Sentencia.

por **Katrina Volkova** Sáb Oct 23, 2010 1:45 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Me encontraba en mi cama, tumbada, mirando al techo, temerosa. Faltaba un mes escaso para que los perros del Infierno vinieran a por mí y no era algo muy agradable para pensar. ¿Pero quién no puede pensar en que va a morir en un mes y que bajaría al Infierno para ser torturada sin remedio? Era algo horroroso, algo que no desearía a nadie en el mundo por más que le odiase… Aterrador.
El sonido de la puerta hizo que diese un salto. Alguien llamaba, ¿quién sería? Bajé las escaleras y abrí la puerta. Era un hombre joven, de unos 25 años.

-¿Sí? ¿Quién es usted?

-Su salvación- me quedé con la boca medio abierta pensando en qué decir- ¿Sois Katrina Volkova, me equivoco?

-Sí, soy yo…- le miré desconfiada.

-Ya no tienes nada que temer, nunca irás al Infierno.

-¿Qué, cómo dice?- me sonreía plácidamente, y en verdad aquello me interesaba.- Pasad, por favor- dije aún con una mirada desconfiada, apartándome de la puerta para que pudiese pasar.

Aquel hombre se quedó en la entradita mirando todo, pero siempre con una sonrisa en su rostro. Le indiqué que pasase al salón principal y que se sentase en el sofá. Yo me senté frente a él en un sillón.

-¿Puede explicarme por qué ha dicho eso antes?

-Sí, por supuesto. Verá, me llamo Gabriel y mi padre era cazador, como lo sois vos ahora. Mi padre se llamaba como yo y era un cazador especializado en demonios. ¿Vuestro condenador es Mefistófeles?- asintió brevemente- Por eso estoy aquí. Mi padre le envió al Infierno la última vez que estuvo en la Tierra- dije con una sonrisa amistosa. Aunque la última vez que Mefistófeles estuvo en la Tierra fue hace más de medio siglo, era fácil engañar a un humano, más aún cuando se trataba de “su salvación”.- Sé la forma de enviarle al Infierno y antes que retire tu trato, es muy fácil, solo si confiáis en mí- dije con una sonrisa encantadora. ¿Cómo se podía convencer a los humanos tan fácilmente? Estaba claro una cosa, cuando un humano tenía miedo aceptaba sin tapujos.

-Sí, está bien- dije asintiendo nerviosa.- Entonces ¿tú también eres cazador?- pregunté.

-En efecto.- Al menos cuando era humano lo fui, desde que soy alquimista ya no era humano, pues encontré el secreto de la vida eterna. Poder acabar con la existencia de Mefistófeles era algo que me apasionaba. Ya la última vez le mandé al Infierno porque no tuve el tiempo suficiente para encontrar un exorcismo para acabar con su vida definitivamente, ahora tenía la oportunidad- Lo que quiero que hagas, es que por la noche le invoques, con alguna escusa y le lleves al porche de atrás. Allí tendremos un pentagrama dibujado para poder hacer realidad tu sueño.

-De acuerdo…- dije un tanto desconfiada. ¿Quería enviarle al Infierno? Con todo mi corazón, ya que yo iba a ir por su culpa. Lo que más me emocionaba era que iba a salvarme de ir allí. Eso me cegó por completo.

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Eran las 11 de la noche. El pentagrama estaba dibujado con perfección en el techo del porche de madera y Gabriel estaba escondido. Yo, mientras tanto, equipada con mi gabardina y en ella guardaba una daga y un revólver, estaba intentando invocar a Mefistófeles. ¿Funcionaría? No lo sabía, nunca había invocado a un demonio a placer, no al menos fuera de un cruce de caminos.

-¿Mefistófeles?

por **Katrina Volkova** Miér Oct 27, 2010 11:04 pm

Será hijo de... intenté contenerme, ¿y si seguía su juego? Sería mucho mejor que negarme y acabar haciendo lo que a él le diera la gana. Puse una media sonrisa.

-¿Qué pretendes, pequeño? No prefirías hacerlo en una cama...- dije arqueando una ceja.

Tú suéltame, verás la ostia que te meto. ¿Cómo se atrevía a hacer algo así? Depravado, era la única palabra que se me pasaba por la cabeza. Mantuve los modales y mis formas, no vaya a ser que la fastidiásemos al final de todo.

-Podría hacer muchas más cosas que aquí atada, ¿no te parece?- dije con una sonrisa juguetona- Disfrutaríamos más...

por **Mefistófeles** Miér Oct 27, 2010 11:14 pm

No pude más, durante todo su discurso subido de tono intenté mantener las formas, no troncharme a reír pero aquello era demasiado.
Tuve que sentarme sobre la tapa del baúl para no caer por culpa del desequilibrio.

-Hay… hay…- dije recuperando el aliento y limpiándome con el dedo las gotas que se me escapaban de los ojos- En serio Katrina, eres de lo que no hay. El dicho de “tropezar dos veces con la misma piedra” es solo para humanos. Después del gran numerito que me has montado antes, tus lágrimas de cocodrilo, tu miedo sobreactuado… ¿Piensas que me voy a creer que de repente buscas un revolcón después de intentar torturarme? O una de dos, a ti te falta un tornillo o de verdad piensas que estás tratando con un estúpido- esta chica no tenía arreglo… con un movimiento de la mano el corsé cayó un poco más. Ahora se podía ver parte de sus pechos, pero seguía todavía tapada, dejándolo todo para la imaginación

por **Katrina Volkova** Jue Oct 28, 2010 8:16 am

-Hombre, yo votaría por lo de que eres estúpido- dije en voz baja y riendo.

De pronto, el corset cayó un poco más. Suspiré.

-Qué niño llegas a ser a veces- dije negando con la cabeza- ¿Por qué no eres un niño bueno una vez en tu vida y me quitas las cadenas?- dije con una sonrisa- Ya imaginaba... Esta es una de las cosas por la que me pareces patético y cobarde. ¿No te das cuenta? Me tienes a tu disposición y no eres capaz ni de tocarme con un dedo. Nt, nt, nt, qué lástima- dije provocándole.

Cierto era que no quería que hiciera nada conmigo, pero aquel carácter me podía. Comencé a recitar:

-Exorcizamus te, omnis immundus spiritus, omnis satanica potestas, omnis incursio infernalis adversarii, omnis legio, omnis congregatio et secta diabolica...

por **Mefistófeles** Jue Oct 28, 2010 11:39 am

Ya empezamos. Me levanté del baúl y le metí un trapo que tenía a mano en la boca.

-Perdona si está sucio de tierra, es el único que tenía a mano- me disculpé con una media sonrisa. Como Katrina tenía las manos indispuestas, no podría quitarse aquel pañuelo ni aunque lo escupiera… así estaría un poco callada- La verdad… me entran muchas tentaciones de poseerte- dije pasando las manos por su cintura- De volver a tener tu piel desnuda pegada a la mía…- mis labios se acercaron a su cuello y comencé a recorrerlo dándole muchos besos- Tal vez podríamos jugar un poco…- mis labios bajaron hasta llegar a su escote y me entretuve también besándolo.
Subí sus piernas para que rodearan mi cintura y posé mis manos en su trasero. Sentí como su cuerpo se estremecía por mi contacto y me lancé de perdidos al rio. Quite una mano de su culo y la alcé hasta llegar al trapo que tapaba su boca. Se lo quité despacio y lo lancé lejos.
Con el dedo gordo, acaricié sus labios quitándole los rastros de tierra para luego darle uno de esos besos que siempre la hacían estremecerse por dentro.

por **Katrina Volkova** Jue Oct 28, 2010 9:31 pm

¡Pero será hijo de puta! ¿Cómo osaba a meterme un asqueroso pañuelo en la boca para callarme? Maldito engendro de cabra.

-Perdona si está sucio de tierra, es el único que tenía a mano- no podía ni escupirlo de lo bestia que había sido poniéndomelo, ¡puerco!- La verdad… me entran muchas tentaciones de poseerte- pasó las manos por mi cintura, ¿pero y ahora? ¿De qué iba?- De volver a tener tu piel desnuda pegada a la mía…- recorrió mi cuello de besos, dios, qué ganas tenía de darle una paliza- Tal vez podríamos jugar un poco…- sus labios bajaron hasta mi escote llenándolo de besos.

¡Maldito demonio de tres al cuarto! ¿Había cambiado de opinión de la noche a la mañana? Esto era increíble. Sus manos pasaron por mis piernas subiéndolas para que le rodease la cintura y sus manos... Oh no amiguito, tu ponlas donde creo que las vas a poner y te quedas sin anticristos. Lo imaginaba, iba a quedarse sin pequeños anticristos correteando a su alrededor. Lo peor de todo es que me venían esas maripositas en el estómago otra vez. ¿Pero por qué Señor, por qué? ¿Qué he hecho para merecer esto? Ya... hacer un trato con un hijo del Infierno. Una de sus manos subió para quitarme el pañuelo ese y me quitó la tierra que tenía por su culpa. No pude reaccionar y enviarle al diablo pues justo después me besó. Un beso que te deja sin aire y meditabundo, de los que necesitas decir basta para poder mantener fría la cabeza. No pude hacer otra cosa que corresponder a su beso, pues aunque no quisiera, mi cuerpo me pedía que siguiera. Pero tras acabar el beso desvié la mirada hacia un lado.

-Esto se llama violación, si aún queda algo de decencia en tu interior, más vale que me sueltes- dije sin expresión alguna sin mirarle a los ojos.- Y puede que en el Infierno sea una tortura, no lo sé, pero aquí, en la tierra, ni se te ocurra realizarlo, y menos conmigo, pues al fin y al cabo es una tortura y todo conlleva su castigo...¡Engendro de cabra!

por **Mefistófeles** Jue Oct 28, 2010 11:28 pm

-Esto se llama violación, si aún queda algo de decencia en tu interior, más vale que me sueltes. Y puede que en el Infierno sea una tortura, no lo sé, pero aquí, en la tierra, ni se te ocurra realizarlo, y menos conmigo, pues al fin y al cabo es una tortura y todo conlleva su castigo... ¡Engendro de cabra!

-Solo me faltan los cuernos- dije riendo- Además, violación es cuando una de las partes está en contra de lo que va a suceder… y sé que aunque estés atada no puedes resistirte a mis labios- le sellé la boca con otro beso igual de ardiente que anterior, pegando más su cuerpo al mío. Su corsé acabó cayendo del todo dejando sus pechos al descubierto.
Mi lengua se entretuvo durante unos segundos perfilando con la punta, el redondel de sus pezones.
Me separé de sus pechos y le sonreí pícaramente para luego morder juguetonamente su cuello.
Pero que delicia era la piel de esta mujer, no me cansaría nunca de recorrerla con mis dedos y labios.

-Vamos ¿sigues pensando que no quieres esto?- dije empujando su cuerpo contra el mío- ¿Quieres que pare?

por **Katrina Volkova** Vie Oct 29, 2010 8:28 pm

-Además, violación es cuando una de las partes está en contra de lo que va a suceder… y sé que aunque estés atada no puedes resistirte a mis labios.

-Eso no te lo cr...- no me dejó terminar la frase pues me besó, pegó mi cuerpo más al suyo.

Imbécil, imbécil, estúpido, ¡joder! Mi corset estaba resbalándose más hacia abajo, cada vez más, hasta que se cayó. Nooo! Maldita sea, ¿por qué tenían que pasarme estas cosas a mí? Se separó de mis labios y observé su mirada pícara.

-Ah! No, ni se te ocurra...- dije con el ceño fruncido.

Acabó bajando a mis pechos, miré hacia arriba ignorando lo que me hacía. Me las iba a pagar muy pero que muy bien. Acabó subiendo dándome un mordisco en el cuello.

-Vamos ¿sigues pensando que no quieres esto?- empujó más mi cuerpo contra el suyo- ¿Quieres que pare?

-Para, para, quiero que pares- dije rápidamente sin mirarle.

Sentía ganas de seguir pero no iba a dejar que me ganase en su propio juego, de eso naada, ¿qué se había creído? Hiciera lo que hiciera me las iba a pagar por todo lo que estaba sucediendo, una tras una.

por **Mefistófeles** Sáb Oct 30, 2010 12:12 pm

-Para, para, quiero que pares- dijo sin mirarme.

-Qué pena… yo no quiero parar. ¿Pero qué clase de caballero sería si no hiciera caso a una dama? A sí, es verdad. Yo no soy un caballero, soy un demonio- y volví a hundir mi rostro es sus pechos.
Si quería librarme después de su ira, tendría que salir corriendo de aquella casa, no le daría la oportunidad de encerrarme en alguna trampa para demonios escondida por la casa.
Deje las piernas de Katrina en el suelo, y me arrodille delante de ella cogiendo los flecos de su falda.
La miré con picardía y comencé a bajarla muy despacio.
Disfrutaba con aquello, poco a poco veía el cuerpo de ella en su máximo nivel de erotismo y las caras de ira y deseo que alternaba Katrina me divertía aún más.
Solo quedaba la bajo falda y las medias cubriendo su cuerpo y volví a levantarme para mirarla.
Pasé mis dedos por el dobladillo de la bajo falda y me acerqué mucho a sus labios.

-¿Quito también esto?- pregunté, provocando que nuestros labios se rozaran al hablar.

por **Katrina Volkova** Sáb Oct 30, 2010 2:25 pm

Maldito cabrón hijo de Lucifer. ¿Por qué me había enamorado de alguien así? No podía seguir así, debía de librarme de las ataduras. Bajó a quitarme la falda del vestido, dios, cuanto le odiaba. Subió para mirarme, pero sus manos seguían debajo, tocando mi bajo falda.

-¿Quito también esto?

-¿Por qué no te quitas el medio gramo de cerebro que tienes? Quizás entiendas que quiero que me dejes en paz, parece que no se te mete en la cabeza- dije mirándole con odio.

Ostias, no me había dado cuenta antes, mis piernas se podían mover, y Mefistófeles estaba justo dónde podía darle. Cogí fuerzas con una de mis piernas y le di una patada en su entrepierna.

-Esto es lo que pasa por jugar con Katrina Volkova, ¿qué te has creido?

por **Mefistófeles** Sáb Oct 30, 2010 2:33 pm

Hay… hay… hay… creo que se me había nublado un poco la vista.

-Esto es lo que pasa por jugar con Katrina Volkova, ¿qué te has creido?

-Ahora vengo…- dije casi sin voz y andando un poco para que el agudo dolor de mi entrepierna desapareciera. Creo que esa sutil patada era una señal de que tenía que parar inmediatamente.
Con un movimiento de manos, utilicé mi poder para soltar las cadenas de Katrina. Hay… que dolor.
Respire profundamente y me senté en el baúl, cogiéndome la cabeza con las dos manos- Eso ha sido un golpe demasiado bajo, que lo sepas…- al menos había recuperado la voz y mi respiración era más calmada… pero el dolor palpitante seguía presente.
Esta también tenía que apuntármela para un futuro, la venganza es un plato que me encanta servir frío… y me las iba a pagar.

El dolor desapareció por fin pero me mantuve sentado en el baúl.

-¿No había otro sitio donde pegar?

por **Katrina Volkova** Sáb Oct 30, 2010 10:57 pm

-Ahora vengo…- dijo casi sin voz, interiormente no sabéis lo que pude reirme.

Se alejó de mí sentándose en el baúl. Las cadenas comenzaron a aflojarse dejándome caer. Sentí por fin los brazos libres y cogí con rapidez el corset. Dándome la vuelta me lo puse y tras ello cogí la falda y me la puse también.

-¿No había otro sitio donde pegar?- reí débilmente.

-Mmm... sí... pero ese me parecía más divertido, más aún por no hacer caso de lo que te dice una mujer. Te lo tienes bien merecido.- Me crucé de brazos- No sé tú, pero yo tengo hambre y voy a comer. Si quieres venir, ven. Sin embargo, si quieres quedarte a recuperarte... puedes- me alejé riéndome estrepitosamente.

Para preparar la comida primero tenía que ir a cazar algo para comer. Hoy tenía "un invitado" así que debía buscar bien. Cogí un hacha y un arco y flechas y salí de la casa. Me adentré en el bosque en busca de algún animalillo. A lo lejos vi un pequeño cervatillo, parecía que se había alejado de su madre, bueno, la vida no era fácil y para aquel pequeño animal iba a acabar pronto. Me puse tras unos arbustos y preparé el arco. Apunté y la flecha salió disparada. Le dio justo en el cuello, cayendo al suelo al instante. Me acerqué. Con el hacha cogí las partes del animal que me parecían adecuadas para cocinarlas y volví.
Al llegar a los alrededores grité para que me Mefistófeles me oyese.

-¡Yo he cazado, ahora tú cocinas! No vas a quedarte sentado como un pasmarote. Y aquí no tienes a tus pequeños demonios que hagan que no te ensucies las manos.

por **Mefistófeles** Dom Oct 31, 2010 12:16 pm

-Mmm... sí... pero ese me parecía más divertido, más aún por no hacer caso de lo que te dice una mujer. Te lo tienes bien merecido. No sé tú, pero yo tengo hambre y voy a comer. Si quieres venir, ven. Sin embargo, si quieres quedarte a recuperarte... puedes

-Gracias por la invitación… la verdad es que me quedare un rato aquí abajo para… para pensar un poco…- dije ya que el mínimo movimiento de piernas me atenazaba un dolor punzante que me cortaba la respiración. Joder, me ha dado con todas sus ganas

La presencia de Katrina desapareció de la casa y yo hice un último esfuerzo por levantarme.

-Hay… hay…- abrí las piernas un poco al caminar para que las joyas de la corona no rozaran con nada.
Tardé lo suyo en subir las escaleras hasta llegar al primer piso de la casa.

-¡Yo he cazado, ahora tú cocinas! No vas a quedarte sentado como un pasmarote. Y aquí no tienes a tus pequeños demonios que hagan que no te ensucies las manos- escuché que gritaba Katrina.

-¿Pero quién te has creído que soy? ¿Un Chef?- salí de la casa ampollándome en todos los sitios mientras tomaba aire a cada paso que daba- ¿no te has preguntado por qué tengo gente que me cocina? Tal vez se trate porque no soy un experto con los fogones

por **Katrina Volkova** Dom Oct 31, 2010 12:31 pm

-¿Pero quién te has creído que soy? ¿Un Chef?, ¿no te has preguntado por qué tengo gente que me cocina? Tal vez se trate porque no soy un experto con los fogones.

-Yo creía que era porque eres el vago de los vagos... Pero si tú lo dices... que triste, podrías morirte de hambre si un día te pierdes en un bosque.- Enarqué las cejas- Que penita me das- negué con la cabeza- Espero que te guste la carne a la brasa, no tengo ganas de ponerme con los bártulos.

Cogí la leña que tenía apartada, recogida en otros días y la puse en un pequeño hogar. Fósforos, fósforos... Me acerqué a Mefistófeles y me puse a buscar en su chaqueta. Había saltado un poco al principio, ¿qué se creía? ¿Qué iba a darle? Qué gracioso. Una vez encontré los fósforos le di una palmadita en el pecho y me reí en su cara.

-Qué delicado eres para ser un demonio, ¿no sería esa una buena tortura para los hombres? Yo creo que deberíais llevarla acabo en el Infierno, es buenísima- me di la vuelta aún riéndome.

Encendí un fósforo y lo acerqué a la yesca para que prendiese. Una vez hecho fui acercando pequeños palitos. Así hasta que hubo un buen fuego. Cogí unas barillas de metal y fui preparando la carne, colocándola entre ello y así poder cocinarla. Una vez que el fuego estuvo más bajo apoyé las barillas en los laterales del hogar y solo faltaba esperar a que se cocinase. Me quedé sentada, observando el fuego.

por **Mefistófeles** Dom Oct 31, 2010 12:51 pm

-Yo creía que era porque eres el vago de los vagos... Pero si tú lo dices... qué triste, podrías morirte de hambre si un día te pierdes en un bosque. Que penita me das.

-¿En serio piensas que soy tan penoso como vosotros? No tengo la culpa de que tengáis menos sentido de la orientación que una piedra… preferiría que no volvieras a comprarme con uno de los vuestros.

-Espero que te guste la carne a la brasa, no tengo ganas de ponerme con los bártulos.

-Tendré que conformarme…

-Qué delicado eres para ser un demonio, ¿no sería esa una buena tortura para los hombres? Yo creo que deberíais llevarla acabo en el Infierno, es buenísima- cogió mis fósforos que tenía guardados en el bolsillo de la chaqueta. Y mientras prendía el fuego y preparaba las basas yo hice esfuerzos por probar si el dolor había desaparecido. Me alegre al ver que ya podía moverme con más libertad.

-A nadie le gusta que le pateen sus genitales… porque duele una pizca y es una sensación un tanto molesta- me acerqué a Katrina que observaba embobada el fuego- No te preocupes de las torturas del infierno… que yo te las enseñare todas y podrás juzgar cuál es tu preferida.

por **Katrina Volkova** Dom Oct 31, 2010 12:58 pm

-A nadie le gusta que le pateen sus genitales… porque duele una pizca y es una sensación un tanto molesta. No te preocupes de las torturas del infierno… que yo te las enseñare todas y podrás juzgar cuál es tu preferida.

-No te preocupes, no te molestes en descubrirlo, ya la sé... La peor tortura que se me puede imputar es- piensa rápido- verte todos los días que pase allí abajo- ¡muy bien! Esa es muy buena- Llegas a ser un poco cargante, ¿sabes? Y eso que solo he estado contigo unos cuatro días en toda mi vida.

Me levanté un poco y miré cómo estaba la carne, no le faltaría mucho, pero debía hacerse muy bien.

-Me he informado de las torturas que existen aquí arriba, y que algunas todavía se practican. ¿Has oído hablar de la Inquisición española? Eso sí que eran carnicerías... No comprendo cómo pueden llegar a hacer tales barbaridades. Bueno, a lo que iba, ¿las torturas del Infierno se parecen a las de la Tierra?

por **Mefistófeles** Dom Oct 31, 2010 1:13 pm

-No te preocupes, no te molestes en descubrirlo, ya la sé... La peor tortura que se me puede imputar es verte todos los días que pase allí abajo. Llegas a ser un poco cargante, ¿sabes? Y eso que solo he estado contigo unos cuatro días en toda mi vida.

-Ya cambiaras de opinión…- susurré

-Me he informado de las torturas que existen aquí arriba, y que algunas todavía se practican. ¿Has oído hablar de la Inquisición española? Eso sí que eran carnicerías... No comprendo cómo pueden llegar a hacer tales barbaridades. Bueno, a lo que iba, ¿las torturas del Infierno se parecen a las de la Tierra?

-Lo que hacía la inquisición eran obras de arte… Pero sí, la mayoría de torturas que conoces son nuestras… hay tantos métodos, tantas herramientas…- levanté la manga para enseñarla la piel del brazo- mira, mira… se me pone la piel de gallina de solo pensar en lo poco que queda para que bajemos allí abajo, tu y yo, juntitos- que bien me lo estaba pasando, si quitáramos la patada baja…

por **Katrina Volkova** Dom Oct 31, 2010 1:19 pm

-Lo que hacía la inquisición eran obras de arte… Pero sí, la mayoría de torturas que conoces son nuestras… hay tantos métodos, tantas herramientas…- levantó la manga de su camisa y me enseñó su brazo- mira, mira… se me pone la piel de gallina de solo pensar en lo poco que queda para que bajemos allí abajo, tu y yo, juntitos- me entró un escalofrío.

-Eres un insensible- dije finalmente

Volví a acercarme a la carne, parecía que ya estaba completamente hecha, así que la cogí con cuidado y lo puse en dos platos. Le di un plato a Mefistófeles y con el mío, me senté a su lado.

-Esto se come con las manos, querido niño de papá, así que no andes pidiendo.

Comí con ganas, tenía bastante hambre, ¿todo sería provocado por lo que ocurrió el día anterior? Pudiera ser. Terminé de comer en unos minutos y me tumbé en la hierba sin moverme de mi sitio.

por **Mefistófeles** Dom Oct 31, 2010 1:27 pm

-Eres un insensible

-Eso intento…- le contesté.

Pude comprobar que la comida ya estaba hecha. Katrina la sacó del fuego y la sirvió en dos platos diferentes para ambos.
Me quedé sentado en la mesa, delante del plato, esperando a que trajera al menos un par de cubiertos.

-Esto se come con las manos, querido niño de papá, así que no andes pidiendo.- enarqué una ceja y miré con algo de asco al plato que tenía delante de mí.

-No sé porque, no me sorprendo demasiado. Con solo ver tu falta de delicadeza y tu rudeza ya tendría que haber imaginado que tampoco tenías nada de delicadeza a la hora de comer- dije cogiendo aquel trozo de carne y llevándomelo a la boca- Al menos está comestible… eso es un punto a tu favor… aunque lo comprendo, no tener ni a papi ni a mami para cocinarte una buena comida, la niña solitaria tuvo que aprender a arreglárselas sola para alimentarse. Eres todo un modelo a seguir, cazadora- dije sonriendo ampliamente

por **Katrina Volkova** Dom Oct 31, 2010 1:34 pm

Será... No caigas en su juego, que luego eres tú la perjudicada.

-Pues fíjate, al menos, no soy un engreído que no sabe ni vestirse, que tiene que pedir ayuda a sus criadas. El modelo que tú das no es ni el más adecuado ni el más correcto.

Puse mis manos tras la cabeza y miré al nublado cielo, parecía que iba a haber tormenta, esperásemos que no. Comenzaba a tener un poco de frío por el aire y por la ausencia del sol, intenté recostarme para que no exponerme al frío. Pensé un momento en mis hermanos, hacía bastante que no recibía una carta de Andrei. ¿Se habría olvidado de mí? Bueno, ya qué más daba todo, solo iba a estar un mes aquí arriba antes de bajar a las inmundicias del mundo.

-Cuando bajas ahí abajo, ¿qué ocurre al instante? Quiero decir, justo cuando bajas, al segundo...

por **Mefistófeles** Dom Oct 31, 2010 1:44 pm

-Cuando bajas ahí abajo, ¿qué ocurre al instante? Quiero decir, justo cuando bajas, al segundo...

-Se te dará una cálida bienvenida. Para que jamás te olvides de nosotros y nuestra hospitalidad. Te recibiremos en un mundo sin sol pero que por alguna razón está iluminado por una extraña luz rojiza. Y las torturas comenzaran casi al instante de tu llegada. ¿A que está muy bien? Así no tendrás que esperar a que tus preguntas sean respondidas por mucho tiempo. Harás muchos amigos, te lo prometo… los demonios sentimos mucho apego por nuestras víctimas. Juro que sufrimos y todo cuando un día no podemos torturaros, nos sentimos morir… espero que a mí no me ocurra nunca, me sentiría muy mal si algún día no te veo- dije mirándola de reojo.

Si la seguía atormentando de aquella manera acabaría explotando, de alguna forma u otra, pero acabaría reventando por dentro.

-¿Ya te has ido despidiendo de todos tus seres queridos? Ya no volverán a verte nunca más… ¿Y qué piensas hacer en este último mes? Tendrás cosas que querrás vivir, al menos no bajaras allí abajo virgen…- tuve que aguantar la risa por respeto.

por **Katrina Volkova** Dom Oct 31, 2010 1:51 pm

Joder, maldita sea, aquello sería insoportable. Tortura tras tortura, dolor, pánico, terror... No podía ser, me estaba encontrando mal, muy mal. No podía creerme todo aquello, debería ser una broma.

-¿Ya te has ido despidiendo de todos tus seres queridos? Ya no volverán a verte nunca más… ¿Y qué piensas hacer en este último mes? Tendrás cosas que querrás vivir, al menos no bajaras allí abajo virgen.

-¿Gracias a quién?- dije sin expresión, sin ganas, sin sentimiento- Eso ha sido lo peor que podrás hacerme nunca- me levanté del suelo y me dirigí adentro.

Empezaba a hacer frío y aquel cielo no me gustaba ni un pelo. En Rusia siempre hacía frío, daba igual la época del año en la que estuvieras, debías protegerte en cualquier circunstancia. Me adentré en el salón y encendí la chimenea, me calenté las manos y finalmente, me senté en un sillón. Miré al fuego, sin saber qué hacer, qué decir, qué pensar... Aquel demonio estaba acabando conmigo poco a poco, no podía dejarme vencer tan fácilmente, pero ya no podía más.

por **Mefistófeles** Dom Oct 31, 2010 2:02 pm

-¿Gracias a quién? Eso ha sido lo peor que podrás hacerme nunca

Me quedé un rato sentado allá afuera dejando un poco de intimidad a Katrina… pero la llevaba clara si pensaba que la iba a dejar en paz.
Cuando supuse que ya había tenido más que suficiente, la seguí hasta el interior de la casa. Estaba sentada en uno de los sillones contemplando el fuego de la chimenea.
Despacio, me acerqué a ella y me senté en el reposabrazos.
Con una de mis manos comencé a acariciarle su bonita melena cobriza.

-Vamos Katrina, no te enfades conmigo… nos conocemos desde hace mucho tiempo, hemos vivido muchas cosas juntos y las que nos quedan por vivir… sabes que tengo un humor un tanto difícil de comprender. Que quieres, soy un demonio- las yemas de mis dedos seguían entretenidas con los cabellos de la cazadora- Si yo te aprecio mucho, pienso bajar al infierno contigo, un lugar que odio y del que es muy difícil escapar… ¿eso no demuestra todo lo que me importas?- no alzaba la voz en ningún momento. Hablaba con tono meloso y pausado, mirando en todo momento su perfil pues ella seguía mirando el fuego embobada.

por **Katrina Volkova** Dom Oct 31, 2010 2:10 pm

Mefistófeles había entrado en la habitación, mis instintos estaban muy desarrollados, siempre debían estarlo para que no hubiese ningún problema con mi trabajo. Se sentó en el reposabrazos del sillón.

-Vamos Katrina, no te enfades conmigo… nos conocemos desde hace mucho tiempo, hemos vivido muchas cosas juntos y las que nos quedan por vivir… sabes que tengo un humor un tanto difícil de comprender. Que quieres, soy un demonio.

Sí, un demonio que ha hecho mi vida imposible. Un demonio que me ha condenado al Infierno por una mentira. Un demonio que ha acabado con todos mis sueños y esperanzas. Un demonio que me torturará en el Infierno. Un demonio que destruirá la humanidad que me queda. Mi condenador, destructor... asesino. Sentí que su mano se posó en mis cabellos.

-Si yo te aprecio mucho, pienso bajar al infierno contigo, un lugar que odio y del que es muy difícil escapar… ¿eso no demuestra todo lo que me importas?

-Y una mierda. Tú bajarás allí para torturarme y hacerme la estancia un Infierno, nunca mejor dicho. Podrás subir a la Tierra cuando te dé la gana, seguramente, alguno de tu jerarquía te hará el favor. ¿Que yo te importo? ¿Has fumado opio hoy? Estás un poco mal de la cabeza- dije, desahogándome, sin quererlo se me escapó una lágrima. Todo era una mierda.

por **Mefistófeles** Dom Oct 31, 2010 2:19 pm

-Y una mierda. Tú bajarás allí para torturarme y hacerme la estancia un Infierno, nunca mejor dicho. Podrás subir a la Tierra cuando te dé la gana, seguramente, alguno de tu jerarquía te hará el favor. ¿Que yo te importo? ¿Has fumado opio hoy? Estás un poco mal de la cabeza- por una vez que era bueno y no me mofaba abiertamente de ella, mira lo que me contestaba. Que desagradecidos llegaban a ser los humanos, no eran capaces de ver los pequeños detalles de otras personas.

-Cuanto rencor… hay que ver…- pero en ningún momento deshice el contacto de mi mano con ella.
Su cabello era suave al tacto, y era reconfortante sentir aquella suavidad- ¿A caso eres feliz guardándome tanto rencor? Acuérdate que no fui yo quien fue en tu busca para hacer el trato, tampoco fui yo quien te obligo a hacerlo… si estás en esta situación es por tu culpa, tu sola te condenaste … Tu sola irás al infierno por no superar el asesinato de tu familia, pero así sois los cazadores, estúpidos que buscan venganza. Podrías haberte buscado una vida normal después de lo que paso, buscarte un buen hombre que te mantuviera, tener hijos… pero no, tú quisiste una vida más difícil. No me culpes por tu situación

por **Katrina Volkova** Dom Oct 31, 2010 2:28 pm

-Eso es demasiado fácil. No me gustan las cosas fáciles. Además, tú me engañaste, diciendo que resucitara a mis hermanos, ¿sabes qué? Hubiera sido más feliz si se hubiesen quedado donde quiera que estuviesen. Habría sido más feliz matando al nigromante, aunque acabase en el infierno, habría sido más feliz. Pero nooo... sabiendo que mi hermano era un traidor, tú, me dijiste "¿No sería mejor resucitar a tus hermanos?"- dije imitando su tono de voz- Eres un sucio y rastrero demonio.

De un manotazo aparté su mano de mi pelo y me levanté. Me puse frente a él y me puse a gritarle barbaridades por el estilo, necesitaba quitarme toda la presión acumulada, esto no debía de seguir así.

-¡Imbécil, patético! ¿Por qué no te vas tú al Infierno y a mí me dejas en paz? Ya no aguanto tus tonterías- le di un tortazo en la cara con todas mis fuerzas.

Ya no pude más. Me abalancé sobre él y le tiré al suelo. Me puse encima suya y comencé a pegarle, se me caían las lágrimas de la rabia acumulada.

-¡Te odio!- le seguí dando golpes.

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