En busca de los demonios. (Demonios )

Era una tarde bastante lugubre, sali de casa de mi recipiente en busca por fin de por quien estaba entre los mortales, tuve que pasar cierto tiempo domando el alma de Nicolette y claro, encargandome de sus asuntos. Habia heredado la fortuna de sus padres que fallecieron en un horrible accidente y claro ahora se haria cargo de toda esa fortuna, "excelente decisión Jez" pensé para mi mientras caminaba por el oscuro paraje que me llevaria a la mansion de donde habitaban a quienes buscaba.

Habia decidido lucir para tal encuentro un hermoso vestido negro con un corsé con bordados dorados, y el cabello totalmente recogido dejando al descubierto mi cuello. Al llegar a la mansión camine decidida hasta donde estaba la puerta y toque un par de veces, mire a mi alrededor hasta que una sirvienta me abrio la puerta con una gran sonrisa que pronto se le desvanecio.

- ¿Podrias hablar a tu amo o amos? - ladee la cabeza y deje totalmente negros mis ojos mientras la mujer asentia con cara de shock y se alejaba - gracias preciosa - me recargue en la pared esperando y pensando que "sorpresas" me aguardarian en tal lugar, y como tomarian mi llegada con ellos.

Sarah volvió al Salón donde yo descansaba disfrutando del humo de uno de mis cigarrillos.

-Mi señor, preguntan por vos en la puerta principal…- dijo Sarah. Desde que Ruby y Lilith estaban en casa había dejado a Sarah un poco desatendida, sus servicios ya no eran tan esenciales como antes… ahora solo se limitaba al servicio y poco más.

-No creo que me interese mucho…- solté el humo de mis pulmones poco a poco, observando los anillos que describía.

-Esta visita sí que le va a interesar… es una de los nuestros- me sorprendí un tanto al escuchar aquello ¿Ya habían llegado Azazel o Alistair? Madre mía, dentro de poco esta casa se nos quedaría pequeña a todos.
Me levanté del sofá y fui directo a la puerta. Allí había plantada una mujer joven de pelo rubio.
Estaba claro que no eran ni Alistair ni Azazel. Era otra demonio de una jerarquía más baja.

-Éramos pocos y parió la abuela- me llevé el cigarrillo a la boca y aspiré- ¿Te has perdido pequeña?

Permanecí con la espalda pegada a la pared hasta que pude escuchar un -Éramos pocos y parió la abuela- mire a donde provenía a la voz y nuevamente me quede de frente... - ¿Te has perdido pequeña? - su pregunta me hizo sonreir y negué con la cabeza.

- Mefistofeles - susurre con voz dulce mientras hacia una pequeña reverencia, vaya que mi recipiente era muy educado, tanto que me hartaba a ratos, nuevamente lo mire a los ojos, y era más que fácil reconocerlo por ser el único demonio hombre de jerarquía alta que estaba entre los mortales - no, no me he perdido, - pensé un instante mi siguiente respuesta, pero eso de los rodeos no era cosa mía, - negocie con padre mi salida del infierno, y heme aquí, dispuesta a cumplir lo que "prometi" - y mas me valía si no deseaba soportar un castigo de parte de el.. eso si regresaba pronto al infierno - he venido para servirle - pensé en la sirvienta que abrió la puerta y me preguntaba si tendria que hacer cosas de esa manera... - soy Jezabel - pestañee sin sonreír mientras esperaba paciente la reacción del que yo habia elegido que fuera uno de mis... aun no sabia si llamarle amos o que..

La tarde transcurría de lo más aburrida en casa… me había puesto a leer algunos libros sobre los demonios… ja ja ja ja pobres ilusos… no cabe duda que no tienen una mínima de idea de lo que somos… extrañaba el caos del infierno… lo gritos de las almas… cosas implorando clemencia… peor… extrañaba el sexo… desde que llegué no había oportunidad de cogerme a nadie interesante… uno que otro inmortal insignificante… y de los humanos no tenia ganas… al menos no por ahora… desde le habitación escuché un barullo afuera… cosa rara… estaba en solo una bata de una tela semi transparente… me coloqué algo sobre para no mostrar mis atributos a cualquier bestia que anduviese por la casa… bajando vi en un frutero que quedaba de camino por el pasillo una deliciosa manzana… esa fruta se había vuelto mi favorita.. la tomé y dándole un mordisco me asomé… Mefis estaba en la puerta pero no lograba ver quien estaba afuera.. –Que más da..— bajé el ultimo escalón y camine hacia mi hermanito.

Me coloqué justo atrás de Mefisto… asomando apenas la cabeza… wow que sorpresa la diablesa que encontré en el panteón había al fin llegado a casa… -Te tardaste…- me acomodé tras Mefisto aferrándome a uno de sus hombros para verla ya que yo estaba de espaldas a el… con la mano libre comenzó a hacerle cariñitos… cosquillas.. rasguños… y caricias a Mefisto... todo de forma muy discreta.

-Te tardaste…- escuché la voz de Ruby a mis espaldas. También sentí su mano libre juguetear pues la otra mano estaba acomodada en mi hombro.

-Así que la conoces…- dije pasando un brazo por la cintura de Ruby y colocándola a mi lado. Se había puesto una bata para tapar las prendas semitransparentes que solía llevar por casa.
Mi mano también se dedico a acariciar a Ruby mientras que la otra mano sostenía el cigarrillo- Jezabel… ¿verdad? Y has venido en nuestra búsqueda para ofrecer tus servicios- la analicé de arriba abajo. El cuerpo que había elegido no estaba mal, nada mal… Ruby ya tendría pensado algún uso para no desperdiciar tanta belleza… qué demonios, yo tampoco- Si padre te ha dejado salir es que eres de confianza y servicial. Adelante, no te quedes en la entrada- Hice que mi hermana se cogiera a uno de mis brazos para recorrer juntos la casa. Jezabel entró y la puerta se cerró a sus espaldas- Esta casa era propiedad de mi recipiente, William, y desde que entré en él la mansión se ha convertido en un hogar para demonios… Si lo que quieres es servirnos, esta será ahora tu casa y nosotros seremos… como tu familia. Aunque me estoy adelantando demasiado, será Lilith quien decida si puedes quedarte o, de lo contrario, devolverte al infierno…- Solo era para meterle un poco de miedo. Lilith la aceptaría en casa con solo verla y seríamos uno más en esta mansión.

Cuando escuche la sensual voz que dijo un - te tardaste - sonrei y la mire haciendo una pequeña reverencia - tuve algunos asuntos que arreglar... mi recipiente se quedo huerfana - fingi un momento consternacion, pero nuevamente mi sonrisa coqueta apareció para escuchar lo que Mefistofeles decia - Si padre te ha dejado salir es que eres de confianza y servicial. Adelante, no te quedes en la entrada .

Al entrar y sentir que las puertas se cerraban, admire el lugar y me gire hacia ambos... - tengan por seguro que los atendere solo como se merecen .. - eso de estar al servicio de los demonios de alto rango, me las sabia mas que bien ,pero cuando escuche Si lo que quieres es servirnos, esta será ahora tu casa y nosotros seremos… como tu familia. Aunque me estoy adelantando demasiado, será Lilith quien decida si puedes quedarte o, de lo contrario, devolverte al infierno… me quede seria un momento y despues asentí - espero poder ser de buen servicio para Lilith - ella aun no aparecia, pero no dudaba lo hiciera pronto, me imagine como seria el estar al servicio de los tres... y ciertas ideas perversas llegaron a mi mente... aun así esperaba aun la "aceptacion" para poder quedarme entre ellos - [color=hotpink]agradezco su recibimiento [/color]- ¿quien lo diria? aprenderia modales de mi recipente... no estaba tan mal...

Las manos de mi adorable hermanito siempre me hacían estremecer… ¿será que al fin me dejaría juguetear nuevamente con el?... me colocó a su lado pasando su mano por la estrecha cintura de mi recipiente… esas técnicas de ejercicio que tienen los hindúes es bastante buena… “-Así que la conoces…-“ vi a la chica fijamente de arriba abajo saboreándola al igual que lo hacia Mefis… -Si la encontré una noche en el cementerio… no la traje a casa por que se lo celosos que son tu y madre de su espacio… pero es un bello espécimen ¿no crees?.- las caricias de mi hermano eran sensuales… lo amaba de la misma forma que amaba a madre… me quedé en silencio observando la platica.

“Jezabel… ¿verdad? Y has venido en nuestra búsqueda para ofrecer tus servicios. Si padre te ha dejado salir es que eres de confianza y servicial. Adelante, no te quedes en la entrada-“ … seguía siendo un galán… esta vida terrenal no es tan mala después de todo al menos tendría con quien salir por las noches a divertirme… Mefisto hizo que me tomara de su brazo para caminar por el pasillo que le mostraría una parte de la casa a Jezabel… “-Esta casa era propiedad de mi recipiente, William, y desde que entré en él la mansión se ha convertido en un hogar para demonios… Si lo que quieres es servirnos, esta será ahora tu casa y nosotros seremos… como tu familia. Aunque me estoy adelantando demasiado, será Lilith quien decida si puedes quedarte o, de lo contrario, devolverte al infierno…-“… solté una siniestra sonrisa… recordaba que madre no era para nada tierna a la hora de hacer sus pruebas y al ser ella un demonio menor… no dudaba que su prueba sería mil veces más dolorosa que la nuestra.

Seguía yo calladita por que así me veía más bonita… “-espero poder ser de buen servicio para Lilith – “… volví a soltar una risita… -No cariño… no esperes… hazlo… madre no se anda con jugarretas y detesta a los ineptos o a quienes no saben cumplir sus ordenes… es de esos seres que ordena y condena sin hablar… si padre es detestable… madre lo es mucho más…- dije mientras nos acomodamos en la recepción… “ agradezco su recibimiento-“… vaya… salió de la alta sociedad la pequeña… -Me quitas un peso de encima… tu recipiente es de la alta sociedad así que no tendremos que enseñarte modales ni como comportarte… en este lugar hay que mantener las “formas”..- hice un gesto de asco eso me parecía mera hipocresía mortal pero que mas podríamos hacer… -¿Cuál es tu especial Jezabel?... unos matan… otros corrompen… otros traen maldiciones… ¿Qué haces tu?.- … mi hermano tomó asiento y yo me senté cómodamente en sus piernas… amaba a esa sensación… el al igual que Azazeal y ni que decir de padre… eran verdaderos machos… no las boberías que se encontraban en el mundo.