Llegando a casa [Katrina]

Recuerdo del primer mensaje :

Tras caminar un rato por las calles de Londres, llegamos a mi mansión. Saco la llave, ya que me niego a mantener otra discusión con Priscila sobre si debe o no abrirme la puerta, y abro, aunque cuando entramos ya ha llegado Priscila al vestíbulo... Siempre se entera cuando alguien entra en casa.
- Señorita Harsányi, ¿se puede saber qué horas son estas? Ahora me pediréis que despierte a la cocinera... ¿Es que no sabéis que el servicio tiene un horario de trabajo?
- Os pago por las horas extras. Y tenemos una invitada, no irás a dejarla con hambre. La señorita Volkova estaba en la calle y no tenía dónde pasar la noche, además de que no ha podido cenar. Espero que entre la cocinera y tú le pongáis remedio a eso.
Veo cómo mira a Katrina, valorándola. Sus ropas masculinas bastan para convencerla de que dinero no debe tener: no le entra en la cabeza que una mujer no lleve vestidos.
- Está bien, la cena estará servida en veinte minutos... ¿Queréis que acompañe a la señorita Volkova a su habitación? Puedo hacer que os preparen un baño- añade, mirándola.
Dirijo la vista a Katrina.
- Decidid vos- digo, volviendo a utilizar los modales- podéis bañaros antes de la cena.

-Primero aprenderé a defenderme, no sé hasta dónde puede llegar vuestro poder. Desde convertirme en rata hasta maldecirme, quién sabe- dice, riendo- Creo que es lo más apropiado, luego estudiaré su propio mundo, me adentraré en sus extrañezas y misterios… Si te soy sincera temo salir mal parada con la magia, puede que mi abuelo la practicase y lo lleve en la sangre, pero tanto tú como yo sabemos que no soy bruja ni llegaré a serlo… Práctica y decisión… Soy muy decidida y cabezota, cuando quiero hacer algo y no me sale bien, sigo intentándolo, no sé si con la magia valdrá eso…
- Depende de la persona. Y no siempre es necesario saber usar la magia para combatir la magia... Bien, después de que leas el primer libro, te enseñaré a defenderte de un nigromante. Y, finalmente, a usar algo de magia... Aunque aprender sobre la nigromancia no implica aprender a usarla como ataque de forma eficaz. Piensa que él sabrá más que tú de ese campo, atacarle con sus propias armas lo sorprenderá en un principio, pero luego hará que sepa cómo defenderse e incluso volver tus ataques contra ti. Pero siempre es útil saber.

-Pero tengo una gran duda. Los nigromantes saben resucitar muertos y usarlos como armas, ¿verdad? Si un... bicho de esos se me acercase, ¿podría morir con el filo de mi espada, o tendría que pronunciar su hechizo? ¿Para eso me serviría estudiar la nigromancia?
- Sí, te servirá para eso, porque yo no puedo responder a tu duda. Depende del poder de quien realice el hechizo para... "resucitar" al muerto (personalmente, considero incorrecto el término resucitar), y de qué hechizo realice. Si eres capaz de saber cómo lo ha resucitado, puede que sepas cómo derrotarlo. Y para eso necesitas estos tres libros, y prestar atención a los hechizos y movimientos de tu contrincante.
Veo como sus ojos recorren las líneas del primer libro. No creo que haya peligro en dejarla sola en mi biblioteca, mi casa está protegida por un par de hechizos. Sin embargo, yo tengo que revisar mi ático, y dormir. Y ella también debería.
- Katrina, si me disculpas, tengo que atender otros asuntos... Si hay algo que no entiendas del libro no dudes en llamarme, pero no sería muy útil que me quedara junto a ti todo el tiempo que estés leyendo. Además, necesito descansar... No tardará mucho en amanecer y llevo demasiado tiempo sin dormir. Y tú también deberías, el cansancio, aunque estés acostumbrada a él, dificulta la concentración. Y vas a necesitarla.

- Tienes razón… quizás debería seguir por la mañana. Pero aún así, prefiero quedarme aquí leyendo hasta que el libro me golpeé la cabeza por el cansancio- dice con una risa al final.- Pasa una buena noche, o lo que queda de ella.
- Está bien. Espero que eso te ayude, aunque el sueño impide a la mente mostrarse lúcida, pero supongo que si notáis que necesitáis leer tres veces el mismo párrafo para comprenderlo seréis lo suficientemente inteligente como para dejarlo hasta haber descansado. Y deberíais acostumbraros a dormir... Los años que puede vivir una persona se ven muy influidos por la falta de sueño- respondo, saliendo de la habitación.
Subo las escaleras y, ya en el primer piso, me dirijo a mi estudio. Murmuro un hechizo para abrir la puerta, bloqueada para los criados. Compruebo que mis libros sobre magia más apreciados estén perfectamente. Tengo una "pócima", por llamarla de algún modo, en estado de reposo. No estará terminada hasta que no haya estado así varios días... Sería tan útil que funcionara. Me ahorraría molestias a la hora de mantener mi fortuna: las pócimas para anular parcialmente la voluntad de un ser humano tienen un gran defecto... Sus efectos pasan. Así que estoy tratando de conseguir una más duradera. Aquel comerciante veneciano que me dejó todo en herencia habría cambiado su testamento si hubiera muerto por su enfermedad unos meses después de la fecha de su muerte.
"Bueno, has salido de la pobreza gracias a tu trabajo: al único trabajo que se te permite hacer. ¿Inmoral? En absoluto, soy consciente del mal que he hecho, pero no me puedo permitir arrepentirme. El tiempo de ese hombre ya había llegado, y tú eras una joven que no merecía morir de hambre. Ni en la hoguera"
Tras atender todos mis asuntos mágicos, me dirijo a mi habitación. Necesito dormir. El amanecer está más cerca que la medianoche, y la noche pasada no debí dormir más de dos horas. Ni la anterior... Cuando decidí pasar parte de esa noche con un amante no había planeado dormir tan poco las siguientes...

Abro los ojos. Ha amanecido hace varias horas, sin duda... Por la luz que entra por la ventana, deben ser más de las siete... Alrededor de las ocho.
Miro el reloj de madera que adorna mi pared. Las ocho menos cinco. Bien, ahora sé qué hora es y he comprobado que Priscila no ha olvidado darle cuerda.
"Debería darme la vuelta y seguir durmiendo... Pero tengo invitados" pienso.
Me levanto y, tras vestirme con un vestido morado y un corsé oscuro, bajo a la biblioteca, donde encuentro a Katrina, tras cruzarme con una sirvienta limpiando en las escaleras. Priscila ya se ha levantado y anda dando órdenes.
-Buenos días, señorita dormilona- dice Katrina, riendo un instante... ¿Dormilona? No miré la hora al irme a dormir, pero - ¿dormiste bien? Yo, aunque poco tiempo, estoy bastante descansada.- Se levanta para recibirme.
- Sí, gracias por tu interés, he dormido perfectamente... Me alegro de que estés descansada, puedes dormir doce horas sin que te sirva de nada, pero descansar durante media horita y sentirte como nueva, dormir no sirve sin descansar.
- ¿Podría pedirte un favor Erzsebeth? ¿Sabes hacer amuletos protectores? Si pudieras, querría que utilizaras esto…- se quita el crucifijo que cuelga de su cuello- Sería algo muy importante para mí… nunca se sabe el poder que podéis llegar a tener…
- Podría hacerte un amuleto protector con eso, sin duda... Pero la magia no soluciona todos los problemas ni es perfecta. No te puedo hacer un hechizo infalible y eterno contra todo mal, ya que no existe. Si quieres un hechizo poderoso y capaz de permanecer intacto durante toda tu vida, o la de varias generaciones, necesito que sea para proteger de algo concreto. Si quieres un hechizo que valga para todo... Será más fácil de anular para un mago, y tal vez para algunas criaturas sobrenaturales- explico. Decisiones... La magia está llena de ellas, sobretodo al comenzar. Y no las puede tomar nadie por ti, por experto que sea.

Lo piensa un rato.
-Bien… sí puede ser… deseo que el hechizo sea para los demonios. El amuleto tendría una fuerza sobre ellos que no pudieran controlar… Al menos, aunque no fuese de gran poder, que influyera algo si pretenden hacer daño- comenta decidida.- ¿Crees que podrás hacerlo?
- Sí, podría... -respondo- Así que demonios... Sí que me lo has puesto "fácil"- añado con sarcasmo- pero me gustan los retos, lo intentaré. La ventaja de ese tipo de criaturas es que hay mucha magia dedicada a ellas. Invocaciones, símbolos para detenerlos, formas de utilizar su poder o de contrarrestarlo, al menos en parte. Pero siempre es más difícil si se trata de criaturas no humanas, como ellos.
Miro el crucifijo que hay entre mis manos. Sí, podré convertirlo en un fuerte amuleto para proteger de los demonios al que lo porte. Mentalmente preparo todo lo que tendré que hacer después para conseguirlo.
- Me llevará tiempo. Si quieres que el amuleto sea poderoso necesitaré preparativos, descansar, y tal vez más de un día para convertir este crucifijo en un objeto mágico. Cuando se trata de demonios es necesario mucho poder... Y tal vez deba pasar por una iglesia.
"Erzsébet, ön ostoba... Majd csinálni ingyen? Bár ez olyan nehéz?"
("Erzsébet, eres estúpida... ¿Vas a hacerlo gratis? ¿A pesar de que es tan difícil?")

-Te debo una muy grande Erzsebeth, espero poder responderte algún día de la misma manera que lo haces tú. Aunque, no sería buena señal ¿verdad? El pedir ayuda… es por necesidad no por gusto, y ninguna queremos que te ocurra nada. Al menos eso espero- me mira y se ríe- Esas cosas nunca se desean…- coge "L'altro Mondo", por la página parece haber leído más de la mitad del libro- Está resultando muy interesante, he aprendido bastantes cosas que no sabía con anterioridad.- ojea el libro- Sí… hay muchas cosas que aprender. Por cierto, si necesitas que vaya a la Iglesia y consiga algo que necesites, voy ahora mismo…
- Me sería útil utilizar agua bendita, pero no es necesario traerla ahora. Tardaré bastante en prepararlo todo... ¿Quieres que te explique algo sobre ese libro?- pregunto, mientras camino entre las estanterías. Cojo uno de los libros y lo guardo bajo mi brazo, me será útil...- Y una cosa, Katrina...- "Favor por favor. Sería difícil pedirle dinero por esto, pero, ¿por qué no...?"- A cambio del amuleto, ¿podrías tratar de conseguirme algún libro antiguo en alguno de tus viajes? Si trata sobre magia aún mejor, pero me valdría cualquier libro antiguo. El idioma y el lugar de procedencia me es indiferente, aunque agradecería que fuera un original... Por ejemplo, algún libro en latín de los monjes copistas de cualquier monasterio de Europa. Los adoro, y al vivir en Londres no puedo conseguir los que hay en el continente.
He recorrido los Cárpatos, pasado mucho tiempo en diversos estados de la península Itálica, visitado Francia y ahora resido en Inglaterra. Sin embargo mi poco tiempo en Francia no me permitió conseguir demasiados libros, y el resto de Europa... No puedo conseguir libros de lugares en los que no estoy. Nunca he pisado el reino de España, o el de Portugal, hay muchas zonas del Imperio Austríaco que no conozco fuera de mi provincia natal, ni qué decir del Ruso o el reino de Prusia.
Me temo que ser una coleccionista es una de las cosas que más rápido hace desaparecer mi dinero. Al menos los negocios consiguen impedir que pierda demasiado.

-Claro que sí. He visto infinidad de libros antiguos en todos los viajes que he hecho. Hay libros orientales bastante interesantes. Recuerdo un libro taiwanés que me llamó mucho la atención. Era de brujería, pero otro tipo de brujería… Yo no llego a comprenderlo, pero estoy segura de que tú lo entenderías. También descubrí libros de la India que trataban infinidad de maldiciones y cómo contrarrestarlas… Y en Europa… déjame pensar… quizás en los países nórdicos… sí, recuerdo que también poseían material muy buen valorado. Vamos, cualquier libro de esos lugares llegan a ser misteriosos y atrayentes… Prometo traerte un libro en mi próxima visita, puede servirte de mucho. Tú que puedes, deberías visitar más mundo, yo lo hago por trabajo, pero tú puedes hacerlo por placer sin problemas, podrías encontrar cosas muy valiosas en esos viajes…
- Sí, me gusta viajar, ya lo he hecho, y sé que hay cosas muy valiosas en el mundo, pero el dinero no es infinito. Mis negocios dan bastante, puedo pagar mis libros, vivir, y mantener mi fortuna, pero si viajo demasiado, a la larga, no podré recuperar lo perdido, a no ser que renuncie a los libros. Pero bueno, entonces el trato está hecho... Te haré el amuleto, pero tienes que conseguirme algún libro. Me es indiferente su procedencia, todos pueden ser interesantes. Si no necesitas ayuda con el libro, me pondré manos a la obra- digo, saliendo de la biblioteca con el libro que había cogido bajo el brazo, y el cruzifijo en la otra mano.
Me dirijo a mi estudio. Vuelvo a abrir la puerta, que se bloquea de nuevo detrás de mí. Necesitaré varios hechizos para que la protección sea completa... Y tengo que averiguar cuáles son los más adecuados, aunque ya tengo algunos en mente.
Me siento frente al escritorio y comienzo a leer, dejando el crucifijo sobre la mesa.

Voy a necesitar mi propio hechizo para convertir el cruzifijo en un amuleto protecor, no exisen fórmulas predeterminadas para este tipo de cosas. Paso la mañana distraída, leyendo algunos libros sobre demonios y magia. Como con Katrina, durante la tarde despejo mi estudio y murmuro un hechizo para acumular energía. Tras la cena, me voy a dormir: necesito descansar.

Día siguiente

Nada más despertarme y vestirme, bajo al comedor, donde se encuentra Katrina. Priscila ya ha servido el desayuno.
- Buenos días, Katrina, espero que el día de ayer fuera provechoso. No estuve muy comunicativa durante la cena, pero tenía otras cosas en las que pensar... ¿Podrías traerme agua bendita de alguna iglesia cuando terminemos el desayuno?

Cuando se marcha, me dirijo a mi estudio. Corro la cortina y enciendo unas velas... Trabajo mejor sin la luz del día, siempre he usado la magia negra.
Ya no queda nada por preparar... Me siento en una silla de madera, frente al escritorio, y cierro los ojos. Me limito a escuchar el silencio y a concentrarme.

-¿Erzsebeth?- pregunta Katrina tras cerrar la puerta.
- Miss. Harsányi ha dejado órden de que la lleve a su estudio- dice Priscila, acercándose a Katrina- Nadie entra allí nunca... -dice, mirándola con desconfianza- Escepto su hermana, cuando viene- hace una mueca de enfado... Daphne y Priscila nunca se han llevado bien.

Oigo pasos acercándose al estudio. Dos pares de pies. Cuando uno de ellos se aleja, abro los ojos y a la vez se abre la puerta, junto a la que está Katrina. Tiendo la mano para que me de el agua bendita. Tras cogerla, destapo la botella y la dejo sobre la mesa. Me levanto y me coloco de pie en el centro del espacio libre del estudio, con el crucifijo en una de mis manos.
Miro a Katrina.
- Necesitaré silencio y quietud, durante mucho tiempo. Quédate o sal, pero no interrumpas- digo. Mi voz parece vacía, ya que mi alma reserva cualquier esfuerzo para el posterior hechizo. Al pasar junto a Katrina apoyo una mano en su hombro. Ese simple gesto me permitirá disponer de su energía si es necesario para el conjuro. Tal vez debería haberla avisado, pero en este momento no quiero utilizar palabras de más y romper la concentración- Kezdjük- susurro.
Alzo las manos y, con el gesto, un pentagrama se dibuja en el suelo, rodeándome. La estrella de cinco puntas, el símbolo capaz de retener a los demonios.
Comienzo a murmurar, con los ojos cerrados. Una letanía de palabras inteligibles, pronunciadas en húngaro, parecen deslizarse entre mis labios. El crucifijo se eleva en el aire frente a mí y el agua bendita desaparece de la botella, dibujando un segundo pentagrama a su alrededor.
Palabras como védelem, mágia, lélek, szenteltvíz y démonok se repiten constantemente.
Continúo con el hechizo, que se prolonga horas. Poco a poco, el cerco de agua bendita en forma de pentagrama que rodea la cruz va estrechándose, y yo siento cómo mis fuerzas se desvanecen y el amuleto va ganando poder. Cuando el agua roza el crucifijo, la energía de Katrina entra en juego, dándole más poder al conjuro y permitiendo que el crucifijo absorba lentamente el agua, aunque debilitándola. El aire, lleno de magia, parece poder ser cortado por un cuchillo.
La velocidad a la que murmuro aumenta para pausarse en un segundo de silencio.
- Érdekében.
Esta palabra, pronunciada en voz alta, hace que el crucifijo termine absorber el agua, que desaparece completamente. El ambiente se rompe y el amuleto cae al suelo a la vez que yo, que me dejo caer de rodillas, agotada. El pentagrama comienza a borrarse, pero puedo sentir un nuevo objeto mágico en la habitación.
"Perfecto"