwia.
-¿No ve que le hace falta un hombre?- Reí con burla arqueando las cejas, se me soltaron algunas lágrimas cuando comencé a caminar junto a ella por los pasillos.
–Vamos a ver si hay algún aula libre.- Me asomé un poco por las rendijas de las puertas para ver si había alguien, subimos las escaleras de madera que daban a más aulas.
De las distintas puertas que dejabamos atrás se escuchaban distintas melodías, ninguna igual.
Se cruzó con nosotros un compañero al cual saludé con la mano, cuando quedó a mis espaldas giré mi cabeza para mirarle, éste me hizo una seña como diciendo “¿Qué? ¿Otra vez a la carga?”, sonreí ampliamente sin poder creerme que la gente tuviese esa idea de mí, le ignoré por completo.
Al pasar por tres puertas encontré la idónea.
-¡Esta, esta!- Exclamé internándonos en aquella instancia tan acogedora. Corrí las cortinas para que entrara un poco más de luz, necesitaba que entrara la musa de la música, Euterpe ¡claro!
Me senté en un taburete cerca del piano y le hice una señal para que se sentase en su sitio.
–Quiero ver con qué estoy trabajando.- La quería evaluar previamente para saber cuan duro tenía que ser impartiendo las clases. –Tocad lo que queráis.
Tristán Evans- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 17/09/2010
Edad : 41
Localización : La Clave de Sol
Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
Tristán trató con sus palabras que me relajara y olvidara lo que la mujer había dicho y realmente lo consiguió, ya que terminó haciéndome reir con su segundo comentario. Le acompañé por los pasillos aguardando un paso por detrás cada vez que se asomaba para ver si las aulas estaban disponibles. Nos cruzamos con un par de personas a las que mi nuevo "maestro" saludó y a quienes observé sin mucho interés. Ya estaba centrada en cómo sería empezar mis clases con él. Melodías tocadas con diferentes instrumentos se escuchaban a través de las puertas que íbamos dejando atrás. Finalmente dimos con una vacía y entramos.
Mientras él descorría las cortinas observé la sala. Era amplia, con varias mesas y sillas en un lado y, en el otro, varios instrumentos guardados en fundas y un precioso piano de cola color negro. Me acerqué a él lentamente y sólo escuchar a Tristán dirigirme la palabra hizo que me pusiese algo nerviosa. Aquello era una evaluación.
Me senté al piano respirando pausadamente para tranquilizarme, levanté la tapa y acaricié suavemente las teclas con los dedos de la mano. Me llevó unos segundos decidir que pieza de las que conocía interpretar, pero al final me decidí por la misma que había tocado en casa de los Rousseau. Allí había causado buena impresión y esperaba que también lo hiciese ahora. Con toda la pausa y calma que pude, empecé a tocar el fragmento inicial de la Sonata para piano Nº7 de Bethoveen. Mis dedos se deslizaban de una tecla a otra con fluidez y sin darme cuenta cerré los ojos dejando que la música fluyese.
Mientras él descorría las cortinas observé la sala. Era amplia, con varias mesas y sillas en un lado y, en el otro, varios instrumentos guardados en fundas y un precioso piano de cola color negro. Me acerqué a él lentamente y sólo escuchar a Tristán dirigirme la palabra hizo que me pusiese algo nerviosa. Aquello era una evaluación.
Me senté al piano respirando pausadamente para tranquilizarme, levanté la tapa y acaricié suavemente las teclas con los dedos de la mano. Me llevó unos segundos decidir que pieza de las que conocía interpretar, pero al final me decidí por la misma que había tocado en casa de los Rousseau. Allí había causado buena impresión y esperaba que también lo hiciese ahora. Con toda la pausa y calma que pude, empecé a tocar el fragmento inicial de la Sonata para piano Nº7 de Bethoveen. Mis dedos se deslizaban de una tecla a otra con fluidez y sin darme cuenta cerré los ojos dejando que la música fluyese.
Vanessa Jonhson- Humano - Clase Alta
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Fecha de inscripción : 01/09/2010
Edad : 34
Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
Me crucé de brazos intentando interiorizar mi papel de maestro. Los preparativos antes de comenzar a tocar son sumamente importantes, en cierto modo hay que tener cierto control de tus emociones, solo si eres muy bueno te puedes permitir el lujo de dejar que esas emociones fluyan atreves de tus dedos.
Esperé unos segundos antes de percatarme del autor de la pieza, Beethoven, sin duda. Estudié el movimiento de sus manos, también su posición, y su rostro, entorné ligeramente los ojos viendo cómo se perdía en sí misma. Di unos ligeros toques a la madera con mis dedos para que se detuviera.
-Mmmmh…- Medité. –Es necesario que practiques la velocidad de los dedos, tienen que ser sombras imprevisibles.- Las palabras de los profesores muchas veces eran ininteligibles, lo había interiorizado bien. Me levanté del asiento y paseé por la sala hasta coger un cuaderno de partituras.
–No es por asustarte…pero…acabaremos la lección cuando físicamente no puedas más.- Me quedé a su espalda y reposé mi mano en su hombro.
-Ahora vas a tocar Allegro en mi bemol mayor.- Sonreí parcialmente dado la dificultad de la pieza, dejé el cuaderno delante de ella para que viera la partitura correspondiente.
–Mozart se va a apoderar de tu cuerpo, sí o sí.- Sentencie completamente convencido. Aunque nos llevara meses sus dedos dejarían de serlo para convertirse en instrumento de la música, quizá tenía muchas expectativas, pero realmente me apasionaba, me daba la vida. Me situé a su lado y me incliné un poco para tocar los primeros acordes, para que le fuera más fácil.
–Continua…y por el amor de Mozart no pares jamás.- Murmuré con exaltación.
Esperé unos segundos antes de percatarme del autor de la pieza, Beethoven, sin duda. Estudié el movimiento de sus manos, también su posición, y su rostro, entorné ligeramente los ojos viendo cómo se perdía en sí misma. Di unos ligeros toques a la madera con mis dedos para que se detuviera.
-Mmmmh…- Medité. –Es necesario que practiques la velocidad de los dedos, tienen que ser sombras imprevisibles.- Las palabras de los profesores muchas veces eran ininteligibles, lo había interiorizado bien. Me levanté del asiento y paseé por la sala hasta coger un cuaderno de partituras.
–No es por asustarte…pero…acabaremos la lección cuando físicamente no puedas más.- Me quedé a su espalda y reposé mi mano en su hombro.
-Ahora vas a tocar Allegro en mi bemol mayor.- Sonreí parcialmente dado la dificultad de la pieza, dejé el cuaderno delante de ella para que viera la partitura correspondiente.
–Mozart se va a apoderar de tu cuerpo, sí o sí.- Sentencie completamente convencido. Aunque nos llevara meses sus dedos dejarían de serlo para convertirse en instrumento de la música, quizá tenía muchas expectativas, pero realmente me apasionaba, me daba la vida. Me situé a su lado y me incliné un poco para tocar los primeros acordes, para que le fuera más fácil.
–Continua…y por el amor de Mozart no pares jamás.- Murmuré con exaltación.
Tristán Evans- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 17/09/2010
Edad : 41
Localización : La Clave de Sol
Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
Me detuve en cuanto sentí como daba unos golpecitos en la madera y lo miré con gesto expectante. Tenía curiosidad por saber lo que opinaba.
- Más velocidad. -murmuré interiorizando lo que había dicho. No pareció encontrar ningún fallo más en mí, asi que practicaría eso también en casa para mejorarlo cuanto antes.- No me asustas, he venido dispuesta a mejorar y aprender cuanto pueda y no esperaba menos.
Escuché la pieza que quería que tocase y entrecerré un poco los ojos tratando de recordar si la había interpretado alguna vez. No lo recordaba, asi que observé con atención la partitura. Realmente parecía una pieza bastante complicada. Estiré los dedos y posándolos sobre las teclas sin llegar a pulsarlas fui pasándolos por cada tecla reconociendo los primeros compases. Aparté las manos al ver que se acercaba y tocaba los primeros acordes de la obra y me instaba a comenzar. Su entusiasmo por la música era completamente contagioso y, pese a la dificultad de la obra comencé a tocar. La intensidad y velocidad de la pieza eran altísimas y no tenía ni idea de cuanto tiempo podría tocarla antes de que mis dedos empezaran a entumecerse. Podría decir sin temor a equivocarme que nunca había interpretado una pieza tan larga que exigiese tanta velocidad de interpretación. Si antes había conseguido dejarme llevar ahora me costaba mucho más ya que estaba más pendiente de interpretar correctamente que de cualquier otro aspecto. En mi interior sabía que esto no agradaría a mi maestro, pero era incapaz de hacer algo diferente a lo que hacía.
- Más velocidad. -murmuré interiorizando lo que había dicho. No pareció encontrar ningún fallo más en mí, asi que practicaría eso también en casa para mejorarlo cuanto antes.- No me asustas, he venido dispuesta a mejorar y aprender cuanto pueda y no esperaba menos.
Escuché la pieza que quería que tocase y entrecerré un poco los ojos tratando de recordar si la había interpretado alguna vez. No lo recordaba, asi que observé con atención la partitura. Realmente parecía una pieza bastante complicada. Estiré los dedos y posándolos sobre las teclas sin llegar a pulsarlas fui pasándolos por cada tecla reconociendo los primeros compases. Aparté las manos al ver que se acercaba y tocaba los primeros acordes de la obra y me instaba a comenzar. Su entusiasmo por la música era completamente contagioso y, pese a la dificultad de la obra comencé a tocar. La intensidad y velocidad de la pieza eran altísimas y no tenía ni idea de cuanto tiempo podría tocarla antes de que mis dedos empezaran a entumecerse. Podría decir sin temor a equivocarme que nunca había interpretado una pieza tan larga que exigiese tanta velocidad de interpretación. Si antes había conseguido dejarme llevar ahora me costaba mucho más ya que estaba más pendiente de interpretar correctamente que de cualquier otro aspecto. En mi interior sabía que esto no agradaría a mi maestro, pero era incapaz de hacer algo diferente a lo que hacía.
Vanessa Jonhson- Humano - Clase Alta
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Fecha de inscripción : 01/09/2010
Edad : 34
Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
No, no la conocía, quizá la habría “salvado” el haberlo hecho.
Mientras tocaba, yo intentaba no ponerme nervioso por querer escuchar aquello que esperaba, que distaba mucho de la realidad. Me cubrí el rostro con las manos y fui deslizándolas despacio, la paciencia ¡Maldita sea! ¿Dónde estaba la paciencia?
No me moví del sitio por no desconcentrarla, demasiado tenía ella con no errar en el control de sus dedos. ¿Quizá había elegido una pieza demasiado avanzada para ella? Tal vez y por ser el primer día debí empezar con algo más fácil o más pausado. “No, Tristán hay que empezar fuerte en todo aquello que hagas.” Me aventuré a pensar.
Hubo un momento en el que una de sus manos se quedó en el aire indecisa, y por miedo a que no parase y destrozase la melodía, llevé mi mano al instante al lugar preciso y pulsé unas cuantas teclas para que se diera cuenta del cambio de ritmo que había sufrido la sinfonía, aparté la mano para que rápidamente ella volviese a coger el hilo de la canción. Asentí con la cabeza reposando ambas más en mi cintura.
Necesitaba aprendérsela de memoria para tocarla con la soltura que le era propia, y para poder disfrutar de ella como yo quería que lo hiciese.
Depender de una partitura te ponía en la tesitura de desconcentrarte. Me separé de ella sin hacer ruido para coger una de las sillas que había pegadas a la pared y la llevé a su lado, posándola en el suelo con cuidado, me senté en ella sin apartar la mirada de sus manos, incluso de sus pies.
–No olvide usar los pedales.- Le llamé la atención. Sabía perfectamente que estar donde ahora estaba podría presionarla aún más, pero era lo mejor para ella y para mí.
Aún le quedaba bastante, incluyendo la repetición que estaba obligada a hacer. No era cuestión terminar cuanto antes, sino terminar cuando me convenciese del cambio realizado.
Mientras tocaba, yo intentaba no ponerme nervioso por querer escuchar aquello que esperaba, que distaba mucho de la realidad. Me cubrí el rostro con las manos y fui deslizándolas despacio, la paciencia ¡Maldita sea! ¿Dónde estaba la paciencia?
No me moví del sitio por no desconcentrarla, demasiado tenía ella con no errar en el control de sus dedos. ¿Quizá había elegido una pieza demasiado avanzada para ella? Tal vez y por ser el primer día debí empezar con algo más fácil o más pausado. “No, Tristán hay que empezar fuerte en todo aquello que hagas.” Me aventuré a pensar.
Hubo un momento en el que una de sus manos se quedó en el aire indecisa, y por miedo a que no parase y destrozase la melodía, llevé mi mano al instante al lugar preciso y pulsé unas cuantas teclas para que se diera cuenta del cambio de ritmo que había sufrido la sinfonía, aparté la mano para que rápidamente ella volviese a coger el hilo de la canción. Asentí con la cabeza reposando ambas más en mi cintura.
Necesitaba aprendérsela de memoria para tocarla con la soltura que le era propia, y para poder disfrutar de ella como yo quería que lo hiciese.
Depender de una partitura te ponía en la tesitura de desconcentrarte. Me separé de ella sin hacer ruido para coger una de las sillas que había pegadas a la pared y la llevé a su lado, posándola en el suelo con cuidado, me senté en ella sin apartar la mirada de sus manos, incluso de sus pies.
–No olvide usar los pedales.- Le llamé la atención. Sabía perfectamente que estar donde ahora estaba podría presionarla aún más, pero era lo mejor para ella y para mí.
Aún le quedaba bastante, incluyendo la repetición que estaba obligada a hacer. No era cuestión terminar cuanto antes, sino terminar cuando me convenciese del cambio realizado.
Tristán Evans- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 17/09/2010
Edad : 41
Localización : La Clave de Sol
Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
No terminaba de sentirme cómoda tocando aquella pieza. Supongo que el hecho de necesitar apoyarme completamente en la partitura para poder continuar tocando me hacía estar mucho más insegura y a disgusto. En un momento de duda Tristán se apresuró a poner la mano sobre el teclado y tocando unas cuantas notas hasta que retomé el hilo. Sin yo llegar a darme cuenta, había traído una silla y se había puesto a mi lado para observarme mejor. Entonces escuché su segunda corrección en el día.
- No olvide usar los pedales. -comentó llamando mi atención.
No respondí, aunque haciendo caso a su recomendación comencé a prestar más atención a los pedales usándolos cada vez que era necesario. Saberle tan cerca de mí me hacía notar más presión, pero la presión, lejos de agobiarme, me hizo estar más atenta y más precisa. Seguía bastante pendiente de la partitura, pero empezaba a notar mucha más soltura y fluidez en mis movimientos. La obra parecía no terminar nunca, pero no pensaba dejarme vencer por ella y seguí tocando como si nada.
- No olvide usar los pedales. -comentó llamando mi atención.
No respondí, aunque haciendo caso a su recomendación comencé a prestar más atención a los pedales usándolos cada vez que era necesario. Saberle tan cerca de mí me hacía notar más presión, pero la presión, lejos de agobiarme, me hizo estar más atenta y más precisa. Seguía bastante pendiente de la partitura, pero empezaba a notar mucha más soltura y fluidez en mis movimientos. La obra parecía no terminar nunca, pero no pensaba dejarme vencer por ella y seguí tocando como si nada.
Vanessa Jonhson- Humano - Clase Alta
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Fecha de inscripción : 01/09/2010
Edad : 34
Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
Creí notar cierta soltura en sus dedos a medida que avanzaba, como en una perfecta coreografía en un fastuoso salón de baile, sus dedos viajaban por las teclas con el frenesí que yo quería ver, sonreí satisfactoriamente, pero lo peor que podía hacer en mi posición era animarla, ya que este tipo de logros y evoluciones hacen que te lo creas, bajando así el ritmo y tu propio esfuerzo.
Si podía exigir más de ella, lo haría sin miramientos. Y en el caso de que tuviera que "regalarle los oídos", tendría que ganárselo, así de fácil. Era la primera clase, nadie le iba a regalar nada, y dudaba de que ella quisiese eso.
Pasé la página del cuaderno para que continuase, hasta que por fin terminó.
–Caliéntese las manos, que aún no hemos acabado.- Sonreí con picardía, cuando se abrió de pronto la puerta de la sala, asomándose por ella Oliwia, la miré desconcertado.
-¡Haz el favor!- Mascullé levantándome de la silla, y acercándome con premura a la puerta.
-¿Se puede saber qué quieres?- Pregunté moviendo las manos, ¡Dios! Cómo me molestaba que me interrumpieras de esa manera.
–No te pongas así ¿eh? Modera tu boquita.- me contestó ciertamente irritable. Suspiró y continuó:
- Quería avisar de que en media hora el conservatorio cierra sus puertas.- Entrecerré los ojos, indignado. –Pues venga, márchate ¡nos estás haciendo perder el tiempo!- La eché casi a patadas de la sala.
–Será posible…- bufé acercándome al piano. –Seguro que vino personalmente solo para eso.- Murmuré con sarcasmo, tomando el cuaderno para volver a la página del principio. –Si te das prisa, podremos terminar antes de que nos encierren aquí dentro, aunque pensándolo bien…no sería una mala idea.- Sonreí con segundas intenciones, aunque realmente bromeaba. La música era lo primero.
-Bueno…sigamos.
Si podía exigir más de ella, lo haría sin miramientos. Y en el caso de que tuviera que "regalarle los oídos", tendría que ganárselo, así de fácil. Era la primera clase, nadie le iba a regalar nada, y dudaba de que ella quisiese eso.
Pasé la página del cuaderno para que continuase, hasta que por fin terminó.
–Caliéntese las manos, que aún no hemos acabado.- Sonreí con picardía, cuando se abrió de pronto la puerta de la sala, asomándose por ella Oliwia, la miré desconcertado.
-¡Haz el favor!- Mascullé levantándome de la silla, y acercándome con premura a la puerta.
-¿Se puede saber qué quieres?- Pregunté moviendo las manos, ¡Dios! Cómo me molestaba que me interrumpieras de esa manera.
–No te pongas así ¿eh? Modera tu boquita.- me contestó ciertamente irritable. Suspiró y continuó:
- Quería avisar de que en media hora el conservatorio cierra sus puertas.- Entrecerré los ojos, indignado. –Pues venga, márchate ¡nos estás haciendo perder el tiempo!- La eché casi a patadas de la sala.
–Será posible…- bufé acercándome al piano. –Seguro que vino personalmente solo para eso.- Murmuré con sarcasmo, tomando el cuaderno para volver a la página del principio. –Si te das prisa, podremos terminar antes de que nos encierren aquí dentro, aunque pensándolo bien…no sería una mala idea.- Sonreí con segundas intenciones, aunque realmente bromeaba. La música era lo primero.
-Bueno…sigamos.
Tristán Evans- Mensajes : 355
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Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
Tristán iba pasando las hojas conforme me iba haciendo falta y yo le iba cogiendo el gusto a la pieza. Su armonía y su ritmo rápido me estaban atrapando. Acabé la pieza y resoplé sonoramente aunque satisfecha por mi esfuerzo.
– Caliéntese las manos, que aún no hemos acabado. -dijo sonriendo con un gesto pícaro.
Estaba moviendo las muñecas y los dedos, estirándolos para un nuevo asalto a la pieza cuando la puerta se abrió de golpe y mi instructor se levantó irritado dirigiéndose a la puerta haciendo aspavientos. Era la mujer de antes y claramente parecía provocar el malhumor en Tristán. Me mantuve en silencio mientras intercambiaban un par de frases y tras prácticamente echarla volvió a mi lado.
- No te sulfures. Da la impresión de que le gusta provocarte. -dije mientras terminaba de calentar los dedos.- No merece la pena que lo hagas.
– Si te das prisa, podremos terminar antes de que nos encierren aquí dentro, aunque pensándolo bien…no sería una mala idea. -dijo sonriendo- Bueno…sigamos.
No dije nada sobre su comentario, aunque me limité a sonreir antes de posar de nuevo las manos sobre el piano.
- Estoy lista. -dije mostrándome complaciente y dispuesta. Entonces le miré e hizo un gesto de asentimiento, por lo que empecé con la pieza de nuevo, esta vez con mucha más soltura desde el inicio. Había una cosa que tenía muy clara mientras tocaba, estaba disfrutando mucho de la clase.
– Caliéntese las manos, que aún no hemos acabado. -dijo sonriendo con un gesto pícaro.
Estaba moviendo las muñecas y los dedos, estirándolos para un nuevo asalto a la pieza cuando la puerta se abrió de golpe y mi instructor se levantó irritado dirigiéndose a la puerta haciendo aspavientos. Era la mujer de antes y claramente parecía provocar el malhumor en Tristán. Me mantuve en silencio mientras intercambiaban un par de frases y tras prácticamente echarla volvió a mi lado.
- No te sulfures. Da la impresión de que le gusta provocarte. -dije mientras terminaba de calentar los dedos.- No merece la pena que lo hagas.
– Si te das prisa, podremos terminar antes de que nos encierren aquí dentro, aunque pensándolo bien…no sería una mala idea. -dijo sonriendo- Bueno…sigamos.
No dije nada sobre su comentario, aunque me limité a sonreir antes de posar de nuevo las manos sobre el piano.
- Estoy lista. -dije mostrándome complaciente y dispuesta. Entonces le miré e hizo un gesto de asentimiento, por lo que empecé con la pieza de nuevo, esta vez con mucha más soltura desde el inicio. Había una cosa que tenía muy clara mientras tocaba, estaba disfrutando mucho de la clase.
Vanessa Jonhson- Humano - Clase Alta
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Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
Ya sabía que no valía la pena, pero es que no podía evitar ponerme de los nervios por estas pequeñas cosas, tenía asuntos infinitamente mejores en los que pensar para calentarme la cabeza por esa sandez.
- Estoy lista. – Asentí con la cabeza, retomó la canción con un nuevo impulso, con una nueva disposición que me encantó, aquella muchacha aparentemente consentida y mimada sería lo que ella quisiera por sus propios medios, solo le faltaba esa dedicación que estaba seguro que poseía…en alguna parte de su tierno y jovial cuerpecito, mientras pensaba sobre esto mis ojos se habían despegado de sus manos hacía otros lugares (que no diré), sacudí la cabeza ligeramente. “¡Va! Ahora no te fijes en esas cosas ¡Tristán!”Cerré los ojos, era lo mejor, el cuerpo es débil, y yo lo sufría siempre, con ella no pasaría nada ¡nada! Yo era su… ¿maestro? Y ella era mi…alumna, y entre nosotros había un abismo de cosas que nos separaban ¡cómo debía ser! ¿En qué estaría pensando? Apoyé mi brazo en el piano ignorando mis pensamientos tan primarios, tan indecentes ¡Oh Tristán…no la cagues! ¡No lo haré!
Mi pie iba moviéndose al son de la música para medir los compases, y que éstos fueran los correctos, se estaba esforzando, abrí los ojos fijándolos en la ventana, sería media tarde ¿qué haría el resto del día? No me preocupaba demasiado.
Los minutos avanzaban y sus manos continuaban sosteniendo la melodía, era impresionante como una chica como ella luchaba tanto por sacar la canción adelante, posé mi mano izquierda en la parte del piano que tenía frente a mí y la acompañé, hasta que voluntariamente me uní a ella, éramos cuatro manos enzarzándonos en el arrebato más sublime. La canción cobró un nuevo sentido, dio un giro vertiginoso, reí de pura satisfacción, para luego levantarme de la silla, al fin y al cabo era su lección no la mía, había que tomárselo en serio. Me asomé a la ventana un momento, los carros pasaban continuamente desconociendo lo que pasaba entre estas insonorizadas cuatro paredes.
- Estoy lista. – Asentí con la cabeza, retomó la canción con un nuevo impulso, con una nueva disposición que me encantó, aquella muchacha aparentemente consentida y mimada sería lo que ella quisiera por sus propios medios, solo le faltaba esa dedicación que estaba seguro que poseía…en alguna parte de su tierno y jovial cuerpecito, mientras pensaba sobre esto mis ojos se habían despegado de sus manos hacía otros lugares (que no diré), sacudí la cabeza ligeramente. “¡Va! Ahora no te fijes en esas cosas ¡Tristán!”Cerré los ojos, era lo mejor, el cuerpo es débil, y yo lo sufría siempre, con ella no pasaría nada ¡nada! Yo era su… ¿maestro? Y ella era mi…alumna, y entre nosotros había un abismo de cosas que nos separaban ¡cómo debía ser! ¿En qué estaría pensando? Apoyé mi brazo en el piano ignorando mis pensamientos tan primarios, tan indecentes ¡Oh Tristán…no la cagues! ¡No lo haré!
Mi pie iba moviéndose al son de la música para medir los compases, y que éstos fueran los correctos, se estaba esforzando, abrí los ojos fijándolos en la ventana, sería media tarde ¿qué haría el resto del día? No me preocupaba demasiado.
Los minutos avanzaban y sus manos continuaban sosteniendo la melodía, era impresionante como una chica como ella luchaba tanto por sacar la canción adelante, posé mi mano izquierda en la parte del piano que tenía frente a mí y la acompañé, hasta que voluntariamente me uní a ella, éramos cuatro manos enzarzándonos en el arrebato más sublime. La canción cobró un nuevo sentido, dio un giro vertiginoso, reí de pura satisfacción, para luego levantarme de la silla, al fin y al cabo era su lección no la mía, había que tomárselo en serio. Me asomé a la ventana un momento, los carros pasaban continuamente desconociendo lo que pasaba entre estas insonorizadas cuatro paredes.
Tristán Evans- Mensajes : 355
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Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
Mientras tocaba empecé a darme cuenta de que ya parecía haberme poseído del todo el espíritu de la música. Mis manos volaban y, aunque sentía el cansancio que tocar una pieza tan rápida provocaba, no pensaba dar muestras de él delante de Tristán. Quería que se llevase una buena impresión de mí y creía estarlo consiguiendo.
En un momento dado, sus manos se apoyaron en el piano y me encontré estando acompañada por él al piano. Nuestras manos se movían casi al unísono creando una armonía increíble y dando un nuevo sentido a la obra. Casi podría decir que ésta cobró vida. El momento terminó de igual forma que había empezado, en apenas un segundo y casi sin darme cuenta. Se puso de pie y se apartó aunque, pendiente como estaba de seguir tocando no pude fijarme hacia dónde iba. La música siguió resonando en la sala y, aunque mi cabeza estaba en dos cosas, la interpretación no se veía comprometida.
Si al principio del día no había estado del todo segura de lo que hacía al presentarme en su hotel, ahora no tenía ninguna duda. El gusanillo de la música estaba en mí y lo había estado siempre y él con sólo una clase y apenas un par de frases y consejos lo había despertado del todo. Aún no había dado fin nuestra primera clase (aunque no quedaba mucho) y yo ya me moría por que llegase la siguiente.
Con mucha más maestría de la que yo misma me esperaba comencé a atacar los últimos compases del Allegro de Mozart.
En un momento dado, sus manos se apoyaron en el piano y me encontré estando acompañada por él al piano. Nuestras manos se movían casi al unísono creando una armonía increíble y dando un nuevo sentido a la obra. Casi podría decir que ésta cobró vida. El momento terminó de igual forma que había empezado, en apenas un segundo y casi sin darme cuenta. Se puso de pie y se apartó aunque, pendiente como estaba de seguir tocando no pude fijarme hacia dónde iba. La música siguió resonando en la sala y, aunque mi cabeza estaba en dos cosas, la interpretación no se veía comprometida.
Si al principio del día no había estado del todo segura de lo que hacía al presentarme en su hotel, ahora no tenía ninguna duda. El gusanillo de la música estaba en mí y lo había estado siempre y él con sólo una clase y apenas un par de frases y consejos lo había despertado del todo. Aún no había dado fin nuestra primera clase (aunque no quedaba mucho) y yo ya me moría por que llegase la siguiente.
Con mucha más maestría de la que yo misma me esperaba comencé a atacar los últimos compases del Allegro de Mozart.
Vanessa Jonhson- Humano - Clase Alta
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Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
Me apoyé en la pared fijándome descaradamente en la señorita Jonhson, estaba casi al final de la pieza, ¿quería terminar antes de tiempo? O quizá ¿quería impresionarme? Continuó y continuó hasta que al fin acabó, sonreí cuando dirigió la vista donde yo estaba, observándola, estudiándola.
-Seguiremos mañana, entonces.- Me acerqué hacía ella sin apartar los ojos, tal vez la miré con demasiado ardor, no lo sé. Cuando estuve cerca de ella la tomé de las manos y comencé a masajeárselas, había que cuidar esas manos, dependíamos tanto de esa parte del cuerpo.
–Las tienes muy cuidadas.- Me fijé presionándole sutilmente las palmas. -¿Podría saber si alguien sabe dónde estáis ahora mismo?- pregunté con curiosidad, era sumamente importante saber la respuesta. Importante porque quizá tenía que hacerme cargo de ella cuando no estaba protegida por si familia, ¿acaso yo era protector? Yo solo era responsable de mis instrumentos y de mí mismo, ciertamente el resto me daba igual.
Sonreí orgulloso soltándole las manos para recoger las sillas y el cuaderno de partituras.
-¿Mañana aquí…a la misma hora?- pregunté volviendo a cruzar nuestros ojos.
–Procura no llegar tarde…no me gustaría tener que esperar.- No me gustaba nada esperar, la gente tenía que esperar por mí, no yo por ellos ¡anda! Me quedé quieto esperando sus respuestas.
-Seguiremos mañana, entonces.- Me acerqué hacía ella sin apartar los ojos, tal vez la miré con demasiado ardor, no lo sé. Cuando estuve cerca de ella la tomé de las manos y comencé a masajeárselas, había que cuidar esas manos, dependíamos tanto de esa parte del cuerpo.
–Las tienes muy cuidadas.- Me fijé presionándole sutilmente las palmas. -¿Podría saber si alguien sabe dónde estáis ahora mismo?- pregunté con curiosidad, era sumamente importante saber la respuesta. Importante porque quizá tenía que hacerme cargo de ella cuando no estaba protegida por si familia, ¿acaso yo era protector? Yo solo era responsable de mis instrumentos y de mí mismo, ciertamente el resto me daba igual.
Sonreí orgulloso soltándole las manos para recoger las sillas y el cuaderno de partituras.
-¿Mañana aquí…a la misma hora?- pregunté volviendo a cruzar nuestros ojos.
–Procura no llegar tarde…no me gustaría tener que esperar.- No me gustaba nada esperar, la gente tenía que esperar por mí, no yo por ellos ¡anda! Me quedé quieto esperando sus respuestas.
Tristán Evans- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 17/09/2010
Edad : 41
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Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
Llegué al final de la obra y con lentitud aparté las manos del piano mientras esbozaba una ligera sonrisa. Me sentía orgullosa por haber hecho aquello, pero pensé que no debía pecar de orgullo así que me limité a girar un poco el rostro para mirar a mi maestro.
-Seguiremos mañana, entonces.- dijo acercándose hasta mí de nuevo. No estaba del todo segura pero, parecía mirarme ahora de forma diferente a como lo había hecho anteriormente. Tomó mis manos y empezó a masajearlas con suavidad. –Las tienes muy cuidadas.- comentó.
- Gracias. Mi madre siempre me ha dicho que un buen pianista debe tratar bien sus manos si quiere seguir considerándose como tal.- le dije en respuesta al comentario. Su siguiente pregunta no parecía tener que ver mucho con la música pero aun así no evité responderla. -¿Podría saber si alguien sabe dónde estáis ahora mismo?- incliné ligeramente la cabeza hacia mi derecha mientras pensaba.- Mi madre sabe que fui a buscar a un instructor para mejorar en el piano, pero no sabe a dónde fui. De hecho, ni yo misma supe al principio dónde me traíais, recordáis? -inquirí mirándole de reojo.- Así que... no, no hay nadie que sepa dónde me encuentro. -dije finalmente.
Tras oir mi respuesta soltó mis manos para empezara recoger las sillas y el cuaderno de partituras mientras yo no dejaba de observarle. -¿Mañana aquí…a la misma hora?- nuestras miradas volvieron a cruzarse.– Procura no llegar tarde…no me gustaría tener que esperar.
- De acuerdo. Aquí estaré. Y no se preocupe, soy una persona muy puntual. -me callé unos segundos.- Me gustó mucho la clase. -dije sonriendo.- ¿Puedo... ¿puedo llamaros por vuestro nombre o debo llamarle maestro a partir de ahora? -pregunté con cierta duda.
-Seguiremos mañana, entonces.- dijo acercándose hasta mí de nuevo. No estaba del todo segura pero, parecía mirarme ahora de forma diferente a como lo había hecho anteriormente. Tomó mis manos y empezó a masajearlas con suavidad. –Las tienes muy cuidadas.- comentó.
- Gracias. Mi madre siempre me ha dicho que un buen pianista debe tratar bien sus manos si quiere seguir considerándose como tal.- le dije en respuesta al comentario. Su siguiente pregunta no parecía tener que ver mucho con la música pero aun así no evité responderla. -¿Podría saber si alguien sabe dónde estáis ahora mismo?- incliné ligeramente la cabeza hacia mi derecha mientras pensaba.- Mi madre sabe que fui a buscar a un instructor para mejorar en el piano, pero no sabe a dónde fui. De hecho, ni yo misma supe al principio dónde me traíais, recordáis? -inquirí mirándole de reojo.- Así que... no, no hay nadie que sepa dónde me encuentro. -dije finalmente.
Tras oir mi respuesta soltó mis manos para empezara recoger las sillas y el cuaderno de partituras mientras yo no dejaba de observarle. -¿Mañana aquí…a la misma hora?- nuestras miradas volvieron a cruzarse.– Procura no llegar tarde…no me gustaría tener que esperar.
- De acuerdo. Aquí estaré. Y no se preocupe, soy una persona muy puntual. -me callé unos segundos.- Me gustó mucho la clase. -dije sonriendo.- ¿Puedo... ¿puedo llamaros por vuestro nombre o debo llamarle maestro a partir de ahora? -pregunté con cierta duda.
Vanessa Jonhson- Humano - Clase Alta
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Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
Mmmh, así que estaba a mi cargo ahora ¿no? ¿Sería conveniente que le acompañase hasta las puertas de su casa? “Sabes perfectamente lo que tienes que hacer”, no había venido con ningún tipo de criado, yo era la persona más cercana a la que podrías llamar de “confianza”, “joder Tristán…” pensé para mí
- De acuerdo. Aquí estaré. Y no se preocupe, soy una persona muy puntual. –Eso esperaba, no supe hasta que punto me podía tomar a mal un desplante, mejor no saberlo.-Me gustó mucho la clase. –Bueno era saberlo, aún con todo pensé en ser más duro con ella. Había sido flexible en esta clase, era necesario ponerle metas más altas, así aprendería, a base de obstáculos. Su siguiente pregunta me sacó de mis cavilaciones:
- ¿Puedo... puedo llamaros por vuestro nombre o debo llamarle maestro a partir de ahora? – Sonreí ampliamente volviendo hacia ella y tomándole de la mano para que se levantase.
– Creo que lo más correcto sería que me llamases ‘maestro’.- La insté a que me agarrase del brazo y comenzamos a andar hacia la salida del aula, cerrando ésta a mi paso.
– Os voy a acompañar hasta vuestra casa,- volví el rostro hacía ella con una sonrisa- y no hay discusión que valga. Así que ya me dirás por dónde es.- comenté empezando a bajar las escaleras de madera.
Se podía escuchar de fondo a Oliwia traspapelando unos papeles, puse los ojos en blanco al pasar por su lado, que no se atreviera a decir nada, ni respirar si quiera.
Salimos del conservatorio con tranquilidad.
–Por cierto ¿cuál es vuestro compositor predilecto? Quizá eso me ayude a elegir los temas.- Recorrí con los ojos la calle, adineradas familias pasaban delante de nosotros dejando una contagiosa fragancia a su paso ¿se bañaban en perfume o cómo?
- De acuerdo. Aquí estaré. Y no se preocupe, soy una persona muy puntual. –Eso esperaba, no supe hasta que punto me podía tomar a mal un desplante, mejor no saberlo.-Me gustó mucho la clase. –Bueno era saberlo, aún con todo pensé en ser más duro con ella. Había sido flexible en esta clase, era necesario ponerle metas más altas, así aprendería, a base de obstáculos. Su siguiente pregunta me sacó de mis cavilaciones:
- ¿Puedo... puedo llamaros por vuestro nombre o debo llamarle maestro a partir de ahora? – Sonreí ampliamente volviendo hacia ella y tomándole de la mano para que se levantase.
– Creo que lo más correcto sería que me llamases ‘maestro’.- La insté a que me agarrase del brazo y comenzamos a andar hacia la salida del aula, cerrando ésta a mi paso.
– Os voy a acompañar hasta vuestra casa,- volví el rostro hacía ella con una sonrisa- y no hay discusión que valga. Así que ya me dirás por dónde es.- comenté empezando a bajar las escaleras de madera.
Se podía escuchar de fondo a Oliwia traspapelando unos papeles, puse los ojos en blanco al pasar por su lado, que no se atreviera a decir nada, ni respirar si quiera.
Salimos del conservatorio con tranquilidad.
–Por cierto ¿cuál es vuestro compositor predilecto? Quizá eso me ayude a elegir los temas.- Recorrí con los ojos la calle, adineradas familias pasaban delante de nosotros dejando una contagiosa fragancia a su paso ¿se bañaban en perfume o cómo?
Tristán Evans- Mensajes : 355
Fecha de inscripción : 17/09/2010
Edad : 41
Localización : La Clave de Sol
Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
Me levanté tomando su mano y agarré su brazo para salir de la clase. Con la mano que tenía libre me coloqué un mechón de pelo rebelde que se había deslizado por mi frente. Recorrimos los pasillos de nuevo rumbo a las escaleras.
- Os voy a acompañar hasta vuestra casa y no hay discusión que valga. Así que ya me dirás por dónde es. -dijo sonriéndome y empezando a bajar las escaleras. - De acuerdo, maestro. Será agradable compartir el paseo hasta mi casa con vos. -pasamos junto a la recepción y esta vez no vimos a la mujer desagradable. Lástima que tuviese que verla cada vez que volviese a venir a dar una clase con Tristán. Salimos a la calle y nos quedamos unos segundos parados junto a la escalinata del conservatorio. Iba a ponerme en marcha cuando me hizo otra pregunta. - ¿Cual es vuestro compositor predilecto? Quizá eso me ayude a elegir los temas.
Aún sujeta a su brazo di un suave tirón para que entendiese que podíamos ponernos en marcha y mientras lo hacíamos pensé que respuesta darle. Ciertamente no podía decir que tuviese un compositor favorito. Nunca había tocado más de dos o tres piezas de un mismo compositor ya que mi madre solía variar mucho. Había ido al teatro y a la ópera a ver algunas interpretaciones, pero aunque muchas obras me habían impresionado, eso no significaba que sus autores me gustasen más o menos. - Pues no hay nadie en especial. Debo admitir que no conozco tanto la obra de ningún compositor como para considerarlo mi preferido. ¿Cual es el vuestro? -quise saber. El buen clima que había en el día de hoy debía ser el responsable de que las calles estuviesen bastante frecuentadas. Reconocí un par de caras de personas con las que nos crucemos como amigos o clientes de mi padre y algunos de ellos nos miraron a mí y a mi acompañante con especial atención. "Estupendo. Seguro que mi padre se entera de esto antes de que yo llegue a casa." -pensé con gesto de ligero desagrado. Últimamente todas nuestras discusiones tenían que ver con mis compañías o mis salidas de casa. Tanto control me tenía muy enojada.- "Pues no pienso decirle nada de nada. Que piense lo que quiera, ya me tiene harta con su exceso de celo."
- Os voy a acompañar hasta vuestra casa y no hay discusión que valga. Así que ya me dirás por dónde es. -dijo sonriéndome y empezando a bajar las escaleras. - De acuerdo, maestro. Será agradable compartir el paseo hasta mi casa con vos. -pasamos junto a la recepción y esta vez no vimos a la mujer desagradable. Lástima que tuviese que verla cada vez que volviese a venir a dar una clase con Tristán. Salimos a la calle y nos quedamos unos segundos parados junto a la escalinata del conservatorio. Iba a ponerme en marcha cuando me hizo otra pregunta. - ¿Cual es vuestro compositor predilecto? Quizá eso me ayude a elegir los temas.
Aún sujeta a su brazo di un suave tirón para que entendiese que podíamos ponernos en marcha y mientras lo hacíamos pensé que respuesta darle. Ciertamente no podía decir que tuviese un compositor favorito. Nunca había tocado más de dos o tres piezas de un mismo compositor ya que mi madre solía variar mucho. Había ido al teatro y a la ópera a ver algunas interpretaciones, pero aunque muchas obras me habían impresionado, eso no significaba que sus autores me gustasen más o menos. - Pues no hay nadie en especial. Debo admitir que no conozco tanto la obra de ningún compositor como para considerarlo mi preferido. ¿Cual es el vuestro? -quise saber. El buen clima que había en el día de hoy debía ser el responsable de que las calles estuviesen bastante frecuentadas. Reconocí un par de caras de personas con las que nos crucemos como amigos o clientes de mi padre y algunos de ellos nos miraron a mí y a mi acompañante con especial atención. "Estupendo. Seguro que mi padre se entera de esto antes de que yo llegue a casa." -pensé con gesto de ligero desagrado. Últimamente todas nuestras discusiones tenían que ver con mis compañías o mis salidas de casa. Tanto control me tenía muy enojada.- "Pues no pienso decirle nada de nada. Que piense lo que quiera, ya me tiene harta con su exceso de celo."
Vanessa Jonhson- Humano - Clase Alta
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Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
Comenzamos a andar, yo iba por donde ella me señalaba, siempre me había gustado llevar el control de ese tipo de cosas ¿pero qué iba a hacerle?
-Pues no hay nadie en especial.- Entonces yo haría que se decantase por uno.- Debo admitir que no conozco tanto la obra de ningún compositor como para considerarlo mi preferido. ¿Cuál es el vuestro? – ¿El mío? ¿Importaba eso? – ¡Yo tengo muchos!…pero por poner un ejemplo…diría Händel.- Respondí encogiéndome de hombros. Me costaba mucho escoger uno en concreto, cada uno me aportaba algo distinto que me gustaba. Y al elegir me sentía como si engañase a los otros, no era una sensación agradable. Pude percatarme de que ciertas personas al pasar nos miraban ¿me lo estaba imaginando? No lo creo.
–Haré de ti una gran estrella.- Comenté dándole palmaditas en la mano. Había añadido más trabajo a mí agenda, ahora tenía la obligación de prepararme las clases, yo sabía que había días en los que el conservatorio no abría… ¿en ese caso tendría que llevarla a mi habitación de hotel? No espera…creí recordar que en el gran auditorio del hotel había un piano, me las arreglaría para conseguir una horas a solas ¿Quién me iba a negar algo a mí? Loco tendría que estar.- Confía en mí.- dije con la mirada completamente perdida en mis reflexiones. –El tiempo además acompaña, porque no es lo mismo tocar en invierno o incluso verano, que es un real fastidio. El frío y el calor son nuestros más acérrimos enemigos, que tocar en primavera o otoño…en éstas estaciones os aseguro que se lleva mucho mejor.- Expliqué a la joven con tono meloso.
De pronto noté como alguien estiraba del brazo de la señorita, giré mi rostro de pronto dando un empujón al individuo que intentaba detenerla el paso. -¡Pero bueno! ¿Qué mosca os ha picado?- Pregunté descolocado atrayendo a la señorita Jonhson hacía mí, como si así la protegiese. Más que nunca tenía la idea de hacerme responsable de ella, tenía que llevarla sana y salva a su casa.
-Nada…nada…creí que…
-Creíste nada.- Le corté con el semblante serio. –Continuemos señorita con el agradable paseo.- Tiré de ella para seguir la andanza, ignorando al osado ¿Qué se había creído?
-Pues no hay nadie en especial.- Entonces yo haría que se decantase por uno.- Debo admitir que no conozco tanto la obra de ningún compositor como para considerarlo mi preferido. ¿Cuál es el vuestro? – ¿El mío? ¿Importaba eso? – ¡Yo tengo muchos!…pero por poner un ejemplo…diría Händel.- Respondí encogiéndome de hombros. Me costaba mucho escoger uno en concreto, cada uno me aportaba algo distinto que me gustaba. Y al elegir me sentía como si engañase a los otros, no era una sensación agradable. Pude percatarme de que ciertas personas al pasar nos miraban ¿me lo estaba imaginando? No lo creo.
–Haré de ti una gran estrella.- Comenté dándole palmaditas en la mano. Había añadido más trabajo a mí agenda, ahora tenía la obligación de prepararme las clases, yo sabía que había días en los que el conservatorio no abría… ¿en ese caso tendría que llevarla a mi habitación de hotel? No espera…creí recordar que en el gran auditorio del hotel había un piano, me las arreglaría para conseguir una horas a solas ¿Quién me iba a negar algo a mí? Loco tendría que estar.- Confía en mí.- dije con la mirada completamente perdida en mis reflexiones. –El tiempo además acompaña, porque no es lo mismo tocar en invierno o incluso verano, que es un real fastidio. El frío y el calor son nuestros más acérrimos enemigos, que tocar en primavera o otoño…en éstas estaciones os aseguro que se lleva mucho mejor.- Expliqué a la joven con tono meloso.
De pronto noté como alguien estiraba del brazo de la señorita, giré mi rostro de pronto dando un empujón al individuo que intentaba detenerla el paso. -¡Pero bueno! ¿Qué mosca os ha picado?- Pregunté descolocado atrayendo a la señorita Jonhson hacía mí, como si así la protegiese. Más que nunca tenía la idea de hacerme responsable de ella, tenía que llevarla sana y salva a su casa.
-Nada…nada…creí que…
-Creíste nada.- Le corté con el semblante serio. –Continuemos señorita con el agradable paseo.- Tiré de ella para seguir la andanza, ignorando al osado ¿Qué se había creído?
Tristán Evans- Mensajes : 355
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Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
– ¡Yo tengo muchos!…pero por poner un ejemplo…diría Händel. -su respuesta no me sorprendió del todo. Si realmente estaba tan entregado a la música como parecía por su forma de hablar y actuar, era normal que le gustase más de un compositor. Ahora mismo me sentía afortunada por haber ido a dar con tan buen maestro. Aunque su actitud al principio me resultase algo desagradable ahora parecía... diferente.- Creo que nuestras clases van a ser realmente beneficiosas para mí. Me siento afortunada por haberos encontrado. - dije sonriendo. Seguía sintiéndome ligeramente observada, pero continué caminando con la cabeza muy alta y gesto digno. Tristán, por su parte, continuó hablándome realmente animado.
–Haré de ti una gran estrella. Confía en mí. El tiempo además acompaña, porque no es lo mismo tocar en invierno o incluso verano, que es un real fastidio. El frío y el calor son nuestros más acérrimos enemigos, que tocar en primavera o otoño… en éstas estaciones os aseguro que se lleva mucho mejor. -asentí ante sus explicaciones. La verdad era que estaba de acuerdo con él en eso del tiempo. En todos los años que llevaba prácticando piano con mi madre, el verano era la época en que más veces me había inventado excusas para librarme de ellas.
Iba a comentarle algo al respecto de lo que me dijo cuando sentí como alguien tiraba de mi brazo. Pegué un tirón a la vez que Tristán se ponía delante mía y empujaba al tipo que había tenido tal osadía. Tras plantarle cara me atrajo hacia él en un gesto realmente protector. El tipo se nos quedó mirando con cierto... ¿miedo? Pero mi nuevo maestro le cortó y tirando ligeramente de mí me instó a seguir con nuestra caminata. Una vez estuvimos a una distancia suficiente del lugar dónde se había producido el incidente le sonreí con franqueza.
- Gracias por actuar así y defenderme de esa manera antes. Ha sido un gesto de lo más galante por vuestra parte. No tengo ni idea de quién era ese tipo ni de que pretendía, pero me alegro de haber estado en vuestra compañía al toparme con él. -dije mostrando en mi rostro una expresión que dejaba entrever mi agradecimiento.
–Haré de ti una gran estrella. Confía en mí. El tiempo además acompaña, porque no es lo mismo tocar en invierno o incluso verano, que es un real fastidio. El frío y el calor son nuestros más acérrimos enemigos, que tocar en primavera o otoño… en éstas estaciones os aseguro que se lleva mucho mejor. -asentí ante sus explicaciones. La verdad era que estaba de acuerdo con él en eso del tiempo. En todos los años que llevaba prácticando piano con mi madre, el verano era la época en que más veces me había inventado excusas para librarme de ellas.
Iba a comentarle algo al respecto de lo que me dijo cuando sentí como alguien tiraba de mi brazo. Pegué un tirón a la vez que Tristán se ponía delante mía y empujaba al tipo que había tenido tal osadía. Tras plantarle cara me atrajo hacia él en un gesto realmente protector. El tipo se nos quedó mirando con cierto... ¿miedo? Pero mi nuevo maestro le cortó y tirando ligeramente de mí me instó a seguir con nuestra caminata. Una vez estuvimos a una distancia suficiente del lugar dónde se había producido el incidente le sonreí con franqueza.
- Gracias por actuar así y defenderme de esa manera antes. Ha sido un gesto de lo más galante por vuestra parte. No tengo ni idea de quién era ese tipo ni de que pretendía, pero me alegro de haber estado en vuestra compañía al toparme con él. -dije mostrando en mi rostro una expresión que dejaba entrever mi agradecimiento.
Vanessa Jonhson- Humano - Clase Alta
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Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
Yo ya me había olvidado del “altercado”, aunque no fue nada comparable con las palizas en las que me había inmiscuido más de una vez así que…eso fue el agua que bebía casi todos los días.- Gracias por actuar así y defenderme de esa manera antes.- ¿de qué manera?- Ha sido un gesto de lo más galante por vuestra parte.- Me encogí de hombros mirando las farolas que íbamos dejando atrás.- No tengo ni idea de quién era ese tipo ni de que pretendía, pero me alegro de haber estado en vuestra compañía al toparme con él. –Gire la cabeza con el rostro atolondrado, “no digas lo primero que se pase por la cabeza, no digas lo primero que se te pase por la cabeza…” pensé una y otra vez parpadeando repetidas veces. – No ha sido nada.- La contesté sin más. Sonreí forzadamente, no me gustaba que me agradecieran ese tipo de cosas, llámame raro. Miré al frente ensimismado.
–Ahora eres mi protegida.- suspiré alzando las cejas. – Con todo lo que conlleva. - ¿Estaba seguro de ello? ¿Qué coño sería esto? Encima de ser su maestro ahora era mi ¿protegida? ¿Dónde iremos a parar? Bueno…era una manera de poner barreras entre nosotros, lo hacía por ella…no quería ensuciar su honor, ni su… ¿virginidad? Bueno eso no lo sabía, pero lo sospechaba. “¿Y por qué no desflorarla?” Me inquirió una parte de mí. “porque…yo no soy para ella.” Me dije a mí mismo. “Entonces será la primera vez que pongas obstáculos…no te creo.” ¡Esa maldita parte de mi ser tenía razón! Pero quería saber hasta dónde podía llegar sin flirtear y terminar consumiendo mis necesidades de varón. ¡Buah! Bien sabe Dios que si yo hubiese querido la habría embaucado con mis palabras, me ponía de lo más persuasivo y convincente cuando quería… ¡pero era su maestro en el arte de la música! Y ya está.
-¿Cuánto queda…para llegar a vuestra casa?- pregunté mirando la infinidad de árboles que quedaban ante nosotros. “Y hacer ¿qué? ¿Eh, Tristán?” palidecí levemente llevándome la mano a la cabeza. “La dejaré en la puerta y me iré…claro.” Respondí girando la cabeza hacia otro lado.
–Ahora eres mi protegida.- suspiré alzando las cejas. – Con todo lo que conlleva. - ¿Estaba seguro de ello? ¿Qué coño sería esto? Encima de ser su maestro ahora era mi ¿protegida? ¿Dónde iremos a parar? Bueno…era una manera de poner barreras entre nosotros, lo hacía por ella…no quería ensuciar su honor, ni su… ¿virginidad? Bueno eso no lo sabía, pero lo sospechaba. “¿Y por qué no desflorarla?” Me inquirió una parte de mí. “porque…yo no soy para ella.” Me dije a mí mismo. “Entonces será la primera vez que pongas obstáculos…no te creo.” ¡Esa maldita parte de mi ser tenía razón! Pero quería saber hasta dónde podía llegar sin flirtear y terminar consumiendo mis necesidades de varón. ¡Buah! Bien sabe Dios que si yo hubiese querido la habría embaucado con mis palabras, me ponía de lo más persuasivo y convincente cuando quería… ¡pero era su maestro en el arte de la música! Y ya está.
-¿Cuánto queda…para llegar a vuestra casa?- pregunté mirando la infinidad de árboles que quedaban ante nosotros. “Y hacer ¿qué? ¿Eh, Tristán?” palidecí levemente llevándome la mano a la cabeza. “La dejaré en la puerta y me iré…claro.” Respondí girando la cabeza hacia otro lado.
Tristán Evans- Mensajes : 355
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Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
Tristán le restó importancia a lo sucedido sonriendo brevemente antes de volver a mirar al frente. A mí me daba igual que él le restase importancia, pero con ese gesto se había ganado mi respeto como hombre aparte de como maestro.
–Ahora eres mi protegida. Con todo lo que conlleva. -dijo soltando un ligero suspiro. ¿Protegida? No estaba nada segura de lo que esa palabra conllevaba y me resultó raro escucharselo decir. Además... ¿que era eso que "conllevaba"? Igual era sólo cosa mía pero empezaba a pensar que él podía estar esperando algo más. De ser así, ¿lo quería yo? Apenas sabía nada de él excepto que era un gran músico, que tenía un carácter difícil y que, por lo que dijo la chica del conservatorio, podía presuponerle fama de mujeriego. "¿Y por qué pienso yo ahora en esto?" A lo mejor sólo estaba confundiendo las cosas... - ¿Cuánto queda... para llegar a vuestra casa? -preguntó con la vista perdida. ¿Qué significaba esa pregunta? ¿Tenía prisa? Al mirarle de reojo vi como se llevaba la mano a la cabeza y ese gesto me dejo un poco descolocada.
- Pues no demasiado. Si no fuese por los árboles incluso podríamos distinguirla ya a lo lejos. En unos cinco minutos estaremos frente a ella. -medité un momento antes de preguntar lo que había pasado por mi cabeza instantes antes.- ¿Tenéis prisa? - pregunté mientras saludaba con la mano a una de mis vecinas, la señora Fletcher. "Otra más que cotilleara sobre esto" -pensé. Pero claro, si no la hubiese saludado habría sido peor..
–Ahora eres mi protegida. Con todo lo que conlleva. -dijo soltando un ligero suspiro. ¿Protegida? No estaba nada segura de lo que esa palabra conllevaba y me resultó raro escucharselo decir. Además... ¿que era eso que "conllevaba"? Igual era sólo cosa mía pero empezaba a pensar que él podía estar esperando algo más. De ser así, ¿lo quería yo? Apenas sabía nada de él excepto que era un gran músico, que tenía un carácter difícil y que, por lo que dijo la chica del conservatorio, podía presuponerle fama de mujeriego. "¿Y por qué pienso yo ahora en esto?" A lo mejor sólo estaba confundiendo las cosas... - ¿Cuánto queda... para llegar a vuestra casa? -preguntó con la vista perdida. ¿Qué significaba esa pregunta? ¿Tenía prisa? Al mirarle de reojo vi como se llevaba la mano a la cabeza y ese gesto me dejo un poco descolocada.
- Pues no demasiado. Si no fuese por los árboles incluso podríamos distinguirla ya a lo lejos. En unos cinco minutos estaremos frente a ella. -medité un momento antes de preguntar lo que había pasado por mi cabeza instantes antes.- ¿Tenéis prisa? - pregunté mientras saludaba con la mano a una de mis vecinas, la señora Fletcher. "Otra más que cotilleara sobre esto" -pensé. Pero claro, si no la hubiese saludado habría sido peor..
Vanessa Jonhson- Humano - Clase Alta
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Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
- Pues no demasiado. Si no fuese por los árboles incluso podríamos distinguirla ya a lo lejos. En unos cinco minutos estaremos frente a ella. – “Menos mal…” pensé aturdido.- ¿Tenéis prisa? – Giré la cabeza hacia ella mirando cómo saludaba a una mujer. ¿Prisa? ¿Eso parecía?
–Claro que no.- Murmuré apartando los ojos de ella. –Solo que…me gustaría que llegaseis lo antes posible a vuestra casa para…ensayar lo que hoy hemos dado. - ¿creíble? Absolutamente.
–No hay que perder el tiempo, apúntate bien ésta.- la informé con voz firme. La realidad puede que fuera otra, quería volver al hotel para aclararme, para centrarme. Además necesitaba salir a tomar una copas esa noche y pillar alguna buena moza, sí…eso me ayudaría a despejarme. Era tan difícil no llegar a tener nada con una chiquilla en la flor de su vida, me costaba tanto no engatusarla ¡qué cruel es esta vida!
– ¿Ya estamos?- Obvio, leí perfectamente su apellido en la placa que decoraba la entrada de su casa. –Bueno…que no se os olvide lo de mañana.- solté mi brazo de su atadura y me quedé frente a ella, ciertamente incomodo ¿quién nos estaría viendo? Al mirar de reojo la casa, pude ver movimiento en las cortinas “Genial, sal de ahí ya.”
-Estoy seguro de que podrás sorprenderme.- murmuré en un intento de ser agradable, metiéndome así las manos en los bolsillos del pantalón.
–Claro que no.- Murmuré apartando los ojos de ella. –Solo que…me gustaría que llegaseis lo antes posible a vuestra casa para…ensayar lo que hoy hemos dado. - ¿creíble? Absolutamente.
–No hay que perder el tiempo, apúntate bien ésta.- la informé con voz firme. La realidad puede que fuera otra, quería volver al hotel para aclararme, para centrarme. Además necesitaba salir a tomar una copas esa noche y pillar alguna buena moza, sí…eso me ayudaría a despejarme. Era tan difícil no llegar a tener nada con una chiquilla en la flor de su vida, me costaba tanto no engatusarla ¡qué cruel es esta vida!
– ¿Ya estamos?- Obvio, leí perfectamente su apellido en la placa que decoraba la entrada de su casa. –Bueno…que no se os olvide lo de mañana.- solté mi brazo de su atadura y me quedé frente a ella, ciertamente incomodo ¿quién nos estaría viendo? Al mirar de reojo la casa, pude ver movimiento en las cortinas “Genial, sal de ahí ya.”
-Estoy seguro de que podrás sorprenderme.- murmuré en un intento de ser agradable, metiéndome así las manos en los bolsillos del pantalón.
Tristán Evans- Mensajes : 355
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Re: Visitando a mi "maestro"? [Tristán Evans]
–Claro que no.- murmuró– Solo que…me gustaría que llegaseis lo antes posible a vuestra casa para… ensayar lo que hoy hemos dado. No hay que perder el tiempo, apúntate bien ésta. -dijo con voz firme.
- Oh, desde luego que lo haré, maestro. Pienso esforzarme mucho para mejorar y practicaré todo lo que pueda en casa. -dije sonriendo. Como ya había predicho, en apenas unos minutos nos encontramos frente a la casa en la que vivía con mis padres y hermanos. - ¿Ya estamos? -preguntó. Yo asentí con la cabeza y me giré hacia él para despedirme.- Bueno, que no se os olvide lo de mañana. -dijo soltando mi brazo.- Estoy seguro de que podrás sorprenderme.-
-No se preocupe, no se me olvidaría acudir a vuestra clase por nada del mundo y, ciertamente, espero que nuestra próxima clase sea tan fructífera como la de hoy. Gracias. Por la clase y por acompañarme. Nos vemos mañana, maestro. -haciendo una grácil y sutil reverencia me despedí y me giré para traspasar la puerta de hierro del pequeño jardín.
Nada más llegar a la puerta de casa el mayordomo ya la había abierto y entré para toparme con la mirada glacial de mi madre que me observaba desde el final del pasillo. Haciéndome un gesto me indicó que entrase al salón y con la mirada baja lo hice. Cerró la puerta tras ella y dio comienzo al interrogatorio.
- ¿Se puede saber dónde has estado toda la tarde? ¿Y quién era ese hombre que te acompañaba? ¡No me mientas porque os he visto cogidos del brazo! -dijo con un tono que mostraba lo enfadada que se encontraba.
- ¡Oh, mamá! ¡Ya soy mayorcita para salir sola de casa! -dije enojada y frustrada.- ¡Además, te dije que iba a buscar un instructor de piano y eso fue lo que hice! El caballero con el que me has visto en la puerta es mi nuevo maestro y, si me ha acompañado a casa, ¡ha sido para que no tuviese que volver sola!
- Más te vale que tu padre no se entere de nada de esto. Ya sabes que no le gusta que vayas por ahí sola con hombres... -dijo llevándose las manos a la cabeza.
- Tengo 20 años, mamá. Sé buscar y elegir mis compañías y papá tendría que saber que no voy a estar siempre sola y metida en casa. Además, probablemente se entere. De camino a casa me crucé con un par de clientes suyos y estoy casi segura de que me reconocieron. Pero no te preocupes, que tú no tendrás que hacer frente a su malhumor, ya lo haré yo. Ahora, si no te importa, me voy a practicar con el piano tal y como el Sr. Evans me sugirió. - tras decir eso fui hacia la puerta y salí dando un portazo del salón. De camino a la sala de música mi cabeza echaba humo. "¿Tú también, mamá? Pensaba que eras diferente... ¿Pero que pasa en esta casa? Pues me da igual lo que diga papá. Pase lo que pase no voy a dejar las clases. ¡Adoro el piano y estoy dispuesta a hacer de él mi futuro!" Me encerré en la sala de música y tras localizar un libro con partituras de Mozart, pasé allí el resto de la tarde practicando lo que habíamos dado en clase.
- Oh, desde luego que lo haré, maestro. Pienso esforzarme mucho para mejorar y practicaré todo lo que pueda en casa. -dije sonriendo. Como ya había predicho, en apenas unos minutos nos encontramos frente a la casa en la que vivía con mis padres y hermanos. - ¿Ya estamos? -preguntó. Yo asentí con la cabeza y me giré hacia él para despedirme.- Bueno, que no se os olvide lo de mañana. -dijo soltando mi brazo.- Estoy seguro de que podrás sorprenderme.-
-No se preocupe, no se me olvidaría acudir a vuestra clase por nada del mundo y, ciertamente, espero que nuestra próxima clase sea tan fructífera como la de hoy. Gracias. Por la clase y por acompañarme. Nos vemos mañana, maestro. -haciendo una grácil y sutil reverencia me despedí y me giré para traspasar la puerta de hierro del pequeño jardín.
Nada más llegar a la puerta de casa el mayordomo ya la había abierto y entré para toparme con la mirada glacial de mi madre que me observaba desde el final del pasillo. Haciéndome un gesto me indicó que entrase al salón y con la mirada baja lo hice. Cerró la puerta tras ella y dio comienzo al interrogatorio.
- ¿Se puede saber dónde has estado toda la tarde? ¿Y quién era ese hombre que te acompañaba? ¡No me mientas porque os he visto cogidos del brazo! -dijo con un tono que mostraba lo enfadada que se encontraba.
- ¡Oh, mamá! ¡Ya soy mayorcita para salir sola de casa! -dije enojada y frustrada.- ¡Además, te dije que iba a buscar un instructor de piano y eso fue lo que hice! El caballero con el que me has visto en la puerta es mi nuevo maestro y, si me ha acompañado a casa, ¡ha sido para que no tuviese que volver sola!
- Más te vale que tu padre no se entere de nada de esto. Ya sabes que no le gusta que vayas por ahí sola con hombres... -dijo llevándose las manos a la cabeza.
- Tengo 20 años, mamá. Sé buscar y elegir mis compañías y papá tendría que saber que no voy a estar siempre sola y metida en casa. Además, probablemente se entere. De camino a casa me crucé con un par de clientes suyos y estoy casi segura de que me reconocieron. Pero no te preocupes, que tú no tendrás que hacer frente a su malhumor, ya lo haré yo. Ahora, si no te importa, me voy a practicar con el piano tal y como el Sr. Evans me sugirió. - tras decir eso fui hacia la puerta y salí dando un portazo del salón. De camino a la sala de música mi cabeza echaba humo. "¿Tú también, mamá? Pensaba que eras diferente... ¿Pero que pasa en esta casa? Pues me da igual lo que diga papá. Pase lo que pase no voy a dejar las clases. ¡Adoro el piano y estoy dispuesta a hacer de él mi futuro!" Me encerré en la sala de música y tras localizar un libro con partituras de Mozart, pasé allí el resto de la tarde practicando lo que habíamos dado en clase.
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