El regreso de Lilith.
2 participantes
Cántico de Sangre :: ITALIA, INGLATERRA Y FRANCIA :: RESIDENCIAS :: INGLATERRA :: LONDRES: Hell's Mansion
Página 2 de 2.
Página 2 de 2. • 1, 2
El regreso de Lilith.
Recuerdo del primer mensaje :
Soy Lilith, soy un demonio. Conseguí salir del Infierno y ahora estoy en el mundo terrenal. Sin forma, sin cuerpo... solo humo negro. Como siempre cuando salía a la superficie buscaba a alguien puro. La persona perfecta estaba cerca. Una muchachita llamada Kate Orliens, en la ciudad de Londres. Vi a la pequeña muchachita pasear por la calle al atardecer completamente sola, era el crimen perfecto. Me introduje en su cuerpo. Pronto pude sentir aquel cuerpo, podía moverlo por mí misma. Lilith había vuelto. En mi rostro se dibujó una media sonrisa, ¿aliados? ¿Dónde estaban mis pequeños?
Un demonio, dos, tres, cuatro, cinco... seis demonios se hayaban en Londres a parte de mí. Vaya, para que hubiese tanto demonio junto significaba una cosa: uno de mis pequeños poderosos se hayaba en la ciudad. Ahora descubriría quien. Mmm... sí, Mefistófeles. Con una cara sonriente y tierna fui dando saltitos por las calles, me dirigía a su casa, o a su mansión. Tardé media hora en llegar a su casa y sonriente me puse frente a la puerta. Le di unos golpecitos esperando respuesta. ¿Alguno de mis niños me abriría?
Puse una cara angelical y una sonrisa. ¿Mefisto?
Un demonio, dos, tres, cuatro, cinco... seis demonios se hayaban en Londres a parte de mí. Vaya, para que hubiese tanto demonio junto significaba una cosa: uno de mis pequeños poderosos se hayaba en la ciudad. Ahora descubriría quien. Mmm... sí, Mefistófeles. Con una cara sonriente y tierna fui dando saltitos por las calles, me dirigía a su casa, o a su mansión. Tardé media hora en llegar a su casa y sonriente me puse frente a la puerta. Le di unos golpecitos esperando respuesta. ¿Alguno de mis niños me abriría?
Puse una cara angelical y una sonrisa. ¿Mefisto?
Última edición por Lilith el Lun Nov 08, 2010 10:17 pm, editado 1 vez
Lilith Mater Inferorum- Demonio
- Mensajes : 60
Fecha de inscripción : 19/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
Al fin lo hizo, al escuchar mi suplica ella actuo como esperaba que hiciera. Aunque no esperaba a que lo hiciera de forma tan… lenta.
Me sentía morir. Sus labios conseguían darme placer pero la lentitud de sus movimientos no me ayudaban a sacarle el gran partido que tenía la boca de Lilith.
Puse la mano sobre su cabeza, fue un acto reflejo que no pude evitar pues mi cabeza estaba perdiendo la poca cordura que le quedaba. Ella era capaz de desquiciar a cualquiera incluso dándole placer.
-Ah, ah, ah. Te daré lo que yo quiera y nada más, mi amor. Si necesitas más y yo no te lo doy, te aguantas. A mí no me das órdenes... yo sé bien lo que tengo que hacer...
Obedecer era lo único que podía hacer. Aparte la mano de su cabeza y cogí con fuerza las sábanas de la cama, evitando así la tentación de volver a colocarla.
Lilith volvió a bajar su cabeza hasta volver a introducir mi miembro en su boca. Gracias a “dios” comenzó con una velocidad rápida que me hacía estremecer de placer.
Su mano masturbaba mi miembro acompasada con los movimientos de su cabeza.
Aquello era una locura, una excitante locura.
-Ah… si… aaah- gemía de placer agarrando con más fuerza las sabanas. Me iba a morir de placer allí mismo… iba a correrme de placer en cualquier momento si eso era lo que Lilith deseaba, claro está
Me sentía morir. Sus labios conseguían darme placer pero la lentitud de sus movimientos no me ayudaban a sacarle el gran partido que tenía la boca de Lilith.
Puse la mano sobre su cabeza, fue un acto reflejo que no pude evitar pues mi cabeza estaba perdiendo la poca cordura que le quedaba. Ella era capaz de desquiciar a cualquiera incluso dándole placer.
-Ah, ah, ah. Te daré lo que yo quiera y nada más, mi amor. Si necesitas más y yo no te lo doy, te aguantas. A mí no me das órdenes... yo sé bien lo que tengo que hacer...
Obedecer era lo único que podía hacer. Aparte la mano de su cabeza y cogí con fuerza las sábanas de la cama, evitando así la tentación de volver a colocarla.
Lilith volvió a bajar su cabeza hasta volver a introducir mi miembro en su boca. Gracias a “dios” comenzó con una velocidad rápida que me hacía estremecer de placer.
Su mano masturbaba mi miembro acompasada con los movimientos de su cabeza.
Aquello era una locura, una excitante locura.
-Ah… si… aaah- gemía de placer agarrando con más fuerza las sabanas. Me iba a morir de placer allí mismo… iba a correrme de placer en cualquier momento si eso era lo que Lilith deseaba, claro está
Mefistófeles- Demonio
- Mensajes : 537
Fecha de inscripción : 03/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
Sí... aquello le estaba gustando demasiado. ¿Sería una cabrona si dejaba de hacerlo? Claro que sí. Pero no quería, aún no, esta vez iba a terminar, iba a sentir el placer. Comencé a mover mi cabeza más rápidamente, eso le daría lo que necesitaba. Mi mano a su vez, se movía más deprisa, todo un juego erótico que todos sabemos cómo acabaría. Saqué su pene de mi boca y le miré divertida, la mano con la que le masturbaba seguía haciéndolo, sin parar un solo instante.
-Te gusta... ¿verdad? Y quieres sentir aún más... Luego sentirás más...- le guiñé un ojo.
Claro que sentiría más. El cuerpo de una chica de 16 años virgen podría dar un placer inimaginable a un hombre de su edad. ¿Por eso habría tanta pederastia en aquella época? Eso no era de mi incumbencia, todo el mal que pudiese causarse era algo que respetaba.
Seguí masturbándole, apretando más mi mano y con la misma velocidad. ¿Cuánto le faltaría? No mucho, seguro. Su cuerpo se tensó un poco, por fin iba a terminar, notaba su pene más duro y excitado, y allí tuve la prueba; su semen salió de su pene acabando en la mitad superior de mi vestido y en ciertas zonas de mi cara. ¡Qué trabajo me había salido! El sufrir luego llevaba su recompensa. Limpié con mis dedos el resto de semen que había caido en mi cara y lo degusté metiéndolo en mi boca. Era un sabor fuerte pero que implicaba y demostraba toda la excitación y el placer.
Me tumbé a su lado, pasando mis manos por su torso, con las uñas rasguñaba muy débilmente su piel. Le miré con una sonrisa.
-¿No quieres sentir aún más ahora, mi ángel de las tinieblas?- besé su cuello y di algún mordisquito- Te dejo hacer todo lo que quieras con este cuerpo... Sentirás su virginidad totalmente, disfrutarás aún más que con mis métodos... Adelante...
-Te gusta... ¿verdad? Y quieres sentir aún más... Luego sentirás más...- le guiñé un ojo.
Claro que sentiría más. El cuerpo de una chica de 16 años virgen podría dar un placer inimaginable a un hombre de su edad. ¿Por eso habría tanta pederastia en aquella época? Eso no era de mi incumbencia, todo el mal que pudiese causarse era algo que respetaba.
Seguí masturbándole, apretando más mi mano y con la misma velocidad. ¿Cuánto le faltaría? No mucho, seguro. Su cuerpo se tensó un poco, por fin iba a terminar, notaba su pene más duro y excitado, y allí tuve la prueba; su semen salió de su pene acabando en la mitad superior de mi vestido y en ciertas zonas de mi cara. ¡Qué trabajo me había salido! El sufrir luego llevaba su recompensa. Limpié con mis dedos el resto de semen que había caido en mi cara y lo degusté metiéndolo en mi boca. Era un sabor fuerte pero que implicaba y demostraba toda la excitación y el placer.
Me tumbé a su lado, pasando mis manos por su torso, con las uñas rasguñaba muy débilmente su piel. Le miré con una sonrisa.
-¿No quieres sentir aún más ahora, mi ángel de las tinieblas?- besé su cuello y di algún mordisquito- Te dejo hacer todo lo que quieras con este cuerpo... Sentirás su virginidad totalmente, disfrutarás aún más que con mis métodos... Adelante...
Última edición por Lilith el Lun Nov 08, 2010 10:14 pm, editado 1 vez
Lilith Mater Inferorum- Demonio
- Mensajes : 60
Fecha de inscripción : 19/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
Ahí estaba, ya llegaba, la oleada de placer estaba a punto de envolver mi cuerpo. Y así lo hizo en cuestión de segundos.
-Aaaaah…- gemí mientras me corría. Tenía los ojos cerrados cuando el placer me envolvió.
Cuando abrí de nuevo mis ojos, ví como Lilith degustaba en su boca un poco de mi salpicadura de semen. Me mordí el labio inferior lleno de deseo.
Se tumbó a mi lado y rasgó mi piel con la uña de sus dedos, mientras me miraba.
-¿No quieres sentir aún más ahora, mi ángel de las tinieblas? Te dejo hacer todo lo que quieras con este cuerpo... Sentirás su virginidad totalmente, disfrutarás aún más que con mis métodos... Adelante...- sonreí juguetonamente rodé por la cama hasta quedar encima de ella.
-Ya te dije antes que quería convertir esta habitación en nuestro nido de orgías de placer… para ambos… pienso darte todo lo que necesitas- me mordí el labio sensualmente- ese vestido se ha ensuciado… deja que te lo quite- cogiendo la tela entre mis manos y sin ningún esfuerzo, desgarré la teña de arriba abajo, incluyendo la falda.
Ante mi, reposaba el bello cuerpo de una adolescente virginal, cuya piel aún no había sido tastada.
No se trataba de una mujer hecha y derecha con turgentes pechos, sus senos eran de mediana estatura pero sus curvas ya estaban bien delimitadas. Era un cuerpo muy hermoso.
Pasé mi mano por su vientre, subiendo poco a poco por los pechos y luego hasta sus labios, introduciendo mi dedo índice en su boca. Sentí su lengua lamer mi dedo dentro de su boca. Mi miembro volvió a palpitar con fuera y comenzó a recobrar su dureza.
Saqué mi dedo de su boca. Colocado de rodillas delante de Lilith, comencé a masturbarme con rapidez. Quería que mi miembro estuviera bien duro.
Cuando recupero su máxima rigidez, cogí las caderas de Lilith y la atraje a mí.
Mi glande acarició la húmeda vagina de la muchacha… iba a ser fantástico.
Mi miembro al principio no quiso entrar, el agujero era demasiado pequeño pero empujando despacio y sin prisas, mi pene se abrió paso en su interior.
Los fluidos de su vagina se mezclaron con sangre y tiñeron de rojo las sabanas de la cama. Ignorando aquello, comencé a moverme con lentitud… no tenía prisa por aumentar el ritmo
-Aaaaah…- gemí mientras me corría. Tenía los ojos cerrados cuando el placer me envolvió.
Cuando abrí de nuevo mis ojos, ví como Lilith degustaba en su boca un poco de mi salpicadura de semen. Me mordí el labio inferior lleno de deseo.
Se tumbó a mi lado y rasgó mi piel con la uña de sus dedos, mientras me miraba.
-¿No quieres sentir aún más ahora, mi ángel de las tinieblas? Te dejo hacer todo lo que quieras con este cuerpo... Sentirás su virginidad totalmente, disfrutarás aún más que con mis métodos... Adelante...- sonreí juguetonamente rodé por la cama hasta quedar encima de ella.
-Ya te dije antes que quería convertir esta habitación en nuestro nido de orgías de placer… para ambos… pienso darte todo lo que necesitas- me mordí el labio sensualmente- ese vestido se ha ensuciado… deja que te lo quite- cogiendo la tela entre mis manos y sin ningún esfuerzo, desgarré la teña de arriba abajo, incluyendo la falda.
Ante mi, reposaba el bello cuerpo de una adolescente virginal, cuya piel aún no había sido tastada.
No se trataba de una mujer hecha y derecha con turgentes pechos, sus senos eran de mediana estatura pero sus curvas ya estaban bien delimitadas. Era un cuerpo muy hermoso.
Pasé mi mano por su vientre, subiendo poco a poco por los pechos y luego hasta sus labios, introduciendo mi dedo índice en su boca. Sentí su lengua lamer mi dedo dentro de su boca. Mi miembro volvió a palpitar con fuera y comenzó a recobrar su dureza.
Saqué mi dedo de su boca. Colocado de rodillas delante de Lilith, comencé a masturbarme con rapidez. Quería que mi miembro estuviera bien duro.
Cuando recupero su máxima rigidez, cogí las caderas de Lilith y la atraje a mí.
Mi glande acarició la húmeda vagina de la muchacha… iba a ser fantástico.
Mi miembro al principio no quiso entrar, el agujero era demasiado pequeño pero empujando despacio y sin prisas, mi pene se abrió paso en su interior.
Los fluidos de su vagina se mezclaron con sangre y tiñeron de rojo las sabanas de la cama. Ignorando aquello, comencé a moverme con lentitud… no tenía prisa por aumentar el ritmo
Mefistófeles- Demonio
- Mensajes : 537
Fecha de inscripción : 03/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
Sonreí durante su actuación. Arrancó literalmente el vestido de mi cuerpo, dejándome desnuda. Puse mi dedo índice en mis labios y le miré provocativa. Sabía lo que quería y lo tendría, sin objecciones. Su mano subió por mi vientre muy despacio, pasando mis senos y llegando a mi boca. Uno de sus dedos se metió en mi boca, sabía que lo hacía para excitarse de nuevo y no iba a negárselo. Lamí y succioné su dedo mirándole sensualmente. Acabó sacando su dedo y se puso de rodillas delante de mí. Pude observar atenta cómo se masturbaba, solo hacía que me excitara más por instantes. Aquel demonio sabía lo que hacer en cualquier momento, incluso en estos momentos, sabía actuar de la mejor manera posible.
Agarró mis caderas y me fue acercando a él. Iba a empezar la acción. Su pene acariciaba mi sexo pero no se andó con chiquitas, comenzó a empujar despacio para que se abriera paso. Sabía que aquello era difícil y doloroso pero lo podía remediar. Según iba introduciéndose podía sentir el dolor de aquel acto, pero como demonio que era solo tenía que intentar buscar el placer de aquello. Mefisto comenzó a moverse con lentitud, aún así podía sentir el dolor. ¡A la mierda! Iba a disfrutar de aquello doliese lo que doliese. Le atraje a mí y mis labios comenzaron con los besos. Primero en su cuello y después en sus labios. Nuestras lenguas jugaban la una con la otra, haciendo que nos excitásemos más. Podía olvidarme del dolor, no era fácil pero se podía. Rodeé mis piernas en torno a su cintura y seguí besando a aquel demonio que podía hacer enloquecer con una sola mirada, solo tenían que probarlo en el Infierno...
Agarró mis caderas y me fue acercando a él. Iba a empezar la acción. Su pene acariciaba mi sexo pero no se andó con chiquitas, comenzó a empujar despacio para que se abriera paso. Sabía que aquello era difícil y doloroso pero lo podía remediar. Según iba introduciéndose podía sentir el dolor de aquel acto, pero como demonio que era solo tenía que intentar buscar el placer de aquello. Mefisto comenzó a moverse con lentitud, aún así podía sentir el dolor. ¡A la mierda! Iba a disfrutar de aquello doliese lo que doliese. Le atraje a mí y mis labios comenzaron con los besos. Primero en su cuello y después en sus labios. Nuestras lenguas jugaban la una con la otra, haciendo que nos excitásemos más. Podía olvidarme del dolor, no era fácil pero se podía. Rodeé mis piernas en torno a su cintura y seguí besando a aquel demonio que podía hacer enloquecer con una sola mirada, solo tenían que probarlo en el Infierno...
Última edición por Lilith el Lun Nov 08, 2010 10:13 pm, editado 1 vez
Lilith Mater Inferorum- Demonio
- Mensajes : 60
Fecha de inscripción : 19/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
Acabó rodeando sus piernas a mi cintura. Nuestros cuerpos estaban totalmente pegados, formando un uno solo.
¿Cuándo fue la última vez que Lilith y yo habíamos yacido de esta forma? No me acordaba, follar con ella era una nueva experiencia cada vez y esta vez no era diferente.
Pese a las sacudidas y a los gemidos, nos las ingeniábamos para poder besarnos y entrelazar nuestras lenguas de vez en cuando.
Aquello era placer por placer y ambos estábamos disfrutando de ella. Ella con un cuerpo joven que estaba abriéndose por primera vez a un hombre.
Seguí penetrándola sin piedad hasta que mi cuerpo pidió un cambio urgente, hice que rodáramos en la cama hasta que ella quedó tumbada completamente sobre mí.
Por culpa del movimiento, mi pene había salido de ella.
Pasé mis dedos por su vagina y luego me la lleve a la boca, noté el sabor de sus fluidos mezclados con su sangre.
Iba a ser un gran día.
¿Cuándo fue la última vez que Lilith y yo habíamos yacido de esta forma? No me acordaba, follar con ella era una nueva experiencia cada vez y esta vez no era diferente.
Pese a las sacudidas y a los gemidos, nos las ingeniábamos para poder besarnos y entrelazar nuestras lenguas de vez en cuando.
Aquello era placer por placer y ambos estábamos disfrutando de ella. Ella con un cuerpo joven que estaba abriéndose por primera vez a un hombre.
Seguí penetrándola sin piedad hasta que mi cuerpo pidió un cambio urgente, hice que rodáramos en la cama hasta que ella quedó tumbada completamente sobre mí.
Por culpa del movimiento, mi pene había salido de ella.
Pasé mis dedos por su vagina y luego me la lleve a la boca, noté el sabor de sus fluidos mezclados con su sangre.
Iba a ser un gran día.
Mefistófeles- Demonio
- Mensajes : 537
Fecha de inscripción : 03/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
Estábamos disfrutando del sexo como dos niños con un caramelo. No había sido mala idea subir a la Tierra, ahora estaba mucho mejor que antaño. Mefisto hizo que rodásemos por la cama, quedándome encima de él. ¡Pero qué manía! Este chico nunca aprendería...
-¿Qué te dije? Que íbamos a hacerlo, pero que yo daba las órdenes. ¿Te acuerdas? Y si yo no quiero que estés abajo, no lo estás, así de simple- enarqué las cejas- Pero estaba a punto de cambiar, así que te perdono.
Me coloqué bien y cogí su pene con una mano. Lo introduje en mi interior otra vez, aquello era un sinfin de placer y no quería que se acabase. Comencé a moverme sobre sus caderas a un ritmo considerable, sonriéndole sensualmente. Mis manos se entretenían en su pecho con algunos arañazos, me encantaba ser un demonio.
Una de mis manos se colocó sobre su cuello y le presionó un poco, me incliné y besé sus labios, mordiendo su labio inferior.
-¿Qué te dije? Que íbamos a hacerlo, pero que yo daba las órdenes. ¿Te acuerdas? Y si yo no quiero que estés abajo, no lo estás, así de simple- enarqué las cejas- Pero estaba a punto de cambiar, así que te perdono.
Me coloqué bien y cogí su pene con una mano. Lo introduje en mi interior otra vez, aquello era un sinfin de placer y no quería que se acabase. Comencé a moverme sobre sus caderas a un ritmo considerable, sonriéndole sensualmente. Mis manos se entretenían en su pecho con algunos arañazos, me encantaba ser un demonio.
Una de mis manos se colocó sobre su cuello y le presionó un poco, me incliné y besé sus labios, mordiendo su labio inferior.
Última edición por Lilith el Lun Nov 08, 2010 10:13 pm, editado 1 vez
Lilith Mater Inferorum- Demonio
- Mensajes : 60
Fecha de inscripción : 19/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
-¿Qué te dije? Que íbamos a hacerlo, pero que yo daba las órdenes. ¿Te acuerdas? Y si yo no quiero que estés abajo, no lo estás, así de simple- ya comenzaba a temerme lo peor. Ahora se quitaría de encima de mí y me dejaría con esta erección como castigo-Pero estaba a punto de cambiar, así que te perdono.- Suspiré aliviado.
Lilith introdujo mi miembro en su interior de nuevo y ella solita comenzó a moverse para darnos placer.
Si era ella la que iba a dar las órdenes, yo no pensaba hacer nada. Si quería que fuera su esclavo así lo sería.
Posé ambas manos sobre sus caderas para que no dejara de cabalgar ni un segundo.
Sus manos arañaban mi pecho y en algunas zonas la sangre brotaba débilmente. Era una sensación excitante que no quería ser el único en sentir.
Mis manos se dirigieron a la mitad de su espalda, donde clavando mis uñas- las bajé poco a poco hasta llegar a su trasero, donde me quede apretando con fuerza sus glúteos.
En ningún momento dejamos de gemir de placer, no dejamos de disfrutar ni por un instante. Aquello estaba siendo magnífico.
Lilith introdujo mi miembro en su interior de nuevo y ella solita comenzó a moverse para darnos placer.
Si era ella la que iba a dar las órdenes, yo no pensaba hacer nada. Si quería que fuera su esclavo así lo sería.
Posé ambas manos sobre sus caderas para que no dejara de cabalgar ni un segundo.
Sus manos arañaban mi pecho y en algunas zonas la sangre brotaba débilmente. Era una sensación excitante que no quería ser el único en sentir.
Mis manos se dirigieron a la mitad de su espalda, donde clavando mis uñas- las bajé poco a poco hasta llegar a su trasero, donde me quede apretando con fuerza sus glúteos.
En ningún momento dejamos de gemir de placer, no dejamos de disfrutar ni por un instante. Aquello estaba siendo magnífico.
Mefistófeles- Demonio
- Mensajes : 537
Fecha de inscripción : 03/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
Con cada movimiento que proporcionaba era mucho mayor el placer que se sentía. Sus manos se colocaron en mi espalda, las que, con las uñas clavadas, fue bajándolas hasta llegar a mi trasero, apretándolo fuertemente con las uñas. Un sonido de excitación salió súbitamente de mi boca, dibujando en mi rostro una sonrisa de picardía. Me paré y me resbalé en su cuerpo, quedándome tumbada encima de él. Su pene no había salido de mi interior, no iba a causar una desfachatez así. Mis manos se pusieron a ambos lados de su rostro, y mis labios se posaron en los suyos.
-Debes mostrarme tu lealtad, aquí arriba, Mefistófeles...- dije con la misma sonrisa pícara.
Así uno de sus brazos subiéndolo por encima de la cabeza, en el antebrazo coloqué mi mano abierta. Debía realizar una pequeña prueba de fe.
-Te dolerá un poco- dije mirándole a los ojos.
Usé mi poder piroquinético para realizar un pequeño símbolo que no se borraría de su piel jamás. Un símbolo satánico que ni los humanos conocían. Aquel símbolo era una prueba de fe con Memnoch, y conmigo. Se le escaparon lamentos de su boca, mi actitud como demonio fue sonreír, el dolor hacia los demás proporcionaba mucho placer mental. Quité la mano de su antebrazo, miré el rostro un tanto congestionado de Mefisto, con los ojos cerrados fuertemente. Me levanté y le di un tortazo en la cara.
-No me seas nenaza Mefistófeles- dije totalmente seria- Un demonio cómo tú debería buscar "su castigo". ¿No crees que esa prueba de fe lo merece? Te va a doler durante un mes entero. ¿A que es un bonito detalle?- dije con una risa dulce.
-Debes mostrarme tu lealtad, aquí arriba, Mefistófeles...- dije con la misma sonrisa pícara.
Así uno de sus brazos subiéndolo por encima de la cabeza, en el antebrazo coloqué mi mano abierta. Debía realizar una pequeña prueba de fe.
-Te dolerá un poco- dije mirándole a los ojos.
Usé mi poder piroquinético para realizar un pequeño símbolo que no se borraría de su piel jamás. Un símbolo satánico que ni los humanos conocían. Aquel símbolo era una prueba de fe con Memnoch, y conmigo. Se le escaparon lamentos de su boca, mi actitud como demonio fue sonreír, el dolor hacia los demás proporcionaba mucho placer mental. Quité la mano de su antebrazo, miré el rostro un tanto congestionado de Mefisto, con los ojos cerrados fuertemente. Me levanté y le di un tortazo en la cara.
-No me seas nenaza Mefistófeles- dije totalmente seria- Un demonio cómo tú debería buscar "su castigo". ¿No crees que esa prueba de fe lo merece? Te va a doler durante un mes entero. ¿A que es un bonito detalle?- dije con una risa dulce.
Lilith Mater Inferorum- Demonio
- Mensajes : 60
Fecha de inscripción : 19/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
-Debes mostrarme tu lealtad, aquí arriba, Mefistófeles...- enarqué una ceja, sin entender- Te dolerá un poco- la quemazón llegó al instante, recorriendo todos los nervios de la zona hasta mi cerebro. Pese al dolor, aquello me daba placer. Mi cara se congestiono en una máscara de dolor y placer. Me recobré cuando Lilith me dio el tortazo.
-No me seas nenaza Mefistófeles. Un demonio cómo tú debería buscar "su castigo". ¿No crees que esa prueba de fe lo merezca? Te va a doler durante un mes entero. ¿A que es un bonito detalle?
-Hazlo otra vez- le pedí, ignorando sus palabras. Ahora no era el mejor momento para hablar de lealtades ni de esas cosas. En la cama solo había que hablar de temas de cama- Cogí fuertemente su culo y sacudí mi cuerpo embistiéndola con fuerza y rapidez, penetrándola sin contemplación- hazlo otra vez
-No me seas nenaza Mefistófeles. Un demonio cómo tú debería buscar "su castigo". ¿No crees que esa prueba de fe lo merezca? Te va a doler durante un mes entero. ¿A que es un bonito detalle?
-Hazlo otra vez- le pedí, ignorando sus palabras. Ahora no era el mejor momento para hablar de lealtades ni de esas cosas. En la cama solo había que hablar de temas de cama- Cogí fuertemente su culo y sacudí mi cuerpo embistiéndola con fuerza y rapidez, penetrándola sin contemplación- hazlo otra vez
Mefistófeles- Demonio
- Mensajes : 537
Fecha de inscripción : 03/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
-Hazlo otra vez- no me sorprendió su actitud, más bien me la esperaba. Lo que no me esperaba fue su fiereza; me había agarrado fuertemente del trasero y había comenzado a moverse a una velocidad que me dejó exhausta, cayéndome hecia él, apoyando mis brazos en el colchón- hazlo otra vez...- sonreí medianamente y me alcé de nuevo, intentando controlar el placer de sus movimientos.
Mis uñas rasguñaron su pecho unos centímetros, podía sentir la excitación que le causaba, era magnífico. De nuevo, volví a pegarle un tortazo en la cara, más fuerte que el anterior, le gustaba ¿no? Pues iba a tener dosis de sufrimiento. Pasé mis dedos por las heridas que habían dejado mis uñas, con el poder piroquinético hice que las heridas se quemasen. Reí por ello. Las heridas podían infectarse y no querría eso... Aprovechando sus movimientos, hice los míos presentes, siendo certeros y rápidos. Cualquiera diría que no había tenido sexo en la Tierra en casi un milenio. La sensualidad, el placer, el deseo... todo podía transmitirlo muy fácilmente. Aquel acto no me parecía suficiente, nada era suficiente para mí. Usando el poder de la mente, la telequinesis, pude tener en mi mano un cuchillo bien afilado al instante. Le agarré del cuello y le sonreí.
-Juguemos un poco...- reí con cierto aspecto siniestro.
Sus movimientos cesaron, yo, aunque no había parado, había disminuido mucho el ritmo, moviéndome muy lentamente. La punta del cuchillo se clavo en su pecho, yo fui deslizándolo muy lentamente hacia abajo. El rubí que salía era como fuego para mis ojos. Ver la sangre me excitaba sobremanera. Pasé mi lengua por la herida causada, llevándome toda la sangre, sin saborearla aún, le besé con ardor. Tras separarme de sus labios, le susurré en el oído:
-¿Tú no quieres jugar, Me-fis-to?- reí tendidamente, muy dulce.
Mis uñas rasguñaron su pecho unos centímetros, podía sentir la excitación que le causaba, era magnífico. De nuevo, volví a pegarle un tortazo en la cara, más fuerte que el anterior, le gustaba ¿no? Pues iba a tener dosis de sufrimiento. Pasé mis dedos por las heridas que habían dejado mis uñas, con el poder piroquinético hice que las heridas se quemasen. Reí por ello. Las heridas podían infectarse y no querría eso... Aprovechando sus movimientos, hice los míos presentes, siendo certeros y rápidos. Cualquiera diría que no había tenido sexo en la Tierra en casi un milenio. La sensualidad, el placer, el deseo... todo podía transmitirlo muy fácilmente. Aquel acto no me parecía suficiente, nada era suficiente para mí. Usando el poder de la mente, la telequinesis, pude tener en mi mano un cuchillo bien afilado al instante. Le agarré del cuello y le sonreí.
-Juguemos un poco...- reí con cierto aspecto siniestro.
Sus movimientos cesaron, yo, aunque no había parado, había disminuido mucho el ritmo, moviéndome muy lentamente. La punta del cuchillo se clavo en su pecho, yo fui deslizándolo muy lentamente hacia abajo. El rubí que salía era como fuego para mis ojos. Ver la sangre me excitaba sobremanera. Pasé mi lengua por la herida causada, llevándome toda la sangre, sin saborearla aún, le besé con ardor. Tras separarme de sus labios, le susurré en el oído:
-¿Tú no quieres jugar, Me-fis-to?- reí tendidamente, muy dulce.
Lilith Mater Inferorum- Demonio
- Mensajes : 60
Fecha de inscripción : 19/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
Lilith hirió mi pecho con sus uñas, simples rasguños que quemó con su poder. Me mordí el labio inferior mientras soltaba un fuerte gemido de placer mezclado con dolor, pero sobre todo de placer.
A continuación, ella comenzó a moverse conmigo, combinando nuestros movimientos en uno solo.
¿Solo me iba a hacer eso? Me había quedado un poco decepcionado, la verdad. Pero para mi sorpresa, aquello solo había comenzado. En su mano apareció un cuchillo que destello a la luz.
-Juguemos un poco...- me paré por completo y me relamí interiormente. Vamos, lo deseo.
El cuchillo hendió el aire y luego corto mi pecho de arriba abajo. La sangre brotó del gran corte. Me había agarrado con fuerza a las sabanas y gemía de placer, sin parar.
La lengua de Lilith paso por la herida, limpiándome la sangre para después besarme con ardor. Delicioso, estaba siendo todo delicioso.
-¿Tú no quieres jugar, Me-fis-to?- me susurró al oído.
-Oh… claro que voy a jugar…- dije de forma siniestra. La quité de encima de mí, dejándola boca arriba por el empujón.
El cuchillo apareció en mis manos y pase el ancho de la hoja por su vientre, bajando por su pelvis hasta llegar a sus piernas. Las besé de rodilla para arriba, deteniéndome en su parte interior, cerca de la vagina. Ahí se detuvo también el cuchillo. La parte afilada de la hoja cortó de abajo arriba su piel, hasta llegar casi a su sexo.
Repitiendo sus pasos anteriores, mi lengua recogió toda la sangre de la herida. Pero en vez de besar sus labios, besé su sexo e introduje mi lengua sangrienta en su interior, a continuación, subí y besé sus labios.
Con mi piroquinésis, quemé su herida y con el dedo pulgar apreté con fuerza la quemadura que acababa de salir.
-Mmmm... Me encanta jugar
A continuación, ella comenzó a moverse conmigo, combinando nuestros movimientos en uno solo.
¿Solo me iba a hacer eso? Me había quedado un poco decepcionado, la verdad. Pero para mi sorpresa, aquello solo había comenzado. En su mano apareció un cuchillo que destello a la luz.
-Juguemos un poco...- me paré por completo y me relamí interiormente. Vamos, lo deseo.
El cuchillo hendió el aire y luego corto mi pecho de arriba abajo. La sangre brotó del gran corte. Me había agarrado con fuerza a las sabanas y gemía de placer, sin parar.
La lengua de Lilith paso por la herida, limpiándome la sangre para después besarme con ardor. Delicioso, estaba siendo todo delicioso.
-¿Tú no quieres jugar, Me-fis-to?- me susurró al oído.
-Oh… claro que voy a jugar…- dije de forma siniestra. La quité de encima de mí, dejándola boca arriba por el empujón.
El cuchillo apareció en mis manos y pase el ancho de la hoja por su vientre, bajando por su pelvis hasta llegar a sus piernas. Las besé de rodilla para arriba, deteniéndome en su parte interior, cerca de la vagina. Ahí se detuvo también el cuchillo. La parte afilada de la hoja cortó de abajo arriba su piel, hasta llegar casi a su sexo.
Repitiendo sus pasos anteriores, mi lengua recogió toda la sangre de la herida. Pero en vez de besar sus labios, besé su sexo e introduje mi lengua sangrienta en su interior, a continuación, subí y besé sus labios.
Con mi piroquinésis, quemé su herida y con el dedo pulgar apreté con fuerza la quemadura que acababa de salir.
-Mmmm... Me encanta jugar
Mefistófeles- Demonio
- Mensajes : 537
Fecha de inscripción : 03/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
-Oh… claro que voy a jugar…- dijo siniestramente.
Mordí mi labio inferior al escuchar aquellas palabras, llegaba a ser un demonioón juguetón en todos los sentidos. El cuchillo acabó en sus manos, la hoja pasó desde mi vientre hasta mi sexo, sonreí al sentir la tenue frialdad que daba el cuchillo. Cerré los ojos y reí cuando la hoja cortó, por fin, mi piel. Era excitante, placentero. Recogió toda la sangre con su lengua, y para mi sorpresa, bajó hasta llegar a mi sexo, juguetón... introdujo su lengua ensangrentada en mi interior, agarré las sábanas fuertemente. El placer que se sentía era algo muy interesante, más aún cuando quemó la herida que me había proporcionado y puso, después, su dedo pulgar en la herida, apretándolo con fuerza. Se me escapó un gemido por ello, el placer haciendo contraste con el dolor... era algo que un humano ni podría explicar.
-Mmmm... Me encanta jugar.
-Ya lo creo, ya...- sonreí medianamente y le atraje a mí.- ¿Ahora no deseas hacer algo especial? Podemos hacer muchas cosas...- sonreí melévolamente.
Con una mano le empujé hacia al pared, chocando estrepitosamente contra ella. Me puse de rodillas en la cama, sonriente. No podía moverse gracias al poder de mi mente. Me levanté y caminé hacia él. Le dejé libre. De cuclillas y mirando hacia arriba, hacia sus ojos, acariciaba su pecho con mis manos, era una caricia "ardiente" pues estaba usando la piroquinesis para quemar su piel. "Haber qué haces, pequeño..."
Mordí mi labio inferior al escuchar aquellas palabras, llegaba a ser un demonioón juguetón en todos los sentidos. El cuchillo acabó en sus manos, la hoja pasó desde mi vientre hasta mi sexo, sonreí al sentir la tenue frialdad que daba el cuchillo. Cerré los ojos y reí cuando la hoja cortó, por fin, mi piel. Era excitante, placentero. Recogió toda la sangre con su lengua, y para mi sorpresa, bajó hasta llegar a mi sexo, juguetón... introdujo su lengua ensangrentada en mi interior, agarré las sábanas fuertemente. El placer que se sentía era algo muy interesante, más aún cuando quemó la herida que me había proporcionado y puso, después, su dedo pulgar en la herida, apretándolo con fuerza. Se me escapó un gemido por ello, el placer haciendo contraste con el dolor... era algo que un humano ni podría explicar.
-Mmmm... Me encanta jugar.
-Ya lo creo, ya...- sonreí medianamente y le atraje a mí.- ¿Ahora no deseas hacer algo especial? Podemos hacer muchas cosas...- sonreí melévolamente.
Con una mano le empujé hacia al pared, chocando estrepitosamente contra ella. Me puse de rodillas en la cama, sonriente. No podía moverse gracias al poder de mi mente. Me levanté y caminé hacia él. Le dejé libre. De cuclillas y mirando hacia arriba, hacia sus ojos, acariciaba su pecho con mis manos, era una caricia "ardiente" pues estaba usando la piroquinesis para quemar su piel. "Haber qué haces, pequeño..."
Lilith Mater Inferorum- Demonio
- Mensajes : 60
Fecha de inscripción : 19/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
-Ya lo creo, ya… ¿Ahora no deseas hacer algo especial? Podemos hacer muchas cosas... -El empujón de su poder me pillo por sorpresa, quedando empotrando contra la pared. No podía moverme.
Lilith se acercó a mí y la presión de suponer cedió.
Ella estaba colocada delante de mí, de cuclillas, pasando sus cálidos dedos por mi pecho, quemando mi piel.
Agarrando mi pene, pasé mi glande por sus labios, perfilándolos un par de veces.
Bajé hasta quedar a su altura, me las ingenié para que me diera la espalda, y con un empujoncito, la dejé a cuatro patas.
Mi glande acarició ahora su vagina, estuve a punto de penetrarla cuando me di cuenta de que mis ojos no apartaban los ojos de su trasero.
Mi lengua relamió mis labios.
Con ambas manos, abrí sus nalgas todo lo que pude para poder ver su ano. Sin perder tiempo coloqué mi miembro delante de su ano y empuje todo lo que pude. El agujero era mucho más estrecho que su vagina, pero al final conseguí penetrar mi pene en el diminuto agujero.
Que delicia de estrechetéz y los gritos de Lilith me excitaban aún más.
Comencé a moverme sin contemplaciones.
Si quería jugar, tendría un divertido juego.
Lilith se acercó a mí y la presión de suponer cedió.
Ella estaba colocada delante de mí, de cuclillas, pasando sus cálidos dedos por mi pecho, quemando mi piel.
Agarrando mi pene, pasé mi glande por sus labios, perfilándolos un par de veces.
Bajé hasta quedar a su altura, me las ingenié para que me diera la espalda, y con un empujoncito, la dejé a cuatro patas.
Mi glande acarició ahora su vagina, estuve a punto de penetrarla cuando me di cuenta de que mis ojos no apartaban los ojos de su trasero.
Mi lengua relamió mis labios.
Con ambas manos, abrí sus nalgas todo lo que pude para poder ver su ano. Sin perder tiempo coloqué mi miembro delante de su ano y empuje todo lo que pude. El agujero era mucho más estrecho que su vagina, pero al final conseguí penetrar mi pene en el diminuto agujero.
Que delicia de estrechetéz y los gritos de Lilith me excitaban aún más.
Comencé a moverme sin contemplaciones.
Si quería jugar, tendría un divertido juego.
Mefistófeles- Demonio
- Mensajes : 537
Fecha de inscripción : 03/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
Tras ponerse a mi altura, Mefisto hizo lo posible para que me pusiera de espaldas a él. Sonreí pícara. Gustosa me puse con las manos y rodillas apoyadas en el suelo. Su pene acariciaba mi sexo, pero cambió su posición, sus gestos me lo dijeron al instante. No me había mentalizado cuando su pene se hizo paso por mi ano. Mis manos se cerraron entorno a ellas mismas, apretandolas por la sensación. Mi torso se había caído hacia delante, y de mis labios salían gritos sin poder evitarlo. Sí que sabía jugar, y muy bien. Aunque me estuviera haciendo daño - cosa que tengo dicho que tienen que hacer siempre que puedan, daba igual a quién - me sentía orgullosa que uno de mis niños fuera así de inteligente y sádico. Sabía qué hacer y cuándo hacerlo.
Mis gritos por fin cesaron, me había acostumbrado a aquello, aún así, el dolor no se iba, sus movimientos rápidos lo impedían. Me incorporé poco a poco, hasta pegar mi espalda en su pecho. Torcí un poco el rostro para mirarle, y pasando un brazo por su cuello, agarré su pelo con fuerza.
-Sabes cómo jugar, eh... malvado...
Mis gritos por fin cesaron, me había acostumbrado a aquello, aún así, el dolor no se iba, sus movimientos rápidos lo impedían. Me incorporé poco a poco, hasta pegar mi espalda en su pecho. Torcí un poco el rostro para mirarle, y pasando un brazo por su cuello, agarré su pelo con fuerza.
-Sabes cómo jugar, eh... malvado...
Lilith Mater Inferorum- Demonio
- Mensajes : 60
Fecha de inscripción : 19/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
Seguí atacando su ano sin piedad.
Mi pecho rebotaba contra su espalda y mis manos pasaban por su cintura deteniéndose en su vientre y su sexo.
Sus gemidos eran música para mis oídos.
-Sabes cómo jugar, eh... malvado...
-Tuve una gran maestra…- dije antes de morder su cuello con fuerza, hasta el punto de que comenzó a brotar sangre de la mordedura.
Sentía un cosquilleo que comenzaba a recorrerme por toda la entrepierna, y como mis movimientos comenzaban a aumentar por instinto, un instinto que me pedía ya el placer máximo.
Mis manos se cerraban con fuerza en su vientre, y sobre todo en su sexo.
Mi boca estaba completamente abierta, manchada por la sangre de Lilith y sin dejar de soltar gemidos.
-V-voy a… correrme- conseguí decir. Los gemidos me impedían decir palabra, y conseguir soltar aquella frase había sido toda una cruzada que se merecía recompensa.
Mi pecho rebotaba contra su espalda y mis manos pasaban por su cintura deteniéndose en su vientre y su sexo.
Sus gemidos eran música para mis oídos.
-Sabes cómo jugar, eh... malvado...
-Tuve una gran maestra…- dije antes de morder su cuello con fuerza, hasta el punto de que comenzó a brotar sangre de la mordedura.
Sentía un cosquilleo que comenzaba a recorrerme por toda la entrepierna, y como mis movimientos comenzaban a aumentar por instinto, un instinto que me pedía ya el placer máximo.
Mis manos se cerraban con fuerza en su vientre, y sobre todo en su sexo.
Mi boca estaba completamente abierta, manchada por la sangre de Lilith y sin dejar de soltar gemidos.
-V-voy a… correrme- conseguí decir. Los gemidos me impedían decir palabra, y conseguir soltar aquella frase había sido toda una cruzada que se merecía recompensa.
Mefistófeles- Demonio
- Mensajes : 537
Fecha de inscripción : 03/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
-Tuve una gran maestra…
"Por supuesto..." Yo era todo un ejemplo para ellos, hacían lo que su madre decía que debían hacer. Eran todo un orgullo para mí.
Sus dientes se clavaron en mi cuello con fuerza, en un mordisco que hizo que sangrase en aquella zona. Había sido doloroso, pero también excitante. En aquel punto no podía controlar a Mefistófeles, se estaba comportando como todo un demonio, ¿y quién era yo para denegárselo? Estaba haciendo un buen trabajo.
Sus manos apretaban mi vientre y mi sexo, no le iba a faltar mucho, era algo irremediable, y sobre todo, una recompensa por su trabajo.
-V-voy a… correrme.
Sus movimientos se hicieron más precisos y profundos. Mis manos se encontraban apretando sus brazos con fuerza, aquello era toda una clase de demonios, sabíamos cómo practicar nuestras habilidades, no estaba nada mal.
Un gemido y su semen hicieron indicios de que ya había terminado, de que ya había llegado a aquel éxtasis que adoraban los humanos. Reí dulcemente antes de separarme de él. Le di un tortazo en la cara de nuevo.
-Eso es porque no te he dado la orden de terminar.
Me había levantado, y dando pasos hacia atrás, me fui alejando de él, no paré de mirarle ni un momento, con una media sonrisa en la cara. Me tumbé en la cama de nuevo, miré al techo e intenté recomponerme. Estaba dolorida, y era algo que no quería demostrar. Mefistófeles había puesto todo su empeño en ser cruel, sádico y sentir placer. Aquel era todo un modelo a seguir.
"Por supuesto..." Yo era todo un ejemplo para ellos, hacían lo que su madre decía que debían hacer. Eran todo un orgullo para mí.
Sus dientes se clavaron en mi cuello con fuerza, en un mordisco que hizo que sangrase en aquella zona. Había sido doloroso, pero también excitante. En aquel punto no podía controlar a Mefistófeles, se estaba comportando como todo un demonio, ¿y quién era yo para denegárselo? Estaba haciendo un buen trabajo.
Sus manos apretaban mi vientre y mi sexo, no le iba a faltar mucho, era algo irremediable, y sobre todo, una recompensa por su trabajo.
-V-voy a… correrme.
Sus movimientos se hicieron más precisos y profundos. Mis manos se encontraban apretando sus brazos con fuerza, aquello era toda una clase de demonios, sabíamos cómo practicar nuestras habilidades, no estaba nada mal.
Un gemido y su semen hicieron indicios de que ya había terminado, de que ya había llegado a aquel éxtasis que adoraban los humanos. Reí dulcemente antes de separarme de él. Le di un tortazo en la cara de nuevo.
-Eso es porque no te he dado la orden de terminar.
Me había levantado, y dando pasos hacia atrás, me fui alejando de él, no paré de mirarle ni un momento, con una media sonrisa en la cara. Me tumbé en la cama de nuevo, miré al techo e intenté recomponerme. Estaba dolorida, y era algo que no quería demostrar. Mefistófeles había puesto todo su empeño en ser cruel, sádico y sentir placer. Aquel era todo un modelo a seguir.
Última edición por Lilith el Dom Nov 21, 2010 6:07 pm, editado 3 veces
Lilith Mater Inferorum- Demonio
- Mensajes : 60
Fecha de inscripción : 19/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
-Eso es porque no te he dado la orden de terminar.
Encima con castigo… que mala llegaba a ser. La veía tumbada en la cama, boca arriba. Yo seguía apoyado contra la pared, jadeante, recobrando el aliento perdido.
Puede que ella fuera la madre del infierno, y que todos nosotros le debemos sumisión… pero esta vez pensaba castigarla yo.
Me lancé contra la cama de un salto y la inmovilicé como pude.
-Ahora serás tú la que me pidas clemencia- y antes de que pudiese hacer nada, me lancé contra su sexo con mi lengua por delante.
Lilith estaba completamente inmovilizada. No sabía cuánto duraría quieta, esperaba que fuera el tiempo suficiente como para conseguir que se corriese de placer.
Mi lengua degustaba los fluidos de su vagina y mis dedos jugueteaban con su clítoris.
Oh sí, que delicia… Deje su vagina para atacar sus pezones, pellizcándolos con suma fuerza.
Luego volví a su vagina.
Conseguiría que se corriese, lo lograría.
Encima con castigo… que mala llegaba a ser. La veía tumbada en la cama, boca arriba. Yo seguía apoyado contra la pared, jadeante, recobrando el aliento perdido.
Puede que ella fuera la madre del infierno, y que todos nosotros le debemos sumisión… pero esta vez pensaba castigarla yo.
Me lancé contra la cama de un salto y la inmovilicé como pude.
-Ahora serás tú la que me pidas clemencia- y antes de que pudiese hacer nada, me lancé contra su sexo con mi lengua por delante.
Lilith estaba completamente inmovilizada. No sabía cuánto duraría quieta, esperaba que fuera el tiempo suficiente como para conseguir que se corriese de placer.
Mi lengua degustaba los fluidos de su vagina y mis dedos jugueteaban con su clítoris.
Oh sí, que delicia… Deje su vagina para atacar sus pezones, pellizcándolos con suma fuerza.
Luego volví a su vagina.
Conseguiría que se corriese, lo lograría.
Mefistófeles- Demonio
- Mensajes : 537
Fecha de inscripción : 03/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
-Ahora serás tú la que me pidas clemencia - ¿perdón?
Me moví, más bien intenté moverme. ¿Cómo osaba...? ¡Me había inmovilizado! Aquello era increíble, algo que no iba a pretender, pero parecía que sus poderes estaban al día, era inútil desasirme de ellos.
-Sabes que en cuanto pueda moverme acabarás muy mal... sé un buen demonio y suelta a tu superior- dije, pretendía asustarle, sí.
Pero no me hizo ningún caso. Bajó por mi cuerpo, llegando hasta mi sexo. Comenzó a lamerlo, mientras tanto sus dedos jugaban con mi clítoris. Me dejé hacer, ¿por qué yo no iba a sentir placer también? Tenía todo el derecho del mundo. Intercaló mi sexo con mis senos, pellizcando mis pezones. Ya me cansé del jueguecito. Sin que él se hubiera dado cuenta, ya podía moverme con suma perfección. Me abalancé sobre él, tumbándole en la cama. Encima de él, le miré... una mirada siniestra.
-No has medido bien tus acciones, y eso conlleva su correspondiente castigo...- comenté como último recurso.
Mis uñas, con mucha fuerza, se clavaron en el pecho de él, las deslicé unos centímetros, la sangre era un líquido bermejo que hacía brillar a mis ojos. Aquello debía de suponerle doloroso, eso pretendía. Pero no era suficiente. Con mis manos busqué su miembro, una vez lo agarré, acaricié mi sexo con él y lo introduje dentro de mí. Comencé a moverme con gran acompasación. Aquello iba a ser una venganza, aunque dulce, mi venganza siempre era bestial...
Me moví, más bien intenté moverme. ¿Cómo osaba...? ¡Me había inmovilizado! Aquello era increíble, algo que no iba a pretender, pero parecía que sus poderes estaban al día, era inútil desasirme de ellos.
-Sabes que en cuanto pueda moverme acabarás muy mal... sé un buen demonio y suelta a tu superior- dije, pretendía asustarle, sí.
Pero no me hizo ningún caso. Bajó por mi cuerpo, llegando hasta mi sexo. Comenzó a lamerlo, mientras tanto sus dedos jugaban con mi clítoris. Me dejé hacer, ¿por qué yo no iba a sentir placer también? Tenía todo el derecho del mundo. Intercaló mi sexo con mis senos, pellizcando mis pezones. Ya me cansé del jueguecito. Sin que él se hubiera dado cuenta, ya podía moverme con suma perfección. Me abalancé sobre él, tumbándole en la cama. Encima de él, le miré... una mirada siniestra.
-No has medido bien tus acciones, y eso conlleva su correspondiente castigo...- comenté como último recurso.
Mis uñas, con mucha fuerza, se clavaron en el pecho de él, las deslicé unos centímetros, la sangre era un líquido bermejo que hacía brillar a mis ojos. Aquello debía de suponerle doloroso, eso pretendía. Pero no era suficiente. Con mis manos busqué su miembro, una vez lo agarré, acaricié mi sexo con él y lo introduje dentro de mí. Comencé a moverme con gran acompasación. Aquello iba a ser una venganza, aunque dulce, mi venganza siempre era bestial...
Lilith Mater Inferorum- Demonio
- Mensajes : 60
Fecha de inscripción : 19/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
-No has medido bien tus acciones, y eso conlleva su correspondiente castigo...- Mierda, mierda, mierda… ¿porqué siempre tenía que salirse con la suya?
Sus uñas se clavaron en mi pecho con tal fuerza que la sangre comenzó a brotar. Cerré los ojos para aguantar el escozor lo mejor que pude. Sentí como su mano encontró mi miembro y después de acariciarlo con su sexo, lo introdujo dentro de ella.
Siempre tenía que salirse con la suya, era feliz llevando al traste cualquier de los planes que se nos podría ocurrir…
Quería hacerla explotar de placer, que fuera ella la que disfrutaba… pero no me dejaba.
Sin dejar de cabalgar, Lilith me mostraba los secretos del placer que se obtenía del sexo y del placer que podía obtenerse con el dolor.
Era la maestra de la tortura y el placer… para eso era nuestra madre, ella nos lo enseño todo. Era para estar orgullo, en estos momentos me fastidiaba que fuera capaz de zafarse de mi para luego hacer lo que le venía en gana.
-Eres de lo que no hay… siempre tienes que salirte con la tuya- dije jadeante.
Sus uñas se clavaron en mi pecho con tal fuerza que la sangre comenzó a brotar. Cerré los ojos para aguantar el escozor lo mejor que pude. Sentí como su mano encontró mi miembro y después de acariciarlo con su sexo, lo introdujo dentro de ella.
Siempre tenía que salirse con la suya, era feliz llevando al traste cualquier de los planes que se nos podría ocurrir…
Quería hacerla explotar de placer, que fuera ella la que disfrutaba… pero no me dejaba.
Sin dejar de cabalgar, Lilith me mostraba los secretos del placer que se obtenía del sexo y del placer que podía obtenerse con el dolor.
Era la maestra de la tortura y el placer… para eso era nuestra madre, ella nos lo enseño todo. Era para estar orgullo, en estos momentos me fastidiaba que fuera capaz de zafarse de mi para luego hacer lo que le venía en gana.
-Eres de lo que no hay… siempre tienes que salirte con la tuya- dije jadeante.
Mefistófeles- Demonio
- Mensajes : 537
Fecha de inscripción : 03/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
-Eres de lo que no hay… siempre tienes que salirte con la tuya.- Jadeaba y gemía sin excepción.
-¿Quién sería si no me saliera con la mía? Siempre debo llevar la delantera, vosotros sois más débiles que yo, demonio mío… Debes obedecer a tu madre, ¿lo olvidaste?- Todo ello lo dije al lado de su oído. Me separé y volví a mis movimientos con una sonrisa de triunfo en mi rostro.
Pasé las manos por su pecho, acariciando sus heridas con las yemas de los dedos, apretando a continuación su carne herida. Sus gritos eran música “celestial” para mis oídos.
-Sí, grita hijo mío… No te imaginas el placer que me da oír tus gritos, es la música del Infierno… Muéstrame tus saberes ocultos, tu malévola mente en acción. Lléname de orgullo cariño mío… Blasfema, hazme el amor, bebe de mi sangre y consigue el éxtasis de placer.- Mostré una media sonrisa y enarqué una ceja tras mis palabras.
Bajé mi cuerpo para lamer sus heridas, la sangre era uno de los placeres del Infierno, al igual que para inmortales vampíricos… Sabían elegir bien, sin duda.
-¿Quién sería si no me saliera con la mía? Siempre debo llevar la delantera, vosotros sois más débiles que yo, demonio mío… Debes obedecer a tu madre, ¿lo olvidaste?- Todo ello lo dije al lado de su oído. Me separé y volví a mis movimientos con una sonrisa de triunfo en mi rostro.
Pasé las manos por su pecho, acariciando sus heridas con las yemas de los dedos, apretando a continuación su carne herida. Sus gritos eran música “celestial” para mis oídos.
-Sí, grita hijo mío… No te imaginas el placer que me da oír tus gritos, es la música del Infierno… Muéstrame tus saberes ocultos, tu malévola mente en acción. Lléname de orgullo cariño mío… Blasfema, hazme el amor, bebe de mi sangre y consigue el éxtasis de placer.- Mostré una media sonrisa y enarqué una ceja tras mis palabras.
Bajé mi cuerpo para lamer sus heridas, la sangre era uno de los placeres del Infierno, al igual que para inmortales vampíricos… Sabían elegir bien, sin duda.
Lilith Mater Inferorum- Demonio
- Mensajes : 60
Fecha de inscripción : 19/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
El sabor metálico que dejaba la sangre no era algo que me gustara demasiado. Aunque pensara eso ahora no era capaz de llevarme por gustos ni principios. Cogí la muñeca de Lilith y la mordí con fuerza hasta que conseguí herirla. Solo lamí un poco la sangre. Aunque estuviera preso de la excitación no era capaz de olvidar su gusto desagradable.
Me gustaba tocarla, que me salpicara cuando torturaba, que manchara las paredes de alguna habitación… pero degustarla era algo que detestaba.
Aún así, complacer a Lilith era lo que más quería. Mordí con más fuerza la herida para hacerla más grande y que mis labios se mancharan con su sangre.
Clavé mis uñas en su trasero para que moviera las caderas con más rapidez.
-Quiero que te corras Madre, córrete con el placer que te estoy dando- clavé mis uñas con más fuerza en sus nalgas haciendo que de ahí también brotara sangre.
Me gustaba tocarla, que me salpicara cuando torturaba, que manchara las paredes de alguna habitación… pero degustarla era algo que detestaba.
Aún así, complacer a Lilith era lo que más quería. Mordí con más fuerza la herida para hacerla más grande y que mis labios se mancharan con su sangre.
Clavé mis uñas en su trasero para que moviera las caderas con más rapidez.
-Quiero que te corras Madre, córrete con el placer que te estoy dando- clavé mis uñas con más fuerza en sus nalgas haciendo que de ahí también brotara sangre.
Mefistófeles- Demonio
- Mensajes : 537
Fecha de inscripción : 03/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
Sí, ya comenzaba a ser el mismo Mefistófeles que conocía en el Infierno. Con suma fuerza mordió mi muñeca, consiguiendo que la sangre brotara. Un chillido desgarró el lugar, sí, amaba el dolor, pero no podía evitar los instintos humanos. Sabía que a Mefistófeles no le hacía mucha gracia el sabor de la sangre… para gustos colores. Yo amaba la sangre, tanto degustarla, como vaciar a los preciosos humanos de aquel líquido mortal. Mordió mi muñeca con más fuerza, provocando que la herida fuera más profunda. El dolor aparecía en aquella zona. Cerré los ojos con fuerza y me dejé envolver por él. ¿Cuánto llegaba a disfrutar las torturas hacia mi persona? Sí, por eso me hacía llamar así, era la poderosa y suma Madre del Infierno, ¿me conocías? Sus uñas se clavaron en mi trasero, ¿más rapidez era lo que quería aquel muchachito? Iba a saber quién era Lilith.
-Quiero que te corras Madre, córrete con el placer que te estoy dando.
-Mantén el silencio Mefistófeles, con palabras no se consigue lo que deseas, tan solo corroboras algo de lo que no estás seguro. Déjame hacer a mi placer, deja que sea yo quien busque ese placer. Tú no puedes proporcionármelo con necias palabras- sí, era cruel, y lo adoraba. Sabía que estaban acostumbrados a mi falta de tacto, por lo que no creí que le importara.
Apreté con una mano sus dos mejillas y eché su cabeza hacia un lado. Su cuello quedó libre para mi propia diversión. Acerqué mi rostro y le di un mordisco potente. Quería probar la sangre de su recipiente, contaminada por la presencia de Mefisto. Era deliciosa, aquel sabor tan especial me hacía recordar mi estancia en el Infierno. Maravilloso.
Moví mi cuerpo más rápidamente, haciendo que el último síntoma de placer apareciera en éste cuerpo infante. Aquello era lo que sumamente adoraba, demacrar almas infantiles. Y lo conseguí, conseguí que aquella niñita gritase y llorase en su interior. Adoraba sus chillidos y lloriqueos.
-Quiero que te corras Madre, córrete con el placer que te estoy dando.
-Mantén el silencio Mefistófeles, con palabras no se consigue lo que deseas, tan solo corroboras algo de lo que no estás seguro. Déjame hacer a mi placer, deja que sea yo quien busque ese placer. Tú no puedes proporcionármelo con necias palabras- sí, era cruel, y lo adoraba. Sabía que estaban acostumbrados a mi falta de tacto, por lo que no creí que le importara.
Apreté con una mano sus dos mejillas y eché su cabeza hacia un lado. Su cuello quedó libre para mi propia diversión. Acerqué mi rostro y le di un mordisco potente. Quería probar la sangre de su recipiente, contaminada por la presencia de Mefisto. Era deliciosa, aquel sabor tan especial me hacía recordar mi estancia en el Infierno. Maravilloso.
Moví mi cuerpo más rápidamente, haciendo que el último síntoma de placer apareciera en éste cuerpo infante. Aquello era lo que sumamente adoraba, demacrar almas infantiles. Y lo conseguí, conseguí que aquella niñita gritase y llorase en su interior. Adoraba sus chillidos y lloriqueos.
Lilith Mater Inferorum- Demonio
- Mensajes : 60
Fecha de inscripción : 19/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
-Mantén el silencio Mefistófeles, con palabras no se consigue lo que deseas, tan solo corroboras algo de lo que no estás seguro. Déjame hacer a mi placer, deja que sea yo quien busque ese placer. Tú no puedes proporcionármelo con necias palabras
Sus dolientes palabras ni me inmutaron. Yo había dicho lo que había querido y ya no se podía hacer nada para borrar mis palabras.
Su mordisco ¿sería un castigo? No porque sentir sus dientes cercenar mi cuello solo me excitó un poco más de lo que ya estaba.
Tal y como yo había deseado, sentí el cuerpo el cuerpo de Lilith explotar de placer. Cuanto placer daba desflorar a una virgen, era una delicia que Madre compartía conmigo.
Lilith se tumbó a mi lado con los ojos cerrados y mordiéndose el labio inferior mientras el orgasmo seguía recorriendo su cuerpo inocente. Ahora ya no tan inocente.
Me la quedé mirando un rato, asta que volvió a abrir los ojos.
-Hacía tanto tiempo que no hacíamos esto que a veces olvido como tratarte- dije mientras me levantaba colocándome de rodillas y luego gateando, mordiendo uno de los costados de su cuerpo mientras avanzaba y llegaba a levantarme de la cama- Bienvenida al mundo de los humanos, madre. A partir de este día el mundo sufrirá el regreso de Lilith- le sonreí con maldad y desaparecí en el cuarto de baño.
En el espejo del cuarto analicé la herida del cuello de la que no paraba de manar sangre. Había mordido con ansia, casi me arranca el cuello de cuajo.
Me tapé la herida con una mano y apreté con fuerza, como si así la herida sanaría antes.
Pobre William, primero los disparos de Katrina, sus fuertes golpes y ahora los mordiscos de Lilith… ya no vas a salir de esta amigo mío, reza porque no salgas jamás de este cuerpo.
Con la mano manchada de sangre, ensucié el cristal con el que me miraba.
Lilith había regresado a la tierra, marcaba un nuevo día en el trascurso de nuestros planes. Ya no estábamos solos ni desorientados. Madre había vuelto para guiarnos.
Sus dolientes palabras ni me inmutaron. Yo había dicho lo que había querido y ya no se podía hacer nada para borrar mis palabras.
Su mordisco ¿sería un castigo? No porque sentir sus dientes cercenar mi cuello solo me excitó un poco más de lo que ya estaba.
Tal y como yo había deseado, sentí el cuerpo el cuerpo de Lilith explotar de placer. Cuanto placer daba desflorar a una virgen, era una delicia que Madre compartía conmigo.
Lilith se tumbó a mi lado con los ojos cerrados y mordiéndose el labio inferior mientras el orgasmo seguía recorriendo su cuerpo inocente. Ahora ya no tan inocente.
Me la quedé mirando un rato, asta que volvió a abrir los ojos.
-Hacía tanto tiempo que no hacíamos esto que a veces olvido como tratarte- dije mientras me levantaba colocándome de rodillas y luego gateando, mordiendo uno de los costados de su cuerpo mientras avanzaba y llegaba a levantarme de la cama- Bienvenida al mundo de los humanos, madre. A partir de este día el mundo sufrirá el regreso de Lilith- le sonreí con maldad y desaparecí en el cuarto de baño.
En el espejo del cuarto analicé la herida del cuello de la que no paraba de manar sangre. Había mordido con ansia, casi me arranca el cuello de cuajo.
Me tapé la herida con una mano y apreté con fuerza, como si así la herida sanaría antes.
Pobre William, primero los disparos de Katrina, sus fuertes golpes y ahora los mordiscos de Lilith… ya no vas a salir de esta amigo mío, reza porque no salgas jamás de este cuerpo.
Con la mano manchada de sangre, ensucié el cristal con el que me miraba.
Lilith había regresado a la tierra, marcaba un nuevo día en el trascurso de nuestros planes. Ya no estábamos solos ni desorientados. Madre había vuelto para guiarnos.
Mefistófeles- Demonio
- Mensajes : 537
Fecha de inscripción : 03/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
Cuando todo llegó a su fin, me tumbé al lado de Mefistófeles, recuperando un poco el aliento. Sí, aquello había sido maravilloso, el dolor y el placer unidos era lo que más deseaba en el mundo y lo que más me atraía. Mefisto había hecho muy bien su trabajo. Abrí los ojos, observé que Mefistófeles me miraba.
-Hacía tanto tiempo que no hacíamos esto que a veces olvido como tratarte- Sonreí, ya le había refrescado yo la memoria. Gateó por la cama, llevando su boca a los costados de mi cuerpo, mordiendo. Mi sonrisa se volvió cínica.- Bienvenida al mundo de los humanos, madre. A partir de este día el mundo sufrirá el regreso de Lilith- Me sonrió con maldad. Se levantó y se ocultó en el cuarto de baño.
Sí… el mundo iba a temerme, iba a sufrir el daño que podía causar. Caos, eso quería en la Tierra. Y la madre del infierno en persona había salido para causarlo. Que se sientan orgullosos de que sea yo quien extermine los últimos indicios de humanidad. Que los ángeles intenten detenerme, no me conocen, no saben quién soy… No iba a reprimirme lo más mínimo. Nunca.
Me levanté de la cama y seguí el camino de Mefistófeles, introduciéndome en el baño con él. Había ensuciado el espejo con la sangre que brotaba de su cuello, ya no era tanta como antes. Con mi rostro inocente me puse tras él, dejando que el espejo me reflejase junto a él – al menos, el trozo de espejo que no estaba manchado de sangre. Pasé mis manos por sus costados yendo a parar a su pecho, mi altura no me dejaba ir más lejos. Había elegido muy bien a su recipiente, ya lo dije anteriormente, pero si algún día escapaba de aquel cuerpo, el pobre humano no sobreviviría, iría directo a la tumba. Infeliz… reza para que Mefistófeles no escape nunca de tu cuerpo.
-¿Deseas tener el mundo a tus pies, Mefistófeles? Yo puedo dártelo, puedo ofrecérselo a todo demonio que sea digno de mí… Enséñame cómo es el mundo en estos tiempos, guíame hasta que sea yo quien guie vuestros pasos. Quiero sufrimiento, dolor y agonía. Muéstrame el camino…
-Hacía tanto tiempo que no hacíamos esto que a veces olvido como tratarte- Sonreí, ya le había refrescado yo la memoria. Gateó por la cama, llevando su boca a los costados de mi cuerpo, mordiendo. Mi sonrisa se volvió cínica.- Bienvenida al mundo de los humanos, madre. A partir de este día el mundo sufrirá el regreso de Lilith- Me sonrió con maldad. Se levantó y se ocultó en el cuarto de baño.
Sí… el mundo iba a temerme, iba a sufrir el daño que podía causar. Caos, eso quería en la Tierra. Y la madre del infierno en persona había salido para causarlo. Que se sientan orgullosos de que sea yo quien extermine los últimos indicios de humanidad. Que los ángeles intenten detenerme, no me conocen, no saben quién soy… No iba a reprimirme lo más mínimo. Nunca.
Me levanté de la cama y seguí el camino de Mefistófeles, introduciéndome en el baño con él. Había ensuciado el espejo con la sangre que brotaba de su cuello, ya no era tanta como antes. Con mi rostro inocente me puse tras él, dejando que el espejo me reflejase junto a él – al menos, el trozo de espejo que no estaba manchado de sangre. Pasé mis manos por sus costados yendo a parar a su pecho, mi altura no me dejaba ir más lejos. Había elegido muy bien a su recipiente, ya lo dije anteriormente, pero si algún día escapaba de aquel cuerpo, el pobre humano no sobreviviría, iría directo a la tumba. Infeliz… reza para que Mefistófeles no escape nunca de tu cuerpo.
-¿Deseas tener el mundo a tus pies, Mefistófeles? Yo puedo dártelo, puedo ofrecérselo a todo demonio que sea digno de mí… Enséñame cómo es el mundo en estos tiempos, guíame hasta que sea yo quien guie vuestros pasos. Quiero sufrimiento, dolor y agonía. Muéstrame el camino…
Lilith Mater Inferorum- Demonio
- Mensajes : 60
Fecha de inscripción : 19/10/2010
Re: El regreso de Lilith.
-¿Deseas tener el mundo a tus pies, Mefistófeles? Yo puedo dártelo, puedo ofrecérselo a todo demonio que sea digno de mí… Enséñame cómo es el mundo en estos tiempos, guíame hasta que sea yo quien guie vuestros pasos. Quiero sufrimiento, dolor y agonía. Muéstrame el camino…- como negarme a ella. No era temor lo que sentía, aunque lo debería sentir, era respeto, atracción... sí una atracción irrefrenable que me llevaría a lanzarme de cabeza por cumplir todos sus propósitos.
-Que así sea, Madre. Te enseñaré este nuevo mundo de la mejor manera que se me ocurre. Ve, vístete. Hoy saldremos a pasear por estas nuevas calles. Te enseñaré los nuevos vicios de los hombres y sus puntos débiles. En una noche seré capaz de enseñarte todo lo que se necesita saber para hacerlos caer una vez más en los brazos del infierno- pareció satisfecha, pues después de un con mordisco incluido, me dió una fuerte palmada en el trasero. Sonreí y me limité a observar el estropicio que había causado en el espejo.
A última hora de la tarde, cuando el sol ya estaba comenzando a declinar, yo ya estaba preparado junto a la puerta de entrada, esperando a que Lilith apareciese.
Me había puesto un traje nuevo y anudado un pañuelo en el cuello para ocultar la grave herida que madre me había causado. Ahora tenía mejor pinta pero seguía siendo horrenda a la vista.
Esperé ansioso la llegada de Lilith. Quería llevarla a la peor taberna de Londres que conocía donde los humanos se quitaban las máscaras y se comportaban tal y como eran en realidad. Eso era lo que Lilith quería y ver y lo que yo le enseñaría.
-Que así sea, Madre. Te enseñaré este nuevo mundo de la mejor manera que se me ocurre. Ve, vístete. Hoy saldremos a pasear por estas nuevas calles. Te enseñaré los nuevos vicios de los hombres y sus puntos débiles. En una noche seré capaz de enseñarte todo lo que se necesita saber para hacerlos caer una vez más en los brazos del infierno- pareció satisfecha, pues después de un con mordisco incluido, me dió una fuerte palmada en el trasero. Sonreí y me limité a observar el estropicio que había causado en el espejo.
A última hora de la tarde, cuando el sol ya estaba comenzando a declinar, yo ya estaba preparado junto a la puerta de entrada, esperando a que Lilith apareciese.
Me había puesto un traje nuevo y anudado un pañuelo en el cuello para ocultar la grave herida que madre me había causado. Ahora tenía mejor pinta pero seguía siendo horrenda a la vista.
Esperé ansioso la llegada de Lilith. Quería llevarla a la peor taberna de Londres que conocía donde los humanos se quitaban las máscaras y se comportaban tal y como eran en realidad. Eso era lo que Lilith quería y ver y lo que yo le enseñaría.
Mefistófeles- Demonio
- Mensajes : 537
Fecha de inscripción : 03/10/2010
Página 2 de 2. • 1, 2
Temas similares
» Relaciones de Lilith
» El arribo de la amante infernal (Mefistófeles y Lilith)
» La pequeña Persephone (Parte 2) [Lilith y Katrina]
» Ruby regresó.
» Los Volkov, el regreso.
» El arribo de la amante infernal (Mefistófeles y Lilith)
» La pequeña Persephone (Parte 2) [Lilith y Katrina]
» Ruby regresó.
» Los Volkov, el regreso.
Cántico de Sangre :: ITALIA, INGLATERRA Y FRANCIA :: RESIDENCIAS :: INGLATERRA :: LONDRES: Hell's Mansion
Página 2 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Jue Ene 29, 2015 12:29 am por Lirio azul
» Casting para Claudia
Jue Ene 29, 2015 12:29 am por Lirio azul
» Théâtre des Vampires
Miér Ago 27, 2014 6:07 pm por Tristán Evans
» Luccia Venturi
Miér Jul 30, 2014 6:29 pm por Tristán Evans
» Buenas tardes
Miér Nov 27, 2013 1:51 am por Luccia Venturi
» Los antiguos
Miér Jun 12, 2013 11:54 pm por erick roal
» Dudas
Vie Mayo 31, 2013 10:13 am por Armand
» Lydia Deetz
Mar Mayo 28, 2013 1:48 am por Capt. leon
» Juego de la Verdad.
Jue Abr 11, 2013 5:37 pm por Sayra Luk Richter