compagnon charmant [Dylan]

- Usted ha tenido más de un encuentro con seres obscuros de eso estoy seguro, y también estoy seguro que ni se imagina la cantidad de seres que existen, y no solo en oriente, aquí también. Acertó me llevaron a China para esconderme de una de estas criaturas, el monasterio es el lugar más seguro que conozco, doy completa razón a la elección de mi tío, me convertí en cazador por decisión propia, cuanto mis capacidades fueron aprobadas mis hermanos cazadores me ofrecieron formar parte de su grupo y yo acepte, de lo contrario tampoco conocería a fondo estos engendros del mal.-

-Ahora mi deber es salvar tantas vidas como pueda, ayudar a la gente que es víctima de los ataques de estas abominaciones así como un día yo lo fui.-

Comencé a cortar el filete de pescado, estaba gratinado y acompañado con arroz y espinacas guisadas.

La señorita Von Hannover me veía fijamente, sorprendida por enterarse de la existencia de estas cosas que la mayoría de la gente cree que son solo mitos y cuentos para asustar a los niños.

Ella por fin se abrió y hablo del tema sin preocupaciones o prejuicios, seguramente siempre se había quedado callada por temor a las habladurías de la gente y los chismes de los ignorantes.

- A cambio de que me enseñe puede pedirme lo que quiera, ¿Alguna sugerencia?- Dijo la hermosa joven con una mirada tranquila.

-Claro, que haga buen uso de las habilidades que adquirirá, que se libere de sus temores y rencores; esto es mas difícil que aprender a combatir y que me permita ver en su bello rosto una expresión de felicidad y paz en sus dulces ojos.- Lo unico que se le iguala a salvar una vida es ver que una persona es feliz y esta en completa paz.

-Ah y también que me de unas clases de costumbre inglesas.- Esto último lo dije un poco avergonzado mirando mi plato con el delicioso filete gratinado.

- Haré un esfuerzo con lo primero – El primer paso estaba dado, había aceptado poner de su parte, ahora comenzaríamos avanzar poco a poco con la práctica.

– En cuanto a su última petición, ya había aceptado pero le aseguro que tampoco soy tan buena en ello.-

-Gracias mi Lady, definitivamente es mejor que yo, así que podrá corregirme en muchas cosas.- Dije con una sonrisa mientras la veía reír un poco aun por mis palabras anteriores, yo también reí un poco junto con ella.

Corte un trozo de filete, lo lleve a mi boca y comencé a masticarlo, estaba en el punto perfecto, ni muy cocido ni demasiado tierno, las recomendaciones sobre el restaurant estaban muy bien cimentadas.

-mmm el pescado está muy rico también, ¿gusta probarlo?- Dije justo después de haber pasado mi bocado.

Ella había terminado con el cordero y estaba comenzando con la ensalada, cuando hice el ofrecimiento de mi plato.

-Me temo mi lord que precisamente esa es una de las actitudes reprobables en nuestra sociedad – No me esperaba sus palabras en ese momento, la observe con algo de sorpresa, comenzaba a sentirme avergonzado cuando ella continuo.

-Aunque bien podría aceptarlo si me lo pasa con discreción.- Sonreí un poco entonces, me sentí un aliviado y no olvidaría eso.

Corte todo el filete en trozos para que ella pudiera tomar el que más le apeteciera, recorrí mi plato lentamente hasta más de media mesa, tire al piso uno de los cubiertos que no habíamos utilizado, me levante para juntarlo tapando con mi cuerpo la mesa y ella tuviera oportunidad de tomarlo.

-Disculpe madame, que torpe soy.- dije mientras me inclinaba para agarrarlo.

Volví a mi asiento y recobre la compostura, observe que el trozo de filete ya estaba en su plato y disimule la risa que me ocasiono esto.

Ambos terminamos nuestros platillos, estaba casi lleno y me apetecía mas algo dulce que la ensalada que era el plato siguiente, además si la pedía para llevar era más fácil compartirla, le pedí al mesero que trajera mi postre, un poco de arroz en leche endulzado y sazonado con canela y que pusiera la ensalada en un recipiente para llevar.

La doncella saboreaba y disfrutaba su helado de chocolate mientras esperaba que yo pusiera fecha para comenzar las lecciones.

-mañana en la tarde 3 horas antes del crepúsculo.- era la mejor hora para comenzar, el sol ya no estaba en su máximo, el aire era refrescaba y 3 horas era más que suficiente para la primera lección, una vez acostumbrada a la actividad el horario seria más temprano, otra opción sería la mañana para lecciones posteriores, no le dije que en la mañana esta vez porque pasaría toda la noche investigando sobre mi tío, incluso talvez hasta patrullando los bosques y las afueras de la ciudad.

-¿Le parece bien madame?-

-El viñedo más cercano que tengo esta apenas cruzando el bosque del noroeste, hay jardines y huertas, además que la casa es donde mi tío pasa la mayor parte del tiempo y tiene su propio salón de práctica, si le parece bien ahí o si prefiere otro lugar escucho sus propuestas-

Si aceptaba hoy mismo pediría que llevaran las cosas que necesitaremos, el camino en carro o a caballo es corto, incluso caminando no se lleva mucho tiempo llegar ahí.

Era un buen lugar, libre de distracciones, y no habría gente que pudiera hacer chismes o habladurías.

-Le sugiero que se lleve ropa mas cómoda, en lugar de un gran vestido, usted se ve hermosa así, pero le será más fácil con algo menos bromoso.-

– No pasa de que llegue en bata monsieur.- Sus palabras en voz coqueta hicieron hervir mi sangre, me sonroje mucho, no pude evitar imaginarla en las condiciones antes dichas, cuando reaccione sobre lo que había en mi mente, sacudí mi cabeza un poco y di un trago a mi té.

-Estoy seguro que conseguirá lo más adecuado.- dije todavía sonrojado y riéndome.

Tenía que hacer algo para quitarme esa imagen de la cabeza, me estaba poniendo nervioso y avergonzado, recordé las palabras que había dicho antes preguntando sobre mi tío, cambiar el tema era la mejor forma de pensar en otra cosa.

-Sí, mi tío también es cazador, de no ser por él no habría sobrevivido yo tampoco.- Dije un tanto apresurado, al terminar la frase comencé a respirar más lento y volví a darle un trago al té.

-En realidad no lo sé, mi tío es quien se encargo de investigar sobre ello, yo aun no tenía la capacidad para hacerlo en ese entonces, pero ahora sospecho que fue un demonio o un vampiro-

-Tal vez su desaparición es parte de su investigación, se fue a buscar información y no le dijo a los sirvientes que saldría, siempre ha sido callado e independiente.- Esperaba que así haya sido y no que tuviera problemas en una cacería o algo peor.

Le di el último trago a mi taza de té, y comencé hacer una lista mental sobre las cosas que necesitaríamos.

-Agradezco sus intenciones madame, pero ya no soy el niño indefenso de 6 años que tuvieron que esconder, si no había regresado antes fue porque soy feliz en el monasterio, no porque siguiera escondiéndome, desde hace varios años pude regresar a hacerme cargo de los negocios y propiedades, pero no lo desee, ahora soy un cazador, he peleado con numerosos vampiros y demonios, que son la opción principal de sospecha, sé cómo eliminarlos pero aprendí a no desear la venganza así que tampoco eso me trajo, cuando cazamos es normal ausentarse unos días pero no tantos, Kurt salvo mi vida y también le debo a él ser quien soy ahora, así que no dudare en arriesgarla de nuevo para salvarlo si lo necesita.-

Sacrificaría mi vida de ser necesario para salvarlo, él era la persona más preciada para mí y haría todo lo necesario para encontrarlo.

-Estoy de acuerdo mi Lady- levante la mano indicando al mesero que se acercara.

Pedí la cuenta, el mesero llevo la nota, deje el dinero para pagarla y un 50% mas como propina, muy pocas veces comía en restaurantes, así que preferí dejar una cantidad mayor a una cantidad mínima, además nos habían atendido muy bien.

Me levante, camine hasta su lado y con una mano la ayude a levantarse mientras con la otra recorría su silla, luego tome el paquete para llevar y ofrecí mi brazo cara caminar juntos.

Pregunté muy en contra de mis hábitos.

-Le agradezco haber aceptado la invitación y haberme regalado un poco de su tiempo.- había pasado un rato inigualable, la compañía y conversación de una hermosa dama simpática, agradable y educada y una comida deliciosa.

-¿Gusta hacer algo más?- pregunto la bella joven.

-Ahora que lo dice en realidad deseo darle algo, pero está en mi casa ¿hay algún inconveniente si pasamos a recogerlo?- pregunte mientras caminábamos por el jardín del restaurant hacia el carruaje.

Llegamos al carruaje, la tome de la mano y le ayude a subir, una vez ella estaba sentada dentro, subí yo y entonces comenzamos a movernos

-Ah cierto usted quería probar la ensalada, puede llevarse si gusta-

Moví la cabeza un poco, esta mujer tenía ideas muy extrañas pero graciosas, comenzamos el camino hacia mi casa, le entregue el recipiente con la ensalada.

-Le recomiendo que no tarde mucho en comerla, porque el limón se volverá amargo y arruinara el sabor de todo lo demás.-

Conversamos un poco mientras llegamos, la distancia era corta así que fue rápido el camino.

-Sera un verdadero honor recibirla si gusta pasar, está en su casa, si prefiere esperarme aquí lo entiendo perfectamente y no tardare.-

Nos quedamos en silencio un par de segundos viéndonos a los ojos, luego abrí la puerta del carruaje, baje y me quede esperando su respuesta, para ayudarle a bajar o para entrar por lo que veníamos a recoger.

-Muy bien madame, no tardare- Era lo que esperaba, que prefiriera esperar.

Camine hasta la reja, el señor James bajo del carruaje, y comenzó a caminar hacia mí, él traía la llave, mire a todos lados y las calles estaban solas, me tomo un segundo saltar la reja, para cuando él termino de rodear el carruaje yo ya estaba dentro.

-Joven ya le he dicho que no haga eso, si alguien lo ve hará un escándalo.-. abrió la reja para cuando yo regresara.

-Tiene razón, pero si me cercioré que nadie me viera.- comencé a caminar hacia la casa cruzando los jardines, mientras James movía la cabeza señalando su desaprobación, él había sido sirviente de mis padres desde antes que yo naciera, realmente no se desde cuando esta casa es su hogar, él fue uno de los que presenciaron aquella noche.

Corrí, abrí la puerta de la casa, subí las escaleras, entre a mi habitación y busque el pequeño cofre de madera que tenía guardado en uno de los cajones, Era una de esas cajas chinas que debes acomodar con una combinación específica para poder abrirla, era más un recuerdo que algo de seguridad, ya que siendo de madera simplemente se quebraba si se deseaba robar algo de su interior, de cualquier forma ahí guardaba cosas que para una persona normal no tenían valor, cosas del monasterio que traje conmigo.

-Aquí esta.- tome una pañoleta y lo envolví, no tenía una envoltura mejor por el momento, además era algo que acababa decidir regalárselo, no lo tenía preparado.

Abrí la ventana y salte por ella, no quería hacer esperar mas, corrí hacia el carruaje, James me esperaba ya con la reja de par en par.

-Gracias- le dije a James al llegar.

-Es algo sencillo pero de un valor incalculable, mientras lo porte estará segura, disculpe que no tuviera una envoltura decente.- le entregue el envoltorio de tela, en el había un pequeño colige, un medallón sagrado.



-Este sagrado medallón protegerá su esencia de la energía obscura y la maldad, me refiero a que mientras lo tenga colgando de su cuello ningún vampiro u hombre lobo podrá transformarla en uno de su raza, ningún demonio podrá poseerla, ninguna maldición podrá ser ejecutada sobre usted… es el escudo más importante que tenemos los cazadores del monasterio.-