Una vieja amiga [Libre]

En otras situaciones el corsé me habría matado, literalmente. Era demasiado apretado para que un simple mortal pudiera respirar de forma normal. "Lamentablemente, no soy humana", pensé mientras apuraba el paso para llegar al hospital. Ignoraba el motivo por el cual mis pasos siempre iban guíados al mismo sitio. A veces pensaba que era para regodearme, para saber que no era la única que tenía una existencia hartamente miserable. Al menos la de ellos estaba por terminar, y no tendrían que sufrir mucho, si lo mirábamos por el lado filosófico.
Los pasillos, a diferencia de otras veces, estaban poco concurridos. A lo mejor por ser casi de noche, ya que en otras circunstancias no habría salido, o porque tenían una urgencia. Decidí no interferir en su rutina y opté por apoyarme en la barandilla, al lado de una mujer de aspecto bastante cansado. Probablemente estaba vigilando a un familiar. "Lástima."
Mi condición me había brindado la oportunidad de ver demasiadas desgracias para ser contadas todas. La caída del Imperio Romano era uno de esos acontecimientos que los mortales no llegaban a comprender, sacando hipótesis tras hipótesis, sin detenerse a usar la lógica para sacar una conclusión decente.
Suspiré. No comprendía mi finalidad en el mundo.